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6 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
7
Grandes descuentos en los billetes de ida y vuelta (trayecto cine-literatura-cine)
I. La muerte de la amada: Isabel Freyre

Paso 1: Isabel Freyre muere. En cualquier recuerdo o prenda, Garcilaso encuentra un motivo de dolor.
Paso 2: Garcilaso describe sus sentimientos en un poema que comienza así: «¡Oh, dulces prendas, por mi mal halladas, / dulces y alegres cuando Dios quería! / Juntas estáis en la memoria mía, / y con ella, en mi muerte conjuradas.»
Paso 3: Macarrones traduce el soneto al inglés:(1) «Sweet Oh take, for my evil found, sweet and happy when God wanted! Together you are in my memory(report), and with her(it) in my death conspired.»
Paso 4: Macarrones lo retraduce al español:(2) «¡El Caramelo Ah toma, para mi mal encontrado, el caramelo y feliz cuándo Dios quiso! Juntos usted está en mi memoria (el informe), y con ella (esto) en mi muerte conspiró.»


II. La muerte del amado: Juan Carlos Etchepare

Paso 1: Manuel Puig ama las telenovelas, los boleros y la música popular en los que se narran amores intensos y desgarrados. Puig se enamora de los actores de Hollywood y se siente muy frustrado por vivir en su remoto pueblo de General Villegas. Envidia a las actrices que besan a esos machos cinematográficos.
Paso 2: Manuel Puig escribe «Boquitas pintadas».
Paso 3: Torre Nilsson escribe un guión sobre la novela.
Paso 4: Se estrena en los cines «Boquitas pintadas». Donde Puig dice «¡Oh, dulces prendas!», Torre Nilsson rueda «¡El Caramelo Ah toma!»(3)

Esa es la diferencia.
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27 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
"Deliciosas criaturas perfumadas..."
"Boquitas pintadas" es una película emblemática para observar las relaciones entre el cine y la literatura, donde el director(*) cuida en cada fotograma no traicionar ese otro discurso que considera más elevado que la pura imagen cinematográfica.
Manuel Puig publicó su novela "Boquitas pintadas" en 1969 y en 1973 Torre Nilsson adquirió los derechos para su adaptación al cine. Puig colaboró en la escritura del guión.
El director argentino realiza su propio relato visual sobre una fuente literaria con profunda influencia cinematográfica. El entrecruzamiento permite observar el caso de un cine literario y de una literatura cinematográfica.

"Boquitas..." reúne distintas historias de amor en un pueblo de la provincia de Buenos Aires, Coronel Vallejos, entre 1934 y 1968. El protagonista es Juan Carlos (Alfredo Alcón), un joven donjuán que enamora a las muchachas de un pueblo, hasta que la tuberculosis lo obliga a radicarse en las sierras de Córdoba. Poblada de prototipos del folletin y letras de tango con moralina del tipo: joven calavera que enferma por su vida disipada y muere en plena juventud.
El relato se inicia con la noticia de su muerte y la decisión de Nené, su novia de la juventud, de escribir una carta a quien debió ser su suegra. Interpretada por una bellísima Marta González, Nené es el prototipo de la muchacha sencilla y mal casada, especie de Madame Bovary fascinada por el cine, es una heroína típica de Puig.
Nilsson sigue la misma lectura "paródica" del texto y también acentúa la nostalgia, las relaciones de violencia y engaño que remiten a una trama social y que Puig ha ido poniendo cada vez más en la superficie de su mundo narrativo como se advierte en "El beso de la mujer araña", otra de sus novelas llevadas al cine.


El film refleja la dinámica del libro que se mueve con diferentes retazos de tiempo y distintas formas de relato. Se trasponen los monólogos interiores de los personajes y otros microtextos que conforman el universo novelesco: letras de canciones, cartas, artículos de periódicos, informes y relatos policiales, etc. El tiempo, el espacio y la trama del libro son conmutados al lenguaje cinematográfico, con el sabor de las formas narrativas con las que la cultura popular moldea los sentimientos.

Revelaciones sorpresivas, escamoteo de identidades y muchas implicancias oblicuas son ingredientes en esta bella película con el clima de los radioteatros de época, donde circulan historias secretas que se ignoran o simulan y que permite a su vez un amplio espectro de lecturas, desde lo paródico a lo sociológico. Si aún no la vieron... ¡a desempolvarla de los archivos!
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15 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Manuel Puig: Sin servidumbre no hay tragedia solo un sórdido drama burgués.
Los pilares de esta película basada en una de las mejores y más exitosas novelas de Puig, es la enfermedad y el amor.

