54 Críticas de los usuarios

Después de ver películas así, me pregunto cómo es posible que lleguen a la gran pantalla. Claro que luego te das cuenta de que la mayoría de planos se dedican a mostrar al actor de turno luciendo trajes o enseñando torso y lo entiendes... pura fachada. Esto intenta ser como "La Tapadera" o "El Informe Pelícano" para las nuevas generaciones, con móviles de última generación.

Porque de eso va esto, de compañías que desarrollan móviles, enfrentadas. Liam Hemsworth es un niñato que se mete en un lío por usar ilegalmente, una tarjeta de crédito de la compañía donde trabaja y pasarse del límite. A cambio de no presentar cargos, su jefe (Gary Oldman) le convence para ser espía industrial en la compañía de su rival y mentor (Harrison Ford) y a partir de ahí... pues lo de siempre, engaños varios, traiciones, asesinatos y un final previsible a más no poder que se ve venir de lejos (aclaro en spoiler con spoilers).

Encima es aburrida. Bueno, no, aburridísima, tediosa, lenta, previsible... (aunque dure apenas hora y media), y para colmo, a Liam Hemsworth le hacen falta varias lecciones de actuación, porque no es posible que mantenga la misma expresión para todo. De hecho, dan ganas de entrar en la película y soltarle un par de leches a ver si cambia su cara.

El guión es una nulidad, y se dedica a repetir la fórmula que ya hemos visto en muchas otras ocasiones y además recientemente, como por ejemplo en "21 Blackjack", en la que un joven genio de algo, consigue un éxito muy rápido a base de alguna ilegalidad para después caerse con todo el equipo y aprender una lección de paso. Pero peor, porque aquí ocurre todo tan rápido y se pasa de uno a otro extremo sin los adecuados conectores (aclaro en spoiler) que resulta de lo más artificial y poco creíble. Vamos, ninguna sorpresa a la vista.

¿Qué queda pues? Pues lo poco bueno lo aportan los secundarios de lujo, totalmente desaprovechados y que son los ya mencionados Ford y Oldman, a los que se unen Richard Dreyfuss como el padre de Hemsworth (¿en serio tienen que repetir siempre el mismo tópico sobre hijo avergonzado de su padre fracasado pero que en el fondo tiene razón?), Josh Holloway como un agente del FBI (dos escenas y poco más) y Julian McMahon como un sicario dispuesto a todo.
Amber Heard solo es la chica buenorra de cara bonita, interés del protagonista. Así que poco más. La fotografía y el diseño de producción empresariales no están mal (sobre todo las escenas que tienen lugar en ese restaurante oscuro y reservado); las escenas de acción son escasas y poco competentes (apenas una persecución y un par de peleas); el suspense no existe (¿la escena del hackeo-durante-ducha pretende ser suspense??) y al final queda la sensación de una total pérdida de tiempo.

En definitiva, un 1 porque sus secundarios no se merecen un cero, pero es totalmente prescindible.
Espero que no me caigan muchos negativos y gracias si alguien me lee y me valora positivamente.

La única “habilidad” de ‘Paranoia’ es juntar a dos grandes actores como Gary Oldman y Harrison Ford (me cuesta creer que hayan tenido alguna idea de cómo iba a ser el espantoso resultado del film), lástima que sea en una película que se piensa a sí misma inteligente y sofisticada, pero que no es otra cosa que una lamentable puesta en práctica de un guión todavía más lamentable. Luketic avasalla con información desde un principio y la renueva permanentemente, mareando al espectador para tapar los enormes baches de una trama cuyos giros, mayormente, no tienen pies ni cabeza. ¿Entretenimiento? Si (ponele), del tipo que ofrecen las películas de la fábrica de cine más grande del mundo (el peor cine de los mejores exponentes del cine, en mi humilde modo de ver), que usan moldes prearmados, reciclados de otras películas, sin novedad y ni una pizca de originalidad. Salvo por los actores ya nombrados, da igual quienes interpreten el resto de los papeles, sólo tienen que cumplir con los cánones estéticos del momento.

