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Críticas ordenadas por:
Del revés (Inside Out)
Del revés (Inside Out) (2015)
  • 7,8
    82.487
  • Estados Unidos Pete Docter, Ronaldo Del Carmen
  • Animación, (Voz: Amy Poehler, Phyllis Smith) ...
9
El valor de las emociones
No sé ni cómo empezar la crítica: si apelando a mi lado emocional, dejando que Alegría active los botones adecuados, con el toque de Tristeza en que deriva la nostalgia; o sencillamente diciendo que estamos ante una de las mejores películas animadas -salidas de un gran estudio- de los últimos tiempos. A fin de cuentas es de Pixar, pero prometo que lo último que podía esperarme del estudio tras encadenar "Cars 2", "Brave" y "Monsters University" (estas dos últimas, muy sólidas pero desde luego menores) era una joya de este calado. Porque llegan a sacar "Del revés" tras la trilogía de oro formada por "Up", "Wall-E" y "Toy Story 3", y los Oscar deberían haber añadido una categoría para no mezclar el cine con el Cine.

"Del revés" hace parece fácil lo difícil, tirando de un concepto muy sencillo, que se explica en una línea (mostrar las emociones de una niña y la relación con su familia, desde dentro de su cabeza), para desarrollar un castillo de naipes que jamás cae ni ante el más fuerte de los huracanes. Lo que podría haber sido una suerte de "Érase una vez el cuerpo humano" al estilo Pixar, se convierte en una de las películas más inteligentes de los últimos años y que con mejor tacto han tratado las sensaciones humanas, a todos los niveles posibles. Porque aquí se cuentan dos historias: la real, con la niña y su familia; y la fantástica, que involucra el viaje de estas emociones para cumplir su cometido. Y todos los personajes evolucionan en paralelo, y no hay ni un momento de respiro a nivel creativo: es como si Tex Avery hubiera colaborado de alguna forma en la construcción del gag -visual, y escrito- porque aquí lo difícil es no reírse. Es una comedia efectiva, y lo hace parecer fácil. Muy fácil.

Pero es que en el fondo, es una película que estructura la mente. Y joder, eso es muy complicado, porque hablamos de un concepto jodidamente ambiguo. Porque todos tenemos la nuestra, y creemos saber cómo funciona. Y lo mismo ocurre con los sueños, y tenemos cine puramente surrealista y otro, como "Origen" de Christopher Nolan, que deciden coger esa idea y darle una forma de ejercicio de género; omitiendo la naturaleza del concepto abstracto para darle una forma definida. Pixar, por alguna razón que desconozco, es capaz de no llegar a ese límite: sus mundos se construyen sobre la marcha, o esa es la sensación que da, de performance orgánica, en la que cada situación pareciera ser una reacción a la anterior y sobre todo una respuesta a la audiencia. Va siempre por delante.

Si le sumamos que técnicamente es una película titánica, que a nivel artístico encierra no pocas ideas que ya quisieran para sí el 99% de las producciones de cine actuales, y que además es emocionante -y emocional-, pues no queda otra que recomendar sin ningún tipo de duda la que es una de las películas más importantes de la década. No sé si el tiempo la convertirá en la nueva "Toy Story"; pero sé que, ahora mismo, no hay nada mejor que ver en el cine. Y cuando leáis esta crítica y ya esté en el mercado doméstico, creedme: habrá pocas películas de animación salidas de un gran estudio que merezcan más vuestra atención. Pixar ha vuelto a subir de nivel. Y es maravilloso. Ved "Del revés"; emocionaos, disfrutadla, sentidla, dejaos llevar. En eso consiste el Cine. Ni más, ni menos.
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335 de 395 usuarios han encontrado esta crítica útil
Kung Fury
Kung Fury (2015)
Mediometraje
  • 7,0
    14.280
  • Suecia David Sandberg
  • David Sandberg, Jorma Taccone, Steven Chew ...
5
Meme: The Movie
Hay una energía en "Kung Fury" que sólo puede encontrarse en las películas realizadas por 'fans', o por gente ajena al industria que busca a toda costa sorprender con ideas alocadas. David Sandberg tiene talento para mezclar docenas de referencias sin agotar al espectador pero tiene un problema, y es que su película no es una 'buena película'. En un sentido puramente estructural, no hay por donde cogerla, porque todo es una colección de ideas disparatadas sin ningún desarrollo que vaya más allá de lo superficial.

No es que "Kung Fury" pretenda ser tampoco "El Padrino", de hecho está más que claro que busca ser apenas un juguetito que se atreve a toquetear los códigos del cine ochentero con referencias frikis imposibles, hacer una mezcla de iconos pop y darle un toque postmoderno al estilo "Iron Sky" de Timo Vuorensola; pero una cosa no quita la otra, porque cuando uno se sienta frente a la pantalla hay una disposición a recibir un estímulo de algún tipo y aquí los hay a modo de flashes de unos segundos. No hay nexo que los conecte, las cosas pasan porque sí con una estructura más cercana a la de un tráiler que a la de algo que tenga cierta narración.

Dicho lo anterior, no negaré que he pasado un rato entretenido viendo "Kung Fury" pero al mismo tiempo lamento que la cosa sea tan superficial. No exijo que ahonde en sus personajes (¿para qué?) sino que al menos tenga una estructura continuista. Sus primeros -y excelentes- cuatro minutos pesan mucho para que lo que viene después no pase de la gamberrada anacrónica, y aún así recomendaría verla a cualquiera que haya crecido con el cine ochentero o con los videojuegos de la época. Pero no la recomiendo como película sino como experiencia friki o geek, que es la única forma posible de valorarla en su justa medida. Porque "Kung Fury" es una mala película pero un buen concepto para un videojuego hilarante.

En fin, lo dicho: disfrutad de las vikingas, robots, dinosaurios, el Hitler maestro del kung fu y todas esas cosas. Cuánta imaginación, y qué poca capacidad para llevarla verdaderamente a buen puerto. Pasadlo bien con "Meme: The Movie"; un mediometraje hecho para la era Tumblr; para generar gifs animados.
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68 de 118 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ex Machina
Ex Machina (2014)
  • 7,1
    54.121
  • Reino Unido Alex Garland
  • Domhnall Gleeson, Alicia Vikander, Oscar Isaac ...
7
Inteligencia artificial
No creo descubrir nada nuevo si apunto al cine de ciencia-ficción británico como uno mucho más maduro que el norteamericano. Podría fundamentar esta afirmación en la simple mención de "2001. Una odisea en el espacio" de Stanley Kubrick, pero en los últimos años han surgido suficientes películas del género que podrían sostenerse por si solas. "Moon" de Duncan Jones, la serie "Black Mirror" de Charlie Brooker o "Under the Skin" de Jonathan Glazer son algunos ejemplos. A estos habría que sumarle la labor como guionista de Alex Garland, firmante de films como "Sunshine" o "28 días después" de Danny Boyle, además de "Nunca me abandones" de Mark Romanek. Con "Ex-Machina" da el salto a la dirección regalando una pieza de género estimulante, precisa, que quiza sea lo mejor que ha escrito nunca, un film circular, de corte incluso teatral que se limita a cuatro actores, un escenario cerrado y que pone sobre la mesa conceptos tan interesantes como la inteligencia artificial, cuál es el límite entre la máquina y lo humano, el valor de la libertad -física, mental- y nuestra posición para con aquello que creamos. En el fondo, es una película sobre Dios y su obra. Que busca el fin de aquello que ha sido creado.

