Película totalmente valiente por parte de Ralph Fiennes que nos viene a demostrar la atemporalidad de la obra de Shakespeare, reproducible en cualquier contexto y extrapolable a cualquier época. Marca los acentos en la política manipulable y en la guerra latente, con unos paisajes de noticiarios actuales pero siguiendo el ritmo escrito a principios del siglo XVII. No era fácil congraciarse con todo el público y por eso creo en la valentía de Fiennes al reproducir esta obra del genio de Stratford-upon-Avon, contando con un reparto muy acertado, en el que destaca el propio Fiennes como ese Coriolano exacerbado y repleto de ira, Gerard Butler como un comodín adecuado en la partida, una inmensa Vanessa Redgrave representando a la ambiciosa y dominante madre, Brian Cox, Jessica Chastain...
Por mi parte, conocida la dificultad de reproducir a Shakespeare y viendo el arrojo del director, le pongo una buena nota. Y la recomiendo a todos advirtiendo que, si lo que buscan es una película de acción, busquen en otro lado. Esto es Shakespeare.

Película que trata acerca de la capacidad que tienen ciertos rumores para hacer daño y que luego deriva en un aceptable thriller adolescente. Un triángulo de amigos que decide, como proyecto, difundir un rumor por todo el campus universitario para ver cómo desemboca todo. Pero este rumor acaba derivando en algo más grande que meterá a la policía de por medio y sacará asuntos del pasado de algún integrante del trío.

+ La propuesta es bastante intenresante.

- Los giros que el director/guionista tienen que pegar para llegar al desenlace son, cuando menos, inverosímiles y rebuscados.

No voy a detenerme en explicar ese concepto "gonzo" ya que creo que en todas las críticas anteriores hay definiciones de sobra. Película basada en una novela de Hunter S. Thompson, íntimo amigo de Johnny Deep (el cual es productor de esta misma peli), que trata de la estancia del famoso periodista en Puerto Rico a principio de los años sesenta mientras trabajaba escribiendo los horóscopos en un diario local y mojaba su garganta con todo el alcohol posible. Por allí aparece un rico empresario norteamericano y su novia, para completar el cuadro con sus dos compañeros de aventuras, dos periodistas decadentes y, también, alcohólicos.

Estamos ante una película que tiene partes de un todo pero no una unidad precisa. Buena fotografía, bellas imágenes de un Puerto Rico en plenos sesenta, amores imposibles, crítica social, sarcasmo y bastante comedia. Todo ello se consigue exaltar con un reparto muy competente, tanto por Johnny Deep como por el elenco de secundarios que le acompaña.

"El ser humano es el único animal que cree en la existencia de un Dios; sin embargo, es el único ser vivo que se comporta como si no existiera ese Dios". Hunter S. Thompson se suicidó en 2005, por lo que esta película debe entenderse como un tributo, un homenaje al periodista, ayudándose de sus escritos para conformar un personaje sólido pero tal vez no tanto como el propio autor.

+ El reparto está genial. Johnny Deep se sacude de encima a Jack Sparrow sin quitárselo del todo. La ambientación en ese Puerto Rico idílico y a la vez deprimente está muy conseguida.

- La duración es excesiva. Durando media hora menos tal vez se hubiera logrado conectar mejor con los espectadores. Por otro lado, Amber Heard es de lo más flojito del reparto.

¿Qué quieren que les diga? Un 7,3 me parece excesivo. Una Blancanieves a la española, con todo sus tópicos (toros, flamenco, patio andaluz, pasodobles, Carmen de Triana, más toros...) no me basta para considerarla buena, y también creo que le pesa el haber salido después de "The artist", porque el cine mudo moderno, después de esa película, dejó el listón muy alto. En cuanto al toreo, pues efectivamente le encantará al que le guste, pero hay gente que lo detestamos y tenemos que tragarnos una película que recrea un cuento alrededor de toreros y ruedos. No, definitivamente. Aunque por lo menos creo que han superado el mostrar escenas de sexo, porque ya hubiera sido demasiado. En fin, que estamos ante una "Blancanieves" cañí que posiblemente guste en el extranjero, un canto a que vengan a degustar la paella y la sangría para después ir a ver una buena corrida de toros.

+ El elenco de actrices es de lo mejor de la película. Maribel Verdú está bastante bien al igual que Macarena García. La banda sonora se repite demasiado (normal, siendo una peli muda) pero también está a la altura.