Personajes arquetípicos, clichés morales. Todo es superfluo y banal, hasta lo que no debería ser, como el peligro de muerte propio, de amigos y familiares, la pérdida de seres queridos, el asesinato (parece un delito leve frente a como se juzgan otros delitos), etc. El romance, de lo más estúpido: al principio, Emma Jennings (Amber Heard) trata como un sex toy de bajos recursos a Adam Cassidy (Liam Hemsworth) para que, luego de que el señorito se viste de seda, tengamos que escuchar frases como “me enamoré de ti porque eras distinto a los demás”... wtf? Ni los mínimos cuidados tuvieron los brillantes ideólogos de esta porquería: por ejemplo ¿no es obvio que uno de los líderes en tecnología (Ford) iba a espiar a Adam? Y así, todo lo que tiene que ver con espionaje corporativo, entradas y salidas “secretas” de oficinas, robo de datos, etc. está tan mal planteado que no quedan dudas de la superficialidad del tratamiento que tuvo la historia. Ni hablar de la inexistente relación entre título y película… paranoico es que lo decidió. Por último, es risible cómo la mayoría de este tipo de películas son, en sí mismas, el reflejo de lo que critican: la pérdida de los valores, la sobrestimación del dinero, la subestimación de lo que realmente importa. En el cine, lo que realmente importa es la sinceridad de las historias y la manera de contarlas, y ‘Paranoia’ no tiene nada de una cosa ni la otra.

www.quecinemirar.blogspot.com

Esta película me atraía por la trama pero al ver las críticas tan malas de algunos usuarios casi me echo para atrás. Menos mal que no lo hice. ¿Me hubiera perdido la película del siglo? No desde luego, pero sí una película que me tuvo abstraído del mundo real durante todo su metraje, me enganchó, me hizo sufrir, me mantuvo en intriga... ¿Para eso es el género del cine no?

Yo es que no sé a que viene tanta mala crítica, y luego vas y te encuentras con que "La red social" tiene casi un 7 de media, cuando es un verdadero tostón y no la pude ni acabar de lo rollo que era.
El cine está para disfrutar, y mí esta peli me hizo disfrutar. Al espectador medio sin aires culturetas o de superioridad intelectual le gustará, seguro.

Evidentemente no es la mejor película que he visto, pero he pasado un rato muy agradable.

Liam Hemsworth parece un actor que promete, por su edad físico y posibilidades. si logra elegir bien sus próximos trabajos, puliendo sus cualidades interpretativas.
Cuando se es joven y guapo, como actúes resulta algo secundario, pero es el momento de desarrollar el instinto interpretativo desarrollándolo hasta convertirte en un actor al que se pueda ofrecer cualquier papel.

Harrison Ford, muy mayor y torpe. No sé si por exigencias del guión, o porque la edad, habiéndolo respetado durante tanto tiempo, ahora se ceba en su madurez.

UN 6

Me siento totalmente fuera de onda entre tanta teSnología, tanto guap@ y además superdotad@ finalmente embaucados por las luchas de poder de toda la vida de dos señores mayores jugando a amos y siervos de la gleba. Admito mi falta de reconocimiento hacia la mayoría de piruetas en clave millenial; prefiero tragarme las píldoras con el envoltorio futurista distópico que tanto gusta hoy en día. Al menos que nos den tiempo a los viejóvenes a alcanzar la senectud para podernos encapsular a lo Matrix y así no molestar a tanto listo arribista, que además tiene tiempo para ser un mazas de gimnasio, engañar a la chica cortada por los mismo parámetros, y finalmente ser ético y estético con la justicia. De traca señores!
Nos queda a los demás que no podemos ser tan geniales el pobre padre, tachado de "simplemente trabajador honroso y honrado" como bálsamo entre tanta maldad, ganas de triunfo porque sí e insustancialidad total en base al poder.
El cuatro raspado se lo pongo por el patetismo de Gary, la bonhomía de Dreyfuss, el rapado de Ford y los abominables, perdón abdominales, de Hemsworth. Si éstos hablaran, este chaval tendría una colección de estatuillas doradas en cinco años.
Está bien rodada y no es excesivamente larga, pero se me ocurren al menos una docena de películas mejores que describen estas batallas empresariales en las alturas que finalmente enmascaran carencias humanas y morales que ya aparecían en Atapuerca por un quítame allá ese mamut.
Eso sí, se la ve venir desde el minuto quince...nada es lo que parece. Nota: 4,15.