"Ex-Machina" funciona a varios niveles. Como película, juzgando únicamente la labor de Garland, es muy notable: planos generales del exterior y de esa casa subterránea, contrastando, esos pasillos estériles que remiten a "Moon"/"2001", close ups hechos con rigor sobre sus estrellas, también planos detalle de elementos que jugarán una labor decisiva en la historia (atentos a la posición, siempre acechante, de la japonesa). Como narración, no hay fisuras. Puede jugarse a descubrir el pastel pero lo importante no es tanto llegar a él como descubrir el cómo, lo que viene a ser el viaje. Y en ese sentido crea expectativas, se retuerce sobre sus ideas y presenta suficientes giros como para que la cosa funcione. Y ojo, lo hace además de forma coherente, sin sacarse nada de la manga. Como composición puramente interpretativa, cuenta con tres actores excelsos en los roles principales (Alicia Vikander está maravillosa) que levantan la película sin ningún problema. Y no prescinde del humor, por lo que encontramos momentos de tranquilidad, entre tanta tensión y desasosiego. "Ex-Machina" es una película casi de cámara, pequeña pero ambiciosa, que engancha y no suelta hasta el final. Nolan al margen, hacía tiempo que no veía una pieza del género tan sólida y que sea capaz de llevar su ideas a buen puerto. Digo esto porque "The Machine" (Caradog W. James, 2013) planteaba una tesis similar y no le salía bien. Aquí, funciona.
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93 de 106 usuarios han encontrado esta crítica útil
Kingsman: Servicio secreto
Kingsman: Servicio secreto (2014)
  • 6,8
    41.388
  • Reino Unido Matthew Vaughn
  • Taron Egerton, Colin Firth, Samuel L. Jackson ...
7
Recuperar la fe en el blockbuster
Hay una secuencia clave en "Kingsman. Servicio secreto". Sucede en una iglesia, y no diré que ocurre dentro -ni fuera-, pero para cuando termina, Matthew Vaughn ha cambiado el chip 180º. Lo que hasta entonces había sido una simpática, pero prototípica película de maestro-alumno, de pasar la batuta, como hemos visto en doscientas obras similares en las que un joven es elegido por un adulto para pasarle el testigo (de "Star Wars" a "Harry Potter", pasando por subproductos como "Percy Jackson", etc.) se convierte en un film adulto. Lo que parecía un cine de espionaje sin cargar mucho las tintas, se transforma en un canto salvaje. Sabemos que a partir de ese momento, todo puede pasar. Absolutamente todo. Takashi Miike es un experto en este tipo de cosas, sólo hay que recordar su salvaje "Gozu" y la secuencia del perro anti-yakuza. Vaughn espera más tiempo, como buen británico, de la misma forma que su paisano Hitchcock. El responsable de "Kick-Ass" o "X-Men: Primera generación" se juega toda la película a una sola carta. Y gana: en dimensión en capacidad de reírse de sí mismo y demostrando que puede tener estilo e inteligencia sin sacrificar legitimidad. No, no os voy a decir lo que sucede en esa secuencia.

"Kingsman" funciona porque sabe a lo que juega y mientras que en la primera parte del partido apenas presenta personajes, en la segunda decide poner conflictos sobre la mesa. Un villano megalómano completamente ridículo, con una guardaespaldas tan over-the-top que dejaría en ridículo a los personajes de Kill Bill; un protagonista adulto con estilo y uno joven con desparpajo; y todo puesto al servicio del buen lenguaje -cinematográfico- para dar forma a un blockbuster con estilo e inteligencia. Que no se corta cuando debe ser libre, que no cae en el error de "Kick-Ass" de meterse de lleno en el territorio que estaba criticando, sin ninguna distancia irónica. En "Kingsman" no está sólo el ADN del James Bond clásico, también hay mucho de Austin Powers, de Kill Bill, del anime alocado y claro, del cómic de Mark Millar, con todo lo que eso conyeva. ¿Qué más se le puede pedir a una película que combina humor, espectacularidad y salvajismo, en el mismo pack? Además, con un reparto de calidad y uno tercer acto que hace palidecer a prácticamente todas las películas basadas en cómics estrenadas en los últimos años, mezclando el espionaje de Bond con el garrulismo de Mars Attack. No sé cómo convenceros de que veáis la película pero si lo hacéis, seguro que no os decepciona. Y ojo a la secuencia de la iglesia, que es para recuperar la fe; la fe en el blockbuster.
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50 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
El destino de Júpiter
El destino de Júpiter (2015)
  • 4,4
    16.977
  • Estados Unidos Lilly Wachowski, Lana Wachowski ...
  • Mila Kunis, Channing Tatum, Eddie Redmayne ...
4
Pura teoría
"El destino de Júpiter" simboliza para el ecosistema de Hollywood la posibilidad de lo diferente, lo original. Ejemplifica que se puede apostar por un mundo diferente, alejado de franquicias multimillonarias y licencias de cómics. Algo parecido a lo que hizo "Avatar" en 2009, dicho de otra forma. Su fracaso en la taquilla estadounidense no obstante confirma otra cosa y es que el público quiere aquello que conoce. El deseo de descubrimiento se ha perdido. Y realmente su hecatombe parece dar la razón a los ejecutivos para que dejen de darle luz verde a este tipo de proyectos... y eso, es una tragedia. No obstante quiero juzgar "El destino de Jupiter" por lo que es, y no por lo que representa o simboliza. Y hablando estrictamente del nuevo film de los Wachowski... no es una buena película.

Los creadores de "Matrix" llevan varios años navegando por cierto territorio de exploración, casi siendo conscientes de que cada una de sus películas será la última. No han tenido buen ojo con la producción (la infame "Ninja Assassin", por ejemplo, así lo confirma) y como realizadores, parece que su obra post-"Matrix" no ha adquirido demasiado amor por parte de la crítica y el público, partiendo de sus dos secuelas y continuando con la experimental (visualmente, al menos) "Speed Racer". Su último film era uno puramente testamental, "El atlas de las nubes", se sentía como una sesión de brainstorming llevaba al papel y la pantalla, una especie de "tengo todas estas ideas, ninguna me vale para un largometraje, así que hagamos una de historias cruzadas y destino cósmico". Funcionó. Era un film arriesgado, valiente y valioso. No perfecto, en absoluto, pero sí digno. "El destino de Jupiter" confirma que aquello era un espejismo porque nos encontramos ante un film sin riesgo. Visualmente imaginativo a modo recopilatorio, porque no crea nada nuevo, pero si pone sobre la mesa una serie de razas, criaturas y elementos que se han dispuesto mejor en otras obras pero que aquí funcionan como una especie de homenaje velado a la cantina de Mos Eisley.

Con un guión que por momentos de verdadera vergüenza ajena, un buen puñado de homenajes a "Star Wars" y ecos a la propia "Matrix" en ese planteamiento con una elegida que no conoce su destino, y tiene una vida gris -de prestado-, "El destino de Jupiter" se ahoga en infografías y cuenta con pocos instantes de verdadero vértigo. Secuencias de acción fatal filmadas, peor coreografiadas (en esto, los Wachowski siempre habían acertado) y un sentido del ritmo bastante atrofiado; una música sólida de Giacchino que se echa a perder a veces por lo mal introducida que está en el film, y el pobre John Toll haciendo milagros con la fotografía cuando los hermanos parecen emperrados en no dejar 'ver'. Estamos ante un film fallido, con algunos méritos (sobre todo, técnicos; aunque sus efectos digitales por momento parecen de antes de ayer; caducados) y el valor de su simple existencia. Apuesta por lo diferente y lo original. Pero si no se lo juegan todo y simplemente se limitan a crear el universo y se olvidan de contar una historia para enlazar todas sus ideas (visuales) de poco sirve la apuesta. Es una pena admitir que "El destino de Jupiter" es una decepción. Pero hay que valorar algo más que la intención.
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23 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia)
Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia) (2014)
  • 7,0
    75.636
  • Estados Unidos Alejandro González Iñárritu
  • Michael Keaton, Emma Stone, Edward Norton ...
8
El secreto de sus ojos
"Birdman" es una película sobre la imagen, a todos los efectos. En el práctico, en lo que se ve, en lo que llamamos 'forma', es un film que puede calificarse como un tour de force de su realizador Alejandro González Iñárritu, que opta por los largos planos secuencia en primera instancia, y por las elipsis como segunda. Su cámara planea por cada parte del escenario, busca el encuadre, se corrige, orbita y fija la atención en un punto, creando un film casi musical en cuanto a la composición de los elementos en pantalla, coreografiando cada entrada y salida del plano con la pericia de alguien que sabe lo que quiere hacer, con una memoria visual capacitada para crear y mostrar de forma simultánea. Las elipsis son naturales, y se emplean no sólo de la forma habitual (plano fijo de una puerta de día, timelapse instantáneo a la noche, la misma puerta) sino de forma más imaginativa (cámara en una zona superior, con varios personajes; se desliza, apunta al suelo, los personajes se han desplazado). En este aspecto, creo que "Birdman" es una película realmente sólida, notable, en la cual Iñarrritu demuestra que puede hacer sencillamente lo que le de la gana. Habrá quien lo encuentre artificial; en mi caso, simplemente me parece una decisión estética que se salda con nota bien alta. Todo sea por la Imagen.

