Marco Ferreri no es Berlanga. Seguramente es peor director, menos sutil, menos "cinematográfico". Si lo comparamos "El pisito" con las películas de Berlanga de esa misma época, es evidente que ambos beben en cuanto a lo formal de las fuentes del Neorrealismo, pero Ferreri parece menos preocupado por el encuadre, por el montaje, por el movimiento de cámara... Pero qué le vamos a hacer, es mucho más mordaz, más directo. Quizá estaba menos preocupado por la censura. El pisito es negra, negra, negra. El argumento es truculento como sólo un genio como Azcona podía construir, en la misma línea de "El cochecito". Entre la comedia, el esperpento y el terror. Y quizá a Ferreri le iba como anillo al dedo. Berlanga, seguramente, habría hecho "El pisito" de otra manera, más agridulce, más coral, con más aristas... Las películas de Berlanga son comedias con un regusto amargo que permanece en el tiempo, las de Ferreri son puro ricino desde la primera escena.

Y eso también se nota en la forma de rodar. Genial López Vázquez en su contención, genial Mary Carrillo en su evolución desde su sacrificada posición de eterna aspirante a esposa (eso sí, siempre desde el interés) hasta la tirana matriarca que mueve todos los hilos en cuanto tiene la oportunidad para ello... La peli no deja títere con cabeza, masacra la sociedad española de la época (¿sólo la española? ¿sólo la de aquella época?) con frases sin desperdicio: "Un piso en Madrid vale más que mil mujeres", "Mire usted que la vieja no llega al invierno y el cuarto es muy hermoso", etc.

La película contiene una de mis "elipsis" favoritas (en realidad, no sé si es una velipsis). La boda del protagonista con Doña Martina se resuelve en una foto fija que dice más que una hora de metraje. Qué diferencia con la boda de "El verdugo", de Berlanga, no menos genial.

En fin, es un clásico, y no es por casualidad. Es una joya.

A Tim Burton se le ha de reconocer que sólo él puede ser Tim Burton, prácticamente siempre es Tim Burton, y en encima se le reconoce de lejos. Desde Eduardo Manostijeras, a Sombras Tenebrosas, pasando por Mars Attacks. En el fondo, parece que se repite, y si nos fijamos se trata de películas que, en principio, nada tendrían que ver entre sí, si no fuese por la apabullante personalidad de su director.

Sombras Tenebrosas no defrauda. Es ácida, visualmente rica... Quizá el problema es que ya no nos sorprende como antes. Pero eso no debe ser un defecto. Es verdad, a veces uno tiene la sensación de que Sombras Tenebrosas es sólo una película más de Tim Burton. Aun así, tiene momentos memorables. Me he reído a carcajadas con la idea de la psiquiatra borracha hipnotizando al vampiro, me parece una idea genial. Johnny Depp vuelve a estar muy bien en un papel que le va como anillo al dedo y todo el elenco le secunda. Quizá al final se me ha hecho un pelín larga, quizá el argumento resulta un poco simplón, más allá del planteamiento de la historia de vampiros en un ambiente años 70 plagado de topicazos.

En fin, a disfrutarla, sin buscarle tres pies al gato.

Gran argumento, elenco artístico de primera línea, técnicamente muy buena, bien dirigida... Sin ser una obra maestra, "Canción de cuna para un cadáver" es una gran película. Partiendo de un buen material, y sabiamente llevada, el resultado ha de ser bueno por narices. La historia no es un mero thriller, el ambiente ya es de por sí perturbador: los traumas del Sur más puritano, la fuerza de la tradición familiar, la represión sexual, la venganza contenida, el orgullo, la locura, el peso del pasado... Aparte de la notable introducción inicial, medio minuto de Bette Davis y Agnes Moorehead resultan suficientes para que nos veamos sumergidos en todo ello.

La premisa argumental inicial, consistente en que Bette Davis lucha contra la Administración por la expropiación de su fina, termina siendo una excusa... Se trata únicamente de poder hacer venir a la prima (Olivia de Havilland) y que empiece el espectáculo.

Y el espectáculo empieza. Y no acaba hasta los títulos de crédito. Para dejarse llevar...

Gran película. Todo un descubrimiento. La historia de misterio y terror psicológico engancha al espectador no sólo por la propia trama, sino por todo lo que esconde. La evolución de los personajes está muy bien conseguida. Cómo no, hay que destacar el papelazo de Deborah Kerr. La joven instituriz encandilada por la dulzura de los niños y del ambiente apacible de la campiña inglesa va derivando hacia la perturbación y el trastorno. Al final, la protagonista se convierte en un personaje extraordinariamente complejo, lleno de aristas, hasta el punto de no saber si es ella la que influye en el entorno, o es el entorno el que influye en ella.