Robert Luketic debutó en el cine con la minusvalorada y estimable 'Una rubia muy legal' (2001), pero con el paso del tiempo la brillantez conceptual de aquella parece más que nunca flor de un solo día y el presumible talento que se intuyó entonces no ha vuelto a dar señales de vida, diluyéndose en continuas y olvidables comedias románticas. Sólo quizá hubo un ramalazo agradable y algo distintivo, aunque de ingenio y no de genio, en la entretenida '21 Black Jack' (2008). De todas formas, su nombre no suele ir acompañando a una película que merezca la pena ver, y así es el caso de su último trabajo, 'El poder del dinero' (Paranoia, 2013).

La cinta narra la típica historia de persona normal y sencilla con apuros económicos y grandes dotes intelectuales que asciende de forma eléctrica en el mundo de las grandes empresas (tecnológicas en la cinta que nos ocupa), vía chantaje en este caso hacia el chaval en cuestión, y que se ve inmersa en una retorcida trama donde el espionaje industrial y la mala praxis pro-fesional se encuentran escondidos tras el lujo, el dinero y la fama. Todo ello en plena era de las redes sociales y la adicción al móvil. Una historia, en definitiva, más oportunista que atrevida y que vendría a ser una suerte de John Grisham volcado en un concepto pop y con maneras típicas de la MTV, donde el contenido (un triste, sobado y desaprovechado amasijo de ideas pretendidamente inteligentes) apenas tiene importancia frente al continente (música y espíritu de discoteca que convierten cualquier intento de discurso en un mero “rascar la superficie"), lo cual convierte sus ínfulas de trascendencia, de convertirse en un tratado crítico hacia las multinacionales y el estado del mundo, en un talón de Aquiles difícil de obviar.

Es una película llana, insustancial, acomodaticia, donde ni las subtramas ni siquiera la historia principal logran enganchar, en un vano intento por actualizar las claves clásicas del cine de suspense y conspiraciones al actual sentido de la urgencia y la peligrosa inmediatez. Es en realidad un producto como los que venden los personajes pero sin un ápice de sofisticación, incluso risible por sus modos y pérdidas de control en ciertos momentos.

Liam Hemsworth, casi calcado hermano pequeño por diversos motivos de Chris Hemsworth, hace lo que puede y se muestra, aparte de ligero de ropa como mandan los cánones actuales del mainstream, mínimamente convincente, al igual que el resto del reparto. Pero lo realmente destacable, y no precisamente por ser positivo, es el pecado cometido al tener en pantalla a los mismísimos Gary Oldman y Harrison Ford y no despertar pasión o emoción alguna en el espectador. Siempre es agradable verles, y cumplen más que cualquier otro miembro del reparto, pero no deja de ser una oportunidad perdida, un evidente reclamo publicitario para un producto que se siente inevitablemente débil. Su final, de esos que existen para que te creas más inteligente de lo que eres, también intenta que la sensación final no sea tan mala. Aún con todo lo anteriormente mencionado, no es la peor película que podemos echarnos a la cara. Sólo es un intento vano y fallido de buen y épico entretenimiento, falto de química, física y empatía.

