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Críticas ordenadas por:
Mister Arkadin
Mister Arkadin (1955)
  • 6,9
    3.035
  • Francia Orson Welles
  • Robert Arden, Orson Welles, Paola Mori ...
8
Thriller, drama e intriga, todo el uno para deleite de los seguidores del género y del director
Mister Arkadin de Orson Welles es un thriller de intriga y drama considerado por muchos como una película de culto. Basada en un marinero que trabaja el contrabando de tabaco y encuentra un hombre moribundo que le dice a su novia un nombre de hombre y otro de mujer, comenzando entonces una imparable investigación sobre lo ocurrido. Dirigida con un ritmo vigoroso y activo y con un estilo fresco que conserva los destellos técnicos del director, es una obra magnífica y muy entretenida que mantiene con mucha intensidad al público absorto y pegado al asiento, disfrutando de un film apasionante en sus investigaciones que sin ser de los más conocidos de Orson Welles, es una cinta a tener en cuenta para los seguidores del director y de las obras basadas en investigaciones.
La fotografía en blanco y negro hace gran uso de los claroscuros y es alusiva a cada lugar visitado, logrando una sugerente labor que es idónea para lo que ofrece y está bien cuidada en detalles estéticos. La música es melódica y muy variada según el lugar, usando sonidos clásicos por un lado y folklóricos del lugar por otro, siendo por tanto muy evocadora en un agradable trabajo que acompaña con acierto todo el film. Los planos y movimientos de cámara consuman una gran labor técnica mediante el uso de los subjetivos, primeros y primerísimos planos, cámara en mano, generales, grúas, seguimiento, reconocimiento, plano-contraplanos, panorámicos y tercera persona que exprimen lo mejor de las interpretaciones y sus alrededores.
Las actuaciones son contundentes y auténticas. Como protagonistas Robert Arden está decisivo y lustroso en su papel, Orson Welles está profundo y fulgente en su línea habitual, Paola Mori está sincera e inocente en su papel y Akim Tamiroff correcto en un personaje apático, siendo buenos los acompañamientos de Michael Redgrave, Patricia Medina y Mischa Auer entre otros. Para estos emplea la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones sugestivos de cada personaje según su condición social y clase alta y también algunos disfraces en una espléndida labor que junto con los pertinentes decorados te transportan in situ.
El guion, escrito por el director, tiene un entramado indagatorio en su interior y varios giros argumentales que mantienen el interés durante todo el film, ya que su historia se centra en la investigación de un enigmático hombre, comenzando todo a través de la confesión de un hombre moribundo que mencionado su hombre y el de una mujer para dejar una pista a seguir, finalizando con ello un gran film que se recuerda por su gran calidad fílmica y trabajado guion. Esto se lleva a cabo con una narrativa con voz en off explicativa durante todo el film, siendo el resto profunda e irascible según el personaje en una misteriosa e indagatoria labor. Cabe señalar también, el montaje con flash-back para ir situando al espectador y luego lineal y seguido en recuerdos para enlazar con el presente que es el comienzo de la película en una estupenda labor ya utilizada en otras ocasiones por el director.
Para finalizar, la considero una obra inmortal e indispensable en la filmografía del director que sin ser de las más conocidas de Welles, brilla con luz propia gracias a un entramado de indagaciones sobre los comienzos de un rico y enigmático hombre a través de una pista dejada por un moribundo para deleite de los seguidores del género. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, planos, movimientos de cámara, vestuarios y narrativa que hacen de Mister Arkadin, un film notable y entretenido en sus investigaciones y giros argumentales.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Don Quijote de Orson Welles
Don Quijote de Orson Welles (1992)
  • 5,5
    1.053
  • España Orson Welles, Jesús Franco
  • Francisco Reiguera, Akim Tamiroff, Orson Welles ...
6
Sin lugar a dudas, una obra original y personal de un director inconformista
Don Quijote de Orson Welles es un drama que mezcla curiosamente la famosa obra de Miguel de Cervantes con la realidad contemporánea y cultural de la época en la que fue rodada. Dirigida con un ritmo paulatino y con un estilo muy personal y arriesgado por dar una versión propia del famoso Don Quijote, es una obra no reluciente pero si curiosa en lo que ofrece, quizás con la intención de acercar al espectador más moderno a la famosísima novela de Don Miguel de Cervantes, concluyendo una particular versión que es de visión obligada para los amantes de la novela y los incondicionales de Orson Welles.
La fotografía en blanco y negro es evocadora a cada lugar y cumple con una labor humilde y confortante que hace gran uso de los claroscuros, siendo bastante lumínica aún dentro del blanco y negro para cumplir con una tarea estéticamente sombría que te acerca a las regiones españolas y sus fiestas más conocidas. La música es evocadora en sus melodías dulces que agradan en un sutil acompañamiento musical para dar belleza al film y no desviar la atención del espectador. Los planos y movimientos de cámara consuman una labor personal y propia del director a través del uso del avanti, retroceso, primeros y primerísimos planos, generales, cámara en mano, reconocimiento, panorámicos y plano-contraplanos dinámicos que sacan lo mejor de las interpretaciones y su entorno.
Las actuaciones son competentes y acertadas. Como protagonistas Francisco Reiguera está cumplidor y carismático como Don Quijote y Akim Tamiroff está apropiado y verosímil en su papel de Sancho Panza, siendo pertinentes las apariciones de Patricia McCormack y Orson Welles. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones alusivos de la novela de Don Quijote y de las personas del momento del rodaje para mezclar ambas época en un experimento personal que es curioso descubrir.
El guion, escrito por el director y Jesús Franco y basado en la famosa novela de Miguel de Cervantes, es una mezcla de dicha novela y la cultura española del momento para dar testimonio del amor que Welles sentía por España y en especial por Andalucía, dando una versión distinta y original a la obra universal de Cervantes y finalizando así un film que como poco resulta interesante para los seguidores del director y de la novela y las fiestas nacionales españolas. Esto se lleva a cabo con una narrativa con voz en off sugestiva y afable que explica el comienzo del libro y acompaña el film en distintas partes con un lenguaje antiguo y profundo, además por supuesto de disparatado y delirante como es normal en el Quijote.
En definitiva, la considero una obra curiosa y original de Welles que mezcla de forma arrojada la famosa novela de Don Quijote con la cultura contemporánea de España como parte de un experimento del director que deja claro su amor a esta tierra y novela, finalizando un film que no pudo montar y que tardó más de 30 años en ver la luz gracias al montaje final de Jesús Franco. Recomendable por su dirección, guion, fotografía, montaje, planos, movimientos de cámara, vestuarios, caracterizaciones y narrativa que convierten a Don Quijote de Orson Welles, en una especia de film documental sobre España que no dejará a nadie indiferente por su originalidad y riesgo en lo que ofrece.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Macbeth
Macbeth (1948)
  • 7,4
    3.569
  • Estados Unidos Orson Welles
  • Orson Welles, Jeanette Nolan, Dan O'Herlihy ...
8
Otra gran versión del clásico de Shakespeare por Orson Welles
Macbeth de Orson Welles es un drama basado en la edad media sobre un valeroso caballero escocés que tras volver de una batalla con honores del rey, recibe por parte de tres brujas la premonición de que será rey después de que se cumplan otras dos profecías. Dirigida con un ritmo paulatino y con un estilo fiel a la adaptación de la famosa obra pero con los detalles técnicos particulares del director, es una obra magnífica que te transporta gracias a la trama y su narrativa al teatro de una de las obras más representadas de Shakespeare, concluyendo un magistral film que deja evidencias de la calidad cinematográfica de Welles al lucir una historia provocadora y dramática que absorbe al público y lo deja atento a su desenlace desde el principio.
La fotografía es oscura y utiliza mucho la niebla para desconcertar al público, mostrando también imágenes tenebrosas y haciendo gran uso de los claroscuros en una evocadora labor que es estéticamente lúgubre y apropiada para lo que ofrece. La música es turbadora e intensa en las escenas pertinentes para estimular al público con ritmos inquietantes que hacen sentir al espectador la continua amenaza del protagonista. Los planos y movimientos de cámara consuman una particular labor técnica reconocible del director mediante el uso de los detalles, primeros y primerísimos planos, avanti, retroceso, subjetivos, seguimiento, reconocimiento, grúas, generales y cámara en mano que logran una excelente tarea.