En lo que se cuenta, lo narrativo, "Birdman" también va sobre esa imagen. El que lucha por destruirla (nunca mantenerla) es su protagonista, Riggan, un actor venido a menos que tuvo un momento de fama en los 90 interpretando a un superhéroe y que tras rechazar realizar una de las secuelas del film, cayó en el olvido. Ahora, busca recuperarse a través de una obra de teatro producida, escrita e interpretada por él mismo. Al tiempo, aspira a recuperar a su familia, ya rota, y todo esto sin salir prácticamente nunca de las cuatro paredes de un gran teatro. La imagen es difícil de romper, porque todos tienen una expectativa de lo que puede hacer basa en qué hizo en el pasado, nadie le toma en serio y la prueba evidente es que la incorporación de un actor de soporte supone, directamente, el impulso -o la inyección económica- que genera que todo siga adelante. Él, Riggan, sólo es 'Birdman' sin el traje. Su alter-ego le atormenta, tratando de hacerle volver a lo que ya hizo, abandonando lo nuevo para abrazar lo viejo, lo que ya conoce. El duelo se produce en tiempo real, como proyección física de sus pensamientos. Riggan no es libre. Su imagen pasada impide reflejarse a la del ahora, el presente. Y quizá, la del futuro.

Cuando "Birdman" termina, lo hace con una imagen preciosa, y ambigua. Volvemos así a lo visual, a la importancia de la imagen, para entender cómo la película que ha resucitado a Iñarritu a nivel creativo (recordemos que su película anterior, la infame "Biutiful", pudo haber echado por tierra su carrera) también puede hacer lo propio con Michael Keaton, actor que interpreta a Riggan. Cómo su imagen, como pasa con Robert Pattinson en "Cosmópolis", es simbólica (¿un actor que interpretó a un superhéroe en los 90 y que tras dejar al personaje, se cayó del star-system?) y fuerte. No quiero terminar esta pequeña disertación sin apuntar al notable trabajo de todo el reparto (Naomi Watts, recuperada, bien vale su peso en oro; Emma Stone, por favor, nunca cambies de agente; Norton, muy grande) y a los temas que aborda. Que los hemos visto antes, sí, y mejor ("Perfect Blue", de Satoshi Kon) pero cuando se sirven con chispa, gracia y talento, como es el caso, nunca están de más. Una nueva compañera de juegos para películas de la altura de "Vania en la calle 42" o "Vous n'avez encore rien vu", de Malle y Resnais respectivamente.

P.D: Veo mucha confusión sobre el final de la película, aunque creo que es fácil descifrarlo. Paso al 'spoiler'.
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141 de 194 usuarios han encontrado esta crítica útil
La entrevista
La entrevista (2014)
  • 5,2
    19.457
  • Estados Unidos Evan Goldberg, Seth Rogen
  • James Franco, Seth Rogen, Lizzy Caplan ...
5
El valor de la idea... y nada más
Lo mejor de "The Interview" no es la propia película, sino todo lo que ha generado su cancelación/prohibición para posteriormente ser convertida en una especie de mártir por la libertad de expresión que ha hecho que el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, saliera a la palestra a defender la no-censura por parte de un régimen extranjero y totalitario. Tampoco quiero hacer aquí un resumen de todo lo sucedido pero creo que es necesario contextualizar dado que lo que tenemos aquí no es más que una comedia de vuelo raso con una muy, muy buena idea y una ejecución poco más que aceptable. Así pues, todo se ha sobredimensionado por su premisa (dos periodistas son enviados a Corea del Norte con una misión encubierta para asesinar al líder del país, Kim Jong-Un), que ha derivado (aparentemente) en los hackeos a Sony Pictures, la filtración de sus emails, de varias películas ("Fury" o "Annie", entre otras) y las amenazas de convertir el estreno de la película en un "nuevo 11-S". No sé cuánto hay de verdad en todo esto pero lo dicho: esta película, la que se ha montado en torno a "The Interview", es mucho mejor que la que han filmado Evan Goldberg & Seth Rogen. Eso sí, la de 'verdad' no tiene ni pizca de gracia y el chiste de los responsables de "Juerga hasta el fin" (This Is the End, 2013) tiene sus momentos.

Explicado el punto de partida de "The Interview", convendría aclarar que esto no es lo único bueno del film, y que si bien arranca a marchas forzadas sobre todo por el excesivo, incluso por momentos insoportable personaje de James Franco, poco a poco va desarrollándose con soltura hasta aproximadamente la hora de película. En cuanto aparece en pantalla Kim Jong-Un, la película se viene un poco y cae en lo convencional con la tradicional división de puntos de vista, los cambios de planes e ideas, las dudas y todo lo que generan... lo que hasta entonces había sido una sátira aceptable, no tanto de Corea del Norte como de la propia forma en que funciona la televisión y cómo sus figuras visibles son en realidad unos capullos integrales, se convierte en una película cómica con instantes bien capturados y otros de un humor grueso y sin ningún tipo de gracia. Lo peor de la película es que indistintamente del contexto, podría suceder en cualquier otro sitio y daría igual porque el objetivo no es tanto promover un mensaje como simplemente levantar un poquito de polvo. Dicho de otra forma, que aquí no hay nada realmente mordaz, apenas encontramos chistes con algo de gracia, un monólogo de Paramount Comedy, dicho de otra forma. Se ve con soltura, sus buenos momentos se agradecen pero a "The Interview" le sobran veinte minutos, le falta la mala hostia que tenía "Team America: La policía del mundo" (Trey Parker & Matt Stone, 2014) y carece del golpe final que contenía el anterior film de Goldberg & Rogen (aunque eso era insuperable, dicho sea de paso). Se ve, se olvida, y no merecía tanta atención mediática: es bastante inofensiva. Una especie de "Hot Shots"/"Top Secret" aplicada al modelo Apatow.
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6 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Annie
Annie (2014)
  • 4,3
    1.942
  • Estados Unidos Will Gluck
  • Quvenzhané Wallis, Jamie Foxx, Rose Byrne ...
3
Ni funciona ni hacía falta que existiera
De todos los géneros cinematográficos, creo que el musical es el más complicado de abordar. Sí, se puede hacer por relativamente poco dinero y no implica grandes gastos a nivel tecnológico. Pero una película bélica, o una cinta de superhéroes o criaturas gigantescas, se puede solucionar en la postproducción. Con los musicales hay que tener, como poco, algo de idea de lo que se está filmando y además hay que controlar muy bien el ritmo de las secuencias y la forma en la que la coreografía encaja con la letra de las canciones, entre otras cosas. Después de ver "Annie" todo lo anterior asalta mi mente porque quizá sea el peor musical que haya visto en años, un desastre perpetrado por el incompetente de Will Gluck, que es incapaz de mostrar un solo momento verdaderamente rítmico o 'musical' en el que se sienta que la música fluye con naturalidad. El montaje es malísimo en los momentos cantados, habiendo cortes cada cinco segundos, añadiendo primeros planos, o planos generales de la ciudad (?), o contraplanos con caras de asombro para que veamos de forma directa -y arbitraria- el impacto que la letra está teniendo en los personajes hacia los que va dirigida.

