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287 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
6
Perdidos en la Tierra Media
Voy a empezar mi crítica evitando que tengáis prejuicios sobre ella, evitando que penséis que soy un friki habitualmente cabreado por la adaptación, de esos que no entienden que Tom Bombadil no tenía cabida en la Comunidad del Anillo. Soy un gran fan de Tolkien y de las adaptaciones cinematográficas. Me encanta la trilogía del Señor de los Anillos, pese a sus cambios y a ser infinitamente inferior que los libros. Con la primera parte el Hobbit disfruté como un enano (nunca mejor dicho). Ciertamente estaba demasiado estirada, pero te ofrecía tres horas de entretenimiento sin parangón, alejándose del drama épico de sus predecesoras para ofrecernos una aventura de esas que ya no se ruedan, simple y emocionante. Acepté los cambios, comprendí que metiesen a Azog, que necesitaban un enemigo malísimo que combatir, incluso me gustó la adaptación de Radagast, por mucho que variase del personaje de las novelas. Era una película bastante simple: tres horas de enanos siendo enanos.

Pero esta… es pasarse.
La trama se estira hasta el infinito. Los personajes inventados no vienen a cuento, entorpecen la historia, la ralentizan. Buscan una épica inexistente en el texto original (que recordamos, no es más que un cuento). Jackson no puede olvidarse de la trilogía original y no se da cuenta que lo que tiene entre manos es diferente y no puede ser tratado igual. El personaje de Tauriel es un cortapega de Arwen, sin sentido, metido con calzador. Una pena, porque Evangeline Lilly está estupenda, pero no me la creo. Vergüenza su romance inventado, igualmente sin venir a cuento y que no aporta nada.
Lo mismo pasa con Bardo, un personaje que ha ganado un protagonismo excesivo y que vuelve a poner en evidencia que Jackson no sabe qué inventar y utiliza recursos pasados. En personalidad, en estética y todo, es una mala copia de Aragorn. Toda la parte de la ciudad del lago me aburre, se hace densa y dilatada. Horrible el personaje del gobernador, ese pobre Stephen Fry que no está cómodo con el papel. Y su consejero, otro cortapega de la trilogía anterior, un personaje exactamente igual al de Grima.
Bajo mi modesta opinión, en vez de rellenar con una épica inventada, podrían haber buscado profundizar en las relaciones entre los enanos, de los que simplemente se comenta por encima que algunos son familia. O de Bilbo con ellos. Es más, la película está tan ocupada en prepararnos para un gran desenlace épico que se olvida de lo más importante: del hobbit que le da título. Hay escenas en las que Bilbo es un mero secundario, que no tiene ni un diálogo y que hasta nos olvidamos de él.

No todo es malo en esta película. La escena de los rápidos, aunque muy exagerada, está rodada de maravilla, y resulta fresca y divertidísima. Las referencias ocultas a la trilogía anterior (el cameo de Gimli y de Jackson) son una joya. Y Smaug… toda la escena con Bilbo y Smaug es una maravilla. Lástima que queden enturbiadas por un sentimiento absoluto de decepción.

En definitiva, una saga que se ve muy perdida, sin rumbo, que se nota que no han sabido que hacer exactamente con ella, y que no puede desprenderse de su predecesora.
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467 de 581 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
El público tiene razón, Peter Jackson no.
Fastuosa, megalómana, titánica y sobre todo, aburrida. Peter Jackson nos termina de confirmar que el mundo tenía razón y él no. El hobbit no merecía hacerse en tres películas de casi tres horas de duración, ya que es una adaptación que va contra toda lógica.

A Jackson se le va la mano con esta nueva entrega en la que el ritmo es artificial. Un ritmo basado en crear pequeños episodios de veinte minutos para dar cabida a casi todo lo que sale en el libro y otros tantos hechos que él se saca de la manga. Elfos que no deben estar ahí, y que si están, lo hacen para llenar tramas sin sentido y sin relevancia real. Personajes importantes como Beorn que, aunque afortunadamente salen, no tienen ni el peso ni la imagen que se da en el libro y por tanto se suman a una larga lista de agravios a la obra de Tolkien.

Es una película aburrida en sí mientras se ve. Es cierto que contiene escenas memorables como la aparición al fin del dragón Smaug. Un personaje clave, igual que el hobbit, salvo que de este último se olvida por completo. Es uno más de los enanos y ya no hay diferencia. Ni nos importa realmente. Es una mera excusa para el espectáculo digital y sonoro. Para las intrigas de palacio élfico y la estrategia sauroniana de andar escondido en las sombras.

El guión queda desaprovechado al no usarse el planting. Término de guión que significa poner información poco relevante en apariciencia y que luego se revelará como vital. El guión es plano en ese sentido. Las cosas se resuelven en el momento, sin estirarlas de manera dramática. Repleta de diálogos insulsos. Termina siendo agotador escuchar una y otra vez las referencias del mundo de los enanos y lo que estos deben conseguir dentro de la montaña. La piedra del arca. Ya lo sabemos. Lo sabemos las primeras dos veces que lo repiten. Lo sabemos desde la primera entrega. Y también sabemos que hay una sombra creciendo en el este (Sauron). No es spoiler, es que lo repiten cuando ya quedó claro antes, ahora y hay una trilogía sobre el tema. Esta película habría ganado muchísimo más interés y calidad si se hubiesen trabajado los diálogos tanto como las escenas de acción. Por eso El señor de los anillos era y es tan buena. Por eso seguimos viéndo las reposiciones o haciendo maratones de ella. Era compacta y de calidad en todos los aspectos.

Nunca me meto con las bandas sonoras. Todos estamos acostumbrados a ellas. Sin embargo en este caso resulta apabullante y excesiva. Incrustada en todas las escenas, hay una en especial en que resulta ridícula a más no poder: Gandalf subiendo unos peldaños de piedra. Música épica para subir las escaleras. Abusar de la banda sonora nunca es bueno y en este caso menos, ya que convive con multitud de efectos sonoros que sí son relevantes en muchos casos.

Por eso esto no es El hobbit (bien) adaptado. Esto es otra cosa, una apuesta tan personal como comercial que ya se está viendo fallida a nivel artístico (que no comercial). Tampoco esto es Peter Jackson, que ya parece endiosado con cualquier cosa que haga y dirija.

Siendo serios, la película entretiene. No es incompatible decir que entretiene ahora y antes decir que es aburrida. Ambas ideas son válidas, al menos para este film. Sin embargo es decepcionante ver en lo que han terminado convirtiendo un buen libro al que muchos (incluídos yo y mi familia entera) tenemos un gran cariño. Siendo la película que es habrá que verla. Hay que verla. Será un éxito de taquilla sin lugar a dudas pero, sinceramente, animo a todos aquellos a los que no les ha gustado en conjunto o algunas de sus partes a decirlo bien alto y claro.