Las actuaciones son profundas y soberbias del primero al último. Como protagonistas Orson Welles está reluciente en un enorme papel como es habitual en él y Jeanette Nolan está persuasiva y manipuladora en su labor, siendo contundentes los acompañamientos de Dan O´Herlihy, Roddy McDowall y Edgar Barrier. La dirección artística emplea para estos unos vestuarios y caracterizaciones sugestivos de la época y lugar en cuestión y sus personajes en una magnífica tarea que junto con los bien elaborados decorados te transportan al momento y lugar en cuestión.
El guion, escrito por el director y adaptado de la obra de teatro de Shakespeare, es enrevesado y conspirador en su historia que en base a una premonición, saca lo peor de la persona, en especial la ambición de poder para profundizar inevitablemente en el público, incitándolo al hacerle ver una trama que va poco a poco calentándose hasta llegar a sorprenderte con un final magistral. Esto se lleva a cabo con una narrativa con voz en off profunda y conspiradora que a base de insidias y misterios añade intriga al film y hace sentir la desmoralización del protagonista en una lenguaje lírico e intachable. Cabe señalar también, el montaje lineal y seguido que comprime bien una de las obras de teatro más conocidas de la historia.
En conclusión, la considero una obra imperecedera y esencial tanto en la filmografía del director como en las obras adaptadas de Shakespeare que sirve como un resumen personal del director sobre tal obra para situar al espectador en una historia provocadora y trágica que se base en la ambición y la traición para absorber al público sin remisión. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, planos, movimientos de cámara, vestuarios, caracterizaciones, decorados y narrativa que vuelven a Macbeth, un film magistral y necesario para conocer de la mano de Orson Welles la famosa obra del genio inglés.
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otelo (Othello)
Otelo (Othello) (1951)
  • 7,6
    2.299
  • Marruecos Orson Welles
  • Orson Welles, Suzanne Cloutier, Micheál MacLiammóir ...
8
Otro de los films de Welles sobre Shakespeare necesarios de ver
Otelo (Othello) (1952) de Orson Welles es un drama basado en los celos de Otelo cuando su alférez envenena con malas artes su mente diciendo que su mujer y su teniente Casio son amantes. Dirigida con un ritmo activo y con un estilo fiel a la obra de teatro pero con los detalles técnicos del director, es una obra magnífica y muy personal que toma como base los celos y las conspiraciones para malmeter y hacer daño llevando a cabo una trama provocadora y arrolladora que de forma impecable lleva Welles al cine para deleite de los seguidores del género y de las conocidas obras te Shakespeare, concluyendo un film con una trama enrevesada que hace sentir impotencia al público y lo machaca sin remisión, dejando tras de sí la sensación de haber visto un gran film.
La fotografía en blanco y negro tiene imágenes lúgubres y hace gran uso de los claroscuros para lograr un evocador trabajo que es de lo más inspirador para dejar evidencia de la excelente calidad visual de los films del director. La música es dramática y desconcertante al principio para inquietar al público con unos turbadores sonidos que estimulan y hacen sentir la continua amenaza con sus melodías clásicas que son sugestivas a la época y el lugar. Los planos y movimientos de cámara consuman una gran labor técnica que habla a voces del director a través del uso de la grúa, reconocimiento, subjetivos, avanti, retroceso, tercera persona, cámara en mano, seguimiento, panorámicos, primeros, primerísimos planos y generales dinámicos que están bien elaborados y sacan lo mejor de las interpretaciones.
Las actuaciones son soberbias y sobresalientes. Como protagonistas Orson Welles está deslumbrante en un gran papel con profundidad psicológica, Suzanne Cloutier está sensible y natural y Micheál MacLiammóir está persuasivo y manipulador en su papel, siendo convincentes los acompañamientos de Robert Coote, Fay Compton, Hilton Edwards y Michael Laurence entre otros. Para estos emplea la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones sugestivos a la época y personajes en una magnífica labor que junto con los decorados y los exteriores te transportan in situ.
El guion, escrito por el director y basado en la conocida obra de teatro de Shakespeare, es incitador y penetrante en su entramado lleno de celos e insidias que acaparan la atención del público y los mantiene absortos en los engaños de uno de los personajes, al meter en la mente de Otelo malos pensamientos para que desconfíe de su esposa y su oficial, finalizando un gran film que expone bien la conocida obra de teatro del genio inglés. Esto se lleva a cabo con una narrativa profunda y evocadora que de forma lírica y en lenguaje antiguo llena de conspiraciones el film, utilizando también la voz en off para explicar los malos pensamientos del protagonista en sus celos y sufrimientos. Cabe destacar también, el montaje lineal y seguido que exprime gran historia en una hora y media de metraje.
Concluyendo, la considero una obra indeleble e indispensable en la filmografía del director y del género que te hace conocer la famosa obra de teatro de Shakespeare y su trama insidiosa llena de celos que provoca al público en su visionado al ser de lo más arrebatadora y poner de manifiesto lo que es capaz de maquinar una mente que es manipulada por una lengua envenenada y malintencionada que supuestamente es un amigo. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, planos, movimientos de cámara, vestuarios, caracterizaciones, decorados y narrativa que hacen de Otelo, un profundo film que deja evidencias de lo magníficas que son las obras de Shakespeare y de la calidad fílmica de Orson Welles en todo lo que se propone hacer bien.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cuarto mandamiento
El cuarto mandamiento (1942)
  • 7,6
    7.352
  • Estados Unidos Orson Welles
  • Tim Holt, Joseph Cotten, Dolores Costello ...
8
Gran drama familiar del mejor Orson Welles
El cuarto mandamiento de Orson Welles es un drama familiar basado en la gran depresión norteamericana y trata sobre dos familias pudientes de Indianápolis que tras años sin verse se vuelven a reunir y saltan chispas de amor entre sus jóvenes hijos. Dirigida con un ritmo tranquilo y con un estilo profundo y algo alejado de lo más habitual de Welles aunque tiene sus destellos técnicos, es una obra notable en su historia y desarrollo que gusta ver y va poco a poco creando el ambiente necesario para acaparar la atención del público con su entramado y giros argumentales, logrando concluir un film magnífico en todos los sentidos que sin embargo al verla tienes la sensación de poder ser una obra de cualquier otro director clásico como por ejemplo Joseph L. Mankiewicz.
La fotografía en blanco y negro está bien cuidada en detalles alusivos que confortan en su visionado, haciendo gran uso de los claroscuros en una soberbia labor que es estéticamente decorativa y espléndida en resultado. La música es melódica y clásica gracias a la mano experta de Bernard Herrmann, ya que expone sonidos bellos y encantadores que de forma dulce agrada en su acompañamiento, añadiendo en ocasiones sonidos tristes y nostálgicos. Los planos y movimientos de cámara consuman una labor técnica personal y propia del director mediante el uso de la cámara en mano, primeros y primerísimos planos, tercera persona, seguimiento, avanti, retroceso, generales, detalles y plano-contraplanos que logran un excelente trabajo técnico.
Las actuaciones son admirables y contundentes. Como protagonistas Tim Holt está decisivo y con carácter en un personaje orgulloso y Joseph Cotten está carismático y con personalidad, siendo brillantes los acompañamientos de Dolores Costello, Agnes Moorehead, Anne Baxter, Richard Bennett y Ray Collins. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones distinguidos y elegantes de clase alta y pudiente en un clásico y evocador trabajo que junto con los estupendos e impolutos decorados te transportan in situ.
El guion, escrito por el director y basado en la novela de Booth Tarkington, es embrollado y notable en la historia personal que expone de cine típico clásico, logrando un resultado inspirador que se centra en las enormes diferencias y forma de ser de sus personajes, en especial por su diferencia de años y madurez para mostrar un drama esplendido que aunque no hable a voces del director por su estilo, es un film destacable y digno de ver. Esto se lleva a cabo con una narrativo con voz en off afable y explicativa para poner al público en situación. Cabe señalar también, el montaje lineal y seguido que exprime muchos años de historia en tan solo hora y media de duración.
Para finalizar, la considero una obra esencial e imperecedera en el género y en la filmografía del director aunque su estilo no sea el más reconocible de este, pero desde luego es un film notable y con una historia profunda e intachable que se centra no solo en el amor, sino también en el aprendizaje de un joven para su llegada a la madurez. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, planos, movimientos de cámara, vestuarios, caracterizaciones, decorados y narrativa que vuelven a El cuarto mandamiento, un film clásico con todos los componentes necesarios para cautivar a los cinéfilos más exigentes.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La carretera (The Road)
La carretera (The Road) (2009)
  • 6,6
    55.070
  • Estados Unidos John Hillcoat
  • Viggo Mortensen, Kodi Smit-McPhee, Charlize Theron ...