- Como en "The artist" un animal vuelve a tener papel protagonista, en este caso un gallo. Demasiado regodeo con los toros y falta de profundidad en la narración del cuento.

Todos nos hemos preguntado alguna vez cómo reaccionaríamos ante la situación de que maten a un ser querido y la justicia no haga su labor. Y si no nos lo hemos preguntado directamente, hay muchas películas que lo habrán hecho por nosotros. Ésta es una de ellas. Padre de familia de buena posición con un hijo triunfador al que matan en un atraco (que no es atraco) y que se quiere vengar de toda una banda marginal por la muerte de este. La reconversión de Bacon es próxima a la pantomima, al chiste, alternando su eterna cara de hombre atrapado por sus demonios con la de vengador implacable. Kelly Preston no es más que la mujer que tiene que salir en la película y John Goodman... ni siquiera sé por qué sale en los créditos iniciales si no hace más que un simple cameo. Los demás, pues flojos. La policía, Aisha Tyler, con uno de los peores papeles de toda la película: ni parece policía ni parece actriz. Y la banda de malos... Cogida por los pelos. Una mezcla étnica con tufillo setentero que sí, nos recuerdan bastante a la saga de Charles Bronson.
La moraleja viene a ser cómo un hombre respetable se convierte en un pandillero más, al moverse por los hilos de la venganza. Y más si en la película dejan a la policía y a la justicia a la misma altura de la mierda. Ineptos, ineficaces, vacíos.
¿Quién aplica la sentencia? ¿Intentaron ser un verdadero reflejo de la sociedad norteamericana de nuestros tiempo? ¿O simplemente fue un homenaje a las violentas películas de acción de los setenta y ochenta? Siempre nos quedará la duda.

Película de 1980 basada en la novela de 1976 de Clive Cussler famosa por el varapalo económico que sufrió en sus días, al ser una superproducción muy costosa y a la vez muy criticada. Durante años ha sido objeto de burlas y de críticas; una pena, yo la he encontrado bastante entretenida y muy valiente.

Los americanos descubren que en el interior del Titanic hay un mineral muy escaso con el que se puede fabricar armamento (estamos en medio de la Guerra Fría), y los soviéticos están en las mismas. Para acceder a él, no se les ocurre nada más y nada menos que reflotar el barco. Repito, la novela es de 1976 y la película de cuatro años más tarde, es decir, no tenían acceso al conocimiento que tenemos hoy en día. Por lo tanto, criticar esto es cuanto menos una tontería. Y el barco sale a flote, sí señores. Y regresa a Nueva York.

+ El atrevimiento de llevar a cabo este plan demencial, ya que fue concebido en una época en que no hacía falta recurrir al humor o la parodia para llevar a cabo semejantes locuras, tal vez porque fuera una época con menos cinismo y más inocencia. También la banda sonora de John Barry.

- Los efectos especiales, al ser una superproducción, decepcionan bastante. Y también David Selby, que está perdido durante toda la película.

Mi nota, de entrada lo digo, va porque consigue el propósito que se marca: humor. Sí, es cierto que puede caer en tópicos y utilizar la fórmula de siempre, pero es que lo consigue. Steve Carrell tiene mucha culpa de ello, y también el elenco de secundarios que le acompaña. Tal vez a quien he visto más flojita es a Catherine Keener, pero los demás consiguen un buen resultado.

Sí, va de un tipo que con cuarenta años es todavía virgen, y un grupo de amigos hace lo imposible para que deje de serlo. Mientras, conoce a una mujer que trabaja cerca de él y ya, todo a la coctelera.

+ El humor (a veces manido y previsible) que funciona correctamente.
También Elizabeth Banks, alegra la vista.

- La duración excesiva de la película. Para ser una comedia, dura más de dos horas. Hace que todo a veces sea demasiado pesado y repetitivo.
También el final. No está bien trabajado y es previsible como él solo. Sobraban la última canción.