@dimensionquinta en Twitter
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244 de 314 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Ya hemos visto el videojuego, ¿para cuándo la película?
En el fondo, esto tenía que pasar tarde o temprano. La estupidización de las masas embrutecidas por la industria audiovisual (con la del videojuego a la cabeza) no podía dejar de imprimir su huella en el cine fantástico de Peter Jackson. La trilogía del Anillo comenzó a prepararse en 1997, desde lo que ha llovido muchísimo; por ejemplo, sólo unos pocos utilizaban Internet en España por aquella época; los teléfonos móviles ni siquiera podían soñar con acceder a la red; la videoconsola Playstation tan sólo tenía un par de años de existencia; aún no existía Windows 98. La industria del cine estaba desperezándose de la estúpida década de los ochenta, asimilando lo mejor que había producido la década de los noventa, y desarrollando unos efectos visuales lo suficientemente potentes para apoyar la historia de Tolkien pero no tanto como para que la eclipsaran.

La situación ha cambiado.

"La Desolación de Smaug" está infestada de escenas de acción absurdamente largas, de frases épicas y grandilocuentes, de personajes generados innecesariamente por ordenador, de supuestos cameos que se convierten en coprotagonismos y de escenas inventadas que sólo introducen violencia y efectos digitales. Dos horas y media frenéticas e impactantes no se sostienen, pues el relato original de Tolkien no da para tanto. "El Hobbit", a diferencia de "El Señor de los Anillos", no es una historia épica y definitiva de la lucha del Bien contra el Mal, sino muy al contrario una historieta de aventuras destinada a entretener. Por mucho que Howard Shore remarque cada frase con acordes majestuosos, por mucho que Peter Jackson convierta cada movimiento y cada frase de los personajes en un momento único y espectacular, lo cierto es que estos trece enanos no pueden soportar el peso de tanta epicidad.

El tono de la primera película me pareció correcto, y los cambios introducidos, un acierto. Aunque me encanta Tolkien y su universo, no me interesa especialmente la novela de "El Hobbit"; el año pasado me pareció que Peter Jackson había elevado el tono de la novela con acierto, introduciendo un tono más adulto y añadiendo escenas interesantes, acercándolo al espíritu de "El Señor de los Anillos". Pero por algún efecto malévolo de las ciénagas de Mordor, Jackson ha pisado a fondo el acelerador y ha decidido que primero va a rodar el trailer del videojuego, y que en algún momento posterior rodará la película propiamente dicha. Con su pan se la coma. Hacía tiempo que no me aburría tanto viendo una película.
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183 de 231 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Una oscura sombra se cierne sobre Peter Jackson
Ya iba avisado: "Peter Jackson ha empezado a saltarse el guión".

Pensé que bueno, que total el libro no daba para las casi 9 horas de filme planeadas, así que no tenía por qué ser necesariamente una mala noticia. Desde luego, cabe criticar el por qué de nueve horas, pero una vez decidido que sería una trilogía larga, al estilo ESDLA, probablemente sea mejor añadir que intentar estirar de donde no se puede.
Total, que con esa intriga me fui al cine.

Y el experimento ha salido mal. Casi todo lo que se ha añadido ha dañado la película. Y no me malinterpretéis: no hablo desde el "purismo" reverencial al libro original. Critico la notable pérdida de coherencia y credibilidad de la historia. Por momentos da la impresión de que los protagonistas, más que en superhéroes, se trasforman en personajes de dibujos animados. Mención especial para Bilbo, que pasa de no saber cómo se desenvaina una espada a dejar en ridículo a su futuro sobrino, y a los elfos, convertidos en auténticas máquinas de matar. Pero lo peor de todo es la sensación de arbitrariedad que te invade a medida que avanza el metraje. Dependiendo del humor del director, el grupo de enanos puede sucumbir ante amenazas aparentemente asequibles para, de forma sorprendente, superar amenazas diez veces más formidables unos minutos después, simplemente porque alguien grita "¡Ahora!"
Si a eso le añadimos la "física exótica", donde el fuego avanza en línea recta si hay protagonistas detrás de una columna y de forma normal si no los hay, o donde el metal fundido se comporta como... bueno, como le da la gana al director, queda como resultado una película mucho más mediocre de lo que la saga se merece. Estas licencias de guión se me antojan completamente innecesarias, y francamente no compensan las dos risas que te echas cuando Jackson saca su vena gamberra (escena de los toneles).

Me parece mejor que se ciña al libro, porque demostrado queda que a la hora de inventar carece de criterio, y no se puede arruinar así una saga como la de la Tierra Media. Ojalá no pille la "yorchlucasitis"; sería una auténtica lástima.

Por cierto, el final es para exigir que te devuelvan el dinero. No se puede tratar una película como si fuese un capítulo de una serie de televisión.

"¿y con esta crítica le pones un 7 a la peli?"

Pues sí, porque estamos en la Tierra Media, la película es entretenida, técnicamente está muy bien resuelta, la ambientación es magnífica... no es todo malo, claro. Pero es que a ESDLA yo le puse un 10. Friki que es uno, oyes, qué se le va a hacer.
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86 de 104 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
La realidad, le pese a quien le pese..
..es que The Hobbit es una buena película, pero cuya historia es limitada y no da para tres cintas de dos horas y media, cada una. Recordad: el libro original tiene 300 páginas.

Hoy vi las dos (de nuevo la primera), en IMAX, 48FPS y llegué a la conclusión que hay lagunas entre cine de primer nivel y secuencias de vacío.

Es porque cuando ESDLA descansaba de su épica, los personajes contaban historias y respiraban en el mundo que les rodeaba. Las películas estaban llenos de diálogos, tan necesarios como encantadores, que enriquecían el argumento.

Aquí a falta de diálogos, las secuencias de acción se extienden hasta el infinito. Las mayoría de las conversaciones contienen información, que finalmente aporta poco para el desarrollo de la historia.

Stephen Fry y su siervo no son Grima y Theoden. Bard no llegará a ser Faramir. Si en ESDLA había misterio y ojos llenos de vida y emociones, aquí quedan personajes pasajeros, que inevitablemente serán comparados con la antigua compañía de la Tierra Media.

Evangeline Lilly es preciosa.. Orlando Bloom sorprende, Richard Armitage aguanta el tirón.. y eso, junto a las ganas de Jackson y su equipo brinda al espectador una buena película. Sin embargo, del 7 al 10 hay una gran distancia. Es la distancia entre las tres primeras y las nuevas. Aún así y a diferencia de Star Wars o Matrix - este nuevo viaje no estropea la saga. Es más - extienden el viaje de una manera agradable, que todos los fans de El Señor De Los Anillos recibimos con los brazos abiertos.
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126 de 186 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Simplemente: defraudado
Debuto en esto de hacer críticas con esta película. ¿Por qué? Sencillo. Porque la media de esta película en Filmaffinity tiene un 7,5 y yo le he puesto un triste 3.

"¿Un 3?" dirán algunos. Sí bien es cierto que quizás la peli debería aprobar, además posiblemente con nota, mi corazón de amante del universo de Tolkien no me permite darle más de ese pésimo 3.