7
Un film desolador y apocalíptico que merece la pena ser visto
La carretera (The Road) de John Hillcoat es un drama sobre un futuro apocalíptico incierto sobre un padre y un hijo que avanzan hacia el sur en una tierra desolada y sin vida para encontrar un sitio donde asentarse y sentirse seguros. Dirigida con un ritmo pausado y con un estilo apocalíptico de supervivencia, es una obra triste que se centra en la perduración y resistencia del ser humano en un futuro devastador que crea una atmósfera oscura y destructiva que transporta eficazmente al público, concluyendo un notable film que aunque tiene algunos fallos de guion al tratar de dar sentido común, remordimientos y buen hacer en la vida en un momento sumamente difícil al escasear la comida y abundar la maldad, es sin embargo, en líneas generales, un film notable en lo que expone.
La fotografía es apocalíptica y está bien cuidada en detalles oscuros que logran una labor lúgubre y espléndida que es evocadora y te transporta in situ gracias a sus imágenes impactantes y estéticamente siniestras. La música es emotiva y tiene tintes nostálgicos en una labor clásica que en ocasiones es intensa y turbadora en la acción, exhibiendo también melodías bellas que agradan escuchar en los momentos oportunos. Los planos y movimientos de cámara consuman una buena labor técnica a través del uso de los detalles, primeros y primerísimos planos, reconocimiento, panorámicos, cámara en mano, subjetivos y plano-contraplanos que sacan lo mejor de la historia y las interpretaciones.
Las actuaciones son profundas y remarcables. Como protagonistas Viggo Mortensen está creíble y destacado en su papel, Kodi Smit-McPhee está correcto en su labor infantil, Charlize Theron está intachable en su papel con calado psicológico, Robert Duvall está natural en su línea habitual y Guy Pearce destacable, siendo aceptables los acompañamientos de Molly Parker, Michael K. Williams y Garret Dillahunt. La dirección artística emplea para estos unos vestuarios y caracterizaciones carentes y andrajosos para marcar la situación extrema de necesidad en una magnífica labor que junto con los decorados bien elaborados y los exteriores te transportan a ese futuro destruido y sin vida.
El guion, escrito por Joe Penhall y basado en la novela de Cormac McCarthy, es absorbente en su historia apocalíptica que se centra en la supervivencia y la enseñanza de valores de un padre a su hijo cuando el mundo se derrumba y la gente pierde la bondad y la cabeza, finalizando un film desilusionado e implacable que gustará a toda clase de cinéfilos aunque no sea deslumbrante ni en lo que se ofrece ni en el cómo se ofrece. Esto se lleva a cabo con una narrativa pesimista y desesperanzada con voz en off afable y explicativa de lo que ocurre y de cómo están las cosas durante todo el film. Cabe destacar también, el montaje con flash-back para ir situando al público en todo lo ocurrido y el pasado de los protagonistas en una bien elaborada labor.
En definitiva, la considero una obra pesimista e implacable que da una versión de supervivencia tras un extraño apocalipsis que no se explica en ningún momento y que gustará a los seguidores del género por estar bien llevada y tener en su interior una bella y triste historia que te pega al asiento y consigue cautivarte con la suficiente fuerza como para agradecer lo que tienes en la vida. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, planos, movimientos de cámara, vestuarios, caracterizaciones, decorados y narrativa que convierten a La carretera (The Road), un film bastante conseguido que deja buenas vibraciones tras su visionado.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El proceso
El proceso (1962)
  • 7,5
    6.894
  • Francia Orson Welles
  • Anthony Perkins, Romy Schneider, Jeanne Moreau ...
7
Un drama surrealista asfixiante en estado puro
El proceso de Orson Welles es un drama psicológico surrealista de intriga basado en un hombre que despierta y descubre que es detenido por haber cometido un crimen que no se cita, comenzando entonces un desconcertante entramado que da vueltas sobre el proceso sobre este supuesto crimen. Dirigida con un ritmo alterno para inquietar al público y con un estilo enrarecido pero atractivo en su mezcla de drama, intriga y surrealismo, es una obra notable e inteligente que merece la pena ser vista por transportar y desconcertar al público al antojo del director y el guion, ya que su historia basada en la novela homónima de Franz Kafka es enrevesada y de difícil comprensión pero desde luego notable y personal en resultado, concluyendo uno de los films imprescindibles del director para satisfacer a los cinéfilos más exigentes.
La fotografía en blanco y negro es claustrofóbica en sus imágenes minimalistas y está cuidada en detalles para asfixiar al espectador con unas escenas enigmáticas y estéticamente evocadoras a un lugar surrealista y recóndito, haciendo en general un gran trabajo de claroscuros para lograr una excelente labor. La música es clásica con unas melodías bellas y emotivas y otros sonidos turbadores e intensos que inquietan y estimulan al público, haciendo sentir la constante alarma que se proponen con el acompañamiento musical repleto de instrumentos. Los planos y movimientos de cámara consuman una labor particular y técnicamente notable del director mediante el uso de las grúas, primeros y primerísimos planos, avanti, plano-contraplanos, generales, cámara en mano, seguimiento y reconocimiento que completan una labor artísticamente conseguida para oprimir al espectador acorde con la trama.
Las actuaciones son soberbias y con profundidad psicológica. Como protagonistas Anthony Perkins está remarcable y con calado psicológico en un gran papel, Romy Schneider está íntegra e irreprochable en su tarea, Jeanne Moreau está sensual y persuasiva y Orson Welles auténtico en un breve pero certero papel, siendo notables los acompañamientos de Elsa Martinelli, Akim Tamiroff, Suzanne Flon y Madeleine Robinson entre otros. Para estos emplea la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones elegantes y formales en un trabajo clásico y bien elaborado en una correcta labor que junto con los decorados te transportan a cada lugar real o irreal para desconcertar al público.
El guion, escrito por el director y basado en la novela de Franz Kafka, es de lo más enrevesado y surrealista y transporta al espectador a un mundo inquietante y desde luego sofocante que no se sabe muy bien cuál es su significado, concluyendo el film más irracional del director cuyo objetivo es desconcertar y turbar al público con una historia sin mucha comprensión. Esto se lleva a cabo con una narrativa profunda y enigmática con una voz en off afable y clásica que de forma impoluta acompaña el principio y el final del film, siendo el resto atormentado y nervioso por parte del protagonista. Cabe destacar también, el montaje extraño como un puzle que mezcla la realidad con lo onírico para transportar al espectador a un mundo surrealista y oscuro.
En conclusión, la considero una obra indispensable en la filmografía del director que es insólita en lo que ofrece y turba al espectador con una trama liosa y poco comprensible para asfixiar al público, ya que su historia surrealista e inquietante es inexplicable en su trama, finalizando un film enigmático que no dejará a nadie indiferente y que puede ser objeto de varias interpretaciones. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, planos, movimientos de cámara, vestuarios y narrativa que hacen de El proceso, un film misterioso y de difícil comprensión que cautivará a los amantes de los films surrealistas cuyo seguimiento es difícil.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Frenético
Frenético (1988)
  • 6,6
    13.203
  • Estados Unidos Roman Polanski
  • Harrison Ford, Emmanuelle Seigner, Betty Buckley ...
7
Un notable drama de intriga de Polanski
Frenético de Roman Polanski es un drama de intriga basado en un hombre que viaja con su mujer a Paris para dar una conferencia médica, y una vez instalados en el hotel la mujer desaparece misteriosamente dejando solo una pista a seguir que será el comienzo de una pesadilla asfixiante para su marido. Dirigida con un ritmo presuroso y con un estilo más comercial de lo acostumbrado del director que es efectivo en lo que propone, es una obra entretenida por tener un entramado lleno de intriga e incluso suspense para mantener en vilo y tensión al espectador hasta el final, concluyendo un notable film lejos del estilo típico del director que sin embargo ameniza el rato a todos los que se aventuren a descubrirlo por ser una película arrolladora y notable.
La fotografía es evocadora en sus imágenes estéticamente apropiadas para el film, haciendo gran uso de los claroscuros y mostrando algunas imágenes violentas y desde luego idóneas para la trama. La música añade intriga al film e inquieta con sus sonidos turbadores por un lado en una labor variada que pasa de turbadora a nostálgica y emotiva, aunque sobran algunas canciones ochenteras en su acompañamiento. Los planos y movimientos de cámara consuman una labor técnica correcta que exprime lo mejor de las interpretaciones y la historia a través del uso de la cámara en mano, reconocimiento, primeros planos, subjetivos, tercera persona, plano-contraplanos, steadycam y seguimiento.