Tiene mérito haberse cargado así un material sólido, a todas luces, pues aunque no considero una gran película la "Annie" de John Huston y no conozco el musical de Broadway, en el primer caso es un film que encaja perfectamente como cine musical: secuencias con coreografías y momentos bien ejecutados, con ritmo, cierto sentido, y unas letras aplicadas a un contexto y lugar que funcionan. El "Tomorrow" de la Annie de 1982 explicita el deseo de esa niña de un futuro mejor. En la Annie de Will Gluck, el "Tomorrow" sólo reitera el drama mal ejecutado de la niña protagonista, por cierto de una de las formas más pobres que recuerdo. Vistas en paralelo (yo las visioné el mismo día, por aquello de comparar) se entiende que una sea mala y otra, sin ser buena, al menos sea aceptable y tenga algún momento interesante. Mención al margen merece el casting de esta nueva Annie, con unos niveles de infamia en los que Cameron Diaz brilla como la más hostiable del pack, interpretando a una cuidadora de niños que bien podría ser (y al menos esto es consciente, un personaje lo evidencia en el film) una mujer de la calle. Lo peor es cómo su interpretación está completamente condicionada por dirigirse hacia niños, sobreactuando hasta límites difíciles de soportar.

Lo mismo se puede decir del resto del reparto, que está ahí para reirle las gracias a Quvenzhane Wallis (que va a durar en el cine dos telediarios, por cierto) o para ponerle cara de lástima. Realización pobre, pero pobre de verdad, unas interpretaciones de ver y no creer y lo peor de todo, un guión que se pasa de obvio y que hace que los personajes cambien de motivaciones por motivos azarosos, sin absolutamente ningún trabajo de desarrollo (en el film de 1982 la cosa está infinitamente mejor narrada). Por no hablar del mensaje, claro... que en esta nueva versión es ciertamente peligroso. Lo único que se puede decir a favor del film es que las canciones no son malas, pero claro, son -salvo en tres casos- las mismas que antaño. Y las nuevas, escritas por Sia, personalmente me gustan ("Opportunity", "Who Am I?") porque soy muy blandito pero sus letras son bastante obvias, así que tampoco es que sean piezas extraordinarias. Cada punto otorgado a la valoración final va dedicado pues a cada una de las canciones que me gustan. Un generoso tres para una de las peores películas de 2014. Al menos, una de las peores salidas de un gran estudio.
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12 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Black Mirror: Blanca Navidad (TV)
Black Mirror: Blanca Navidad (2014)
  • 7,9
    29.349
  • Reino Unido Carl Tibbetts
  • Jon Hamm, Rafe Spall, Rasmus Hardiker ...
7
Navidad negra
No se me ocurre mejor regalo de navidad que el regreso de "Black Mirror". incluso cuando -como es el caso- no es en formato serie de tres episodios, sino con un film de poco más de setenta minutos. No obstante como es habitual, Charlie Brooker se las ingenia para aprovechar cada uno de ellos diseñando una pesadilla tecnológica que podría adquirir presencia y cuerpo pasado mañana, porque le mérito de la serie es cómo coge ideas del día a día y las traslada a un futuro hipotético sin alzar demasiado la ceja ni abrazar la pura fantasía. Dicho de otra forma, que simplemente agrava o magnifica; no crea: el presente es suficientemente terrorífico como para no necesidar de nuevas ideas. El punto de partida aquí es una cena de navidad que está teniendo lugar en una casa en la que conviven un hombre hablador y abierto, y otro cerrado en si mismo. Con la excusa de contar varias historias para de una vez por todas abrirse y conocerse, arranca lo que está destinado a ser un pequeño clásico televisivo para ver por estas fechas. No a la manera de Frank Capra, claro, pero si estáis leyendo esta crítica es que sabéis cómo se las gasta "Black Mirror" y qué bazas juega para posicionarse como una de las grandes ficciones del siglo XXI.

Porque lo que puede salir mal, con Brooker se magnifica, y aunque algunos de los temas que se abordan en estas tres historias interrelacionadas que confirman "White Christmas" ya los hemos visto en la serie (el de la segunda, por ejemplo, con Oona Chaplin) nos importa poco porque en sus últimos 10 minutos todo se consigue encauzar por el mejor de los caminos y se crea la magia de hacer ver algo diferente. ¿Mala hostia? Hay para dar y tomar en una conclusión terrible que nos habla sobre hasta donde podemos llegar por la obsesión y se plantea un futuro tecnológico totalmente viable en el que el 'block' del Twitter o el Facebook se aplica a la realdiad terrenal con consecuencias esperables, a una alternativa a este mundo en la cual no hay posibilidad de elección: ¿dentro, o fuera del sistema? Lo mismo da. En el fondo todos somos voyeurs de lo que nos rodea y "Black Mirror" se limita a apuntarnos con el dedo y demostrar, con ideas cotidianas -las redes sociales, los reality shows, el historial del navegador, etc, por citar temas de la serie- cómo podemos llegar a límites absurdos si el mundo sigue girando tan rápido como en la actualidad. "White Christmas" se beneficia de la fuerte presencia de actores como Jon Hamm, Rafe Spall, Oona Chaplin o Natalia Tena pero lo cierto es que no necesitaba de 'estrellas' para dejar en estado de shock: con este planteamiento, su magnífico tramo final y la conclusión que deja, su poso, es suficiente.

Más "Black Mirror" es lo que necesitamos, Brooker. Necesitamos más de esta droga hiperreal que tan pronto entra como sale por nuestras retinas, aunque se asegura de que no la olvidemos con facilidad.
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118 de 138 usuarios han encontrado esta crítica útil
La teoría del todo
La teoría del todo (2014)
  • 7,0
    47.790
  • Reino Unido James Marsh
  • Eddie Redmayne, Felicity Jones, Charlie Cox ...
5
La teoría del "todo vale"
En base a lo que he visto, creo que James Marsh es mucho mejor documentalista que realizador de cine de ficción. Me baso en dos trabajos tan sólidos como lo fueron "Man on Wire" y "Proyecto Nim", ambos contados con emoción, intensidad e incluso algo de intriga. Sin embargo, todo esto parece ausente en sus largometrajes convencionales. Con "Shadow Dancer" se limitaba a bordear el mundo del IRA y cómo este afectaba a varios personajes, logrando sólo en algunos momentos crear verdadero vértigo y convirtiéndose por tanto en una película algo innane, desaprovechada por su tema y punto de partida. Con "La teoría del todo" creo que pasa algo parecido pero además hay que sumarle dos factores. El primero, que Marsh ha hecho una película 'de premios,' y con ello se ha relajado en el academicismo. Apenas hay personalidad detrás de las imágenes, un valor que si se encontraba en su obra previa. El segundo, que parecen coexistir dos films diferentes en tono y vuelo artístico, aunque esto intentaré explicarlo de forma más detallada.

Como todos sabéis, "La teoría del todo" narra la historia del astrofísico Stephen Hawking desde los años 60, momento en el que se encontraba cursando sus estudios univesitarios y aún no era Doctor en su materia. La primera media hora de la película gira en torno a este hecho y no hay grandes sobresaltos, está todo realizado con piloto automático, con algún momento demasiado idealizado (en encuentro entre Stephen y Jane) pero aún así aceptable. El problema llega luego. Marsh no sabe controlar su instinto más primario y eventualmente introduce en la película momentos que buscan los lagrimones de forma constante, con música vergonzosa (no porque sea mala, sino por cómo se utiliza; de hecho la banda sonora de Johann Johansson es muy buena), ralentizaciones, primeros planos de ojos llorosos o flashbacks de esos de ver y no creer. Los diálogos tampoco ayudan, cursis a morir. Esto ocurre eventualmente, no siempre, pero cuando sucede es imposible disfrutar con una película que te está clavando un alfiler continuamente intentando dirigir tus emociones... y que encima falla en el intento.