Es una peli elegante en las formas, pero llena de ambigüedades en el contenido, donde se puede dudar de todo y de todos. Al final, quizá las cosas son tan sencillas como aparentan y las complicaciones surgen de nuestra mente alterada... O quizá es que absolutamente nada es lo que parece, y por eso nos destruye... Me quedo con el título original, "Los inocentes", porque es una perfecta plasmación de ese juego entre lo real y lo imaginario.

Leeré la novela. Quizá sea muy buena, pero seguro que no tiene nada que ver con lo que he visto. "Suspense" es puro cine.

Como toda buena comedia que se precie, tiene muchas lecturas... Pero lo mejor es disfrutarla como viene, como si fuese una peli de humor absurdo de los Hermanos Marx. Lars Von Trier se ríe de todos y de todo, y para empezar de sí mismo. Al principio, la película me parecía una absoluta patochada. A medida que avanzaba el metraje me he ido enganchando. He reído con ganas en alguna escena. En fin, la peli desprende frescura y libertad, y es más trascendente de lo que parece.

Utilizando formas deslavazadas, Lars Von Trier critica y satiriza todo.
El director de la película mira su obra desde el exterior, subido en su grúa. La comedia tiene sus reglas y hay que saber qué hay que dar a la gente en cada momento.
El actor es mera víctima de la realidad, un pelele. Busca directrices siempre (geniales los encuentros en "terreno neutral"). Sin embargo, en cuanto tiene la oportunidad de adquirir protagonismo se aferra a su condición de centro del mundo. Lo que cuenta es el espectáculo.
El dueño de la empresa, gran payaso, capitalista con el mundo en sus manos, pisando a quien sea. Eso sí, siempre intentando huir de su rol de arribista despiadado, manteniendo una apariencia de familiaridad con sus subordinados.
Los trabajadores, víctimas inocentes. Unos niños que se entretienen peleando entre ellos, y a los que se alegra llevándolos de excursión...
Y el islandés...
Y Gambini...

Es curioso, la única sensata y consciente de todo es la abogada...

En fin, no perdérsela.

No nos llevemos a engaño, no es un documental sobre la Barcelona de una época, sino más bien sobre la historia de una familia que vivió en Barcelona durante un determinado tiempo. No creo que el documental pueda ilustrar excesivamente a un espectador poco informado sobre cómo se vivía en la Barcelona de la época, la visión resulta excesivamente parcial.

Y, dicho esto, la verdad es que a mí el documental no me ha enganchado demasiado. Creo que hay un problema de tono. La directora ha buscado dar a la película un formato desenfadado, pero al final el conjunto termina siendo víctima de su propia estética. Las imágenes rescatadas de la época se combinan con composiciones más naif, casi caricaturescas, y el conjunto se resiente. Se pretende dar a la narración una composición dinámica, pero al final todo se queda en un "ni chicha ni limoná". La película no acaba de funcionar ni como documento histórico ni como entretenimiento. Pretende ser ambas cosas a un tiempo, y en general no lo consigue. Al principio resulta original e impactante, pero a medida que pasan los minutos el interés decae y la peli se hace un pelín larga.

Recomendable. La historia engancha. Elizabeth Olsen hace un gran papel y está muy bien secundada por el resto de actores. En especial, destacaría cómo nos vamos introduciendo en ese juego de cordura-locura de la protagonista, y el conflicto de su hermana, ahogada por el sentimiento de culpa, pero decidida a pesar de todo a mantener su acomodada posición burguesa...
La puesta en escena está muy medida, nunca hay escenas a pleno sol, a pesar de que la actitud de los personajes haga pensar que siempre hace calor. Las escenas de la granja están ambientadas en una bruma y nubosidad continua, y en las escenas en la casa de la hermana parece que el sol lucha por imponerse sin terminar de conseguirlo nunca. Hay una clara metáfora de interacción entre los personajes y el entorno. Por otro lado, la peli es toda una lección de encuadres, de dónde colocar la cámara en cada momento.

Lo peor, quizá, es lo previsible de la historia. Además, el juego de flashbacks y el uso de trucos para despistar al espectador y no sepamos en algunas ocasiones en qué momento nos encontramos puede gustar en un primer momento, después resulta un tanto artificial. Y el final... Da la impresión de que no sabían como rematar el guión. Un final confuso y abierto, sólo por ser confuso y abierto, no tiene por qué ser mejor.