Las actuaciones son acertadas y están bien trabajadas del primero al último. Como protagonistas Harrison Ford está creíble y convincente en su labor habitual aunque algo más nervioso y atormentado en su personaje y Emmanuelle Seigner está sensual y algo provocadora en su papel, siendo oportunos los acompañamientos de Betty Buckley, John Mahoney, Alexandra Stewart, Robert Barr y David Huddleston. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones elegantes y distinguidos que son alusivos a cada personaje según su profesión en una elaborada tarea que junto con los pertinentes decorados te transportan in situ.
El guion, escrito por el director junto con Gérard Brach, es atractivo en sus enigmas y averiguaciones que comienzan desde el principio del film y van generando más y más interés hasta el final, logrando mantener al público atento e interesado durante todo la película con una historia provocadora y desde luego arrolladora que deja buenas vibraciones tras su visionado a toda clase de públicos y no solo al cinéfilo comercial. Esto se lleva a cabo con una narrativa variada según la procedencia del personaje en una tarea sugestiva y expresiva. Cabe señalar también, el montaje seguido y acompasado que no da un minuto de respiro al público y expone con dinamismo bastante historia en dos horas de metraje.
Concluyendo, la considero una obra de lo más entretenida y bien llevada en su intriga del director que es de visión obligada para los amantes del género y del director, ya que su entramado te absorbe poco a poco y mantiene la tensión durante todo el film, finalizando una irresistible película que arrolla a todos en su visionado y se recuerda efectivamente. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, planos, movimientos de cámara y narrativa que vuelven a Frenético, un film ameno y lleno de intriga y suspense para mantener al público pegado al asiento.
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10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
La novena puerta
La novena puerta (1999)
  • 5,8
    29.821
  • Francia Roman Polanski
  • Johnny Depp, Lena Olin, Frank Langella ...
6
Un título interesante pero no imprescindible de Polanski
La novena puerta de Roman Polanski es un thriller de intriga y terror basado en un bibliófilo de pocos escrúpulos que es contratado por un coleccionista de libros satánicos para que compruebe la originalidad de dos libros iguales que el suyo, embarcándose en un peligroso viaje de aterradores descubrimientos. Dirigida con un ritmo pausado y con un estilo misterioso e indagatorio pero que carece de más pasión, es una obra intrigante que va creando poco a poco la atmósfera misteriosos y turbia que necesita el film, pero sin embargo es innecesariamente lenta en su exposición y no hace sentir todo el rato el interés necesario para mantener al espectador absorto, concluyendo un buen film que sin embargo no es deslumbrante y podría ser mejor dado que el director es capaz de realizar buenas joyas como había demostrado en otras películas.
La fotografía es lúgubre y hace gran uso de los claroscuros en un evocador trabajo que está repleto de matices estéticamente sombríos, logrando un tenebroso trabajo que transporta eficazmente al espectador. La música es urdidora e inquietante en los momentos oportunos, gracias a unas melodías clásicas y estimulantes que hacen sentir la amenaza en sus enigmáticos sonidos que turban al espectador. Los planos y movimientos de cámara consuman una labor personal y particular del director mediante el uso de la cámara en mano, generales, avanti, seguimiento, reconocimiento, subjetivos, tercera persona, primeros planos, plano-contraplanos, panorámicos y detalles que sacan lo mejor de la historia y las interpretaciones.
Las actuaciones son profundas y están bien trabajadas. Como protagonista Johnny Depp está íntegro y con su dosis de carisma habitual en un buen papel y Emmanuelle Seigner está insensible y persuasiva en su labor, siendo creíbles los acompañamientos de Lena Olin, Frank Langella, James Russo y Allen Garfield entre otros. La dirección artística emplea para estos unos vestuarios y caracterizaciones elegantes y distinguidos por un lado y humildes por otro en una tarea clásica y correcta que junto con los decorados y los exteriores te transportan in situ.
El guion, escrito por el director junto con Enrique Urbizu y John Brownjohn y basado en la novela de Arturo Pérez Reverte, es enigmático e interesante pero solo hasta cierto punto, ya que su misterioso entramado crea atención en el público pero no lo mantiene absorto en la historia que ya en sí es atractiva tal cual, finalizando un buen film que sin ser brillante ni cautivador al menos entretiene y cumple al menos con su cometido para el público menos exigente. Esto se lleva a cabo con una narrativa intrigante e insidiosa que con tono conspirador y equilibrado añade misterio y profundidad al film. Cabe destacar también, el montaje lineal y seguido que se toma su tiempo en ir desarrollando su historia y crear así ambiente.
Para finalizar, la considero una obra con detalles interesantes y enigmas que hacen el film ameno de ver y no decepciona pero que desde luego queda lejos de los films más destacables del director ya que no mantiene la intriga todo el rato e incluso permite que el espectador se relaje en su visionado. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, planos, movimientos de cámara y narrativa que convierten a La novena puerta, en un film decente y con momentos buenos pero que no se recuerda con gran interés, sino más bien como algo entretenido pero prescindible.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Oliver Twist
Oliver Twist (2005)
  • 6,4
    20.172
  • Reino Unido Roman Polanski
  • Barney Clark, Ben Kingsley, Harry Eden ...
7
Una notable versión personal del clásico de Charles Dickens
Oliver Twist de Roman Polanski es un drama basado en la pobreza en el siglo XIX basado en un niño de orfanato que después de ayudar a limpiar chimeneas y a enterrar a muertos se escapa y conoce a un grupo de jóvenes delincuentes que están bajo el amparo de un viejo que le ofrece alojamiento a cambio de robar junto con los otros chicos. Dirigida con un ritmo vigoroso y con un estilo tan efectivo para los adultos como para los más pequeños, es una obra hermosa al plasmar la famosa obra de Charles Dickens para agradar al público en general, ya que logra amenizar el rato con una trama divertida y emotiva que no dejará a nadie indiferente, concluyendo un notable film que hace conocer la obra sin necesidad de leer el libro, por lo que dejará buenas vibraciones tras su visionado.
La fotografía es oscura y lúgubre por un lado y lumínica por otro, haciendo gran uso de los claroscuros en una labor repleta de detalles alusivos que son estéticamente idóneos para lo que ofrece, logrando un bello y magistral trabajo. La música es hermosa e inspiradora en una tarea estimulante que encanta al público con sus melodías inquietantes y enardecedoras que agradan al espectador en su visionado. Los planos y movimientos de cámara consuman una labor particular del director mediante el uso de los subjetivos, seguimiento, primeros planos, cámara en mano, reconocimiento, plano-contraplanos, generales, steadycam, detalles y panorámicos que exprimen lo mejor de las interpretaciones y la acción.
Las actuaciones son remarcables y apropiadas. Como protagonistas Barney Clark está creíble y convincente en su labor de huérfano y Ben Kingsley está auténtico y señalado, siendo buenos los acompañamientos de Harry Eden, Jamie Foreman, Mark Strong, Leanne Rowe, Edward Hardwicke, Lewis Chase, Alun Armstrong. Para estos emplea la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones sugestivos de la época y cada personaje según su razón social, humildes y carentes en los niños y elegantes y distinguidos en los hombres de clase alta en una espléndida tarea que junto con los oportunos decorados te transportan.
El guion, escrito por Ronald Harwood y basado en la novela de Charles Dickens, es una obra que se adapta bien a la novela en cuestión, ofreciendo detalles particulares del director pero sin deslumbrar demasiado, cumpliendo bien con la historia para satisfacer a los seguidores del género y del director pero sin esperar tampoco de ella algo deslumbrante, sino más bien algo efectivo y cumplidor. Esto se lleva a cabo con una narrativa expresiva e infantil en el caso de los niños e insidiosa en el caso de los adultos, cumpliendo con una labor natural e intachable que con tono educado en el protagonista gusta escuchar. Cabe destacar también, el montaje lineal y acompasado que no se toma prisas en exponer la historia.
En definitiva, la considero una obra hermosa y con detalles conmovedores y entretenidos que plasman la conocida novela de Charles Dickens con efectividad pero sin brillo, cumpliendo notablemente con lo que se ofrece en una labor que es también atractiva y evocadora. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, planos, movimientos de cámara, vestuarios, caracterizaciones, decorados y narrativa que hacen de Oliver Twist, un film ameno y encantador por momentos que no defrauda y satisface en su visionado a todos los públicos.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nacido el cuatro de julio
Nacido el cuatro de julio (1989)
  • 6,7
    21.955
  • Estados Unidos Oliver Stone
  • Tom Cruise, Willem Dafoe, Raymond J. Barry ...