Historia extremadamente larga y con un contenido plano, en el que a veces no pasa nada más allá de las cosas que pueden pasar en una familia normal en la década de los años 20.
Un padre (que a mí no me parece para nada estricto) enseña sus valores a sus dos hijos, y su vida confluye al margen del río. Ahí es el regreso imperecedero de todos los personajes, una y otra vez. Uno de los hijos va a convertirse en profesor de Literatura y el otro es periodista (no sé de dónde se ha sacado que lleva una vida autodestructiva) con algunos problemas. Y de vuelta al río, a pescar. Las escenas son muy lentas, lo que haga a la película pesada a pesar de su fotografía que, por nombrar algo, son de lo más valorable.
Para amantes de la pesca o de las películas lentas y endulzadas; para mí una historia que no me dice nada a pesar de durar tanto.

Estamos ante otra típica y tópica comedia norteamericana juvenil (qué manía de coger actores con veintitantos años para papeles de chicos con dieciocho) en la que el protagonista quiere ir a una universidad determinada porque allí se encuentra su ídolo escritor, pero por algunas razones todo se lía y no es admitido.
Bien, es entretenida y corta, y también tiene su gracia, amén de ciertos cameos ya nombrados, como Ben Stiller o Kevin Kline. Jack Black levanta parte de los ochenta minutos que dura, ya que el papel de Colin Hanks es bastante sosillo, demasiado plano.
Pero sí que es recomendable, ¿cómo no? Total, no dura mucho y no se pierde nada por verla.

Larga película en la que se nos muestra parte de la guerra aérea en la I Guerra Mundial, donde un grupo de pilotos (de muy variada procedencia, por cierto) se enfrenta a la aviación alemana. En medio, historia de amor y de amistad o compañerismo, con algunas buenas secuencias y otras muy pero que muy exageradas.

+ La historia de amor queda un poco al margen y un tanto difuminada con respecto a la trama principal, y creo que esto es algo de agradecer.
- La película es demasiado larga, y se hace extremadamente tediosa en muchas partes.

Se deja ver si se tienen dos horas y media en las que no haya nada mejor y como repaso histórico (aunque la fiabilidad no sea del todo exacta) no está nada mal. Un aprobadito.

Lo cierto es que no he probado la experiencia de verla en 3D, pero por lo que he visto, no es nada de otro mundo (y aquí encontramos su primer fallo). La recreación del mundo digital no es para nada llamativa, poca luz y luces fluorescentes que nos indican el camino cual discoteca.
El protagonista, mal. Sobreactuado, se pasa toda la película sabiendo que le queda grande, que no está hecha para él, que es un invitado afortunado a semejante montaje. Olivia Wilde es poco más que un florero, una chica monumental que acompaña el reparto para tal vez dar un poco de luz.
El mejor sin duda es Jeff Bridges, y es un lujo para Kosinski contar con él. Uno real y un avatar mucho más joven que luchan por la liberación del mundo y por los sueños del pionero.
Sacando más fallos a la luz, la película no se entiende. Es completamente confusa e incapaz de sacar de dudas a los espectadores, tal vez más preocupados en el preciosismo de la puesta en escena que en resolver las innumerables lagunas del guion.
Otro es la ausencia de Tron en la mayor parte de su duración. La película lleva su nombre... ¿Entonces?
Por último, y sin ánimo de hacer sangre, fallo llamativo donde los haya, es la manía de recurrir a otras películas para hacer suyas muchas escenas. Ésta, sin ir más lejos, recorta ideas de "La guerra de las galaxias", "Matrix", "El señor de los anillos" y hasta del "Batman" de Tim Burton, en la secuencia de Michael Sheen recordando al Enigma.
En resumidas cuentas, quizá no sea como para suspenderla con mala nota, pero tampoco es suficiente como para aprobarla. Que cada uno juzgue...

Después de ver la película se justifica con creces ese 3,9 de nota final (tal vez hasta un poco exagerado, diría yo) porque no da para más. Lo del guionista es de juzgado de guardia, pocas películas pueden reunir tal cantidad de despropósitos en hora y media: que si giro ahora por aquí la trama, que si el secuestro se convierte en una subasta en la que los malos malísimos no quieren hacer daño a nadie, que si incluyo unos tramposos flashbacks para confundir al espectador... No hay por donde coger el hilo, es inexistente.
Los actores, cuando no están sobreactuados (alguno de los secuestradores) son simplemente penosos (el resto). La química entre la Kidman y Cage es nula, no existe, aunque es de entender que con ese tipejo pocas actrices puedan aparentar mucho más. Es una ruina de sí mismo, un actor de películas de televisión, una caricatura de lo que tal vez (y en pocas ocasiones) un día fue.
No se entiende ni siquiera el título, porque no ha habido tensión ni amenaza en lo que dura esta peliculilla. Simplemente unos secuestradores de chiste que se pasean por una casa sin saber muy bien qué rol tienen que seguir, qué papel les toca en cada momento, sin saber qué hacen allí.
La película es mala de verdad, un auténtico despropósito. No diré que es una pena porque era de esperar, pero no está de más avisar a los que vengan detrás con ganas o curiosidad por ver esto.

