Aquí se ven críticas dispares, valoraciones dispares: eso quiere decir que estamos ante una gran película. No deja indiferente a nadie.

El comienzo es apoteósico, brutal, magnánimo, un preludio perfecto a lo que va a acontecer. Si el problema es oír a los protagonistas cantando... ¿para qué entran a ver una película que de antemano saben que es un musical? Es absurdo.

Los actores están casi perfectos, aunque la mejor dure poco en pantalla. Anne Hathaway está enorme y preciosa.

El problema que tal vez he percibido es que el nivel decrece cuando se entra de lleno en las escenas de amor, para de nuevo resaltar, como una magistral epopeya, en las escenas sociales, en la calle. Porque "Los miserables" es la calle, la opresión y el hambre. Y creo que clavan las escenas de este tipo.

Para mí, una gran película con grandes actores y gran puesta en escena.

Último encuentro entre Lemmon y Matthau, mítica y extraña pareja, para hacernos reír y cerrar el círculo de tantas comedias interpretadas juntos.
La película peca del cine familiar de los noventa, pero estos grandísimos actores levantan el guión y lo ejecutan con la maestría que sólo ellos podían tener. Así, la extraña pareja comparte en esta ocasión un viaje para ir a la boda de sus hijos, viviendo treinta años después hilarantes situaciones.
Un seis es mi nota, más que como homenaje a estos dos maestros del cine que como nota final a la película, que en este caso, es lo que menos importa. Lo importante, es volver a verlos juntos.

Estamos ante una de esas películas que no pasarán a la historia, ni por buena ni por mala. Nicolas Cage parece empeñado en rodar todo lo que haga falta con tal de ganar lo suficiente como para mantener su tren (o trenes) de vida. Este es uno de los grandes errores de "El pacto": un Nicolas Cage que no funciona, con el ceño fruncido y sin gestos, aderezados por una perilla para integrarle mejor en el papel de profesor inteligente y aficionado al ajedrez.

Todo surge con el ataque a la mujer de la protagonista por un desconocido; buscando venganza, el profesor acepta la propuesta de acabar con el violador por parte de un extraño personaje interpretado por Guy Pearce (lo mejor de la película) pero a cambio tendrá que devolverle el favor cuando lo necesite. Hasta ahí todo bien, incluso nos recuerda aquella película de Hitchcock "Extraños en un tren". Buenas ideas y buen panorama. Pero de pronto, todo empieza a suceder porque sí, sin hilar y sin explicaciones.

Como he dicho, lo mejor de la película es Guy Pearce, un actor tan versátil que en mi opinión podía haber hecho los dos papeles principales sin ningún problema.

Lo peor, Nicolas Cage y los secundarios, que están de pena. Jennifer Carpenter es poco más que un maniquí y January Jones está tan preciosa como insustancial.

Admirable actuación de Joseph Gordon-Levitt que para mí es gran parte del éxito de esta película. Es verdad que se acompaña de buenos secundarios, sobre todo de Seth Rogen, pero es él y solo él el que lleva el peso absoluto.
La película nos ofrece la situación menos deseada, la de un chico que se enfrenta a un cáncer, y vamos viendo cómo lo acepta y cómo lo convive. Por el camino, quiénes se quedan a su lado y quiénes no, salpicado de algunos tópicos que para mi gusto reducen la puntuación final. Básicamente, es eso. El día a día de lo que va encontrando por ese duro camino.
El remate de la película me ha parecido flojo, quizá debería haberse resuelto de otra manera, alguna que pudiese ser más "real". Aunque siendo un 50/50 todo puede pasar.

Dejando a un lado lo pérfido del guión, la película es verdaderamente entretenida, sabe lo que tiene que ofrecer y lo hace. Pero claro, es para espectadores poco exigentes que sólo busquen pasar un rato viendo acción sin preguntarse el porqué.
Lo de las cámaras sí que resulta mareante, en muchas escenas uno no sabe bien qué es lo que está pasando verdaderamente, por ese temblor continuo.
Los actores están correctos (incluso Tom Cruise), y eso deben agradecérselo a que han dejado de lado las pasmosas fantasmadas de la segunda parte. Un reparto muy variado y lleno de caras conocidas, y en el que sobresale Philip Seymour Hoffman en su papel de antagonista.

Como curiosidad, creí ver al actor que encarnaba a "Búfalo" en la serie italiana "Roma criminal" en la escena en la que están junto a los muros del Vaticano, participando de extra en uno de los coches que se ven detenidos en una cola.

En referencia a la crítica más votada, sí, a esa que dice que la gente no hace críticas de películas sino de ideas políticas... ¿qué crítica ha hecho él? ¿Decir que le gusta como actúa Demi Moore? Bien, si por eso tiene no sé cuántos votos a favor, pues se ve qué se busca en estas críticas.