Cuando Marsh se relaja la cosa va mucho más lejos, porque "La teoría del todo" es un film sólido, con buen armazón técnico, un acertado uso (a veces) de los primeros planos, con desenfoques oportunos para mostrar ese proceso de paralización del cuerpo, esos ojos expresivos tratando de buscar La Verdad. Sus picos (pienso en esa secuencia subjetiva filmada a través del jersey, o el intento de subida por la escalera) son muy elevados pero la película está continuamente peleando consigo misma: ¿ser un biopic de autor, con personalidad -pienso en "Amadeus"- o limitarme a hacer algo premiable? Ese es el dilema la que se enfrenta una producción a la que le auguro buen recorrido entre cierto público pero que si destaca por algo no es por la dirección de James Marsh, ni por el guión de Anthony McCarten. Sino por la extraordinaria entrega de Eddie Redmayne como Stephen Hawking, en un papel que era muy fácil que cayera en la caricatura pero que él consigue defender con fuerza y aplomo. A su lado, Felicity Jones levanta también un personaje muy solvente que consigue que la película se eleve pese a todos esos momentos irregulares que rompen por completo el hechizo. Si atendiera a esto último podría suspender la película sin problema (los niveles de infamia rozan lo desesperante) pero también tiene méritos, eso es innegable.
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96 de 145 usuarios han encontrado esta crítica útil
Corazones de acero
Corazones de acero (2014)
  • 6,6
    40.056
  • Estados Unidos David Ayer
  • Brad Pitt, Logan Lerman, Shia LaBeouf ...
6
Poner la guerra en imágenes
"Corazones de acero" (lamentable título español del mucho más sugerente "Fury") empieza de forma rotunda y contundente. David Ayer demuestra de qué material está hecho y confirma todo aquello que sus films previos habían permitido anticipar, y es que es un autor con una capacidad para gestionar imágenes por encima de la media. Ya lo había dejado claro no obstante en "Sabotage", su otro film de 2014 protagonizado por Arnold Schwarzenegger, que funcionaba exclusivamente como un ejercicio de estilo que podía recordar -a veces- a Peckinpah o sin irnos tan lejos, a Fuqua. Tristemente tenía una mierda de guión y era algo insalvable, pero en "Corazones de acero" hay un libreto sólido, hay una buena construcción de personajes y sobre todo, hay momentos de observación genuinos, que hacen de este film uno destacable dentro del cine bélico. No excelente, tampoco notable, pero sí rescatable de entre toda la producción del género de los últimos años, sobre todo si sabemos valorar en su justa medida su propuesta visual, que remite induscutiblemente a "Apocalypse Now" de Francis Ford Coppola, tendiendo un pequeño hilo a la monumental "La delgada línea roja" a la hora de conferir el punto de vista a un personaje atrapado donde no querría estar.

Así pues el espectador se posiciona del lado del personaje de Logan Lerman, un joven que es asociado a un grupo de cuatro soldados que controlan un tanque y que tienen cierta experiencia en los horrores de la guerra. El primer mérito de la película es crear una sensación de camaradería real entre sus personajes, que hacen bromas, se insultan, se golpean y en el fondo se aprecian y se respetan, morirían los unos por los otros, y eso funciona porque sus personajes están bien definidos e interpretados por Brad Pitt (líder del escuadrón), un pasadísimo de rosca Jon Bernthal, además de Shia LaBeouf y Michael Peña. Lerman es el novato, el que va a experimentar el Horror y debe aceptar dónde está y cuál es su motivación. El segundo mérito de la película es saber hacer todo esto no sólo con el texto, sino trabajando la imagen, logrando algunos momentos de pura abstracción sobre todo en un tercer acto visceral, por momentos más cercano al fantaterror de Dario Argento que a un film bélico: humo, bengalas, colores generados por la iluminación, cuerpos desmembrados... David Ayer construye la película pero sin todas las aportaciones de Roman Vasyanov, su director de fotografía, "Corazones de acero" no sería ni la mitad de efectiva.

Lamentablemente no todo es bueno, y hay algún momento particularmente ridículo e incluso vergonzoso, que no voy a spoilear -evidentemente- pero que simplemente tiene una justificación en la pantalla y es mostrar, de la forma más blanda y ridícula posible, que ni los malos son tan malos ni los buenos, tan buenos. Afortunadamente no echan por tierra la película completa, que cuenta con momentos excelentes (el 'desvirgamiento' de Lerman, dicho así para no incurrir en spoilers -no, nada que ver con el acto sexual-, el inicialmente apacible -y a la postre tenso- bloque de la cocina o la apoteosis lumínica-sensorial del último bloque). Un film muy aceptable, algo irregular (le sobran 15 minutos de sobreexplicación y excesos) pero meritorio. David Ayer apunta maneras, aunque que su próxima película vaya a ser sobre superhéroes para DC/Warner ("Suicide Squad") creo que no va a permitir que crezca como realizador. Ya veremos.

P.D: Si os quedáis con ganas de ver más películas bélica sobre tanques, no dudéis en conseguir "Lebanon" de Samuel Maoz. Fallaba bastante en su construcción emocional (tirando hacia el amarillismo cada vez que podía), pero conseguía momentos tensos y atmosféricos dentro de esa localización.
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24 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre Alice
Siempre Alice (2014)
  • 6,8
    13.349
  • Estados Unidos Richard Glatzer, Wash Westmoreland
  • Julianne Moore, Alec Baldwin, Kristen Stewart ...
5
Olvido
En "Siempre Alice" encontramos la típica película que quiere ser importante y que no sabe nunca en qué posición se encuentra en realidad. Lo demuestra tímidamente, eso sí, como con miedo a que su realización sin excesos eche por tierra la potencia de su reparto, algo que sin embargo es incapaz de evitar. Richard Glatzer y Wash Westmoreland nos cuentan una historia terrible, la de la pérdida. No de un hijo o un amigo, sino la pérdida propia, materializada en esa enfermedad horrible que es el alzeheimer, en el pálido rostro de una monumental Julianne Moore que hace lo que puede con su personaje y lo eleva hasta niveles muy, muy por encima del resto de la obra. En sus ojos, en sus gestos, vislumbramos todo aquello que fue y ya no es, y vemos cómo se va degradando aquella persona con ambiciones, sueños, esperanzas; inteligencia, carreras; amigos, familia, relaciones. Todo se desvanece y es gracias a Moore que eso se pone en pantalla, haciendo -me repito, lo sé, pero es obligatorio- milagros en un film plano y bastante rudimentario.

Dicho lo anterior creo que queda clara mi posición ante "Siempre Alice", un film que recomendaría exclusivamente a quienes quieran ver una interpretación extraordinaria liderando un film ordinario. El mal del alzeheimer parece de hecho acusar a sus propios realizadores, incapaces de recordar que aquella máxima de poner música en cada momento dramático es algo que está muy visto y que puede funcionar alguna vez, pero no las 300 ocasiones en las que sucede en esta película. A su favor cuentan, además de con Moore, con algún miembro del reparto que cumple con holgura, como Alec Baldwin e incluso, sorprendentemente Kate Bosworth y sobre todo Kristen Stewart, a la que hacía años que no veía actuar en una película. Quiero decir, interpretar un papel de verdad, no poner cara de asco y decir frases de palo. Aquí nos la creemos, y en algunos momentos nos compadecemos por su personaje. Al final es lo de siempre, pues: una película mediocre levantada por una actriz profesional. Juliane Moore no tiene aún un Oscar, por cierto. El absurdo de los premios.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interstellar
Interstellar (2014)
  • 7,9
    103.698
  • Estados Unidos Christopher Nolan
  • Matthew McConaughey, Anne Hathaway, David Gyasi ...
8
La literalización del tótem de "Origen"
Me resulta más sencillo hablar de "Interstellar" como la he percibido, porque en el fondo no es más que un sueño colectivo implantado por Nolan y su equipo en nuestro subconsciente. Y sólo a veces, cuando lanzamos aquella peonza, el tótem de Mal/Cobb, sabremos que estamos en el mundo real o en el soñado. Cuando la veamos tambalearse o seguir girando, continuamente, hasta el infinito y más allá.

La nueva producción del director de "El Caballero Oscuro" u "Origen" sobrevive al 'hype', a las expectativas, aunque pareciera que nuestro subconsciente, por momentos, pelease para enfrentarse a sus ideas. El concepto es ambicioso, bigger than life, es en esencia uno que sólo los Nolan serían capaces de intentar implantar en la memoria colectiva: cuando el planeta Tierra se encuentra condenado a su extinción, y con él su gente, un grupo de astronautas parte hacia el espacio en busca de planetas habitables para salvar a la civilización, haciendo uso de un agujero de gusano para acortar distancias. Por el camino irán topando con elementos del pasado, que generarán nuevos niveles 'de sueño', introduciéndose en la mente del espectador de forma serpenteante. El montaje de la película se refiere a esta condición de saltos temporales, alternando la odisea espacial con lo que sucede en el planeta Tierra, desde los ojos de los miembros de una familia rota: una hija, y un padre que aspira a volver a su hogar. El equilibrio es solvente pero a veces, la peonza deja de girar. Despertamos en la realidad, porque el hechizo se rompe cuando lo emocional y lo épico no son capaces de fluir con naturalidad. Cuando no pasa, seguimos soñando placidamente. Y somos elevados hacia las estrellas con tal facilidad que se asemeja a un milagro.