7
Una decente continuación de la trilogía de Vietnam, aunque de menor calidad que Platoon
Nacido el cuatro de julio de Oliver Stone es un drama bélico basado en hechos reales que supone la segunda parte de la trilogía de Vietnam del director y trata sobre un joven patriótico que va a la guerra convencido de sus ideales y patriotismo y una vez vuelve en silla de ruedas se va volviendo cada vez más antibelicista. Dirigida con un ritmo vigoroso y con un estilo algo sentimental y profundo para calar en el espectador, es una obra bella y emotiva que muestra detalles antibelicistas y subjetivos del director para dejar un gran mensaje algo pesimista en el espectador que se recuerda y continua eficazmente la trilogía de Vietnam, concluyendo un buen film que llega con sinceridad al corazón del público.
La fotografía es lumínica y evocadora en un espléndido trabajo que llama la atención con imágenes repletas de detalles idóneos que en ocasiones impactan y desconciertan al público por su violencia. La música del gran John Williams es intrigante y en ocasiones inquietante para añadir dramatismo y estímulo al film, enardeciendo con sus sonidos las batallas gracias a unas melodías inspiradoras y otras emotivas y encantadoras que cautivan al espectador como es habitual en las bandas sonoras de este músico. Los planos y movimientos de cámara consuman una labor excesivamente dinámica en la que sobran algunos movimientos de cámara que marean algo al espectador a través del uso de los primeros y primerísimos planos, seguimiento, grúas, generales, panorámicos, subjetivos, cámara en mano, reconocimiento, circulares, plano-contraplanos y cámara en mano. Cabe destacar también, los efectos visuales y de sonido sobrecogedores que enardecen la sangre y la violencia en las batallas y en algunas escenas.
Las actuaciones son competentes y bien trabajadas. Como protagonistas Tom Cruise está deslumbrante en un papel con hundimiento psicológico, siendo creíbles los acompañamientos de Willem Dafoe, Raymond J. Barry, Caroline Kava, Kyra Sedgwick, Bryan Larkin, Stephen Baldwin, Tom Sizemore, Tom Berenger y William Baldwin entre otros. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones sugestivos de la época y lugar en cuestión, siendo variados según el personaje de militares, veteranos de guerra y civiles en una notable labor que junto con los decorados y exteriores te transportan a cada lugar visitado.
El guion, escrito por el director junto con Ron Kovic y basado en la autobiografía de este último, es bello y profundo en el desarrollo de su personaje principal antes, durante y después de la guerra para cautivar al público con su historia y cambio de actitud y creencias cuando se ve postrado en una silla de ruedas y tiene recuerdos terribles que superar, finalizando un notable film que continua la trilogía de Vietnam del director aunque sin llegar al nivel de Platoon, que es considerado uno de los mejores films bélicos de la historia. Esto se lleva a cabo con una narrativa con voz en off afable y pesimista al principio, siendo el resto expresiva y patriótica al principio y dudosa y desesperanzada a medida que avanza el film. Cabe destacar también, el montaje lineal y acompasado que se toma su tiempo para el desarrollo de su personaje e historia y que utiliza los saltos temporales para ir situando al espectador.
En conclusión, la considero una obra profunda y notable que continua con estilo propio y acierto la trilogía de Vietnam del director y que muestra la autobiografía real de Ron Kovin para lanzar un mensaje personal y antibelicista que en esta ocasión deja evidencias de las heridas físicas y psicológicas de los veteranos de la guerra para dejar claro un personal no a la guerra del director. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, efectos, planos, movimientos de cámara, vestuarios y caracterizaciones, decorados y narrativa que vuelven a Nacido el cuatro de julio, un film autobiográfico y antibelicista sincero y con un mensaje emotivo en su interior que no se olvida.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Macbeth
Macbeth (1971)
  • 6,9
    1.920
  • Reino Unido Roman Polanski
  • Jon Finch, Francesca Annis, Martin Shaw ...
8
Un clásico de Shakespeare llevado a la pantalla con estilo propio y acierto
Macbeth de Roman Polanski es un drama basado en la conocida obra de teatro de William Shakespeare en el que unas brujas profetizan al general Macbeth que será rey, comenzando entonces una serie de traiciones y conspiraciones para llegar a hacer este que se cumpla lo profetizado. Dirigida con un ritmo paulatino y con un estilo profundo y fiel a la obra de Shakespeare, es un film que muestra cinematográficamente la conocida obra de teatro a los cinéfilos más clásicos con una cinta notable llena de buenas interpretaciones, logrando un trabajo bastante certero y personal que deja buenas sensaciones tras su visionado, concluyendo un film provocador en su conocida historia llena de traiciones y obsesiones por lograr el éxito y la ambición de llegar al trono del reino.
La fotografía es lúgubre y oscura en sus imágenes tenebrosas y también lumínicas que hacen gran uso de los claroscuros en exteriores, logrando una labor hermosa y bien cuidada en detalles que te transportan in situ. La música es turbadora e inquietante en las escenas oportunas, añadiendo intriga con sus sonidos turbadores que desconciertan, en especial los cotidianos del lugar dentro de los silencios. Los planos y movimientos de cámara consuman una labor técnica personal del director mediante el uso del avanti, retroceso, primeros y primerísimos planos, cámara en mano, circulares, reconocimiento, panorámicos, seguimiento, tercera persona y generales que sacan lo mejor tanto de la historia como de las interpretaciones. Cabe destacar también, los efectos visuales que enardecen la sangre y la violencia en las luchas.
Las actuaciones son recónditas y admirables. Como protagonistas Jon Finch está impecable y muy aplicado en su labor, Francesca Annis está impasible y persuasiva y Martin Shaw remarcable en su labor, siendo creíbles los acompañamientos de Nicholas Selby, John Stride y Terence Bayler entre otros. La dirección artística emplea para estos unos vestuarios y caracterizaciones sugestivos de la época y personaje en cuestión en un buen elaborado trabajo que junto con los decorados y los exteriores te transportan notablemente al momento y lugar en cuestión.
El guion, escrito por el director junto con Kenneth Tynan y basado en la conocido obra homónima de teatro de William Shakespeare, es una fiel adaptación y atrapa al público con hechos de profecía, traición, ambición, tormento y miedos, todo ello con el asesinato como base en lo que sin duda es una de las mejores obras del genio inglés Shakespeare que además ha sido varias veces trasladada al cine, concluyendo un buen film que atrapa la total atención del cinéfilo clásico más exigente. Esto se lleva a cabo con una narrativa lírica y clásica que comienza con una voz en off de varios personajes, siendo el resto profundo e impecable en sus conspiraciones y frases atormentadas para dejar claro tanto la condición de cada personaje como su estado mental y anímico. Cabe destacar también, el montaje lineal y seguido que se toma su tiempo para ir exponiendo la historia poco a poco.
Concluyendo, la considero una obra inmortal y esencial tanto en la filmografía del director como para conocer la gran obra de Shakespeare, logrando crear un ambiente turbio y crudo y unos hechos expuestos que apasionarán a todos los cinéfilos clásicos exigentes. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, planos, movimientos de cámara, vestuarios, caracterizaciones, decorados y narrativa que convierten a Macbeth, en una fiel adaptación de la obra del dramaturgo y poeta inglés que está bien construida por un director que además no deja a nadie indiferente con sus films.
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El fuego de la venganza
El fuego de la venganza (2004)
  • 7,1
    45.417
  • Estados Unidos Tony Scott
  • Denzel Washington, Dakota Fanning, Christopher Walken ...
7
Un gran thriller de acción al que le sobra algunos detalles efectistas
El fuego de la venganza de Tony Scott es un drama y un thriller de acción basado en una familia pudiente que vive en México D.F. y que contrata los servicios de un guardaespaldas para evitar que secuestren en la ciudad a su hija pequeña. Dirigida con un ritmo dinámico y con un estilo algo sensacionalista pero atractivo que gusta ver y que emociona, es una obra notable tanto en la historia y personajes como en su desarrollo, tomando la venganza como base para satisfacer a los amantes del género, concluyendo uno de los films más apasionantes del director que cautivará a todos aquellos que se aventuren a descubrirla, ya que es una película que no se olvida fácilmente.