Como dice el eslogan promocional de la cinta, todo tiene un precio, y en concreto las entradas de cine, así que en una cartelera tan suculenta y variada como la actual, no pierdan el tiempo con una cinta de título original Paranoia y que adolece de carecer precisamente de eso mismo, actitud paranoica y inestable, siendo un trabajo manso, predecible y harto convencional, diríase que digno de ir directo al mercado de cine en casa.

http://www.asgeeks.es/movies/critica-de-el-poder-del-dinero-john-grisham-en-la-era-mtv/

Thriller con el marco tecnológico y económico actual, aunque con ciertos elementos de futuro cercano en lo referente al uso de los teléfonos móviles en un mundo globalizado.
No deja de ser un mero entretenimiento funcional repleto de tópicos intrascendentes, cuyo único atractivo reside en reencontrarse con Harrison Ford y con un enorme (como siempre) Gary Oldman, que vuelve a activar el modo villano tras interpretar personajes más heroicos.
Cada vez que Oldman aparece, la película sube enteros, y aunque el duelo interpretativo con Ford se ve un tanto diluido, nos hace disfrutar con bastante plenitud de su despiadado hombre de negocios.
La película nos habla de dinero y de la línea que existe entre el mundo de los ejecutivos y el resto de la población, en una sociedad como la estadounidense donde una de sus mayores lacras es el problema sanitario y social.
El sueño americano de toda la vida pero tirado por los suelos, en un título irrelevante que se ve con agrado y con un buen arranque, pero con bastantes lagunas y tiempos muertos en su tramo intermedio.
Eso sí, produce bastante terror como unos pocos quieren controlar nuestras vidas y nuestra ubicación, gracias a esos dispositivos que llevamos en nuestros bolsillos. Y como el sector de los smartphones y las redes sociales provocan una despersonalización de nuestra sociedad actual y una ruptura completa de todo atisbo de confidencialidad y privacidad.
Pero toda esta reflexión se queda en segundo e incluso tercer plano, ya que no esperéis una película profunda y ni mucho menos un torbellino como el de “El lobo de Wall Street”, sino más bien un thriller “directo a videoclub” con grandes actores secundarios.
Pasará merecidamente desapercibida.

Nos encontramos ante una película que entretiene y distrae. Con la que uno pasa un rato agradable y no se aburre. Pero también ante una película que no destaca en mucho y que tampoco le sorprende y le marca a uno. Se trata de una película más de este género que funciona de manera pasable.
"El poder del dinero" es un thriller que no destaca en nada, pero que se mantiene en una tesitura de "no está mal" en todo momento. Es cierto que no cansa, ni aburre; pero tampoco es una explosión de emociones.
El director Robert Luketic se vale de dos grandes estrellas para atraer a un público que puede desconfiar a veces de este tipo de películas. Es cierto que este género y estas tramas no fallan mucho, y eso hace que siempre exista alguna ocasión para decidir ver algún film del estilo.
No obstante, como indicaba anteriormente el director se apoya en Harrison Ford y Gary Oldman para atraer a un público más amplio. Estos dos grandes actores dan vida a dos personajes que se parecen muy casualmente a Bill Gates y Steve Jobs. No quiero decir ni que se narre sus vidas, ni que estén imitándolos. Pero por la trama que se plantea, en mi opinión creo que se hace un guiño a estos dos genios y competidores de la informática.
Junto a ellos dos, una siempre fantástica Embeth Davidtz. Ella nuevamente realiza un trabajo soberbio que sin lugar a dudas es el más destacable de todo el film.
La trama distrae y convence por partes. Es cierto que no llega a despuntar en ningún momento, pero sí que lo entretiene a uno en esas tardes de domingo de vagueo. Es un historia que mezcla el thriller y el suspense, con algunos toques de acción; haciendo que la trama enganche inevitablemente en algunos momentos.
En fin, nos encontramos ante una película que entretiene y distrae, pero nada más. Es una película que no destaca en mucho, y seguramente con el paso de los años quede un poco en segundo plano. No obstante, recomendable para una tarde aburrida en la que no se quiere pensar en nada, y uno solo desea desconectar.