Creo que "Interstellar" se alza cuando es pequeña. La relación del primer tramo de la película, entre ese padre y sus hijos, respira verdad, cercanía, candor. Lo que siempre se le ha criticado a Nolan de la frialdad e incapacidad de generar empatía aquí se elimina de un plumazo, aunque creo honestamente que esto era algo que se ha magnificado y que, en verdad, ya estaba solucionado en cintas como "Origen". No obstante, aquí es más claro todavía y se potencia cuando ese padre, atrapado en un bucle, escucha los mensajes de sus hijos en esa fría nave espacial. Cuando sus ojos se descomponen, la voz se quiebra, y el corazón aparece en pantalla haciéndonos olvidar que esto es en el fondo una historia 'más grande que la vida'. Sencillamente no hay nada más grande que esa vida, la que Copper ve cómo escapa de sus manos, con una perspectiva de reunión imposible. Aún siendo cine ambicioso, grande, de registros épicos, en "Interstellar" el motor es la familia. Nolan sigue explorando sus temas habituales (la pérdida, la identidad, el pasado y cómo nos marca) y crea momentos de una belleza rotunda. Es quizá su película más pequeña a nivel puramente sensitivo, aquella en la que se vuelca más por retratar la humanidad. Incluso cuando se rescata a cierto personaje, que todos sabemos cómo va a evolucionar (o qué papel va a desempeñar, porque no hay evolución per se), hay un empuje emocional en su mirada. Ese gesto en el que desactiva el micrófono para no escuchar lo que pasa en la escafandra ajena, lo demuestra.

Cuando quiere ser grande, "Interstellar" lo logra en la mayoría de los casos. Pero quizá por contar con el astrofísico Kip Thorne como productor ejecutivo y consultor o sencillamente porque a Nolan le gusta adoctrinar en sus películas (mediante la repetición de ideas en voz alta), a veces se le va un poco de las manos. Cuando no lo hace, partitura excelsa de Hans Zimmer mediante, Nolan crea secuencias brillantes, emocionales y de registro épico: el planeta helado (que se ve en los posters, no es spoiler), los planos generales en el espacio, las secuencias del maizal, a medio camino entre "Señales" y el Malick de "Días del cielo", la contextualización del apocalípsis como nube de polvo que arrastra todo a su paso. Es una película muy bella, aunque creo que carece de la capacidad de sugestión y el misterio de clásicos del género como "Solaris" de Tarkovski o "2001" de Kubrick; o sin irnos a otros nombres, demasiado relamidos, al "Origen" del propio Nolan. En aquella película, el personaje de Gordon-Levitt le decía al de Ken Watanabe que no pensase en elefantes, y posteriormente le preguntaba en qué estaba pensando. Watanabe le decía que pensaba en aquello que le había prohibido. Es así como se ejemplificaba que plantar una idea en el subconsciente era fácil, sabiendo el origen; pero no hacerlo de forma orgánica, creyendo que surgía de uno mismo. Con "Interstellar" pasa algo similar: cuando creemos en todo lo que vemos, sin atisbo de dudas, la peonza no deja de girar. Cuando la cosa se tuerce, por muy poco que sea; cuando se explica una regla y nos chirría; la peonza se cae.

Todo el cine de Nolan ha funcionado siempre a estos niveles. En todas sus películas hay giros, vueltas de tuerca, cuando no secuencias que literalizan ideas en lugar de limitarse a expandirlas. La criticada (en mi opinión, injustamete) secuencia de los barcos y las bombas en "El Caballero Oscuro", o el bloque de la nieve de "Origen" son claros ejemplos. En "Interstellar" esto se lleva al extremo. Hay no una, ni dos; sino varias partes en las que para seguir soñando y no despertar hay que suspender la credulidad. Como en los melodramas de Douglas Sirk, como en los musicales, cuando entendemos que esos personajes van a pasar a comunicarse cantando, de forma orgánica. Nolan sustenta "Interstellar" en la capacidad de soñar de cada espectador. No en la fe o la creencia, simplemente en lo que uno es capaz de aceptar dentro de un contexto de fantasía, de sueño. Cómo actúan según qué personajes, la resolución de cierto misterio 'sobrenatural', el mismísimo tercer acto y cómo concluye.

[LA CRÍTICA CONTINÚA ABAJO, POR FALTA DE ESPACIO. SIN SPOILERS, PODÉIS LEER SIN MIEDO]
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414 de 543 usuarios han encontrado esta crítica útil
Espera hasta que se haga de noche
Espera hasta que se haga de noche (2014)
  • 4,7
    1.322
  • Estados Unidos Alfonso Gomez-Rejon
  • Addison Timlin, Spencer Treat Clark, Veronica Cartwright ...
7
Estilo y sustancia
Sé que la serie "American Horror Story" no es para todo el mundo y "The Town That Dreaded Sundown" tampoco lo va a ser. No podría importarme menos teniendo en cuenta que la producción televisiva citada me parece fantástica y que lo mismo me ocurre con el citado largometraje, primero dirigido por el gran Alfonso Gomez-Rejon, autor de algunos de los mejores episodios de la ficción protagonizada por Jessica Lange y que aquí demuestra no sólo tener talento (eso ya lo había hecho) sino ponerlo al servicio de una narración lineal, no fragmentada, en la que se aplica la caligrafía visual de AHS a una trama que juega con el slasher tradicional, añade una capa de metacine y retrotrae el género a los iconos clásicos del mismo sin ningún esfuerzo aparente. Porque lo que tenemos aquí es quizá el mejor film producido por Blumhouse desde el "Expediente Warren" de James Wan y también, el slasher más notable de los últimos años. ¿Da miedo? No, en absoluto. ¿Mantiene en tensión? No demasiado, no juega a eso. ¿Qué tiene entonces, por qué hay que verlo? Por su estilo. Usando recursos visuales tan alocados como en el fondo funcionales, Gomez-Rejón crea un pequeño juguete en el que todo vale en favor de la imagen espectacular incluso a pesar de que esto pueda hacer que la susodicha parezca impostada.

Este línea de la credibilidad, o de la necesidad real, se bordea continuamente en "American Horror Story" y hay que saber cómo aceptarlo. En este film, que por cierto no es un remake del dirigido en 1976 por Charles B. Pierce, sino una continuación (la mitología presente en aquel es la base sobre la que se sustenta el de Rejón, con insertos en numerosas ocasiones), lo que se trabaja es la imagen como lienzo; plasmando estados de ánimo con efectos de luz, recursos como filmación de sombras, cámaras torcidas, picados y contrapicados, long shots de una pericia bastante reseñable (por ejemplo, el que abre el film) y demostrando que los fundidos, elípsis y cualqueir tipo de recurso posible puede funcionar si se sabe cómo emplearlo. Los primeros diez minutos de "The Town That Dreaded Sundown" son extraordinarios, en su totalidad, tanto por la forma en que presenta a los personajes, como por la capacidad de recrear el horror y marcar un punto de inflexión en lo que respecta al estilo que seguirá todo el film. El primer ataque del 'asesino fantasma' es sencillamente portentoso, pero no será el único en el que verdaderamente las cosas se llevan lejos. No es ésto "Saw", no pretende escandalizar con gore; si buscáis eso, lo siento.

