7 Críticas de los usuarios

Los occidentales solemos ir a los restaurantes orientales con la ilusión de que nos sorprendan sus aromas, sus gustos, sus colores. Es cierto que en la mayoría de las ocasiones, efectivamente, nos sorprenden gratamente. Por eso, también, antes de ver una película coreana uno se relaja y se apresta a aprehender todo lo que la rodea. ¿Se imaginan la sorpresa del comensal al ver en la carta del restaurante oriental platos como la paella, el antipasto o el roastbeef?

Algo así le pasa a esta película. Renegando de su sabor propio, nos presenta un producto europeizado que no acaba de convencer a quien, como en mi caso, esperaba disfrutar de un cine distinto. Y este sentimiento te asalta negativamente desde el minuto cinco.

Pero la película tiene sus cositas buenas. El guión es divertido mientras lo es, y nos sitúa ante la infidelidad universal elevada al cubo: infiel el marido, infiel la esposa e infiel … hasta la abuela (de verdad). Sin embargo, a fogonazos, se intercalan situaciones enormemente dramáticas que nos hacen aspirar los aromas del buen cine oriental y nos enfrentan a una cultura diferente. Las interpretaciones también son destacables, especialmente la de la “abogada” Mun so-ri

Pero los buenos momentos son menos que los mediocres y la película queda lastrada. Yo la he visto con el interés de un entomólogo del cine oriental y no me arrepiento. Me aterra descubrir que la industria del cine oriental pudiera occidentalizarse. Mal asunto.

A la postre se que queda como una película pasable pero intrascendente.

Coincido con muchos compañeros en que la película no es mala del todo, pero tiene más peros que buenos. La factura técnica me parece correcta, los actores no están mal. pero...

Me parece tramposilla, como muchas de las películas con mensaje, porque es evidente que las películas, en general, no tratan de reflejar la realidad. Al ser una historia inventada, el guionista o el director pueden inventarse las situaciones que deseen, y pintar a los personajes tan odiosos o adorables como deseen. Vean, por ejemplo, el capitán de "El Laberinto del Fauno", un personaje tan integralmente psicópata que reulta grotesco, ¿diría alguien que es realista?

Siendo así, "la mujer del abogado" parece querer abordar las relaciones de pareja desde un punto de vista neutral pero desde luego no lo hace. Sí, relata la infidelidad de la mujer y de la abuela, pero en cierto modo siempre las disculpa, y carga sobremanera las tintas contra los personajes masculinos de la película. Tal vez los coreanos sean así de machistas, pero lo cierto es que lo que estoy viendo es una pelicula, lo que, como he dicho, me permite dudar de la imparcialidad de la visión del director.

Dese ese punto de vista, coincido con algún comentarista en que se aprecia una occidentalizacion de los puntos de vista en esta película. Vende lo "políticamente correcto", y los inmigrantes, las mujeres, gays, etc, ha de ser presentados siempre como los buenos hagan lo que hagan. Aunque haya que presentarlos con algunos defectillos, para disimular. Piensen en esta película qué pasaría si es el marido el que, en lugar de tener una amante adulta (aunque tramposamente se disfrace en la sinopsis con la palabra "joven amante") tuviera, como su esposa, una pareja de infidelidad menor de edad.
Pasen al Spoiler los que quieran saber más de mi crítica.

Transcurre con altibajos durante la primera mitad de la película, mejora según llega el final. El desarrollo de la temática principal es dispersa durante gran parte de la peli, centrándose igualmente al final. No es una mala peli, y tiene detalles bastante interesantes, pero se podría haber hecho mejor.

Se busca contar el principio del fin de un matriomonio acomodado económicamente, pero con una rutina que les supera a ambos. Aunque la problemática es variada, se centra en la de las relaciones sexuales de la pareja dentro y fuera del matrimonio. No esun mal recurso el hecho de enfocar un sólo problema como el principal (aunque sea un "falso principal"), utilizando el resto de probelmas como contexto que haga que el espectador entienda el todo pese al protagonismo de, en este caso, el sexo. Sin embargo en esta película no se lleva bien, pareciendo en numerosas ocasiones que se trata más de un reclamo hacia la comercialidad del film que otra cosa, sin profundidad ni emotividad (salvándose la última escena de sexo en el gimnasio). El utilizar lo que vende para vender, sin molestarse en dar una vuelta de tuerca más (lo que hubiese supuesto encontrarnos con una buena película) es el error que se arrastra en el desarrollo de la película y que se acentúa según concluye.

Las interpretaciones merecen trato aparte. Y es que cuando al principio parecen flojas e incluso en algún momento algo mediócres (principalmente en la monotonía de sus hablas y la falta de dar "vida" a los personajes), según avanza la pellícula éstas mejoran, especialmente al final en donde llega a haber momentos de mucha fuerza. Pero esto resulta bastante insuficiente.