Antes que nada, hay que afirmar que la película es entretenida, y tal vez por eso y por el valor de algunos actores consagrados al salir en ella hacen que le ponga esos tres puntos. Pero claro está, eso no basta para dejar de lado un guión que se estalla contra una pared mil veces. Es un buen repaso a la mitología griega, pero estableciéndola completamente en Estados Unidos. Y ahí es donde el guión comienza a desvariar hasta no encontrarse a sí mismo, enlazando frases absurdas y diálogos sin sentido para acabar en un Olimpo vacío de dioses y lleno de interrogantes. No, la fórmula no funciona en ningún momento salvo en el principio, quizá si se hubieran tomado más a broma estaríamos ante otro resultado, pero no es así. Tal vez la segunda parte convenza más que ésta, que está llena de carencias aún siendo una película para niños.

El aprobado se lo doy por la banda sonora y por algunos secundarios, sobre todo Chazz Palmintieri, porque por lo demás no podría llegar al cinco. El humor brilla por su ausencia salvo en determinadas ocasiones, y es que estos dos son como "Cruz y Raya" a la americana, creyendo que las tonterías simplonas hacen gracia.
Va de dos hermanos que quieren montar un club nocturno y para ello deben entrar en el local de moda, el Roxbury, y conocer a gente influyente. Pues de eso va. Con la misma canción rodando por toda la película, y con el movimiento de cabeza que fue popularizado a finales de los noventa.
Flojita pero aprobable.

Intriga que no es de las que se queden en la memoria del espectador por su parecido a las películas de sobremesa.
Una mujer es condenada por la falsa muerte de su marido. Al salir de la cárcel, no parará hasta dar con él y con su hijo, sabiendo que no la pueden condenar dos veces por el mismo delito.
Hay que reconocer que Ashley Judd lleva el peso de la película con total entereza, mucho más que Tommy Lee Jones, cuyo papel de alcohólico no es más que algo que se nombra y que no se muestra. En el papel de antagonista, Bruce Greenwood también brilla en lo poco que aparece.
Entretenida pero con un guion muy masticado. Un aprobado le viene bien.

Si partimos de la premisa que es "Misión imposible" esta película es la mejor muestra: nada es lo que parece y lo imposible es la misión (cumplida).
Superada la bochornosa segunda parte y la cámara temblorosa de la tercera entrega, la franquicia vuelve al principio. Saben perfectamente lo que tienen que ofrecer y se preocupan en darlo. Absolutamente entretenimiento. Y del bueno. Los efectos especiales son alucinantes, y para muestra, un botón: la parte de Dubai es espectacular.
Pues eso, trepar por el edificio más alto del mundo, demoler el edificio más emblemáticos de Rusia, saltar desde X metros y salir ileso, resucitar muertos... ¿Es que acaso el título no nos lo dice de entrada? Misión imposible, señores. Lo que no entiendo es que la mayor parte de la gente que critica esta película no critica esta película, sino toda la saga. Si no les gusta este tipo de cine, si no soportan la serie... ¿para qué la ven? No es de masoquistas, es de tener pocas luces.
Creo que Jeremy Renner es un buen fichaje y tal vez se echa de menos a Ving Rhames. Pero por lo demás, no defrauda para nada y mucho menos es lenta.
No hagan caso de esos que dicen que es mala. Ya saben, van con el prejuicio incrustado en el cerebro desde que salen los créditos iniciales.

¡Dios, qué humor! Y esto es lo que tenemos en este país, a Carlos Latre, Josema Yuste, el Chiquilicuatre, alguno de Camera Café, Agustín Jiménez... Pfff, vergonzoso es poco. Es penoso. Colección de pelucas rescatadas de los años dorados de "Martes y Trece" se van dando cita durante casi tres cuartos de hora por la pantalla de televisión. ¿De verdad esta gente cree que sus tonterías hacen gracia? ¿De verdad alguien se ríe con esta colección de sandeces y tópicos que, de aburridos y usados, asquean?

