Crítica de jaly
jaly
Madrid, Jaca, España
Once (Una vez) (2007)
- John Carney
- Glen Hansard, Markéta Irglová, Hugh Walsh ...
¿Cómo se dice te amo?
10 de noviembre de 200720 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Once supone una reinvención terrenal del género musical, de modo que acaba siendo uno de los experimentos cinematográficos más sinceros y emocionantes que hemos visto últimamente. De estructura sencilla y medios limitados, Once cuenta la historia de dos jóvenes en el Dublín de hoy, cuyo talento y ganas de vivir no parecen ser suficiente. De forma casual, una madre soltera que vende rosas y toca el piano ocasionalmente y un joven sin madre que ama la música, se conocen y se unen por su profundo amor por la música y su forma de ver el mundo. Pero la vida no siempre es como la esperamos, y no estamos alerta de que incluso lo mejor nos puede llegar en un momento.
De esta forma, y con esta sólida base, el amor por la música, el cine, y la vida, guían una de las más bellas historias de amor que hemos visto, haciendo que su poderosa banda sonora, un verdadero regalo para los oídos, y la naturalidad de las composiciones, se conviertan en piezas memorables. Los dos actores protagonistas, Glen Hansard, cuya pasión por la música va más allá de la pantalla, y Markéta Irglová, de una luminosidad que inunda la platea, viven ese amor (fuera y dentro de la pantalla, por cierto), que en ningún momento desentona con esas melodías tristes y melancólicas, pero que dan un sentido y una visión a la vida que llena de eso, de vida, muchos momentos de esta pequeña e inolvidable película.
De esta forma, y con esta sólida base, el amor por la música, el cine, y la vida, guían una de las más bellas historias de amor que hemos visto, haciendo que su poderosa banda sonora, un verdadero regalo para los oídos, y la naturalidad de las composiciones, se conviertan en piezas memorables. Los dos actores protagonistas, Glen Hansard, cuya pasión por la música va más allá de la pantalla, y Markéta Irglová, de una luminosidad que inunda la platea, viven ese amor (fuera y dentro de la pantalla, por cierto), que en ningún momento desentona con esas melodías tristes y melancólicas, pero que dan un sentido y una visión a la vida que llena de eso, de vida, muchos momentos de esta pequeña e inolvidable película.