La fotografía es lumínica y alusiva al lugar gracias a una labor repleta de matices estéticamente bien elaborados que contiene algunas imágenes impactantes que desconciertan por su violencia, logrando una labor apasionante que no dejará a nadie indiferente. La música es rítmica y variada con algunas canciones estimulantes y alentadoras del lugar y otras melodías emotivas y algo nostálgicas que son hermosas y cautivan al público, ya que sus profundos sonidos calan sin remisión en el espectador. Los planos y movimientos de cámara consuman una tarea dinámica a través del uso del avanti, retroceso, cámara en mano, grúas, primeros y primerísimos planos, plano-contraplanos, subjetivos, reconocimiento, circulares, seguimiento, detalles y steadycam que exprimen lo mejor de las interpretaciones y la acción. Cabe destacar también, los efectos visuales y de sonido que enardecen la violencia.
Las actuaciones son estereotipadas pero atractivas. Como protagonistas Denzel Washinton está implacable y con profundidad psicológica, Dakota Fanning está remarcable y radiante en su papel infantil y Christopher Walken está íntegro y carismático, siendo adecuados los acompañamientos de Radha Mitchell, Marc Anthony, Giancarlo Giannini y Mickey Rourke entre otros. Para estos emplea la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones elegantes y estilosos por un lado para marcar la clase alta en una buena labor que junto con los decorados y los exteriores te transportan in situ.
El guion, escrito por Brian Helgeland y basado en la novela de A.J. Quinnell, va de menos a más y se divide en dos partes bien diferenciadas. La primera de ellas es la presentación de los personajes y su desarrollo y la segunda es la venganza, finalizando un magnífico film que apasiona a todos los amantes del género y que deja grandes sensaciones tras su visionado, aunque tiene algunos fallos y se empeña en ser efectista restando calidad a una película que podría haber sido aún mejor si se hubiera tomado más en serio. Esto se lleva a cabo con una narrativa expresiva y equilibrada que pasa de amable y afectuosa por un lado a conspiratoria e irascible por el otro para dejar clara la condición de cada personaje en el film. Cabe destacar también, el montaje lineal y seguido que se toma su tiempo para el desarrollo de los personajes y la historia.
Para finalizar, la considero una película portentosa e indispensable en el género, ya que contiene todos los componentes necesarios para tener al público en suspense la segunda mitad del film gracias a un entramado emocional y lleno de intrigas y preguntas que se irán contestando a medida que avanza el film. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, efectos, planos, movimientos de cámara, vestuarios, decorados y narrativa que convierten a El fuego de la venganza, en una obra soberbia que cautivará a toda clase de públicos incluidos los cinéfilos exigentes.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Callejón sin salida
Callejón sin salida (1966)
  • 6,8
    3.685
  • Reino Unido Roman Polanski
  • Donald Pleasence, Françoise Dorléac, Lionel Stander ...
7
Una comedia negra inesperadamente buena
Callejón sin salida de Roman Polanski es una comedia negra de intriga basada en un gánster herido que se refugia junto con su compinche moribundo en una casa donde vive un pareja compuesta por un hombre calzonazos y su mujer ninfómana. Dirigida con un ritmo gradual y con un estilo efectivo al mezclar la comedia con el cine negro, es una obra notable en lo que ofrece al público y en cómo lo ofrece, dejando destellos técnicos que adelantan la calidad cinematográfica capaz de plasmar el director en sus films y logrando con ello entretener y hacer buen cine para el deleite de los seguidores del género y del director, concluyendo uno de los films a tener en cuenta del director aunque no sea de los más conocidos o brillantes.
La fotografía en blanco y negro es bella y artísticamente está bien elaborada, logrando una labor inspiradora que está repleta de detalles evocadores que dejan claro el nivel magistral capaz de ofrecer el director en sus films. La música es inquietante y rítmica por momentos, digna del mejor cine negro para estimular y sugerir intriga cuando la acción lo requiere, siendo esta solo usada en los momentos oportunos para no desviar la atención del espectador. Los planos y movimientos de cámara consuman un trabajo muy personal de cámara en mano continua y primeros planos para añadir inestabilidad al film, destacando también el uso del avanti, retroceso, primeros planos, plano-contraplanos, tercera persona, detalles y circulares que saca lo mejor de las interpretaciones dentro de su entorno.
Las actuaciones son cumplidoras y aceptables. Como protagonistas Donald Pleasence está adecuado en un personaje miedoso y bragazas, Françoise Dorléac está susceptible y provocadora como mujer ligera de cascos y Lionel Stander brusco y apático como mafioso herido, siendo aceptables los acompañamientos de Jack MacGowran, Iain Quarrier y Geoffrey Sumner entre otros. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones humildes y andrajosos por un lado e informales y más bohemios por el otro, marcando la forma de ser de cada persona en una correcta labor que junto con los decorados y los exteriores te transportan in situ.
El guion, escrito por el director junto con Gérard Brach, es una buena mezcla de comedia y cine negro, comenzando el film con tintes más bien cómicos y finalizándolo con destellos del mejor cine negro, dejando al espectador descolocado y con la sensación de haber visto un gran film del famoso cineasta que deja detalles de su talento cinematográfico y ganas de hacer buen cine, finalizando con ella una de las obras más provocadoras de su colección. Esto se lleva a cabo con una narrativa insidiosa y expresiva que deja notas de humor e insinuación, así como la grosería y brusquedad de uno de ellos para marcar claramente la personalidad de cada uno de los personajes.
En definitiva, la considero un film notable y esencial del director que entretiene, divierte y deja al público atónito con un final inesperado que no dejará a nadie indiferente con la historia que se lleva a cabo. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, planos, movimientos de cámara, vestuarios, caracterizaciones y narrativa que hacen de Callejón sin salida, un film entretenido y divertido al principio e implacable y algo violento al final que gustará a todos los seguidores del género e incondicionales del director.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tess
Tess (1979)
  • 7,1
    4.012
  • Reino Unido Roman Polanski
  • Nastassja Kinski, Peter Firth, Leigh Lawson ...
8
Gran drama de época de un director al que no se le resiste nada
Tess de Roman Polanski es un drama romántico de época basado en Inglaterra en el siglo XIX en el que una joven de familia humilde pero que desciende de un ilustre clan, es enviada a casa de estos para relacionarse con sus parientes, encontrándose entonces con sentimientos encontrados de ilusión, desilusión y su posterior desesperanza. Dirigida con un ritmo tranquilo y con un estilo clásico de film de época que dista algo de los géneros más habituales del director, es una obra profunda en su exposición de personajes y sus secretos ocultos que los atormentan por ser de un momento histórico más cerrado, cautivando al público con una historia provocadora y hermosa que logra un impecable trabajo que encantará a todos los seguidores del género y del director, concluyendo con esto un maravilloso film que es de lo más soberbio y recordable.
La fotografía es lumínica y evocadora en una enorme labor que está cuidada en detalles, logrando un precioso e inspirador trabajo que hace gran uso de los claroscuros y la luz en los exteriores para transportarte eficazmente a la época. La música es emotiva y nostálgica en sus sonidos de época que añaden belleza gracias a unas dulces melodías que dan armonía al film, usando también sonidos tranquilizadores que dan confort en las escenas oportunas. Los planos y movimientos de cámara consuman un sobria y bien llevada a cabo labor técnica a través del uso del reconocimiento, generales, panorámicos, seguimiento, subjetivos, tercera persona, plano-contraplanos, avanti, retroceso y primeros planos que se centran en sacar lo mejor de las interpretaciones.
Las actuaciones son naturales y destacables del primero al último. Como protagonistas Nastassja Kinski está emocionalmente notable en una labor con profundidad psicológica, Peter Firth está íntegro y señalado en su tarea y Leigh Lawson está insensible y apático en su personaje, siendo notables los acompañamientos de John Collins, Richard Pearson, John Bett y Rosemary Matin. La dirección artística emplea para estos unos vestuarios y caracterizaciones sugestivos de la época y el personaje según su condición social, en una excelente tarea que junto con los decorados y los exteriores te transportan al momento y lugar en cuestión.
El guion, escrito por el director junto con Gérard Branch y John Brownstain y basado en la novela de Thomas Hardy, es hermoso y profundo en su historia basada en una joven de familia humilde y apellido noble que una vez entra en el mundo pudiente empiezan a surgir sus problemas, pasándole una serie de sucesos injustos y desafortunados que la ponen al límite de su dignidad y paciencia, finalizando con ello un bello film de época que cautivará con su sinceridad y naturalidad a todos los amantes del género. Esto se lleva a cabo con una narrativa clásica y antigua que con tono educado y algo pesimista deja clara la forma de ser de cada uno de los protagonistas, ya sea amable o insinuante en lo que busca en una intachable tarea. Cabe destacar también, el montaje lineal y seguido que se toma su tiempo para el desarrollo de sus personajes e historia.