Eso mismo, basta ya de poner otras películas por las nubes, ir a verlas y que sean un aburrimiento. Esta película me entretuvo, ví cochazos, obras de arte, tecnología, una tía buenorra y una trama que te mantiene enganchado. Pagué lo que vale, lo pasé bien y me gustó. Vete a verla sin pretensiones ni pensando que verás el padrino revisited. Y te gustará. Basta de gafapastismos. Quiero entretenimiento. No american hustelsss!
Salu2 gente normal.

Es lo que tiene haber estado tantos años haciendo crítica de cine: que uno huele las cosas de lejos, y pocas veces son las que te consiguen sorprender. Aunque tanto Gary Oldman como Harrison Ford han sido para mí actores icónicos, brillantes estrellas de Hollywood, me temía lo peor con esta película...y acerté. Ñoña, sosa, poco creíble, predecible, plana, sin fuerza son algunos de las características de esta historia que ya hemos visto en infinidad de ocasiones en la gran pantalla (y en la pequeña también) que cíclicamente van apareciendo para promocionar a los niñatos de Hollywood de turno, en esta ocasión al cuñado de Elsa Pataky, y hermano de Chris, Liam (Hemsworth, por supuesto).

La ecuación está tan manida como el mecanismo de un botijo: brillante chavalito que quiere despuntar y conseguir el sueño americano -esto es, forrarse- y que en un momento dado está dispuesto a todo por ello, desde traicionar a sus amigos, a su jefe, a la gente que le ayude, a su novia. O sea, a pisar cabezas para trepar, algo casi connatural al mundo contemporáneo. Lo más irritante de la historia es su condescendiente tono de moralina, que intenta demostrar con la simpleza de un brochazo de cal que el ser malo trae malas consecuencias, y que para ser feliz en la vida hay que ser bueno. Hala, y se han quedado tan a gusto.

Pues lo dicho, que para hacer coproducción franco-norteamericana más "cool", lo han ambientado todo en el mundo de la tecnología y los móviles, en la que un chico que tiene un contrato de becario se convierte de la noche a la mañana (¿¿??) en James Bond, infiltrándose en una empresa rival para sonsacar secretos industriales, y acaba siendo Steve Jobs y montando su nueva empresa. De camino, conoce a una guapa directora de marketing (que también es casualidad que la conociera en una discoteca una noche loca de juerga, y resulte ser días más tarde a la que tiene que convencer cuando llega a una nueva empresa a trabajar... como si no hubiera gente en Nueva York) con la que terminará de novio (ojo, después de que ella lo tratara como a un trapo al verlo sin un duro, y luego enamorarse locamente de él cuando lo ve en el taco...).

Y cuando uno ve estas cosas, reflexiona: ¿son más honestos los productores de Hollywood, que a pesar de todo hacen productos comerciales con una cierta calidad, o bien los productores europeos, que intentan utilizar toda la parafernalia made in Hollywood para crear un producto Frankenstein para llevarse la pasta sin miramientos? Estas coproducciones me dan un miedo terrible, porque creen haber encontrado la fórmula mágica del santo grial de la comercialidad, y lo que consiguen al final es que comprobemos que solo Hollywood es capaz de hacer cine comercial de calidad.

Resulta penoso ver a un chico tan guapo y cachas y tan mal actor: aunque sea la estrella adolescente de la franquicia de "Los Juegos del Hambre" junto a Jennifer Lawrence, Liam Hemsworth tiene la misma expresividad que su hermano: esto es, cero patatero. El resto de compañeros de reparto es igual o más penoso que él mismo. Y la presencia de Oldman y Ford es cuando menos dantesca: dos mitos que se te caen al suelo cuando los ves haciendo literalmente el tonto en una cinta tan mediocre.