"No entiendo...pero si la peli es buena como dices...¿por qué un 3?"

Si esta película se llamara "Los chiquitines en busca del tesoro", no tengo dudas de que estaríamos hablando de una gran película (y aun así tengo mis dudas...pero bueno, supongamos que sí). Pero se llama "El Hobbit", basado en la novela homónima de un señor llamado J.R.R. Tolkien. Este libro tiene una historia, que realmente se cuenta y se adapta en esta película, pero se mete dentro de una historia que el Sr. Peter Jackson SE HA INVENTADO.

"El Hobbit: Un Viaje Inesperado" me gustó. Le puse un 7. Peter Jackson adapta una parte de la novela al cine y mete además, para justificar la trilogía, una historia de si no me equivoco los "Cuentos Inconclusos". No me parece mal. Cuentas dos historias que casan en el tiempo y ya tienes para contar en tres películas, perfecto. Tuve mis más y menos con el diseño de ciertos enanos...pero bueno. Un 7. La peli estaba bien.

Llego a ver la segunda parte y no es que coja dos historias y las cuente, tomándose X licencias. Es que cuenta una historia que es una completa licencia, con personajes que nunca existieron y mete por debajo "El Hobbit" como le sale de los cojones y ya la historia paralela de los "Cuentos Inconclusos" que se trataba en la primera parte, queda totalmente en un tercer plano que hace que al público (o al menos eso sentía yo en la sala) le de igual totalmente y la peli se haga larga larga como esta crítica que estoy escribiendo.

En definitiva. Esto no es "El Hobbit" (la novela es un cuentecillo que es que realmente no da para más...no da para un trilogía), pero tampoco es una historia de Tolkien porque se inventa personajes y los mete en el Hobbit porque al Sr. Jackson le salió de allí mismo.

Un 3. La adaptación es "Floja" como indica la nota de Filmaffintiy. El 3D es "Flojo". La invención de Jackson es "Floja". Los diálogos son flojos. El doblaje es Flojo...Todo es FLOJO.

En spoiler por si alguien no quiere ir a ver la peli, cuento los puntos que realmente me indignaron.
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64 de 91 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Acercándose a la esencia de la trilogía original
De acuerdo, "La desolación de Smaug" no va a hacer que aquellos que detestaron la primera película cambien su opinión. Tranquilos todos, hemos comprendido lo que Peter Jackson pretende hacer con el Hobbit y estamos en todo nuestro derecho a que nos parezca bien o mal: pretende una expansión, pretende homenajear a la Tierra Media (aunque algunos se sientan insultados por ello); y Peter Jackson no piensa en una mejor forma de hacer esto que dar a un libro que, siendo justos, hubiera dado para una buena peli pero nada especial, la epicidad que no contiene. Es este aliento épico que "El señor de los anillos" ya tenía infundido intrínsecamente en el propio relato el que Jackson está buscando (con más o menos éxito) desde que inició "Un viaje inesperado", y yo personalmente aprecio esto como admirador incondicional de todo el mundo de Tolkien.

Dicho esto, las críticas profesionales vistas hasta el momento reflejan las dudas que genera esta a priori innecesaria trilogía: los que se sintieron disgustados con la duración de la primera y las libertades que ésta se tomaba en general se repiten en sus argumentos, aunque también es una opinión general que mejora notablemente los logros alcanzados por "un viaje inesperado". Los que les gustó la primera en general tienden a elevar la que nos ocupa de forma que algunos incluso la acercan a la grandeza de la trilogía original. En fin que la recepción de los críticos ha sido de lo más diversa como podemos ver en rottentomatoes por ejemplo, algunos la alaban y otros la ponen directamente a parir.

Una vez situados en lo que significa esta polémica película (pues veía necesaria esta introducción), creo que es una grandísima película que puede codearse con lo mejor que hemos visto este año. En los argumentos no voy a señalar nada nuevo. Creo que el tono se acerca más a la grandeza de la trilogía original abandonando la ligereza de la que hacía gala el hobbit, que era más aventurera que épica. Aquí no sólo tenemos escenas de acción (magníficas e increíblemente espectaculares por cierto) sino que éstas están aderezadas por grandes diálogos que recogen la grandilocuencia que ya encontrábamos en esdla. Quiero decir que la mayoría de escenas de acción transmiten algo, te sientes inmerso en ellas por la construcción de personajes que ha tenido lugar previamente a la escena de turno (cosa que no pasaba en muchas de la primera, como la escena de los gigantes de piedra). De modo que, a riesgo de repetirme, diré que definitivamente esta película es épica en todo el significado del término, si bien naturalmente queda lejos aún de lo logrado por esdla.

Los personajes están más definidos y los que en el libro son meras pinceladas o directamente no existen (Bard the Bowman, Tauriel, Legolas...) aquí toman dimensiones y se sienten parte del relato. Ese es el logro de Jackson, lo añadido encaja en la historia de la saga en general enriqueciendo el universo (aunque de acuerdo, los conejos y Radagast nunca me han gustado por más veces que vea la primera) de forma que conecta con esdla dando una sensación de cohesión que agradezco profundamente (todas las escenas de Dol Gundur, lejos de aburrirme, me parecieron de lo más interesante de la película, pues tiene sentido en la historia global).

En lo técnico es irreprochable la película. Todo es espectacular, pero no sólo espectacular, sino bello. Erebor es una de las grandes maravillas ya de la Tierra Media y contribuye enormemente a que "La desolación de Smaug" sea una de las películas más hermosas de la saga, que no es decir poco. La banda sonora, por otra parte, no parece del mismo hombre que nos entregó la partitura de esdla, aunque tiene más temas nuevos que la primera y en general es disfrutable.

En conclusión, esta película no va a convencer a los detractores de "El Hobbit" reinventada como una nueva trilogía épica en la línea de "El señor de los anillos", pero no nos dejemos cegar por las ideas preconcebidas porque "La desolación de Smaug" es una grandísima película que entrega grandes interpretaciones, carismáticos personajes, magníficas escenas de acción y una historia con buen ritmo que nos traslada de nuevo a las sensaciones que nos produjo la trilogía original alcanzando por momentos el aliento épico que ésta tenía a raudales. Mejora con mucho a "Un viaje inesperado" y prepara el escenario para una conclusión que promete entregar los niveles de calidad vistos en "El señor de los anillos". Como apunte final sería ideal ver la película en versión original porque realmente las frases de Thorin, Gandalf, Smaug... en inglés son inigualables (mucho se ha dicho del gran trabajo de Benedict Cumberbatch con Smaug, y todo es cierto, dando vida a una de las creaciones más magníficas logradas por los efectos especiales)

Por favor, entrad en la sala sin prejuicios y dispuestos a disfrutar porque esta película, si no la estás comparando continuamente con sus hermanas mayores, demuestra ser un espectáculo digno del mejor cine de aventuras (y pienso en Indiana Jones, la trilogía original de Star Wars o la misma trilogía de El señor de los anillos). Muchas gracias por leerme y espero que esto ayude a que puedas disfrutar aunque sea un poco más esta gran película.
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103 de 181 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
HIPERBOLISMOS ANABOLIZADOS PART... la que sea (AKA - Jackson Strikes back... again... and again... and again...)
Imagina que te ponen tu postre favorito. Pero tienes que tomarte una raciónón King Size del mismo. Lo tomas. Te empieza a llenar. Cuando lo acabas, estás cebado, harto. Entonces te dan una segunda ración idéntica. Y aparece el empacho. Comienzas a tener manía y hasta asco a eso que te gustaba. Y llegas a un punto en el que comienzas aborrecerlo hasta el punto de que lo odias y tal vez no vuelvas a tomarlo nunca más.