En conclusión, la considero un drama de época imperecedero e insustituible que es de los mejores de la filmografía del director y que encandilará a los amantes de la categoría al estar construido con mucho oficio y talento, mostrando una historia dramática y unos personajes que van desarrollándose a lo largo del film según sus circunstancias, cautivando a todos en su visionado. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, planos, movimientos de cámara, vestuarios, caracterizaciones, decorados y narrativa que vuelven a Tess, un film hermoso y profundo para satisfacción de los incondicionales del género.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El baile de los vampiros
El baile de los vampiros (1967)
  • 7,0
    13.053
  • Reino Unido Roman Polanski
  • Jack MacGowran, Roman Polanski, Sharon Tate ...
7
Una parodia cómica jocosa y notable de Polanski
El baile de los vampiros de Roman Polanski es una comedia de terror que parodia a los vampiros basada en un doctor y su ayudante que paran en una extraña posada donde un vampiro rapta a la hija del posadero, entonces buscan el castillo para salvar a esta y demostrar la existencia de los vampiros. Dirigida con un ritmo vital y con el estilo técnico personal del director aunque trata el género cómico y paródico que no es muy corriente en él, es una obra divertida y con algunas escenas memorables que cautivan a los seguidores del género al parodiar a los vampiros como no se había hecho hasta entonces, encantando al público con uno de los films más conocidos del famoso cineasta, que además, tiene el aliciente de estar interpretado en parte por Sharon Tate, su mujer por aquel entonces que tristemente fue asesinada poco después por la familia de Charles Manson.
La fotografía es alusiva y fantástica al estar repleta de detalles llamativos que cautivan en su visionado, logrando imágenes misteriosas y tétricas que atrapan al espectador y lo transporta a un mundo ficticio muy atractivo de ver. La música es divertida en sus ritmos llenos de melodías turbadoras y enigmáticas que son utilizadas según la escena, siendo estos en algún momento fantasmagóricos acorde con la trama. Los planos y movimientos de cámara consuman una labor técnica que ayuda a ser el film más hilarante mediante el uso de la cámara en mano, generales, primeros planos, reconocimiento, circulares, seguimiento, subjetivos, avanti y acelerada que saca lo mejor de la acción y las interpretaciones.
Las actuaciones son cómicas e inocentes. Como protagonistas Roman Polanski está sensible y miedoso en un personaje bastante cobarde, Jack MacGowran está cumplidor en un papel guasón y Sharon Tate está sensual e ingenua, siendo buenos los acompañamientos de Alfie Bass, Ferdy Mayne y Jessie Robins entre otros. Para estos emplea la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones sugestivos y fascinantes al ser estéticamente encantadores y bien trabajados del primero al último, cumpliendo con una espléndida labor que junto con los excelentes decorados te transportan in situ.
El guion, escrito por el director junto con Gérard Brach, es divertido en sus embrolladas e insólita historia que parodia a los vampiros y que atrapa a todos los seguidores del género, yendo de menos a más tanto en interés como en humor en sus innumerables escenas, finalizando lo que sin duda es uno de los mejores films del director en el que además, domina un género que no su más habitual. Esto se lleva a cabo con una narrativa ocurrente y expresiva que tiene en su interior unos diálogos burlones y afilados para volver el film de lo más hilarante pero sin excederse.
Concluyendo, la considero una obra imperecedera e indispensable en la filmografía del director y de las parodias cómicas que cautiva al público con su humor e historia entretenida repleta de escenas divertidas que serán de lo más amenas para el espectador. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, planos, movimientos de cámara, vestuarios, caracterizaciones, decorados y narrativa que hacen de El baile de los vampiros, un film fabuloso y agradable de ver en su historia jovial repleta de escenas inolvidables.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El escritor
El escritor (2010)
  • 6,8
    41.421
  • Francia Roman Polanski
  • Ewan McGregor, Pierce Brosnan, Olivia Williams ...
7
Un estupendo thriller de Polanski que hará disfrutar a los más exigentes
El escritor de Roman Polanski es un thriller de intriga basado en un escritor que recibe el encargo de escribir la biografía del primer ministro británico tras morir su predecesor, y al poco de empezar el político es acusado de crímenes de guerra. Dirigida con un ritmo paulatino y con un estilo indagatorio e inteligente en su modo de exponerlo, es una obra perspicaz que gusta por cómo desarrolla su historia poco a poco para ir penetrando en el espectador sin tener prisa ni tampoco pausa, creando un ambiente de investigación para descubrir detalles oscuros y turbios de un político de primer grado, concluyendo un lúcido film que es irresistible de ver una vez comienzas a verlo para satisfacción de los seguidores del género.
La fotografía es mezcla de lumínica y oscura en un evocador trabajo según el lugar que cumple con una agraciada e idónea labor al estar estéticamente bien trabajada. La música es melódica e intrigante en sus enigmáticas melodías que estimulan al público, añadiendo misterio al film y alentando con sus ritmos inquietantes que hacen sentir al público la constante amenaza que siente el protagonista. Los planos y movimientos de cámara consuman una labor formal y estéticamente más sobria de lo que suele presentar el director mediante el uso de los planos-contraplanos, generales, detalles, avanti, retroceso, seguimiento, circulares, panorámicos, reconocimiento, subjetivos y cámara en mano que exprime lo mejor de las interpretaciones.
Las actuaciones son intachables e íntegras en sus personajes. Como protagonistas Ewan McGregor está convincente e irreprochable en su labor, Pierce Brosnan está susceptible y apático en su papel y Olivia Williams está sensible y sentido en su trabajo, siendo decisivos los acompañamientos de Kim Cattral, Tom Wilkinson, Timothy Hutton, James Belushi, Jon Bernthal, Eli Wallach y Robert Pugh. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones elegantes y formales en sus distinguidas ropas que marcan la clase política de sus personajes en una correcta labor que junto con los pertinentes decorados te transportan in situ.
El guion, escrito por el director junto con Robert Harris y basado en la novela de éste último, va creando una atmósfera turbia y desconcertante poco a poco, ya que su entramado se centra en la investigación de una muerte y de un supuesto político que ayudo a cometer crímenes de guerra, introduciendo al espectador en su entramado atractivo y bien trabajado que intriga con una historia estimulante que no brilla pero que gusta a todos en su visionado y que deja lo mejor para el final. Esto se lleva a cabo con una narrativa insinuante y variada según el personaje en una impoluta e insidiosa labor que gusta escuchar al público. Cabe destacar también, el montaje lineal y seguido que se toma su tiempo en ir exponiendo su historia y verdadera caras de los protagonistas.
Para finalizar, la considero una obra indispensable en el género y en la filmografía del director que atrapa poco apoco al espectador con una trama atractiva y bien trabajada, la cual se toma su tiempo para exponer a sus personajes y su historia con un thriller notable y recordable que dejo lo mejor para el final y gustará a los cinéfilos más exigentes. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, planos, movimientos de cámara, vestuarios y narrativa que convierten a El escritor, en un film impoluto en todo lo que se propone ser para penetrar en el cinéfilo que busque cine bien construido y con gran dosis de intriga para atraer al público.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La muerte y la doncella
La muerte y la doncella (1994)
  • 7,3
    10.544
  • Reino Unido Roman Polanski
  • Sigourney Weaver, Ben Kingsley, Stuart Wilson ...
7
Otro buen film digno de visión de Polanski
La muerte y la doncella de Roman Polanski es un drama y un thriller psicológico sobre un país que acaba de salir de una dictadura y en el que todo te hace desconfiar, coincidiendo en una casa 3 personas con un pasado turbio en común que saldrá poco a poco a la luz. Dirigida con un ritmo activo y con el estilo personal y propio del director que va creando una atmósfera de suspense e intriga a lo largo del film, es una obra penetrante que muestra una historia turbadora sobre un pasado terrible que por casualidad vuelve a la vida de esta persona para darle la oportunidad de vengarse, manteniendo al público expectante ya que su incitadora trama no deja a nadie indiferente, concluyendo un impetuoso film que mantiene el mismo nivel que tiene el director en sus buenas películas.
La fotografía es oscura y muestra imágenes lúgubres y algo siniestras que son estéticamente sombrías y desconcertantes, logrando un portentoso trabajo que impacta en ocasiones y estimula al público al crear poco a poco más y más tensión. La música es clásica e instrumental, mostrando melodías nostálgicas y tristes que son usadas solo en las ocasiones clave y otras inquietantes y turbadoras para mantener al público agitado. Los planos y movimientos de cámara consuman una labor técnica buena mediante el uso de los generales, seguimiento, cámara en mano, reconocimiento, subjetivos, detalles, primeros planos, planos-contraplanos, avanti y grúas que sacan lo mejor de las interpretaciones.