Sí, algunos deberían saber retirarse a tiempo y otros buscar proyectos que no hieran la sensibilidad del espectador, aunque sea por un poco, un poquito, de amor propio. Porque resulta frustrante querer desconectar y encontrarse con semejante engendro televisivo. Y venga, a malgastar dinero en estas mierdas.

De verdad. DE PENA.

Sí, señores, éste es el gran humor que se destila hoy en día, el producido por las risas enlatadas que, cual regidor con pancartita, nos dice siempre cuándo hay que reír. Porque la serie, sin ese fondo molesto y estúpido, se quedaría en nada. Pero ya ven, casi un 8 de nota (que sumado a mi 2 nos daría una serie 10). Así es, el desenfreno de las mandíbulas al batirse por oír esas ingeniosas e inteligentes (sí, eso dicen los que le ven la gracia) frases, ese mordaz (pues más de lo mismo) guion, esa sencillez (si ellos lo dicen...) de actores y ambientación.

Atrás quedó un humor diferente, Frasier o Seinfeld, de esos auténticos e (estos sí) inteligentes. Usaban risas enlatadas con una moderación digna de una serie con respeto y con dos dedos de frente, no como este gran y nuevo humor presente en que hasta abrir una puerta es motivo de hilaridad.

Pues no, no comulgo con "Big Bang" e imagino que, como los demás que osamos criticar lo que consideramos un pufo, me convertirán en proscrito y colgarán el sambenito de no entender tanto humor. Pero me quedo con la sinceridad: una serie insoportable.

Antes que nada, aviso a los que no la hayan visto: es horrible. Pero horrible de veras, no tiene ni un mínimo de decencia ni de amabilidad para con los espectadores. Y no se dejen engañar con el reparto: Jeremy Irons está de pena, vaya usted a saber por qué se habrá embarcado en semejante mierda, John Malkovich no llega ni a cinco minutos los que aparece en pantalla y Robert Carlyle creo que guardó el vestuario y maquillaje para años después rodar "Érase una vez". Del amigo protagonista me ocupo después.
Pues el hilo de la película es difícil de explicar, cuando guionistas y director han hecho lo que les ha dado la gana. Un granjero semi-cazador encuentra un huevo que resulta ser de dragón y ahí pues se da cuenta de que es el elegido para salvar el mundo (¿a qué nos recuerda eso? Ah, sí, a sólo 1.500 películas más) y parte para combatir el mal, que al fin y al cabo, pues son más estúpidos que malos y gana y todos felices y se hace leyenda incluso. En resumen, es eso, y no me dejo nada atrás.
Lo del protagonista tiene tela: pega más como surfista adolescente en cualquier playa californiana que con cota de mallas y espada en una película medieval. Pero el caso es que en una película que sólo busca salida comercial, como en este caso, los visionarios que hicieron el casting lo vieron como la imagen perfecta para atraer hordas de adolescentes a los cines.
El dragón (dragona) es lamentable. Mezcla del perro volador de "La historia interminable" y un cernícalo, habla mentalmente con el rubio surfista con la voz de la señora de las máquinas de tabaco, y es tan tan especial, que llega un momento en que tiene una armadura.

¿Mejor pedir perdón que permiso? Debieron haber pedido permiso antes de hacerla, pero ahora el perdón es imposible.

Pues tal vez mis expectativas eran demasiado altas. Me imaginaba una organización mafiosa muy propia de la Irlanda de esa época, la policía más creíble y más seria, el IRA de por medio... No sé, asistí a la vida de un gangster normal, familiar, muy dado a la risa y la ironía propia del británico medio, pero sin nada más.

Cierto que Brendan Gleeson es un actorazo y saca petróleo de donde casi no hay nada, y maneja al personaje ofreciéndonoslo como muy cercano y casi amistoso. Jon Voight aparece de manera testimonial, pues su personaje no aporta mucho al policía que se cree que volcó su trabajo en atraparlo.

El general, en resumidas cuentas, es una película interesante, que empieza muy bien dándonos a un luchador casi social y que deriva en los trapicheos de un ladrón común hasta su declive.