ESO es lo que siento con esta nueva trilogía jacksoniana,

¿Mesura? ¿Progresión? ¿Ritmo narrativo coherente? Olvídense: set pieces inacabables, elementos llevados todos a unos puntos de importancia extremista cargante (hay tantos callejones sin salida, tantos momentos de "estamos jodidos, se acabó" que resulta casi risible).

La geografía de juego de plataformas de la Tierra Media aburre, el 3D resulta fútil (entre humos o oscuridades,aquí no se ve una mierda) y el el abusivo CGI ya no sorprende a nadie.

Por otro lado, la puesta en escena el neozelandés se repite, las subtramas son puro relleno pensado para crear horas de metraje innecesarias. Es todo ampuloso, desmedido, repetitivo, pesado, infantiloide...

Ni más ni menos que una muestra clara del horrible camino que llevan los blockbusters actuales. El vacío digitalizado rellenado de tecnología y ruido.

Lo peor de todo es que, mientras sigan haciendo cajas estas cosas, la fórmula pervivirá.

Pues conmigo que no cuenten.
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34 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Uno de los viajes con el billete mejor pagado
Tan espléndida como el resto de películas de la saga. Y es que lo bueno que tiene la espectacular factoría de Tolkien adaptada al cine por Peter Jackson es que cada una de sus películas tiene algo que la hace especial, que la hace única dentro de su propio universo. Hasta el momento del estreno de 'La desolación de Smaug' y en mi modesta opinión, era 'Un viaje inesperado' la película más remarcable de la saga por dar sentido a la misma y aumentar, al menos en este servidor, el aprecio a unas entregas que algo deberán tener cuando, contando de media con tres horas de duración, éstas nunca se hacen largas.

Será su épica, serán sus personajes, será ese fascinante mundo tan bien imaginado por Tolkien y grandiosamente adaptado por Jackson, pero en cualquier caso existe en esta manufactura una magia por la que me he sentido atrapado. Y así vuelve ocurrirme en 'La desolación de Smaug', que ha pasado ante mis ojos aportando un entretenimiento monumental y ofreciendo todo un repertorio de deslumbrantes escenas que hasta en algún momento me han dejado con la boca abierta por despejar, al menos en parte, algunas de sus más sorprendentes incógnitas. La película, rebosante de energía, es un incansable torbellino de acción trepidante, buenas historias y continuación de uno de los viajes con el billete mejor pagado en una sala de cine, ya que su mágico transporte a través de uno de los mejores mundos de fantasía que podremos encontrarnos en la gran pantalla, garantiza una completa inmersión en un universo repleto de rincones por los que sentirse fascinados.

Con el permiso de Gandalf (Ian McKellen), son los carismáticos personajes de Thorin (Richard Armitage) y Bilbo Bolsón (Martin Freeman) los reyes de esta nueva trilogía, aunque en La desolación de Smaug no tengan desperdicio otros personajes como Tauriel (Evangeline Lilly) y Kili (Aidan Turner), ambos protagonistas de una historia que no tiene desperdicio. Con sus correspondientes pizcas de humor (hilarante una durante la escena de los barriles) y acompañada por los brillantes compases de Howard Shore, 'La desolación de Smaug' no sólo mantiene alta la media de calidad de la saga, si no que inyecta muchas ganas para poder ver la que ¡oh, Dios mío…! será la última película de tan genial universo: 'Partida y regreso'. ¿De verdad que todo acabará ahí? Porque yo estoy seguro de quedarme con muchas ganas de más.
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53 de 85 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Vergonzoso Ñardaco
Un vergonzoso ñardaco de película, así de claro. Relleno por todas partes, ausencia de interés en los personajes (nunca hubiese podido imaginar que la historia de la elfa Tauriel pudiera ser tan estúpida, que consiguieran que Biblo fuera casi un cero a la izquierda, que tuviera ganas de ostiar a Thorin durante toda la película o que la búsqueda de Gandalf me importara tan poco). Son solo tres escenas excesivamente largas y relleno insulso. ¿Cosas buenas? Smaug es espectacular y en VO Cumberbatch-Sherlock te hace estremecer. Y que Legolas también era el puto amo de las vaciladas hace 60 años. Debería darte vergüenza Peter Jackson! 3/10
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39 de 61 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Oh Tolkien perdona a Jackson por sus pecados.
"Oh TOLKIEN perdona a PETER JACKSON por todos sus pecados". Eso fue lo que puse en mi muro personal del FACEBOOK tras visionar "La desolación de SMAUG". Y no quiero hacer una crítica desde el punto de vista de FAN, que lo soy, sino también como espectador objetivo.
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23 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
La película basada en la novela... escrita por Peter Jackson
Es sabido por todos que las drogas ayudan a los artistas en ocasiones a realizar una obra magnífica y sublime, no es el caso de Peter Jackson. Ni todo el LSD del mundo podría ayudarle a arreglar esta desfachatez de película.

Pero no se trata de poner a parir a Peter de forma gratuita, entiendo que hay ciertas limitaciones en el cine y es imposible (y probablemente aburrido) realizar una transcripción literal del libro. Eso es una cosa, y otra cosa muy distinta lo que se ha hecho en esta película.

El libro, que ya se encontraba ligeramente desposeído de su esencia infantil y risueña en su primera entrega, ha sido mutilado totalmente en esta segunda parte. No me considero un purista intransigente, pero una película que podría haber sido harto divertida la han intentado presentar de forma épica con un resultado totalmente absurdo e incoherente.
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19 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
LA DESOLACION DE SMAUG, EL EMERGER DE EL HOBBIT
Así es amigos, ya hemos podido ver una de las películas de año. ‘El Hobbit: La Desolación de Smaug’ (Peter Jackson, 2013) promete, one more time, reventar las taquillas. Y lo más importante es que se intuye que dejará más contentos a los espectadores que la primera entrega. Esta película es una de esas que rompen la estadística y pisotean el dicho de que no hay segundas partes buenas.

La historia comienza en un lugar conocido por todos. Brie. Pony Pisador. Y ya ahí Peter Jackson (guiño, guiño…y ya lo entenderéis cuando la veáis) nos atrapa por la mera referencia a la saga del anillo. Y es que uno de los puntos que se intentan potenciar para atrapar al espectador son referencias al imaginario creado en El Señor de los Anillos. Guiños a la trilogía previa que tanto cautivó a propios y extraños. Legolas y el anillo son los adalides de este movimiento conservador, por llamarlo de alguna manera.