Ya que no solo el protagonista masculino está enfermo sino todas las mujeres enamoradas de él, ese amor es la enfermedad de estas.

Un pueblo del interior de la provincia de Buenos Aires, dos "amigas" obsesionadas con salir de dicho pueblo y mudarse a un departamento en la Capital, el novio de una tiene leucemia y es amante de la otra.

El resto es muerte, decadencia, llantos, cartas, resentimiento, y sobre todo frustración por amores no correspondidos, amores truncos, incomunicación, soledad.

La película no supera en ningún momento la novela y borra partes preciosas de la misma, por poco cinematográficas.
Igual es una buena adaptación, sus actrices están magnificas sobre todo sus dos protagonistas Marta González y Luisina Brando, la última tiene un rostro calcado al de las actrices de los años cuarenta época en la que se desarrolla el film.
Tal vez Alfredo Alcón a sus 40 años no estaba para encarnar a un muchacho de 20 años, pero en el transcurso de la película se olvida esa anomalía.
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
"...PUES LO MISMO ES PENSAR QUE SER" (PARMÉNIDES)
En su debut como actriz en la pantalla grande, Martha González encarna el rol de una arquetípica joven ("Nené") que se consume en el fuego de una pasión reprimida y prohibida. Iniciada sexualmente en forma abrupta e inmersa en los prejuicios morales de la Argentina de los años 40s, llevará hasta el final de su existencia el peso de una identidad rasgada entre lo que anhela y lo que la sociedad le impone. A su objeto de deseo, ese ser "fresco" capaz de sacudirle la inmanencia de sus días y de hacerle olvidar la opacidad de su destino -convincente rol hecho a la medida del Alfredo Alcón de los años 70s-, se le contrapone la figura de un marido gris, pero fiel y estable, quien, a diferencia de aquél, le dará a nuestra heroína la tranquilidad y seguridad de un hogar convencional. En realidad, Nené -hilo conductor de otras historias de la película, narradas en paralelo y de manera confluente, con personajes que, por sus conductas y pensamientos son caja de resonancia de la pareja protagónica-, es una mujer que, al no poder o no querer rebelarse contra el orden instituído, padece "intamuros" la intensidad de sus anclados sentimientos. En tal sentido, su "pathos" es etimológicamente auténtico, a la vez que parece desafiar toda moraleja transmitida durante siglos por la pluma de Sófocles. En efecto: no es ninguna desmesura -ni ninguna imprudencia- lo que le acarreará infelicidad a la muchacha, sino, antes bien, su falta de arrojo (en esto se diferencia del rol interpretado por Natalie Wood en "Splendor in The Grass", un filme de similar temática que retrató brutalmente los puritanos atavismos de los comienzos de los sesentas en los EE.UU.). Un cine evocativo, contado en primera persona, que perdura, e invita a la reflexión.-
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
lo más destacado y lo que no
La escena onírica del cementerio, está muy lograda. Junto con la música de Waldo de los Ríos, son los 2 hitos más emblemáticos de la película. Las escenas de sexo le quitan sutileza y pareciera que buscan complacer al espectador más que componer la estructura narrativa de la historia.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Memoria de muchos amantes
Primera novela del escritor argentino Manuel Puig adaptada al cine, "Boquitas pintadas" es al mismo tiempo una traslación del universo provinciano, incluso rural, de dicho escritor, quien pone en la narración (y a su vez, se pone en el film de Torre Nilsson) un tono autobiográfico, de cuando su niñez en su pueblo natal, General Villegas, provincia de Buenos Aires. El resultado es un melodrama que nos lleva a una época situada entre las décadas de los 30 y los 40 del siglo XX, con un epílogo en el presente del film, los años 70. Es un melodrama lleno de sexo, de pasión, pero también de mentiras y apariencias, pues se retrata una sociedad hipócrita en la que importa mucho el qué dirán, y en la que los verdaderos deseos deben esconderse, especialmente si se es mujer. Destacan las escenas en las que los personajes dicen una cosa de viva voz y otra en su interior, como un pensamiento que no se atreven a verbalizar.

Torre Nilsson describe con maestría una historia ambientada en una Argentina moderna y a la vez antigua, en lo que coincide con otras de sus películas de esos mismos años, como en las previas "La maffia" (1972) y "Los siete locos" (1973), o en la posterior "El Pibe Cabeza" (1975), obras todas ellas protagonizadas por el gran actor Alfredo Alcón, presente también aquí. La tendencia a lo cursi, al desmelenamiento, relaciona a este film con otro coetáneo como "Nazareno Cruz y el lobo" (1975), de Leonardo Favio (y con Alcón también en el reparto).
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
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