De todos modos, no sabía que era una ópera prima. Siendo así, habrá que estar atentos a obras posteriores, porque el producto promete...

Después de que "Canino" me impresionase, tenía ganas de ver la nueva obra de su director. Supongo que las expectativas eran demasiado altas. La película no decepciona, Lanthimos se acoge a las mismas fórmulas de montajes deslavazados, juegos de elipsis, tragedia, humor negro, planos que parece que no dicen nada y sin embargo nos llenan de información... El problema es que aquí el juego argumental es de verdadero saltimbanqui. La verdad, a mí la familia de "Canino" me impresionó, la historia de tuvo enganchado toda la película, el desasosiego se mantuvo del principio al final. Esta vez no he llegado a esas cotas...

En "Alps" la premisa argumental es el absurdo por el absurdo. Uno tiene la sensación de que todos están locos (los miembros del grupo, los "clientes"). Todo está al servicio del mensaje, claro, o del significado que el espectador le quiere dar, la "historia" está llena de aristas... Pero no engancha, o al menos no a mí. Quizá si hubiese visto esta película antes que "Canino" mi opinión sería otra. Es muy probable. Me sigo descubriendo ante la manera de filmar de Lanthimos, pero en este caso esa forma de contar la historia y esas ganas de perturbar al espectador utilizan como excusa argumental una historia demasiado pobre, que de puro loca provoca que el espectador se distancie.

Por la edad a la que lo leí, por las circunstancias en que lo hice, o vete a saber por qué, pero "El extranjero" es una de mis novelas de referencia. Por eso tenía mucha curiosidad por ver esta película. Además, me parece que es una novela muy difícil de adaptar al cine. Por eso creo que algunas críticas resultan severas con Visconti. Para mí la película es una adaptación cuando menos decente. Creo que las personas que la vean ahora sin haber leído la película pueden cuando menos sentir un desasosiego análogo (quizá no similar, y por supuesto no el mismo) al que se tiene al leer la novela. Y eso no es poco.

Seguramente la peli no ha envejecido bien. El uso del zoom y el de la banda sonora para buscar tensión quedan ahora desfasados y desde luego no sirven para logar el efecto pretendido. Por otro lado, aunque seguramente es imprescindible en esta peli el empleo de la voz en off, creo que en la primera parte aparece de manera escesiva, reiterada y redundante. Tampoco creo que ayude al resultado final el hecho de que al principio se nos muestre a Mersault ante el instructor, de modo que toda la primera parte sea una especie de flashback. La gracia de la historia habría sido, para mí, el desarrollo de los acontecimientos tal como vienen, sin predisponer al público, de la misma forma a la que Mersault se enfrenta a ellos. Eso habría ayudado también a que las escenas del juicio no pareciesen tan de opereta, tan desmesuradas. Al ser tan explícito en el mensaje, Visconti ha dañado quizá parte del mensaje de la novela.

De todos modos, la peli va ganando a medida que avanza el metraje. Mastroianni hace creíble un personaje muy difícil de interpretar. La puesta en escena es notable (la luz, los silencios, el ventilador y los abanicos en la sala de juicios...). He pasado calor mientras veía la peli, y eso es decir mucho. Las escenas con Anna Karina durante la primera parte quedan un tanto insulsas, pero me ha gustado mucho la de la visita a la prisión y la de su declaración en juicio. Y me ha gustado mucho la escena final con el capellán, la rebelión de Mersault, tal y como está en la novela, se traslada bien a la peli. Y el plano final es para recordar...

En conjunto, y con todos sus defectos... Me alegro de haberla visto

Hombre, la peli se ha de ver como una mera curiosidad, y con mucha indulgencia. En los albores del cine, y en los albores de su carrera, Fritz Lang no era Spielberg, y aún nada hacía prever la carrera que desarrollaría después. Lo mismo puede decirse de Karl Freund, corresponsable de la fotografía.

"Las arañas" es una obra que debe analizarse con indulgencia, hay que ponerse en la perspectiva y el prisma de la época. Y, la verdad, ni aun así me ha llamado la atención excesivamente. Es una mera peli de aventuras, sin más objetivo que el de entretener, que se toma muchas licencias, y que vista a día de hoy incluso puede aburrir. Eso sí, es llamativo ver como ciertas constantes del cine de aventuras de hoy ya estaban plenamente vigentes en aquel momento: héroe, heroína, antihéroe, territorios exóticos...