También me resulta penoso que un director tan coherente y honesto como Robert Luketic, eficiente director de comedias livianas tan olvidables como divertidas ("Asesinos", "La cruda realidad", "La madre del novio") ahora ser embarque a dirigir un género del que no solo ha demostrado que no conoce las reglas, sino que además adopta la pose de superioridad para atajar un guión sencillamente estúpido, basado en una novelita de fin de semana que plantea esa moralina (¡¡que encima te la recuerdan con voz en off!!) sobre el capitalismo. Por si faltara poco, el distribuidor español ha retitulado "Paranoia" (que es el título original y que en realidad, tiene poco que ver con la historia...) con este "El Poder del Dinero" (una genialidad quizás más aberrante que la original...). Creo que Luketic y los productores -que son al final los que habrán dirigido la película, como si lo viera, por estos resultados...- deberían haber visto más obras magnas del tema (sin ir más lejos "Wall Street" de Oliver Stone) para darse cuenta de su torpe, simplista y ñoña visión. Olía de lejos, y no era perfume. Era mierda.

Típico ejemplo de aunque se tenga un gran reparto si tenemos un guion pobre y unas actuaciones pobres el resultado es decepcionante.
O a Gary Oldman ultimamente le dan papeles poco agraciados o no sabe elegir bien al igual que Ford que están mas que discretos en el film,poco hablo de los otros dos protagonistas,Liam Hemsworth el "hermano" de Thor,un calco light del actor que interpreta al super héroe y de Amber Heard con tristes interpretaciones.
El film es "Wall Street de los smartphones" o "La tapadera"por decirlo de alguna manera,aburrida,superficial,y triste,lo mejor el titulo,el titulo español es poco acertado pero el original si que no tiene sentido,porque paranoia no tiene ninguna.

Un 4.

http://filmefilico.blogspot.com.es/

Floja y aburrida, que película tan mala, todo es tan frívolo y vació comenzando por el guion hasta el sonido. Todo me resultó tan ficticio y tan genérico, aparte de las malas actuaciones y ese final tan ridículo. Esto no es una película seria. Y de paso el personaje de la sinvergüenza de Amber Heard me daba asco, al igual que ella.

Y el orden de los nombres de los protagonistas debería ser Liam Hemsworth, Gary Oldman, Harrison Ford y luego el nombre de la Amber Heard porque Después del hermano de Thor, el que más sale en escena y tiene más importancia en la película es Gary Oldman, luego Indiana Jones y por ultimo de los 4 la que menos sale en escena es la tipeja esa.

"El poder del dinero" es una película diseñada para romper la taquilla: caras conocidas, protagonistas guapos, crítica social, vanguardia tecnológica, traiciones, giros de guion... Tiene los elementos, pero falla y lo hace en cada uno de ellos y como conjunto.

La película trata de ser un tipo de "Wall Street" centrada en las empresas tecnológicas. Critica al sistema, a las grandes empresas y al camino que están tomando las nuevas tecnologías de la información. Trata de la corrupción, el espionaje, la pérdida de la intimidad...; pero se queda en la superficie. Sin duda es una situación alarmante, pero esa venda ya nos la hemos quitado, así que no es suficiente, o al menos no lo es para que la película se sostenga en ello. Y es que como thriller flojea; lo hace el guion, lo hacen las interpretaciones y lo hace la dirección.

El peso interpretativo lo llevan Gary Oldman y Harrison Ford. El personaje del primero está caricaturizado y el del segundo quiere ser Steve Jobs (solo hay ver la caracterización de Harrison y su nombre: Jock). Liam Hemsworth no me disgusta, pero su papel es poco más que ser atractivo.

La película resulta entretenida y se puede decir que "mola". Si pides eso, pues perfecto; si no, pues no tanto. Creo que podía haberse hecho una película muy buena, pero el resultado no ha sido tal. También he de decir que la he visto por casualidad y no me arrepiento.

