Un buen ejemplo de cine de corte clásico hecho en España en los años cincuenta.

Cierto es que parte del potencial de tensión dramática no se aprovecha (una pena, porque hay un chantajista en el film que, bien aprovechado, hubiera llevado el largo a terrenos dignos de Hitchcock). No. El film se centra más en dilemas morales varios y en problemas de clase varios. También hay alguna rémora teatral y cierta impostación, pero... caray: el cine estadounidense de esa década pecaba de ello también en gran medida. Y el final -- well - lo dijo alguien en otra crítica, vaya.

En resumen: visto hoy en día, el film tiene pegas que esencialmente tenían los productos de la época a escala mundial. Pero también es claro, elegante, estupendamente encuadrado y hecho con gran clase.

Cuidadosa exploración del trauma de los supervivientes a un atentado terrorista.

En lo que a un servidor respecta, pese a la sensibilidad con la que se trata del tema, el largo se acaba estancando debido a su inexistencia de trama y una progresión dramática que a alguien como yo se le antoja un tanto minimalista para mal.

Al grano: el material, como mucho, daría para un sketch de Funny or Die.

Porque, ya a la primera media hora de metraje, queda claro que para un largo no da de sí en absoluto.

Y el resultado es... well: el equivalente a un Sharknado hecho por actores demasiado por encima del material
y un presupuesto de... ¿35 millones de dólares? Dios mío de mi vida.

En serio -- el humor no tiene gracia, la historia no va a ninguna parte y la puesta en escena es televisiva en el peor sentido. Vamos, que esto un chiste alargado en demasía.

Mejor se hubiera hecho algo así en los ochenta, con mejor trabajo visual, humor más fino y mejores planos.
El mínimo común denominador hecho película, gente. Véanla como mucho en VOD o torrent, porque como material de pantalla grande no vale la pena NI DE LEJOS.

Casi tres horas, damas y caballeros.

Sí, sí -- mucha norma inmovilista, mucho mundo paralelo en el que sitios míticos no tienen ni pizca de turistas a la vista, mucho traje blindado, mucho vamos-a-hacer-daño-a-John-pero-se-recupera-que-ni-Capitán-Ameríca y toda la pesca. Lo entiendo. También está todo milimétrico puesto en escena, tiene una banda sonora cañera y se plantea una suerte de gravitas dramático que en el fondo trata de ocultar que chicha emocional hay en esta saga de pelis en una cantidad ínfima. Y luego --

Caray - tras el minion número cincuenta, esto no avanza. La sensación de riesgo para John es casi nula (parece un personaje de videojuego que opera con un cheatcode) y todo es... cool.

Y yo tengo un problema con eso. Porque, al fin y al cabo, es fachada. Un servidor se queda con ñoño sobre cool a cualquier día de la semana. Piensen en Top Gun: Maverick , por ejemplo. En fin. La cosa no da más a estas alturas, chavales...

Al grano - habemus secuela de un Universo DC moribundo. Y el resultado es tan solvente como mecánico. Primero, porque es el enésimo largo que parece seguir las funciones de Propp (un experto en el estudio de cuentos famosos), con objetos mágicos, lugares a los que ir y similares. Luego está Efecto Patchwork visual que tanto se ve aquí como en otros lados (se nota que hay un cut and paste de capas visuales y VFX que da una sensación de desconexión) y el trabajo con los encuadres es propio de un guardia urbano (aunque sospecho que la culpa es de las agendas de rodaje y pospro que se impone a los responsables de largos como éste). Y el guion - aseado. Pero... mecánico, caray.

Anyway. Who cares. Cine de franquicia corporativo de 2023. Pos bueno. Pos fale. Pos malegro.

Al grano -- una suerte de Boogie Nights sobre una panda de gente de dudosos hábitos que han de pasar del mudo al sonoro (sí, estamos en terrenos de Cantando bajo la lluvia) con un número de tramas tal vez excesivo, un acabado imponente (foto, ambientación, música...) y un gusto por epatar en su primer tercio digno del Verhoeven más desatado (lo cual se agradece en el pacato y cobardica cine de Hollowood actual).

Pero claro . que esto dura tres horas y acaba pesando. Por otro lado, personajes como el de Margot Robbie son altamente odiosos. Y el mensaje del film -que cuando se logra la magia, es algo especial... pero muchos de los que curraban o curran en el ramo son gente dada a excesos que más de uno censuraría- lucha en su contra. Por otro lado, la tendencia a la desmesura del film y sus ganas de ser una película total dañan al largo de manera evidente.

¿Gran cine? No. ¿Pésimo? Tampoco. Interesante, irregular y completamente apartado de mucho de lo que se hace hoy en día en el cine mainstream. Y eso es bastante.