Por último, aludir a detalles que mejoran el conjunto de la película, aunque sean mayoritariamente esteticas. Me quedo especialmente con la fotografía, la expresividad de algunos planos (que suple en muchas ocasiones la carencia de los actores en este aspecto) y el juego con las luces y las sombras. Tamién son importantes las habituales pinceladas de política sobre el conflicto coreano, aunque a mi parece bastante tímidas o escasas. Y los giros que se producen en el transcurso de la peli también ayudan a dar ritmo, empañando a la historia de un mayor drama.

En conjunto, regular y mejorable, con algunos detalles bastante buenos, pero insuficientes.

La historia contiene momentos escabrosos y alguna secuencia memorable: La del padre echando sangre por la boca y la nuera limpiándolo ante la pasividad de enfermeras, etc...
La del cine: como dos furtivos tortolitos y el tipo de la cabina de proyección: Viendo una película real en su sala desierta y pensando en voz alta lo que a él, le gustaría hacer.

El suceso que desencadena todo, me resulta inverosímil y hace que mi nota no sea más alta.
Tiene algunas escenas sexuales bastante morbosas e incluso verdaderamente realistas de lo que suele suceder a menudo y de lo que nunca se habla.
Por ejemplo, cuando la única escena de sexo que mantiene el abogado con su esposa y al acabar él, ella con gran naturalidad empieza a masturbarse para alcanzar el orgasmo que su marido ni le ha producido y le importa 3 huevos.
Después le dice creo que me ha desaparecido el punto G. ¿ Eso puede ocurrir? Curioso diálogo.
Con la amante hay varias escenas de alto voltaje sexual francamente bien filmadas.

El otro punto oscuro que me suscita la historia lo develaré en el spoiler.
En suma tiene contenido y la subtrama del padre y madre del abogado, de lo más sustancioso para mí.

Bueno, vamos con una película coreana que a mí me decepcionó un poco, hoy estoy optimista y generoso. La película es entretenidilla, y basta, no aporta nada más. No es para nada compleja, es más bien plana. Decir que una película coreana te ha dejado indiferente es algo raro, raro raro…
El cine oriental o es un bodrio infumable o te enamora irremediablemente, no suele tener ni medias tintas ni término medio. De todas maneras, La mujer del abogado es un título más cercano al cine occidental que al oriental, por lo tanto para los amantes del cine asiático esta película no va ser de culto.

Veo que en filmaffinity la película está catalogada como comedia negra, y eso es lo que me decidió a mí a verla. Yo os aseguro que de comedia negra tiene poquito poquito, quizá sea más gris que negra, pero ya se sabe que para gustos lo colores.
La película se enroca constantemente al argumento para intentar ofrecernos algunas imágenes morbosas y eróticas, pero esa batalla también la pierde su director, pues se queda a medio camino de casi todo.

Una película con la que pasas un ratillo y que olvidas a los dos minutos. Vamos que para eso, no hace falta ser tan snob e irnos al cine asiático, películas tan planas y huecas las tenemos a cientos en occidente.

Sencillamente el reparto no es muy bueno (refiriéndose a malos actores), sin tocar el tema cultural. Mal director; pues no sabe colocar escenas dramáticas, tornándolas un poco cómicas y jocosas. Además que dificulta mucho más el hecho del idioma pues las acentuaciones al hablar no son entendidas.

Una película notable, por lo que cuenta, por cómo cuenta la realidad de un matrimonio asqueado de sí mismo, por las escenas tan calientemente filmadas de sexo mujer-hombre, etc. Sin duda, me ha gustado más esta película que la mayoría de las que ha realizado Pedro Almodovar, pues lo cuenta todo con bastante lógica, sin artificialismos y de manera comprensible (aunque el director exponga las actitudes de los principales personajes, tanto de él abogado como de su esposa, tanto de la amante de él como del amante de ella, o del moribundo suegro y de la resalida suegra, de todos estos personajes centrales de la historia, desde el punto vista del "paradigma relativista e inmoral que suelen tener los progres sabelotodos que creen que antes de lo que ellos viven o hacen no ha existido nada que merezca realmente la pena vivirse", es decir, el todo vale con tal de darle alegría al cuerpo pues la vida dura poco y carece de sentido final). Y claro está, de una visión así de la existencia lo que sale es una decadencia patética que empacha la vida y también la pantalla cinematográfica.

En fin, al menos se deja una puerta abierta a la esperanza, pues de todo estercolero es posible que pueda nacer una matita inocente de futuro mejor y nueva vida.

El adolescente de la película, curiosamente es el más ilustrado. Él nos recomienda tres libros de lectura obligada, y los tres de autores europeos de fama mundial (otra muestra más de la occidentalización tan enorme del director Im Sang-soo y del argumento de esta película):

+ El príncipe, de Maquiavelo.
+ Crimen y castigo, de Fedor Dostoievski, y
+ El nombre de la rosa, de Umberto Eco.

Esta película me la recomendó el crítico cinematográfico "Fej Delvahe" y yo después de verla, he de admitir también que "La esposa del abogado" tiene mi recomendación.