"The Town That Dreaded Sundown" es un pequeño caramelo visual, excesivo, sí, pero que a mi me ha funcionado durante todo su metraje. Si le sumamos que es capaz de tender un hilo al film origina y establecer una lectura metacinematográfica realmente sólida, podemos perdonarle que tenga un giro final algo efectista (que va en consonancia con el registro del film porque nunca abandona ésto, si no en lo visual, en el texto) y nos quedaremos con lo bueno: que Gomez-Rejón filma como un señor, que sabe usar la cámara como le sale de las narices y no tiene miedo a que un recurso se le vaya de las manos, porque confía en ellos ciegamente. Un slasher no convencional, en definitiva, liderado además por una actriz sensacional (y guapísima) como es Addison Timlin. Todo un placer para los sentidos que funciona a varios niveles y que junto a films como "Maniac" de Franck Khalfoun o cualquier otro largometraje de James Wan da esperanzas sobre un cine de terror 'de autor' que va más allá del texto para poner en imágenes aquello que verdaderamente importa: el cine.
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21 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Perdida
Perdida (2014)
  • 7,3
    68.281
  • Estados Unidos David Fincher
  • Ben Affleck, Rosamund Pike, Neil Patrick Harris ...
8
Falsas apariencias
[NOTA: LA CRÍTICA CONTIENE ALGÚN SPOILER. ¡ESTÁIS AVISADOS!]

"Perdida" es una película de Alfred Hitchcock desarrollada en pleno siglo XXI, con todo lo bueno que eso conlleva y las pocas pegas que se le puede poner a una película anacrónica, en cierta medida, si bien se las ingenia para ser actual y rabiosamente moderna. Para poder explicar todo esto tendré que entrar en ligeros spoilers, por lo que si no habéis visto el film os recomendaría dejar de leer aquí. Tampoco serán muy graves, porque no es una película 'con sorpresa': lo importante es el desarrollo y lo que se puede leer entre líneas. Dicho lo cual, partimos de la base de que tenemos a un hombre que tras anunciar a la policía la desaparición de su mujer termina siendo acusado de su asesinato. La serie de pistas dispuestas por el escenario apuntan a este giro, pero todo cambia al ponerse fin al primer acto de la película. En éste, habíamos visto cómo día tras día el personaje de Affleck (Nick Dunne) se iba desmoronando, y en paralelo, siempre en momentos de sueño o reposo, los huecos se rellenaban con flashbacks del diario de su mujer Amy (excelentemente interpretada por Rosamund Pike). Terminado el primer acto se sucede el milagro: ni desaparecida ni muerta, está vivita y coleando. Fincher desmonta el cine de Hitchcock y su "Psicosis" no matando a la protagonista, sino resucitándola. Al mismo tiempo, establece a un falso culpable. Tenemos una película 'hitchcockiana' sobre la mesa. Pero la cosa sigue.

El film evoluciona, como hasta entonces, mostrando en paralelo las andanzas de Nick y de Amy. Vemos en el pasado cómo el matrimonio a priori perfecto es una manzana llena de gusanos, nunca podemos distinguir entre lo real y lo ficticio desde que conocemos el perfil de la mujer, manipuladora y calculadora, pero no importa: lo llamativo es el proceso. Cómo las normas se trasgreden en favor del espectáculo, de crear un castillo de naipes que sabemos que acabará cayendo pero no en qué circunstancias. Inteligentemente la película había dispuesto las pistas, como Amy hace con Nick, y fuera de la pantalla el juego de ir enlazando unas cosas y otras se sucede con total naturalidad. No es un film laberíntico pero sí uno juguetón, que se regodea en su capacidad para generar tensión con detalles mínimos. Es una delicia, dicho de otra forma. Independientemente de lo bien que esté realizado (que lo está, Fincher es uno de los más grandes realizadores en activo, y se nota), musicalizado (ídem) y en general facturado, lo que me intriga de la película es su guión. Cómo apunta a tantas cosas (el matrimonio, el relato criminal, la investigación, etc.) sin que la cosa parezca forzada. Todo respira, todo interesa, incluso cuando conocemos el misterio y lo verdaderamente interesante es descubrir, ahora sí, cómo acabará la cosa.

Y llega el tercer acto. Amy -no diré cómo- regresa. Nick queda exculpado pero sabe toda la verdad. Su mujer está como una puta cabra, es dominante, y él es un hombre normal; un 'falso culpable'. De lo único que puede ser culpado Nick es de haberse enamorado de la chica equivocada y permitirle tomar las riendas de la situación. El tramo final destapa la mierda que hay tras las sonrisas y los abrazos, y mete una hostia importante a los medios de comunicación como verdaderos culpables de muchos de los males que azotan nuestro día a día. No veía a un Fincher tan cercano al humor incómodo, a la denuncia, desde "El club de la lucha". Aquí de forma mucho más fácil y directa, todo sea dicho, pero igualmente es efectivo, como lo era aquella joyita llamada "Todo por un sueño" de Gus Van Sant. "Perdida" es una película de Hitchcock hecha en 2014, una historia atemporal sobre fantasmas, un film de intriga modélico que se mira no sólo en el 'maestro del suspense' sino en todas esas ficciones que han levantado un personaje femenino extraordinario. Pienso en que este guión, con una Bette Davis o Gloria Swanson, habría sido una cosa espectacular. Y lo más alucinante de todo es que Rosamund Pike está a la altura, excelsa, levantando una creación brillante y tridimensional. Tenemos aquí una gran película, en resumen, que recomendaría a cualquiera que quiera invertir su dinero en un viaje de dos horas y media que se pasan en un verdadero suspiro.
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191 de 253 usuarios han encontrado esta crítica útil
Enterrando a la ex
Enterrando a la ex (2014)
  • 4,5
    1.847
  • Estados Unidos Joe Dante
  • Anton Yelchin, Ashley Greene, Alexandra Daddario ...
6
Regreso a los 80
El Joe Dante de antaño vuelve, no por todo lo alto pero sí de forma estimable con su "Burying the Ex", una comedia de terror completamente anacrónica que no funciona como una recuperación de los códigos 80; más bien, demuestra que el autor de "Gremlins" sigue viviendo en ellos y que nunca los ha abandonado, algo que en su film previo ("Miedos 3D") se podía leer entre líneas pero nunca de forma tan frontal. La historia de la que partimos aqui podría recordar a una historia de lliteratura juvenil o al planteamiento de "La muerte os sienta tan bien", presentándonos a un joven que debe lidiar con su novia... que una vez muerte, vuelve de la tumba con la intención de pasar con él toda la eternidad.

Dante tira de recursos pasados de moda en la actualidad pero que demuestran ser igual de funcionales que antaño, acercándose a ese humor más físico que verbal (aunque éste no falta, tanto en forma de gag como de referencias cinéfilas), aprovechándose además del uso del sonido para crear estados de ánimo y complementar a lo que sucede en pantalla con suma inteligencia. Consigue así crear una pequeña cápsula del tiempo que nos envía directamente al pasado con un film que va escalando hacia arriba en cuanto a la negrura de su plateamiento al tiempo que se mantiene como un sanísimo entretenimiento para todos los públicos en el que se destacan un guión sólido y un reparto en estado de gracia. Además sale Alexandra Daddario, con un rol que la encumbra directamente a ese perfil de chica que todo varón ansiaría encontrar: simpática, agradable y con una apariencia de escándalo. Para el recuerdo: la secuencia del Song for Zula.
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11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
It Follows
It Follows (2014)
  • 6,3
    26.530
  • Estados Unidos David Robert Mitchell
  • Maika Monroe, Keir Gilchrist, Daniel Zovatto ...
7
El terror no tiene forma
El universo en el que se desarrolla "It Follows" es completamente anacrónico, con sólo un objeto que apunte al tiempo presente como contexto cronológico (un ebook con firma de concha), remitiendo todo lo demás a los años 80 o incluso antes: teles de tubo, ausencia de teléfonos móviles y ordenadores, un retrato de los personajes que responde a los arquetipos de antaño, esas barriadas de comunidad estadounidense que remiten a "Halloween" de John Carpenter... la ruptura viene por otra parte, pero es evidente que lo que busca su realizador, que debuta de forma solida con este trabajo, es devolvernos a un momento en el que el género se movía por impulsos con premisas sencillas y viscerales. Aquí, el slasher se presenta en forma en maldición sexual, pero al mismo tiempo, funciona como una película de fantasmas. Es una mezcla extraña; pero funciona.