Eso sí, vista en pantalla grande y con música de piano en directo (genial el maestro Pineda, como siempre), es todo un goce. Me lo he pasado bien. Pero no es porque la peli sea especialmente buena, es mera emoción de cinéfilo. No creo que con un DVD en mi casa lo hubiese pasado tan bien...

Al leer el argumento uno puede pensar que lo que verá es un mero telefilme, o la típica película llena de moralina sobre la violencia juvenil, o sobre los conflictos del mundo de hoy en torno a la educación de nuestros hijos...

"Tenemos que hablar de Kevin" es una película de terror. pura y simplemente. Así hay que enfrentarse a ella. Y así hay que disfrutarla. Y en ese sentido es muy buena, sobrecogedora diría yo. No creo que la peli merezca muchos análisis como drama social, Kevin es un auténtico demonio con una inteligencia de superdotado ya cuando apenas era un bebé. Sólo así se explica esa habilidad del niño para planificar las cosas, para atormentar a su madre mientras es el ojo derecho de su padre. No es un drama social. Es pura peli de miedo....

Por cierto, Tilda Swinton lo borda, Ezra Miller también. Y los distintos niños que encarnan a Kevin durante las distintas fases de su vida... Espeluznantes! La puesta en escena engancha, uno no sabe si aterra más la oscuridad en la fotografía de la Eva "en el presente" o la luminosidad limpia pero perturbadora en la que se mueve la familia durante todos los años que transcurren desde el nacimiento de Kevin hasta el desenlace final.

Por cierto, el final quizá es lo que menos me ha convencido...

De todos modos, para no perdérsela... Que aprendan los de REC 3

Interesante sátira del mundo moderno, y destacada obra visual, máxime si se tiene en cuenta que está hecha por un debutante. Leonardo Sbaraglia está a gran nivel y muy bien secundado por el resto de actores. La acidez resulta un ingrediente de gran audacia al principio de la película, y destaca el modo en que se nos plantea la historia y se nos presenta a los personajes, con interesente uso de la elipsis narrativa. El problema del protagonista se nos muestra de manera inteligente en apenas cuatro trazos. Por otro lado, la puesta en escena es arriesgada y alcanza cotas de brillantez en muchos momentos. Destacaría la escena en la que conocemos al personaje de Pizarro.

El problema es que después la peli va "desbarrando", el mensaje final no es más que una lección rápida de economía para no iniciados, y que puede resultar ahora premonitoria para la crisis que se desencadenó apenas un año después de que se hiciese la película. El personaje que encarna Chete Lera viene a ser una personificación del mensaje que Cortés desea transmitir, y en ese sentido la peli termina adoleciendo en un cierto edulcoramiento. Las escenas finales terminan siendo delirantes, casi de comic de Ibáñez, con lo que la pretendida denuncia llega casi a lo infantil. La ironía inicial se va tornando en sonrisa fácil. El clima inicial de pesadilla termina derivando casi en parodia. La historia va cayendo envuelta en su propia moraleja y acaba resultando un poco simplista.

De todos modos, merece un visionado.

Reconozco que en pocas películas se pueden diseccionar y extraer un montón de escenas significativas y cuasi perfectas por sí solas. Desasosegante película desde la primera escena. Simbólica hasta el extremo. Perfectos los juegos de encuentros y desencuentros de la pareja. Interesante la relación entre los personajes y los escenarios en donde transcurre cada escena. Estupenda Monica Vitti. Antonioni transmite con gran facilidad y eficacia la sensación de incomunicación de los protagonistas, la futilidad de la vida, la crítica a la opulencia y a la burguesía... Cada plano significa algo, incluso cada encuadre merece un estudio detallado...

El problema es que esto es un largometraje. Como en muchas películas de Godard, el argumento termina siendo una mera excusa y la historia se va deshilvanando casi hasta el absurdo. Si lo que Antonini pretende es que el espectador se implique en la historia, lo cierto es que conmigo no lo ha conseguido. Más bien he experimentado el efecto contrario, es decir, sin casi darme cuenta termino adoptando una actitud de mera contemplación, me distancio de los personajes en lugar de empatizar con ellos.

Eso sí, puestos a contemplar, el espectáculo es digno de verse, desde la perturbadora primera escena hasta el impactante final.