La película justita, pero para nada llega al aprobado. Muy bien que se rape la cabeza, que defienda el lugar de la mujer y bla bla bla... Pero no. Con eso no basta. Y es que Demi Moore no basta. Y aquí ni siquiera Viggo Mortensen. El trato y el comportamiento (tal vez como crítica al estamento militar, no sé) queda muy manido y superficial, con pruebas absurdas y situaciones sin sentido. Lo del patriotismo americano pues revuelve las tripas, y uno sigue mirando y criticando con la intención de encontrar alguna película que supere estas carencias, pese a quien le pese.

Desencanto de película y mucho más desencanto de la valoración de la gente hacia las críticas. Y como dice el gran votado... Ahora denle al no, total...

Vaya por delante que ante todo es una película muy entretenida. Y, claro, habiendo tomado apuntes de la gran novela de Wells, pues no cabía esperar lo contrario.
Correctos Guy Pearce y Jeremy Irons en sus papeles. Lo demás queda un poco desdibujado por un toque... ¿cómo llamarlo? de "cine familiar". No sé, tufillo a cine Disney o algo así, apropiado para toda la familia.
Como adaptación es una pena, pero pena de las grandes, porque hubiese salido un producto increíble. Como decía, como adaptación es una pena pero como película sin más es bastante amena y entretenida, salvando esa "familiarización" de la que hablaba antes.

Por lo poco que sé esta adaptación no tiene mucho que ver con el libro de Robert Wilson, pero muestra a un inspector Falcón lleno de miedos, culpas y negros pasados. La ambientación en Sevilla también es para resaltar, con unos ambientes oscuros y una fotografía bastante interesante. La trama, como en el caso anterior, tiene que ver con problemas de familias poderosas, tanto que llega a ámbitos insospechados. Se tocan temas tan peliagudos como dictaduras en países sudamericanos o la pederastia, manejándolos con buena mano.

Lo dicho, no he leído los libros de Wilson pero por lo que he visto no creo que estas adaptaciones desmerezcan, ya sea por el dinero invertido (que no ha sido poco) como por el buen hacer tanto del director como de los actores.

Miniserie coproducida por Canal + con la alemana ZDF y la británica Sky Atlantic que se basa en la novela "El ciego de Sevilla" de Robert Wilson.

El inspector Falcón (Marton Csokas) debe investigar un oscuro caso en que se ve envuelta su familia e incluso él mismo.

Para mi gusto, está bastante bien adaptada. Al principio puede resultar confusa, pero a medida que avanza se va volviendo más interesante y más misteriosa. La fotografía es notable, y Sevilla se muestra más que bien retratada. Un buen proyecto que continúa con otra adaptación del autor: esta vez "Condenados al silencio"

Relamida como ella sola, esta película nos muestra a un periodista/escritor encantado de haberse conocido que, como nada, suelta un monólogo de más de hora y media, con frases ingeniosas y literarias que podrían aburrir al más culto.
Por lo demás no hay nada. María Valverde asiste como espectadora casual a esta declamación "sacristaniana" viéndose impotente ante la incapacidad de huir. Nos muestra su desnudo cuerpo, eso sí, ya que el director se habrá dado cuenta de que algo debía aportar la chica. Perorata autocomplaciente donde las haya, nos persigue por cada vericueto de la película, sin descanso, hablando de todo a la vez que no habla de nada, saltando de tema como el que cambia de ropa interior, pero con el mismo trasfondo: el de un anciano carcomido que busca echar una cana al aire con una jovencita a través de su fallida embriaguez a través del palabreo.
Me extraña su buena nota y lo complaciente de las críticas. Tal vez si esto se hubiera desarrollado en papel o en una obra de teatro, mi opinión sería distinta, pero no es el caso.
Lo dicho, aburridísima, estulta y relamida.

Si esperan ver una película que narrase la vida de Houdini, no la vean.
Si esperan ver una película en donde haya magia, no la vean.
Si esperan ver una película con cierto grado de thriller, no la vean.

El intento de Gillian Armstrong es completamente fallido. No engancha en ningún momento (tal vez algo al principio) y a medida que avanza, aburre. Se basa en la cruzada que Houdini encabezó contra los espiritistas poniendo la prueba de que contactaran con su difunta madre. Hasta ahí, todo bien. Pero deviene en una película romántica al uso, contada por una niña, entre el mago y una psudoespiritista pobre de Escocia. La última hora es soporífera.

Muy floja.

El documental no nos aporta mucho más de lo que anteriormente supiéramos. La búsqueda de la exclusividad por parte de ambas empresas, el gasto increíble en publicidad, la doble moral, la guerra sin cuartel y sin normas entre las dos... De las dos empresas no habla nadie, salvo dos ex-trabajadores que cuentan sus experiencias en las guerras entre ambas compañías (tal vez la mejor aportación al documental).
Una guerra que ha durado más de cien años, y una guerra que se desarrolla en campañas publicitarias y despachos de oficinas. Una visión de dos potencias económicas enfrentadas, las cuales se necesitan una a otra para retroalimentarse, para ser mejores, para competir, para alcanzar el monopolio.