Critica años más tarde -- final anticlimático (sí, sí - referencias al cine de primera mitad de los setenta, ya se sabe - estupendo), cast atinado (aunque lo de la tartaja de Torre me saca), una ambientación que termina siendo una pega (la crítica religiosa es tan mundana como obvia - y eso lo dice alguien que es ateo - y su conexión con el psycho de turno es obvia) y el calor no ayuda a este Seven veraniego - a ver -- hacer bien un Seven en estos lares cuando el género está agotado, con casi un cuarto de siglo de por medio es llegar tan tarde como mal). La duración es algo extremada y el modus operandi del asesino --

Ya saben. Fraser.

Y ojo que el resto del cast está estupendo -- me quedo con Hongh Chau durante el metraje y Morton lo poco que aparece. Pero sí - se nota la teatralidad del material original. Las entradas y salidas lo dejan claro.

También hay cierto extremismo emocional que ronda lo melodramático de manera a menudo peligrosa (Darren se la juega a caer en el ridículo incluso), pero no yerra, por suerte. Aunque juega un juego peligroso en este sentido.

Anyway - finalmente, el film es duro y te llega a tocar la patata.

En cuanto al maquillaje protésico, es brillante. Al igual que la poco evidente dirección de Darren.

En fin - podría ser un Oscar Bait enorme, pero no lo es. Un film de lo más interesante. Pero durillo.

Luc Besson se dejó un puñetero pastizal en su siguiente CIFI enorme tras El quinto elemento --

Y va. No es tan brillante. Posiblemente, porque no le ayudó a redondear el libreto del film el guionista de Karate Kid (se nota) y porque el cast es un tanto incorrecto. Es decir - sus actores protagonistas cumplen, pero no dan sus papeles (para Valerian, el ligón, necesitas el carisma descarado de un Pratt y no el punto alienado de DeHan, por poner un ejemplo). Luego - cuernos - la historia peca de episódica a la vez que un tanto mecánica - tal vez porque la serie de cómics que adapta es muy loca y variada en extremo e hilarlo todo es complicaaaado.

Pero vaya: con todas sus pegas, hay FX de nivelazo, imaginación colorida, acción y extremismo bessoniano a ratos. No sé si es futuro film de culto, pero posiblemente merecía un fracaso comercial menor.

Sí, amigos - esto es La Jungla 2 (se parece más a la secuela nevada que al original, la verdad) con Santa Claus de por medio, recibiendo toñinas y currando el lomo al personal. Todo bien con eso - y ojo - la acción está muy bien, Harbour cumple estupendamente e incluso el film, pese a su violento cinismo, no se olvida de que es una aventura navideña, con regalos, gente que hace las paces y milagros.

Muy cumplidor, caray. Y bastante bien atadito desde guon. Pero -

No sé. Algo me falta. Tal vez es el tono. La cosa se queda en actioner aseado y el cuerpo, con algo así, me pide LOCURA. Sátira hardcore. Despelote más allá de la sangre. Y aquí no la hay. Una penica. Creo que el material daba para más, oigan. Otra vez será.

Humm - remake de un film europeo. Hanks estupendo, claro. Y empatizable. Su cabreo constante con gente boba que no sabe hacer la O con un canuto a veces o simplemente boba te pone en su piel.

Pero vaya -- el drama del film, muy suave, pasa por tropos buenistas a la moda, que se mezclan con otros que ya se saben del personaje-ceñudo-que-en-el-fondo-tiene-buen corazón.

En fin. Un film normalito. Mantiene el tipo y Hanks está atinado, para variar. Y la tal Mariana Treviño. Su personaje podría ser irritante pero te acaba cayendo bien.

Un largo que le gustará a tu madre, en resumen.

Bueno - mira que la idea de hacer una precuela con la actriz bastante más mayor es de casquero y que los juegos de cámara para hace parecer que su actriz de 25 años parezca una cría tienen un punto bastante chanante. Pero lo que huele a latazo se anima --

Al turrón - lo que aquí tenemos parece ser casi una revisión del remake reciente de Muñeco Diabólico, pero con menos sangre y menos humor negro. Pero, aún así, pese a ciertos tópicos, el film, que no dura más de 95 minutos, tiene gracia debido a la presencia de una muñeca puñetera con ganas de cantar música pop y bailar con la gracia de una cría de Tik Tok. Un visionado simpático.

Empecemos por lo obvio - Guy ha tenido momentos y largos mejores. Pero aún así, lo que aquí tenemos posee buen ritmo, nula grasa (105 minutos de acciones paralelas, gadgets, tortas, tiros y frases sarcásticas) que se ven con agrado. Entre otras cosas, porque los actores están bien - desde una Aubrey en su elemento al ya mítico Hugh Grant, que se lo debe pasar bomba haciendo de tipejos carismáticos de mal calado, pasando por un entonado Josh Harnett y un Elwes que resulve la papeleta con ironía solvente, Y oigan - sin ser nada del otro mundo (visualmente se trata de un film tan efectivo como impersonal). Por otro lado, los villanos y el McGuffin son bastante genéricos, la verdad. Pero todo apunta a que son realmente la excusa para plantar a nuestros héroes, que tal vez aparezcan en más aventuras (hay pistas en el cierre del film).