Me ha mantenido en tensión prácticamente toda la película, y eso es decir mucho. Aunque el planteamiento argumental resulte un tanto manido y anodino (hombre de mediana edad que tiene sueños raros y empieza a tener sensaciones paranormales), las grandes interpretaciones y la manera de contar la historia hace que el interés no decaiga. Y es que el tratamiento argumental es ciertamente notable. No se trata sólo de la historia de un padre de familia angustiado al no saber lo que le está pasando, y con miedo a perder la estabilidad y comodidad burguesas del americano medio. La historia está preñada de elementos que enriquecen la historia: la angustia por pensar que la enfermedad de su madre es hereditaria; los problemas en el trabajo; las dificultades de incomunicación con su hija sordomuda devienen también en unas dificultades de incomunicación con su esposa; la propia angustia de la esposa; etc., etc. La tensión va in crescendo hasta alcanzar cotas ciertamente notables, pudiendo destacarse el momento en que la familia, finalmente, hace uso del dichoso bunker.

No obstante, el final me ha decepcionado. Una historia así merecía un desenlace más rico. La solución del argumento me ha dejado frío, e incluso creo que deja muchos enigmas en el aire. De verdad, podía haber sido de sobresaliente, y al final me he quedado en un pluf...

Hay escenas realmente impactantes, que valen por sí solas el visionado de la película. Me refiero en especial a los dos crímenes. Sin embargo, el cierto tono de parodia, y las ganas de distanciarse de la historia hacen que al final el conjunto pierda interés. La peli es arriesgada y eso tiene mérito, los actores están a buena altura y es curioso cómo Wenders consigue un clima de angustia y frialdad mediante la utilización de colores muy vivos. Pero, con todo, no es de las mejores pelis de Wenders, el conjunto desentona y la mezcla de géneros termina jugando en su contra. El planteamiento argumental engancha al principio, pero al final todo acaba desbaratándose y es muy dificil que el espectador mantenga el interés sin distanciarse de lo que está pasando en la pantalla. Más que un buen film, termina pareciendo un ejercicio de estilo con continuos homenajes a lo mejor del séptimo arte. Pura y mera contemplación.

Esperaba más.

Esta peli hizo que me cagase de miedo cuando la vi en televisión, siendo un niño. Ahora, de adulto, no me canso de verla y de admirarme por lo inteligente que llegó a ser su director.

Sobran comentarios sobre la escena de la ducha, ya se ha dicho todo. La sucesión de planos cortos en un montaje acelerado pero milimétrico, la iluminación del plano-contraplano, el agua que cae mezclada con la sangre, la cortina, el sumidero que se funde con el ojo de Janet Leigh... Es absolutamente revolucionario el modo en el que Hitchcock decidió filmar la escena con el único fin de transmitir miedo. Tambíén sobran comentarios sobre las escenas de la escalera, en planos cenitales...

Es que la peli está plagada de detalles desasosegantes y bien medidos: el dinero, la cara del policía en la ventanilla, los pájaros disecados, el agujero en la pared... Impagables los planos de Perkins poniendo en orden la habitación y borrando las huellas del crimen. Y todo ello con el cuidado uso de la banda sonora, que hace que la música se convierta en una parte más de cada escena, fundiéndose en ella.

Una joya.

El film es humano, tremendamente humano, aborda una pluralidad de temas que nos afectan a todos: religión, lealtad, coherencia, vida en comunidad-sociedad, amor, supervivencia, guerra, respeto... Y aunque no es la única peli que tenga estas pretensiones, es curioso cómo se aborda todo ello en esta historia. El argumento termina siendo una excusa del mensaje que se nos quiere transmitir, un mero instrumento para despertarnos cuestiones íntimas y trascendentes.

El heroísmo no es "Avatar", y la religión no es el Papa. La película es toda una lección sobre cómo se puede filmar la tensión y la tragedia llegando al corazón de los espectadores, a partir de recursos formales muy austeros. Beauvois se recrea en detalles que en principio pueden ser anodinos para el desarrollo de la historia, y utiliza de manera inteligente las elipsis para relatar aspectos que sí tendrían una incidencia más directa en la trama. Creo que es así como alcanza ese clima de creciente tensión. El final es la sublimación de esta manera de narrar la historia.

Muy bien interpretada, cuidadosamente iluminada, alegórica, inteligentemente montada, viva. Muy recomendable .