Lo hace gracias a su actriz principal pero sobre todo al trabajo de Mitchell con la cámara, ya desde esa primera secuencia sin cortes en las que vemos como una joven sale corriendo de su casa, avanza hacia atrás, coge las llaves de su coche y se adentra en la carretera. No sabemos el motivo pero es evidente que huye de alguien, o de algo, que no tiene forma ante los ojos del espectador. El destino de esta muchacha no tardaremos en conocerlo pero es un prólogo que tiene el doble mérito de hacer que todo encaje y de anticipo del horror que está por llegar. Lo que sigue a posteriori es un trabajo de estilo: composición, planos largos, uso de la música -muy ochentera, cómo no- para potenciar esa parte estilística que en mi opinión es lo más sólido del film, y un tratamiento más que sólido del horror: sabemos que a los personajes les persiguen y que la maldición puede surgir de cualquier sitio, por lo que -por ejemplo- vemos continuamente la profundidad de campo y personajes aproximándose a los protagonistas. Mantiene siempre en tensión.

Tristemente, "It Follows" tiene un handicap que me parece difícil de obviar y es que cuando pierde de vista lo que quiere ser, abre la puerta hacia un tipo de terror que rompe con aquello que había jugado hasta el momento. Las secuencias de [¡¡¡SPOILERS SPOILERS SPOILERS!!!!!] la muerte del vecino, que ni siquiera opone resistencia y tiene una función únicamente efectista-; y todo el bloque de la piscina, por lo estúpido del plan y tirar de la acción más facilona (aunque contiene una poderorísima última imagen)[FIN DE LOS SPOILERS] me parece que sencilamente no encajan. Así es un film que me parece poderosísimo como debut, con algunas ideas excelentes y un dominio del tempo extraordinario, pero también torpezas que pueden -deben- achacarse a un guión que no se atreve a seguir del todo la ruta que se marcaba en favor de algo menos abstracto y más directo. Un buen film de terror atmosférico, no obstante, que merece la pena ver si os interesa el género y no buscáis que esto sea un slasher sangriento con explicitud y gore.
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153 de 187 usuarios han encontrado esta crítica útil
La isla de Giovanni
La isla de Giovanni (2014)
  • 6,5
    849
  • Japón Mizuho Nishikubo
  • Animación
5
Estimable, pero cursi
En primer lugar, las cosas como son: hay que agradecer a Production I.G. la intención de crear una película diferente dentro del imaginario del anime actual. Una sin demonios, lolitas, niñas mágicas, criaturas kawai o épica descontrolada. Lo que funciona en el microcosmos japonés actual son adaptaciones de animes/mangas a la pantalla grande y por tanto "La isla de Giovanni" parte con una gigantesca desventaja. Dicho esto, es una pena que el film se quede a medias y no cumpla sus objetivos de registrar un periodo histórico tan interesante de forma realmente sólida, al tirar por el camino mas fácil.

Teniendo como referentes las obras de Gisaburo Sugii ("Night on the Galactic Railroad") e Isao Takahata ("La tumba de las luciérnagas) el film cae aún más del lado de las promesas a medio cocer y lo hace porque decide ser demasiado sentimental(oide) en algunos momentos de la trama, buscando la lágrima fácil del espectador. Servidor, que ya se ve venir de lejos segun qué trampas, no podía hacer otra cosa que lamentarse porque la obra en conjunto es muy aceptable y estimable, poniendo el foco en dos hermanos pequeños que ven cómo la guerra azota su país en varios momentos de la década de los 40, tomando como base un hecho real.

Muy sólida a nivel técnico, ofreciendo algunos momentos verdaderamente atractivos, "La isla de Giovanni" cae del lado de los dramas históricos estimables con el publico adulto como principal objetivo, y el infantil como segundo siempre con vistas pedagógicas, como ocurria con "Hiroshima" (Mori Masaki, 1983) o las ya citadas. No pasará a la historia, en definitiva, pero se agradece el intento y tampoco es completamente desechable.
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18 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tusk
Tusk (2014)
  • 5,0
    6.335
  • Estados Unidos Kevin Smith
  • Justin Long, Michael Parks, Haley Joel Osment ...
6
Vuelve el buen Kevin Smith
¡Kevin Smith sigue vivo! El realizador de magníficas comedias de los 90 como "Clerks" o "Persiguiendo a Amy" parecía perdidísimo en los últimos años, con películas que iban desde lo abominable ("Vaya par de polis") hasta lo simplemente mediocre ("Red State"). Con "Tusk" afortunadamente recuperamos su mejor rostro en un film que mezcla el cine de género con la comedia más negra posible, abordando la imposible historia de un hombre que para rememorar su pasado decide secuestrar a un 'podcaster' para convertirle en morsa. Suena tan loco como se presenta en pantalla, lo prometo, en lo que podría ser una mezcla ideal entre "El ciempiés humano" y una serie B alocada al estilo las producciones de Roger Corman.

"Tusk" funciona a casi todos los niveles posibles, lo cual es un verdadero milagro: como cine detectivesco, con varios amigos del 'podcaster' siguiendo la pista de su amigo perdido y un policía muy particular interpretado por Johnny Depp (bajo pseudónimo e irreconocible, de lo bien que lo hace); como comedia, por la incomodidad que genera su loquísima historia y cómo encaja cada chascarrillo y momento turbio con naturalidad e inteligencia; como buddy movie imposible e historia de amistad forzada; como estudio de los límites de la cordura y la difícil tarea de aceptarse a uno mismo; e incluso como reducción al absurdo de las monster movies con mad doctors ("Frankenstein") quedándose sólo con el hueso.

Cierto es que "Tusk" no es perfecta ni lo pretende, pero después de "Red State" se anticipaba que Smith había creído ser el nuevo mesías del cine de género, forzando demasiado las cosas, tomándoselas incluso demasiado en serio; y aquí da un golpe sobre la mesa y nos regala un film extraño en su plantemiento, pero calculado para funcionar como un tiro sin ningún miedo a hacer el ridículo.
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12 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Over Your Dead Body
Over Your Dead Body (2014)
  • 5,7
    310
  • Japón Takashi Miike
  • Kou Shibasaki, Ebizo Ichikawa, Hitomi Katayama ...
7
El teatro de la vida
Con Takashi Miike uno nunca sabe lo que esperarse, y quizá sea ese el gran 'superpoder' del realizador japonés más versátil e hiperactivo de las tres últimas décadas. Habiendo tocado prácticamente todos los géneros cinematográficos existentes, ofreciendo además algunas películas muy notables en varios ("Audition" en el j-jorror, "13 asesinos" en el chambara, "Sukiyaki Western Django" en el 'western', etc.), su nueva película se las ingenia para sorprender una vez más, y por suerte, para bien.

"Over Your Dead Body" es una exploración del teatro como escenario de representación y cómo éste no se aleja en demasía de lo vivido fuera de sus márgenes, colocando la cámara a ras del suelo durante gran parte del metraje confiando en que sus personajes respiren y vayan adquiriendo profundidad a medida que avanza el desarrollo. Sin embargo, Miike no se acerca al teatro de forma convencional (no aquí, pues si lo ha hecho en el pasado) sino que decide filmarlo como si fuera una pelicula, con planos cercanos, montaje orgánico y excluyendo los márgenes del plano para buscar un tratamiento puramente cinematográfico.

El truco que utiliza para sublimar el conjunto es, eventualmente, alejar la cámara y dejarnos ver cómo el escenario en el que sucede todo gira, cambia de posición, y un poco más atrás, el cómo el director de la obra y otros responsables de la misma asisten a unos ensayos generales. Nuestro punto de vista adquiere pues esta posición, tanto en estos segmentos como cuando la película se vuelve muy loca (¡a fin de cuentas es de Miike!) y pasa lo que tiene que pasar: el desfase absoluto. Una película de fantasmas, de gente que pretende ser y que definitivamente no 'es', que exige paciencia al espectador pero que sabe cómo recompensarle. Quizá junto a "Audition" sea el film de Miike más redondo dentro de esta vertiente de su obra.
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5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
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