‘El Hobbit: La Desolación de Smaug’ se deja de presentaciones. Aun teniendo esos pasajes pausados de tempo lento que a veces pueden llegar a ser pesados, la acción es muchísimo más frenética que en la precuela. Para los que hayan leído el libro, seguramente estén deseando ver episodios como el de los barriles, el nido de arañas o el despertar de Smaug. Pongo la mano en el fuego a que no les defraudará en absoluto el tratamiento de tan magnos momentos. Trepidantes, tensos y audiovisualmente sobresalientes.

Las diferentes contiendas son una mezcla perfecta entre lírica visual, milimétrica coreográfica y frenesí. Secuencias épicas a más no poder que nos retrotraen a esos grandes momentos de El Señor de los Anillos que nos dejaron boquiabiertos en su momento.

En esta segunda entrega Peter Jackson deja más de lado aún si cabe la fidelidad hacia la obra escrita por Tolkien. La mera inclusión de Legolas (Orlando Bloom) con un protagonismo excesivo hace gala de este distanciamiento en pos de crear una obra fílmica más redonda. El que quiera ver una película fiel al libro, que vaya a ver otra. Aquí Jackson aboga por insertar grandes dosis de drama y de trascendentalidad, por incluir elementos de peso que enriquecen la narración y potencian la aventura.

Tal y como sucediese en la saga de El Señor de los Anillos, en esta entrega de El Hobbit se estila la diversificación de tramas, el desarrollo en paralelo de aventuras que se postran ante los pies de los protagonistas. La compañía de Thorin, con Bilbo en sus filas, avanza hacia la montaña solitaria mientras que Gandalf abandona para dedicarse a asuntos que requieren de su poder. De hecho llama la atención el poco tiempo que aparece Gandalf en pantalla a lo largo del metraje. Tanto es así que Legolas pasa a tener más protagonismo que él.

Y es que los elfos aparecen y de qué manera. Tauriel (Evangeline Lilly) se convierte en la “Arwen” de la trilogía de El Hobbit (y con el elemento amoroso que aflora, obviamente). Los elfos son poesía mortal, una belleza espléndida a la hora de aniquilar orcos. Fascinantemente letales. Lo cierto es que le aportan una vivacidad al film impresionante.

En lo que a la parte técnica se refiere solamente un par de pegas. Las composiciones de Howard Shore son exquisitas y eso ya lo sabemos desde La Comunidad del Anillo. No obstante su uso llega a ser cargante y a veces se podría haber resuelto alguna que otra secuencia omitiendo la Banda Sonora o por lo menos bajando su nivel y realzando los diálogos. Por otra parte hay un par de planos en cierta secuencia de barriles que parecen rodados con GoPro, una textura diferente, menos fina, que chirrían un poco. Por lo demás, y como era de esperar, técnicamente exquisita destacando un diseño de sonido que a mi, que me gusta el ámbito más que a un tonto un lápiz, me deja alucinando pepinillos.

Y no puedo terminar esta crítica sin mencionar a Smaug el Magnífico. No es un dragón, es EL DRAGÓN (en mayúsculas). Nunca antes un dragón había sido mostrado como aparece en esta entrega de El Hobbit. Un personaje carismático y profundo, todo apoyado en una interpretación facial y vocal de Benedict Cumberbatch de chapó y un trabajo fino de CGI. Smaug se come la pantalla y al público y se convierte en el protagonista máximo del último tercio de película.

Sin duda alguna ‘El Hobbit: La Desolación de Smaug’ es mejor que su predecesora y deja un gran sabor de boca en el respetable. La película funciona a las mil maravillas y ofrece una dosis de aventura, acción, fantasía y tensión muy disfrutable. A destacar la pericia de Jackson para dejar cabos sueltos que invitan a pensar e intentar saborear el colofón final que puede suponer el cierre de la trilogía (aviso: ¡El final pica como la sal en las heridas!).
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40 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
El circo digital contra la literatura.
Cuando leo a Tolkien no es esto lo que veo en mi mente. Esto no es la Tierra Media, es el Parque de atracciones Peter Jackson. Pasen y vean. Yo ya soy demasiado mayor para esto (30 años).

No es la abrumadora falta de ritmo, la inclusión de escenas inanes, el alargamiento inusitado de todas y cada una de las secuencias, la ausencia de cualquier personaje o diálogo sólido, las constantes piruetas y cabriolas, y los movimientos de cámara absurdos, lo forzado que se ve y se siente todo desde el minuto uno, el exceso absoluto de ordenador que te saca de la película a cada momento, que los elfos sean putos ninjas sin que yo pueda comprender el porqué...

No es lo mal que actúan todos, el ridículo, más que ridículo romance interracial que no se sabe a qué coño viene, no es la presencia de Orlado Bloom, no es cada cagada de guión de Peter y sus secuaces, no son los efectos especiales innecesarios por doquier, no es el kilo de pote que le han puesto en la cara a Evangeline Lilly, no es que se parezca al libro como un huevo a una castaña, no es lo desaprovechado de aquél en personajes y situaciones y lo agotador del material nuevo...

No es la traición a Tolkien... al mundo y al ambiente que creó...

No, es mucho peor que todo eso...: es que una película de aventuras sea tediosa. A la hora y media estaba deseando que se acabara y salir del cine de una maldita vez, y todavía le quedaba hora y pico. Nunca era suficiente, siempre había una escena más. Casi que me alegro de que cortaran la escena del Dragón, porque ya no podía más.

Los pilares de una historia son sus personajes, y aquí todos están ausentes porque como que callan. Peter Jackson odia a sus personajes, o eso parece. Esto es un crimen. Sólo ama su ordenador, su bonito y carísimo ordenador.

LA DIRECCIÓN DE ESTA PELÍCULA ES ABSOLUTAMENTE LAMENTABLE, de principio a fin. Lo malo en todo el metraje es Peter Jackson, que no sabe qué hacer con el material que él mismo ha escrito. Todo el mundo parece perdido y sin saber dónde está. Cada mínima escena resulta poco creíble y está mal rodada, como si no hubieran sabido cómo hacerlo bien. Había momentos en que parecía que estaba viendo un telefilm. Un telefilm, eso sí, muy caro. Se nota un esfuerzo inmenso en dirección artística, fotografía, y otros aparatados artísticos y técnicos, para luego el resultado que ofrece.

El material de un cuento consiste en que todo cuanto en él aparece es necesario para la historia. Aquí se mete mogollón de paja para no se sabe qué, o yo no puedo compenderlo. Si ya tenían tanto metraje, ¿por qué alargarlo para que cada entrega dure dos horas y media? No lo entiendo. Y no me refiero a las conexiones que hace con la trama de Gandalf para el Señor de los Anillos, o la inclusión de Tauriel como gancho para que Légolas se acabe sumando a la compañía del anillo. Eso me parece que está hasta bien. Es cada escena, cada insignificante escena alargada en su metraje sin medida alguna, sin razón alguna, sin sentido del ritmo, de la elegancia, de la síntesis, y sobre todo, del cine, que a este tío se le supone. No amigos, no: nada aquí está bien rodado.