Lo mejor, sin duda, la ambientación, sólida y creíble. La fotografía nos presenta un Madrid tenebroso y asfixiante, muy apropiado para la historia que se nos quiere contar. Es una película sólida y sin duda audaz en su época (no entiendo cómo pudo pasar la censura toda la película en general, y alguna que otra escena en particular). Ahora, pasado el tiempo, quizá pueda parecer una película más dengtro de las llamadas "de la guerra". Posiblemente, su gran defecto sea el maniqueísmo que encierra, y que hace que la película parezca más reciente de lo que en realidad es. Los personajes son muy buenos o muy malos, y seguramente el argumento favorecía más matices.

Fernán-Gómez está genial, lo cual no es noticia. Concha Velasco cubre con solvencia el trámite. Quizá Flotats queda en un segundo plano, aunque quizá su personaje esté peor trazado y resulte por ello más difícil para cualquier actor poder lucirse en la pantalla. Posiblemente ésa sea otro aspecto en el que el guión podía estar más lucido. Uno de los vértices del triángulo no lo constituye un personaje de tanta personalidad como los otros dos, aunque la historia sí daba pie a ello.

En cualquier caso, la película es recomendable. La historia del triángulo amoroso se escapa de lo convencional, y sirve de pretexto para hacer un cuadro de la España de la época.

Lo siento, la teta de la vaca hace tiempo que se agotó y no se puede exprimir más. Si REC 1 era algo, al llegar a la tercera entrega ya no queda nada de lo que pudo hacer destacable la primera. Eso sí, como de lo que se trata es de hacer pasta, la peli está muy por encima de sus predecesoras en cuanto a despliegue de medios técnicos: iluminación, fotografía, sonido, música... Todo muy requetebonito para que la gente flipe mientras pone la sala perdida de palomitas.

Lo peor que se puede decir de esta peli es que lo mejor, de largo, es la primera parte. En cuanto empiezan a aparecer zombies ya no queda más que esperar a que la fiesta se acabe. Y la verdad es que a mí se me ha hecho muy larga...

La gracia de REC 1, supuestamente, era la filmación en directo, cámara en mano, de todo lo que pasaba. Como cualquier peli de cualquier género que pretenda aspirar a algo, más allá del guión y de la historia encerraba otras cosas en las que el espectador podía pensar. En torno a esas ideas giraba el terror, más o menos creíble. Te podía gustar o no, pero la propuesta era en sí misma digna de respeto.

Ahora no. El espectador se tiene que conformar con lo peor de cualquier película que quiera ser de terror: zombies que dan más pena que otra cosa; un cura que sigue los más manidos clichés del género; mucha escena gore con sangre reventando a base de vómitos, batidoras y motosierras (qué guai poder presumir de políticamente incorrectos); chistes fáciles que parece que hacen gracia a mucha gente menos a mí (será que no tengo sentido del humor); situaciones "que sirven de contrapunto a la tensión de la trama" que no pasan de ser meras memeces (pensarán que vestir al protagonista de Sant Jordi era una genialidad de guión); etc., etc., etc.... En fin, ya no hay nada detrás de la mera sucesión de sustitos más o menos previsibles.

Le pongo un tres porque me ha parecido más que aceptable el tramo inicial de la peli. Realmente aquí la cámara en mano sirve para que nos acerque a lo que está pasando: invitados, familia, los nervios de los novios. Lástima que eso pretenda ser únicamente el prólogo de lo que nos quieren contar. Ah! Los actores son de lo poco que puede salvarse de esto.

Por lo demás, no acabo de entender cuál es la conexión entre el argumento de esta peli y las del resto de la saga. Lo que ocurre en esta maldita boda lo mismo podría haber sido Génesis que Apocalipsis (ya firmaba para que fuese la última). Ni siquiera se han esmerado al hacer el guión haciendo una historia que de verdad enganche.

En fin, pobre, muy muy pobre.

Entretenida, que no es decir poco.

El planteamiento argumental es original. En especial me ha gustado la primera parte de la peli, en concreto el proceso en el que vamos entendiendo el argumento a la vez que lo va descubriendo el protagonista. A partir de ahí quizá la película decae. Seguramente es difícil hacer que un planteamiento tan rebuscado tenga después un desarrollo de la trama a la altura. De todos modos, creo que Duncan Jones supera la prueba con solvencia. Para mí, la peli está muy por encima de la media a la que estamos acostumbrados en películas de género.

Me gustó más "Moon", que con más modestia y menos medios planteaba cosas más cercanas a pesar de que el argumento fuese igual de audaz. "Código Fuente" se acerca más a las típicas pelis de acción y ciencia-ficción que buscan el entretenimiento puro y duro. Eso sí, en eso no se le pueden poner muchos peros.