En resumen - un largo que se ve con agrado. Nada especial, pero tiene su aquel.

Vaya por delante que el film no me ha gustado. Es más -- me ha irritado.

Y es que, pese a la excusa de la comedia, el film es lo que denuncia -- transparente, tonto, innecesariamente alambicado cual caja misteriosa que puedes resolver sin resolver (a martillazos, vaya). Su duración es extremada, sus personajes son sobreactuados, está sobreproducida (el tema CGI, por ejemplo) y sus referencias al momento, chistaco a la moda + cameos varios harán que envejezca pero que MUY pronto.

Luego está la estructura, mas listilla que habilidosa - lo cierto es que resulta todo obvio y no tiene verdadero ingenio, con cucamonas discutibles y verbosos diálogos de graciosillo que en realidad no van a ninguna parte.

La cuarta fase de la MCU en su punto álgido; un spiderverse sin animación en acción real.

¿Y el resultado? Estupendo, me temo. Y mira que hay pegas narrativas, pero el cast de viejos conocidos aúna una cantidad de talento considerable por frame cada vez que andan juntos (tanto en el lado de buenos como de villanos) y acaba uno enamorado a ratos. La nostalgia es real. Por otra parte, los guionistas del film se apañan para hacer una suerte de reboot parcial (a esa gente que odiaba un Spidey con traje high tech - bueno, nos han escuchado) y Dafoe se apaña sin esfuerzo para recordarnos lo genial que es su Duende. Es plantar cara a Holland y hacérselas pasar canutas como jamás lo ha hecho en ninguno de sus largos anteriores.

¿Film inolvidable? No. Pero un guon que saca jugo con amor a sus personajes (las spider-conversaciones son un gozo para el público) y su magnífico plantel actoral de gente experimentada es digno de verse.

Al turrón - a Pontecorvo le debía de interesar más que nada el elemento de thriller, porque el aspecto político está tocado con un simplismo sonrojante (que lleva a la historia a ponerse a menudo de parte de ETA), los diálogos son un tanto teatrales a la vez que pontificantes y la estética de zooms setenteros a envejecido lo suyo. Ah - y lo de doblar a los actores resulta doloroso. Por otro lado, las rupturas temporales del film confunden por su torpeza.

Eso sí - al atentado en sí, con sus momentos de suspense, es lo mejor del largo de lejos. Y ver la capital de España en esa época tiene un elemento nostálgico curioso.

Un film interesante y curioso, pero bastante lejos de la redondez, sin duda.

Lo siento - no es mi rollo -- mira que la propuesta de base me podía interesar. Pero - en términos básicos de ficción, poca cosa aquí, damas y caballeros -- mucha metáfora y simbolismo (salpimentadas de esteticismo artie y formato de pantalla de cine mudo a la moda), pero el avance de la historia es episódico, su protagonista orejudo no tiene albedrío real y el material apenas da para ochenta minutos. Hubiera sido un corto decente, eso sí.

Supongo que la gente de Cannes se deja impresionar por cosas pretenciosas más cercanas al arte moderno que a una historia normal contada con eficacia. En fin.

Habría mucho que decir, así que trataré de ser escueto:

La parte técnica es un absoluto prodigio -- CGI brillante, 3D de un naturalismo inmersivo asombroso que deja a cualquier equivalente en pañales y genera un sense of wonder importante -- sus mejores momentos te hacen pensar que estás viendo un impactante documental de antropología y naturaleza alien más que un largo.

¿Y la historia? Pues hay miga -- su segunda mitad, consignada a los-aliens-vs-los-humanos parecen más una necesidad comercial que el foco real del film y sus villanos son planos (aunque, visto el largo -- parece algo buscado, como si Jim no quisiera que conectáramos con ellos EN ASBOLUTO). Y se sabe porque nuestros chicos y chicas azules SÍ que provocan verdadera empatía. Mayor que en su primera entrega, que se basa en una dinámica familiar tan clásica como poro actual (para bien). También hay algunas apreciables interpretaciones.

¿Pegas? Sí, claro -- una duración un tanto extrema, un subtrama Free Willy tal vez recortable en minutaje y cabos sueltos que quedan muy sueltos, claramente diseñados para una nueva entrega.

Anyway - el segundo mejor espectáculo en gran pantalla que se ha podido ver en una sala de cine tras las nuevas aventuras de Maverick. Que no es poco.

Como han dicho otros en otras críticas -- libro de autoayuda empoderada pseudoespiritual para MILF´s de clase alta y privilegios e todo tipo pero una cabeza aparentemente no muy bien amueblado (ya saben - la clase de personas que invierten en el GOOP de la Paltrow), fotografía llena de filtro flu, postales varias, humor sonrojante, tíos buenos y una duración de más de dos horas. En cuanto a la Roberts, en su estado habitual - la Srta. Mohines poniendo caritas y enseñando dientes, que su piñata es un activo infalible desde inicios de los noventa.


En fin. Tela marinera.