En general, una gran decepción.

Le doy un cinco y creo que hasta me estoy pasando de nota. Por favor, que en DVD saquen la edición bien montada, con hora y media menos de metraje, porque es lo que le sobra a ésta.
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23 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
JACKSON UNCHAINED:BAD TASTE
Creo recordar que la crítica que realicé sobre The Hobbit:An Unexpected Journey el año pasado comenzaba de la misma forma, pero es necesario recordar quien es cada uno y porqué se escribe como se escribe. Soy un fan incondicional de la obra de Tolkien, la he releído en numerosas ocasiones y la trilogía The Lord of the Rings significó un logro descomunal para cualquier lector de la novela original. Cualquiera que haya tenido la fortuna de adentrarse en la prosa de Tolkien sabrá apreciar mejor que un espectador neutral la dificultad extrema a la que Jackson y su equipo se enfrentaron a la hora de abordar estas adaptaciones. El nivel de detallismo del sudafricano es extremo, sus descripciones inabarcables y su narración vasta. Es muy fácil para el lector imaginarse ese mundo, la Tierra Media, con tanta cantidad de apoyos y explicaciones precisas. La fantasía se hizo ficción y la ficción realidad hace ya doce años, con unos resultados sobresalientes. Pero imaginar es fácil. Lo complicado es crear. Llevarlo a cabo. Ejecutar los planes. De ahí que la labor del director de King Kong, Philippa Boyens, Fran Walsh y Guillermo del Toro sea admirable, brillante, soberbia. Como adaptación, The Hobbit:The Desolation of Smaug es extraordinaria (aunque con las ya típicas licencias como la aparición de Legolas y varios detalles más). Como película independiente, sin tener en cuenta su origen literario, no tengo ni la más remota idea. Sinceramente, no lo sé. Mi visión está condicionada por mi experiencia literaria de la historia y, como tal, estoy mucho más que satisfecho. No puedo quejarme. Y me parece más honesto explicar que mis palabras están supeditadas a esta particularidad que los fans entenderán, que intentar marcarme una crítica universal. Para leer algo así, ajeno a la novela, ninguno de estos párrafos servirán. Esta es una película de fanáticos de Tolkien servida para ser devorada por fanáticos de Tolkien. Jackson, conocedor de que el tiempo de los galardones y laureles pasó para él, es mucho más libre que en The Lord of the Rings, donde aún tenía que conservar minimamente unas formas, una apariencia de película seria quizá. Es aquí, en la saga de The Hobbit cuando se libera de ataduras y hace lo que le viene en gana, ya que el foco de atención recae sobre otros. Se deja llevar alegremente por sus excesos visuales, por su adoración por el gore y por las triquiñuelas en las escenas de acción. Su cameo a los pocos segundos de comenzar el film es revelador. Pasa por delante de la cámara comiendo, nos mira de manera desafiante y sigue su camino sin pararse, como diciendo "hola, soy Peter Jackson y esta es mi película. MI película, justo la que he querido hacer".

Porque el director neozelandés está juguetón, se conoce el material de memoria y se permite el lujo de divertirse a costa del espectador en alguna que otra ocasión. En las batallas contra los orcos las muertes cada vez son más imaginativas, más logradas y pensadas, queriendo ir un poco más allá del género de aventuras y adentrándose por momentos en el de terror-gore. Es cierto que esta película es menos cómica que la anterior, debido a un tratamiento dramático prominente y a la necesidad de ahondar algo más en la relación entre los personajes. El tiempo que se ahorra en presentarlos (no hace falta, pues eso tuvo lugar en la primera parte) lo emplea en la interacción continua entre ellos, explorando de forma más profunda sus personalidades, sus miedos y sus valores. La disposición narrativa de las adaptaciones de Jackson suelen ser similares, comenzando con una cierta calma y dosificación de escenas puntuales de acción para encaminar el relato hacía unos cuarenta o cincuenta minutos de orgasmo audiovisual y emocional. Al no necesitar presentación de personajes como en el anterior film, la relación entre ellos es más fluida y estable, y la incursión de nuevos personajes se produce de manera más suave y natural. De hecho, algunas de las novedades son viejos conocidos y otras, como los encarnados por Evangeline Lilly (Tauriel) o Luke Evans (Bardo) funcionan a las mil maravillas al disponer de su propio tiempo de adaptación a la trama. Quizá es Beorn (Mikael Persbrandt), uno de mis personajes favoritos de la novela, quien más desaprovechado se encuentra. El tratamiento de los enanos ya no se produce de manera grupal, sino individual y eso se nota en pantalla, pues tenemos más opiniones diferentes, más reacciones y la sensación de pertenecer a una auténtica compañía aumenta. Asimismo, presenciamos la increíble evolución de Bilbo, convertido prácticamente en el líder de la expedición. Sin embargo, también podemos intuir un cambio negativo e instintivo en él debido a la carga del Anillo Único. Bilbo llega a ser cruel con tal de proteger a su preciado tesoro, provocando su propia extrañeza. El objeto no solo le proporciona invisibilidad sino que descubre en él un principio de egoísmo y maldad.

Como todas sus predecesoras, esta es una película de movimiento, donde la cámara pocas veces reposa y la apuesta por la actividad es casi una obligación no solo estética sino incluso de guión. No dejan de suceder acontecimientos, no necesariamente todos relacionados con la acción, pues el interior de los protagonistas es explorado de manera consecuente. De esta forma es fácil mantener la atención del espectador e introducirlo en un estado casi permanente de tensión ante la velocidad de los sucesos. El film está planteado de forma que aventura, divertimento y cierto aire dramático vayan de la mano, logrando Jackson su objetivo gracias a la ya habitual división de la trama. Esta segmentación, que afecta no solo a la trama en si sino también a determinados personajes, facilita que el posterior climax final posea un ritmo endiablado y que nuestro interés no se ubique solo en un objetivo.

Sigo en spoiler sin ser spoiler
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36 de 59 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Peter Jackson poseído por el anillo
Es sumamente complicado valorar un film como éste. Con sus altos y bajos cual montaña rusa, con sus cursiladas, su barroquismo, con sus añadidos forzados...

Los que amamos "El Señor de los Anillos" sentiremos afinidad por el Hobbit, no por mérito de Peter Jackson, creo, sino por mérito del imaginario creado por Tolkien. Me explico. Cuando un producto te encanta te enganchas a él y por mucho que luego se deteriore la nostalgia dificulta que te desenganches de él.

No es tampoco que el director neozelandés haya destrozado el libro de Tolkien, pero sí que lo ha estirado quizás en demasía, hasta casi romperlo. Luego le ha añadido pegotes para que no se notara y el resultado final es una pieza irregular.