Las actuaciones son profundas y contundentes. Como protagonistas Sigourney Weaver está auténtica y con hundimiento psicológico, Ben Kingsley está deslumbrante y creíble en un gran papel y Stuart Wilson está cumplidor y notable en lo que ofrece, haciendo los tres un gran trío interpretativo que es de lo mejor de la película. La dirección artística emplea para estos unos vestuarios y caracterizaciones informales y formales según el momento en una correcta labor que junto con los decorados de interiores cumplen con su cometido.
El guion, escrito por Ariel Dorfman y Rafael Yglesias, va de menos a más gracias a una historia intrincada y provocadora cuya base es la venganza de algo horrible que ocurrió muchos años atrás, finalizando un notable film que mantiene el alto listón capaz de ofrecer el director y su estilo para crear una atmósfera turbia que atrapa eficazmente al público. Esto se lleva a cabo con una narrativa insidiosa y expresiva que a base de acusaciones llenan el film de intrigas y enigmas que poco a poco se van resolviendo gracias a una profunda tarea que es junto con las interpretaciones lo mejor del film.
En definitiva, la considero una obra implacable y absorbente que atrapa de principio a fin al espectador con un entramado incitador y bien trabajado en la que son pocas pero potentes las interpretaciones que se adueñan del film con sus diálogos y hechos narrados de horribles sucesos del pasado que hasta el final no queda claro si tiene razón o no la protagonista en su acusación. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, planos, movimientos de cámara y narrativa que hacen de La muerte y la doncella, un film profundo y malsano en sus sucesos contados que siguen el trasfondo histórico de una dictadura.
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2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminator Génesis
Terminator Génesis (2015)
  • 5,2
    22.742
  • Estados Unidos Alan Taylor
  • Emilia Clarke, Arnold Schwarzenegger, Jason Clarke ...
5
Como era de esperar...entretenimiento y poco más
Terminator Génesis de Alan Taylor es una secuela de acción y ciencia ficción que sitúa la historia en el momento justo antes de ser enviado el primer Terminator al año 1984, cambiando entonces todo el pasado y futuro conocido para dar unas cuantas vueltas de tuerca a una historia que empieza a estar trillada. Dirigida con un ritmo vertiginoso y con un estilo efectista y comercial que busca todo el rato sorprender al espectador con inesperados giros argumentales, es una obra entretenida y a momentos apasionantes pero que ni en broma llega al alto nivel de las dos primeras entregas de James Cameron, cumpliendo a medias para satisfacer a los cinéfilos menos exigentes seguidores de la saga.
La fotografía es apocalíptica e impactante en sus imágenes destructivas como era de esperar, logrando un trabajo lleno de efectos visuales y bastante futurista que es evocador a cada época donde se desarrolla la historia y llena el film de violentas escenas. La música cumple con una versión algo más light de la conocida banda sonora de la saga y tiene sonidos enardecedores para excitar al público en la acción, estimulando con sus ritmos en las escenas clave. Los planos y movimientos de cámara consuman un correcto trabajo técnica a través del uso de los planos-contraplanos, seguimiento, reconocimiento, panorámicos, circulares, grúas, primeros planos y detalles que se centran en sacar lo mejor de la acción y de las insuficientes interpretaciones. Cabe destacar eso si, como es habitual, los efectos visuales y de sonido que son espectaculares y asombran cuando se lo proponen para distraer al espectador.
Las actuaciones son aceptables por momentos pero desde luego no cumplen en líneas generales con lo que se espera de ellas, y además, parecen más centradas en un humor inexistente que en la propia interpretación, no siendo señalado ninguno de los trabajos. Cuenta con las interpretaciones de Emilia Clarke, Arnold Schwarzenegger, Jason Clarke, Jai Courtney y J.K. Simmons entre otros. Para estos emplea la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones sugestivos a cada época y personaje en una notable labor que junto con los magníficos decorados te transportan in situ.
El guion, escrito por Laeta Kalogridis y Patrick Lussier, es embrollado en su trama y saltos temporales para intentar sorprender continuamente al espectador, y aunque tiene momentos de acción emocionantes y algunos detalles divertidos no guarda en su interior la atmósfera absorbente y penetrante de las primeras partes, finalizando un film comercial que solo entretiene y no llega a ser recordable por ningún seguidor de la saga, ya que solo se ha centrado en rellenar la historia y marear al espectador con demasiada historia intrincada. Esto se lleva a cabo con una narrativa con voz en off afable y desesperanzadora del protagonista que es explicativa y evocadora, siendo el resto algo chulesca e incitadora en sus archiconocidos y más que utilizados comentarios que dieron fama a la historia para intentar penetrar inútilmente en el público. Cabe señalar también, que para el montaje utiliza el flash-back y el flash-forward en una labor demasiado revuelta para tener al público más centrado en su seguimiento que en su historia en sí.
En conclusión, la considero una obra amena y entretenida en su trama de giros argumentales y saltos temporales que agrada en su visionado pero decepciona en el sentir de no estar ni de lejos al nivel de la saga que tanto apasionó a sus seguidores, finalizando un moderado film que pasa más bien desapercibido para el público exigente. Algo recomendable por su guion, montaje, efectos visuales y de sonido, planos, movimientos de cámara y narrativa en off que vuelven a Terminator Génesis, un film con ciertos detalles interesantes pero que se mantiene lejos de la calidad fílmica y de historia de las dos primeras partes.
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1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un dios salvaje
Un dios salvaje (2011)
  • 7,0
    45.313
  • Francia Roman Polanski
  • Kate Winslet, Christoph Waltz, Jodie Foster ...
7
Una comedia negra necesaria y divertida de ver
Un dios salvaje de Roman Polanski es una comedia dramática de cine negro basada en dos parejas que se reúnen en casa de una de ellas para tratar una agresión del hijo de uno de ellos al otro, intentando ambas ser diplomáticas pero sin embargo poco a poco dejan de serlo. Dirigida con un ritmo dinámico y con un estilo afilado que saca lo peor de las personas con algo cotidiano que se supone se debe llevar con cortesía, es una obra embrollada en sus discusiones que van poco a poco en aumento, absorbiendo al público y dejándolo atónito con una trama provocadora que no va a dejar a nadie indiferente por ser de lo más ingeniosa en lo que expone, concluyendo un incitador film que es de lo más peculiar y sencillo.
La fotografía es lumínica y competente en una labor bien cuidada en detalles de interiores que cumplen con una tarea estéticamente decorativa, logrando un efectivo trabajo que te transporta. La música es rítmica y estimulante en sus melodías que son solo usadas al principio y al final del film para no desviar la atención del espectador de las conversaciones de los protagonistas. Los planos y movimientos de cámara consuman una labor particular y propia que es reconocible del director mediante el uso de la cámara en mano, ininterrumpidos, avanti, retroceso, generales, subjetivos, plano-contraplanos, seguimiento, reconocimiento y tercera persona que hacen partícipe al espectador de la trama.
Las actuaciones son notables y están muy bien trabajadas. Como protagonistas Christoph Waltz está auténtico y convincente en su línea habitual de buenas interpretaciones, Kate Winslet está señalada y creíble, Jodie Foster está irreprochable e histérica en su tarea y John C. Reilly está intachable y convincente, formando los cuatro dos parejas que se esfuerzan en mantener una difícil armonía de comprensión. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones elegantes y formales que marcan la clase media de los protagonistas en una correcta labor que junto con los pertinentes decorados de interiores te transportan in situ.
El guion, escrito por el director junto con Michael Katims y Yasmina Reza, es enrevesado pero a la vez sencillo en sus altibajos de discusiones e incomprensiones, trasmitiendo malos rollos entre matrimonios por tener a un hijo que ha golpeado y roto dos dientes con un palo al hijo del otro matrimonio, finalizando un film cuyo fuerte es esa historia de encuentros y desencuentros, armonías y discusiones para entretener y divertir al público con una trama que no deja a nadie indiferente. Esto se lleva a cabo con una narrativa dinámica y variada según el personaje que pasa de insidiosa y expresiva a insinuante y sarcástica en un mordaz trabajo que es de lo mejor y más recordable del film.
Concluyendo, la considero una obra portentosa y bien trabajada de principio a fin y una gran comedia negra que simula una obra de teatro y mantiene al público pendiente de sus comentarios, discusiones y desacuerdos que aparecen entre los cuatro protagonistas. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, planos, movimientos de cámara y narrativa que hacen de Un dios salvaje, un film ameno e incitador en lo que expone para los seguidores del género y del director.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
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