Estamos ante una notable película que conjuga thriller, cine negro, intriga y humor. Desde el principio tiene un ritmo avasallador y consigue que uno se enganche pronto a la trama, la cual pega un acelerón pasada media hora de película.
Es una grata sorpresa que el cine noruego nos regale películas así, que nada tiene que envidiar a los americanos (por mucho que algunos se empeñen en decir), los cuales veo pronto haciendo un remake con sus eternos tópicos.
Y los protagonistas, muy bien en sus papeles. Desde el antihéroe Waldau ("Juego de tronos") hasta el protagonista Aksel Hennie, esa mezcla rubia de Steve Buscemi y David Spade (ya verán a qué me refiero).
Yo, por supuesto, la aconsejo encarecidamente. Seguro que se sorprenderán.

Comedia fresquísima, con algo de acción y que no pierde el ritmo. Es grato ver la química que existe entre Jeff Bridge y la Basinger, así como los secundarios, brindándonos con un gran papel de comedia de los ochenta.
Sé que no es una película para ser nombrada o recordada, pero tampoco es como para suspenderla porque su función la cumple, que es entretener y hacer sonreír.
Para pasar un buen rato y reírse con los chillidos de Kim o con el siempre buen hacer de Jeff Bridges.

Se notan influencias de "Gangs of New York" y de "Deadwood" aunque quizá la calidad de los actores no sea tan alta como en los nombrados casos anteriores. Pero con una ambientación muy conseguida, con todo ese nivel de oscuridad y suciedad en una Nueva York del siglo XIX punto de choque de diferentes culturas y razas, con una trama bastante trabajada y fácil de seguir, hace que esta serie sea algo más que interesante. Todos tienen sus demonios atormentándoles, acompañados de la reciente Guerra, y no escatiman en tocar varios temas difíciles a la hora de preparar la historia.
Lo mejor, desde mi punto de vista, esa inquietante niña representada por una actriz que cree en lo que hace. También, como ya he dicho, la ambientación y la facilidad de expresar el contenido.
Bastante recomendable, sobre todo para cambiar un poco ya que no es una serie policial al uso.

Se narra la historia de un raro atraco a una joyería madrileña con la intención de recuperar unas joyas pertenecientes a Eva Perón y de todo lo que derivó del mismo.
Particularmente me gusta la ambientación escogida, un Madrid de los 50 duro y oscuro. Tal vez fallen algunos pequeños detalles, pero por lo general, está muy conseguido.
Quizá, lo que le sobra a la película, es la duración. Excesivamente larga para mi gusto. Pero eso sí, se hace entretenida.
Recomendable.

Después de verla no queda más que una palabra: decepción. Con dos actores de primer nivel como Nolte y Winger y un guión de Athur Miller uno podía esperar algo sensiblemente mejor. Lo que nos ofrece es algo engañoso, espeso y confuso, en donde el espectador se pierde continuamente en los entresijos que van apareciendo.
Lo cierto es que lo único que da cierto aire de seriedad a la película es Nick Nolte, tan profesional como siempre al que quizá lo que le falla es su falta de química con Debra Winger. Los demás personajes se quedan en esa nebulosa de confusión y opacidad.
En fin, una película que pasó sin más y que dejó ese gusto de decepción al verla, después de conocer todos los buenos ingredientes que la componían.

O estamos ante un "todo vale" o yo me equivoqué de película. Pretenciosa, insulsa, vacía, no hay nada donde rascar con la esperanza de encontrar algo. Una reunión familiar en un fin de semana recordado por una mujer en un tren. Nada más. Con almuerzos, niños correteando o viendo dibujos animados, visitas a la playa... Hubiera bastado con mostrar un álbum de fotos y evitarnos el trago de intentar verla entera.
Habría que hacer la prueba con algo igual pero hecho en España para ver cómo las críticas cambian y la nota decrece. Por cierto, esta es una de esas películas en que los "opinadores" hacen esas críticas kilométricas de las que siempre he desconfiado, tanto por cansinas y aburridas como porque se basan en el palabreo para justificar algo injustificable.

Aunque algunos gags ya los hayamos visto en anteriores películas, es cierto que la película no desmerece mucho. Pero ¡cómo somos! Si esta película la firma Kevin Smith tendría ya un 6 de nota.
Dentro de la comedia en sí, se ironiza con las dificultades de rodar una película y de cómo los intereses priman más que el arte (los gángters financiando la película). Y de paso, uno se echa unas risas con ese humor inglés tan particular.
En fin, que merece mucho la pena, al ser ligera y con picardía.
Yo, la apruebo.

La historia es flojita, muy flojita y, a pesar de ser un cortometraje, nos da la sensación de alargarse demasiado. Tal vez se hubiese podido rematar en menos tiempo. No voy a entrar en el tema de los premios, porque siempre desconfié del valor de las películas añadido por los galardones. Así que si me sabe a poco es por lo que he visto, no porque me esperase más al saber que tiene el récord o cosas así.
Lo mejor: la música.
Lo peor: el cartel y todo lo que viene después. ¿Cannavaro y Carboni? Sólo un gancho para que lo veas.