Quizás lo mejor para dilatar la acción hubiese sido realizar dos films. Lo óptimo, sin dilataciones, uno. Pero el poder del anillo pesa en aquellos que lo guardan en sus bolsillos y Jackson, ahora sí, ya ha sido poseído por él. Y nos las tenemos con una trilogía que añade más de lo deseable, que incluso altera la esencia del libro y que introduce escenas del todo superficiales que sólo sirven para añadir minutos.

La música ya cansa, en serio. Veo un abuso en muchos aspectos. Y en cuanto a los efectos especiales, en algunos momentos creerás que no es posible ver tan mala calidad en la franquicia "Tolkien".

Jackson vuelve a apostar por el montaje en paralelo. No era necesario, en el Hobbit apenas hay un poco de ello. Quizás sí, tenía sentido cuando Bilbo encuentra el anillo, pero en el resto no. No voy al cine para pasar las máximas horas posibles, sino para ver calidad y aquí han apostado por lo primero en detrimento de lo segundo.

La dirección de actores es notable. Si bien la aparición de algunos personajes "inventados por Jackson" son imprescindibles y sólo atorgan comicidad o barroquismo kitsch cada aparición de Bilbo es soberbia, salva la película en cada uno de sus actos y cada una de sus muecas, en cada uno de sus gestos.

Smaug, cuyo apellido es "muerte" es quizás el dragón más imponente que haya visto en cine. A cada minuto a partir de la hora y media de film deseas que llegue Smaug ya, de una vez. Su aparición no desilusiona, al contrario es solemne. Lo malo llega cuando aparecen los enanos. Jackson está apostando demasiado por convertir "El Hobbit" en un parque de atracciones con escenas más propias de dibujos animados a lo "Correcaminos" que de un film épico. Demasiadas carambolas y engranajes, demasiada suerte y acción de súper súper héroes que rozan lo increíble hasta hacerte desenganchar del film.

A pesar de mi crítica dura, hay momentos inolvidables y puesto que llevo a dentro el mundo creado por Tolkien la película es de notable, bajo, pero notable. Y esta vez el mérito es todo de Tolkien. Peter Jackson y del Toro abandonan la épica en momentos para explicarnos "Los Gunnies" versión fantasía.
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22 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Juro no ver la sexta
Vaya por delante, antes de empezar, que me encanta el cine de aventuras. Quiero decir con esto que cuando voy al cine no busco el sentido de la vida, sino pasar un par de horas divertidas (que bastante tiene uno ya durante la semana). El que esto escribe ha disfrutado como un niño con Avatar, con los Vengadores en incluso, no me avergüenza decirlo, con Acero puro.
Una vez hecha esta pequeña introducción, diré que El hobbit me ha parecido una de las películas más estúpidas, aburridas y tediosas que he visto en mucho tiempo. Mira que intenté dormirme en la butaca, pero fue tarea imposible. Por lo visto a los fans les basta que salga la música de la comarca para prorrumpir en aplausos y caer rendidos de antemano, pero siento decir que yo estoy cansadísimo de ver durante casi tres horas gente correr delante o detrás de orcos y de meterse (otra vez) en oscuras estancias que se derrumban sin caer sobre nadie.
Me diréis que la película ofrece lo que promete, y que si no me gustó la primera del hobbit no debía haber ido a la segunda. Es verdad, desde luego, el problema es que crecí con Tolkien, que me encantó la primera trilogía y que la nostalgia te mueve a intentarlo otra vez.
Desde luego, no volveré a caer y no tiraré el dinero de mi entrada para ver la sexta. Sencillamente, un librito de doscientas páginas no puede dar para nueve horas de película, y el señor Jackson se ha quedado sin guión, sin ideas y sin inspiración. Ayer tuve la sensación de estar viendo una y otra vez la misma escena durante ya no sé ni cuantas horas de metraje: corremos delante de un orco, corremos detrás de un orco...
Por cierto que habría que preguntarse porqué son tan temibles los dichosos orcos, porque entre Legolas y la novia se los cargan como si fueran hormigas.
!Dorados tiempos en los que el cine de aventuras tenía un guión que te tenía atento y en tensión!
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26 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
La Insolación De Smaug.
¡Menuda Insolación se va a llevar el dragón cuando salga de Erebor!, ¡Después de 60 años y pico enterrado en oro!...

Vale, olvidad el chiste fácil del principio, tenía que meterlo en la crítica, ahora en serio, esta es la crítica de "El Hobbit: La Desolación De Smaug".
Estoy criticando la segunda entrega de la trilogía "El Hobbit" dirigida por Peter Jackson.

La primera; "El Hobbit: Un Viaje Inesperado" la vi en el cine a finales de 2012 y me encantó, no me parece superior a "El Señor De Los Anillos", pero sí creo que es una película muy bonita que merece ser vista por todo fan de la Tierra Media.

Yo fui al cine a ver "El Hobbit: La Desolación De Smaug" a finales de 2013, visualmente me pareció impresionante, además el 3D casi daba miedo de lo real y cercano que se veía.

La aventura continúa de forma bastante interesante, y el ritmo de esta cinta es mucho mejor que el de la anterior. Aunque como película, esta tiene otros fallos que no tienen que ver con el ritmo precisamente. Como adaptación se ciñe mucho menos al libro que "Un Viaje Inesperado".

Los actores siguen haciendo muy bien sus papeles, los más destacables en esta ocasión son Martin Freeman, Richard Armitage, Ken Stott, Evangeline Lilly, Luke Evans y por supuesto Benedict Cumberbatch (2013 fue indudablemente el año de este actor, primero Khan en "Star Trek En La Oscuridad" y después el grandioso dragón Smaug en esta película).

La Banda Sonora ha mejorado, aunque echo en falta el tema principal de la primera. Los efectos visuales son de gran calidad, el montaje es genial, el vestuario y el atrezzo le dan realismo a este mundo de Tolkien, y las distintas localizaciones hacen mucho más creible a la magnífica Tierra Media.

El único problema es que en esta película, Peter Jackson y compañía se inventan un montón de cosas que no estaban en la novela de Tolkien, y se nota que es para poder hacer una trilogía de una historia que no da para tanto.
Aún así, en esta no se nota tanto como en la tercera.

De momento acabo aquí diciendo que "El Hobbit: La Desolación De Smaug" se lleva una nota de 8 sobre 10.
Por cierto, os recomiendo mucho la versión extendida, la película gana mucho con esos 25 minutos extra.
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13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La desolación de los haters de ‘El Hobbit’
NOTA: Antes de soltar una sola palabra sobre la película considero imprescindible y honesto de cara al lector que se incluya el formato en el que se ha visto y si al autor le gustó o no la trilogía de LOTR y “El Hobbit: un viaje inesperado”.

