Una película notable, por lo que cuenta, por cómo cuenta la realidad de un matrimonio asqueado de sí mismo, por las escenas tan calientemente filmadas de sexo mujer-hombre, etc. Sin duda, me ha gustado más esta película que la mayoría de las que ha realizado Pedro Almodovar, pues lo cuenta todo con bastante lógica, sin artificialismos y de manera comprensible (aunque el director exponga las actitudes de los principales personajes, tanto de él abogado como de su esposa, tanto de la amante de él como del amante de ella, o del moribundo suegro y de la resalida suegra, de todos estos personajes centrales de la historia, desde el punto vista del "paradigma relativista e inmoral que suelen tener los progres sabelotodos que creen que antes de lo que ellos viven o hacen no ha existido nada que merezca realmente la pena vivirse", es decir, el todo vale con tal de darle alegría al cuerpo pues la vida dura poco y carece de sentido final). Y claro está, de una visión así de la existencia lo que sale es una decadencia patética que empacha la vida y también la pantalla cinematográfica.

En fin, al menos se deja una puerta abierta a la esperanza, pues de todo estercolero es posible que pueda nacer una matita inocente de futuro mejor y nueva vida.

El adolescente de la película, curiosamente es el más ilustrado. Él nos recomienda tres libros de lectura obligada, y los tres de autores europeos de fama mundial (otra muestra más de la occidentalización tan enorme del director Im Sang-soo y del argumento de esta película):

+ El príncipe, de Maquiavelo.
+ Crimen y castigo, de Fedor Dostoievski, y
+ El nombre de la rosa, de Umberto Eco.

Esta película me la recomendó el crítico cinematográfico "Fej Delvahe" y yo después de verla, he de admitir también que "La esposa del abogado" tiene mi recomendación.