-> En mi caso: [3D HFR 48fps / SÍ / SÍ… OH SÍIIIIIIIIIIIIIIIIII]

Superados el drama de los 48 fotogramas y los palos que recibió la primera parte de la adaptación perpetrada por Peter Jackson del cuento de J.R.R. Tolkien, con “El Hobbit: La desolación de Smaug” llega otro terrible drama… para los haters tanto del director, como de las películas que consiguieron 17 Oscars, como de esa primera parte tan criticada que recaudó más que “El caballero oscuro”. Una terrible enfermedad conocida como hobbitfobia que provoca que frikis, cinéfilos y gafapastas se conviertan en criaturas de Mordor y hablen peor que un Orco poseído en “Evil Dead”. El director de “Tu madre se ha comido a mi perro” muestra su cameo masticando una zanahoria como apertura a su declaración alegórica de intenciones a sus haters en plan John Cobra: podéis comerme a lo ‘glande’ todo el ‘glande’. Aclarado el asunto, llegan las mismas quejas e incoherencias de ojos sauronianos y espadazos de trolls y criticones resabiados y mari-sabidillos. Se reprocha que la megalómana adaptación estire más la trama que los brazos del Inspector Gadget, que tendrá mucho mo-co y 48 fotogramas pero parece una tv-movie, que saque personajes de la nada sin ton ni son, que recurra a la épica de el “El señor de los anillos” y a calcos de personajes de la misma junto a la incursión de una historia de amor y triángulo romántico para rellenar su aburridísimo metraje. ¡MENTIRA! “El Hobbit: La desolación de Smaug” es una película MARAVILLOSA y sigue el lema de que «Las grandes historias merecen estar adornadas». ¿No hemos quedado que el adorno es para la Navidad? ¿¡Y en qué fechas estamos listillos del tres al cuarto!?

Los mismos que escriben ensayos con más páginas que una enciclopedia sobre Tarkovski, el escultor del tiempo, y se masturban compulsivamente con un plano secuencia de 20 minutos de una película húngara en blanco y negro de ocho horas que encuadra únicamente a vacas mugiendo y a señoras que miran las pelusillas de la pared de su casa, dicen que el ‘argumento’ de la película de Peter Jackson está estirado. ¡Tócate las dos torres! O esos frikis que se quejan siempre que las adaptaciones siempre se quedan cortas y, sobre todo, de personas que dicen marearse con el 3D a 48 fotogramas. ¡Es vuestro odio y envida aquello que os hace perder el conocimiento! Es cierto que aunque aparentemente es más sólida y supuestamente más entretenida que su antecesora, personalmente he mojado menos mis bragas de pelo de pony firmadas por Sean Astin y no he llorado tanto de la emoción. Aún así, es todo un carrusel y parque de atracciones de emoción y divertimento con sobredosis de acción… y mucho drama, oigan. Y no digan la palabra videojuego porque en Tierra Media se inventaron las aventuras gráficas, los RPG y los parques temáticos.

Como comentaba anteriormente, estamos ante una gran cinta de dramas:

El drama de ser un orco entrenado por Chuck Norris y las Tortugas Ninjas y acabar como un masilla de los Power Rangers en versión digital.

El drama de ser un cuello de orco. ¿Tienen un interruptor oculto que al pulsarlo salta la cabeza y cuya ubicación sólo conocen los elfos, no?

El drama de que te llamen El gobernador y no tener ni parche ni tanque y ser una folclórica borracha con un esbirro cejijunto como único fanboy.

El drama de ser un beórnida y acabar haciendo de perro-oso segurata y sirviendo el desayuno a un grupo de enanos okupas. ¡Qué bien tira la leche este cambia-pieles! ¡Qué abra un bar ya!

El drama de ser una hambrienta araña gigante esperando tener mucho protagonismo y chupar muchos planos y acabar saliendo en la película menos que un barril élfilco no reciclable.

El drama de ser Benedict Cumberbatch y que no te dejen salir disfrazado de dragón en plan Espinete y con los efectos especiales de las películas japonesas de Godzilla. ¡Con lo bien que lo hizo y achantaba en las grabaciones! ¿Es que iban a confundirle con la dragona de Shrek o qué?

El drama de ser una reinona déspota y folclórica élfica de los bosques y estar abocada a mágica cirugía estética y Botox para ser la más bella del lugar.

El drama de ser Evangeline Lilly y que únicamente te llame Peter Jackson para ponerte unas orejas picudas, hablar de Raticulín, mantener un romance interracial y poner cachondos a una legión de frikis. Y encima dicen que no pinta nada los mismos que se llevan la mano a la bragueta...

El drama de ser un mago y que te trollee hasta un hobbit.

El drama de ser enano y no oler pese a tener todavía un pescado congelado incrustado en el recto.

El drama de ser Orlando Bloom y tener la regla.


Lo dicho, “El Hobbit: La desolación de Smaug” es todo un drama… Toda una desolación cinematográfica, sobre todo para sus haters. Aunque yo pensaba que lo de la ‘desolación’ de Smaug era porque Bilbo en plan Jorge Javier Vázquez en ‘Hay una cosa que te quiero decir’ hacía llorar al dragón y éste quedaba desolado… y no sobre sus estropicios en plan “Cloverfield”. Y, de acuerdo, la película tiene sus fallos pero entiendo que en la versión extendida de 9 horas (espero que venga de regalo la corona de la reinona folclórica élfica cual Roscón de Reyes) tendrán tiempo para explicarse, ¿no?

P.D.: ¡Y el final no es un cliffhanger, es un friki-interrumptus!
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44 de 77 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Y los elfos de Jackson se quedaban dormidos, bostezaban, se tiraban peos y se sacaban mocos.
Así, con un par. Jackson en su verborreica y diarreica segunda trilogía se le ocurre que los elfos que guardan unas mazmorras con prisioneros, se corran una juerga, se queden a dormir la mona y hasta roncan. 80 años de fantasía épica tirada a la basura. Tolkien y Gyrax revolviéndose en la tumba.

Esto no es el error del film. Esto se ha de ver como un síntoma más de Jackson pasa un kilo de todo. Se marca un guión espantoso, como bien dice Jordi Costa, parecen tutoriales del videojuego. X O (triándulo) O, haces el combo. La dirección es espantosa, con algunas escenas propias del peor Uwe Bol, ejemplo: los barriles. Los actores lo intentan, aunque algunos se les ve desganados, pobrecitos. La fotografía fofa, en la tónica de las consolas. Como resultado atmósfera 0, y sin Sean Connery.

La historia culea en las curvas desde el comienzo. Enano épico y noble...Raro. Luego otro enano romántico que se liga a una elfa (las patadas al manual de fantasia épica, ya son incalculables, todo sea por meter algo de romance). ¿Qué más?, se pregunta JAckson, que él y su equipo de guionistas han hecho (se nota) esta segunda parte con feedback de los foros con respecto a la primera. "Yo echo de menos un contrabandista...Aquí hace falta un Han Solo", dice un usuario de tierramedia.org@forum. Pues nada, dice JAckson, barra libre.

De verdad que desde Piratas del Caribe: MAreas negras, no me había cansado tanto ver un film. ¿2001, Stalker, Primer? Paparruchas!! De verdad que entender este tipo de film es muchísimo más difícil.

Mala a rabiar.
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27 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
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