Se podría escribir un libro sobre las traducciones de títulos de las películas de Hollywood a España, o más bien, de los que estudian marketing para sustituir un nombre bastante claro por un invento de la imaginación del tipo de turno. Curioso cuando menos.

Película de espionaje industrial entre dos empresas de tecnología punta y sobre lo espiados y faltos de intimidad que los adelantos tecnológicos y nuestra dependencia de ellos en nuestras vidas nos ofrecen.

Guapa y joven pareja como Amber Heard y Hemsworth, bien arropados por dos monstruos de la interpretación como Harrison Ford, (¿tiene algún tumor?) y el gran Gary Oldman, el actor camaleónico de nuestro tiempo.

Interesante película, no muy bien acogida por la crítica. Un 6.

Con tintes claros en referencia a la "Tapadera" de Tom Cruise pero con aires de grandeza hacia "Wall Street" de Michael Douglas y Martin Sheen no cumple ninguna de ambas perspectivas; se queda en un proyecto más de enorme aspiración pero de efecto neutro, resultado poco satisfactorio que no explota todas sus posibilidades. A la falta de emoción y tensión de la trama se le une su languidez, un indolente y débil proceder al que no es difícil anticiparse; poco material, poca acción para tantos frentes abiertos. El renombre de sus veteranos protagonistas -Gary Oldman y Harrison Ford- y el atractivo físico de su perdido novato que les acompaña y lidera en toda una supuesta jugada espectacular de poker, un jaque mate directo al rey es tan vacío, poco interesante y atractivo que no se libra de un tufo de guión televisivo con presupuesto de gran pantalla, una primera línea a la que se aspira pero que requiere unos requisitos mínimos más allá de dos estrellas, un guapo, un suave romance y una endeble trama, tan tibia y ligera que no logra ni calentar al personal. Toda una "Paranoia" observar como "El poder del dinero" compra una entrada directa a primera clase y muchos otros, con más calidad y mejor guión, historia y contenido no encuentran patrocinador que les consiga un mínimo hueco en la sala de los cines; el mundo del Séptimo Arte al revés para pena y desgracia del público asistente. Película de consumo rápido, fácil digestión, sin molestos efectos secundarios que te hagan pensar o reflexionar mínimamente, que gusta sin saciar -más por consideración lastimosa y de conformismo que por efectividad latente- y de pronto, veloz olvido. Consumela si es tu elección y no pienses mucho; agrada si no exiges demasiado

http://lulupalomitasrojas.blogspot.com.es/

Mi idea cuando fui a ver está película, es que iba a ser una crítica al control que los magnates de los mass media tienen sobre la población y todo esto a través de una película con algo de acción y los guapos de Liam Hemsworth y Amber Heard en cabeza. Cuando salí del cine concluí que solo acerté en que aparecen Liam y Amber en la película eso sí con una química entre ellos que brilla por su ausencia.
En cuanto a la crítica al control de ciertas grandes compañías sobre la ciudadanía se queda, como índico en el título, en un querer y no poder. Hay algún tipo de crítica? Sí, la hay, pero una crítica que se queda muy corta teniendo en cuenta lo mucho que se podía explotar este tema solo siendo un poco más atrevidos.

Película absolutamente intrascendente con un puñado de nombres de sobra conocidos se cuela en nuestras pantallas asomando la cabeza entre todas las candidatas a los grandes premios que pueblan las carteleras, y cuyo intento de acaparar la atención de aquellos ávidos de una historia liviana se ca a quedar en eso, un intento.

¿Lo mejor que se puede decir de ella es que es intrascendente? Probablemente sí, pero tratándose de una producción de Hollywood, uno siempre espera un mínimo en su puesta en escena, en su guión, en su dirección...Sin embargo hay tantas cosas en las que cojea, que resulta complicado destacar algo interesante. Parece una película hecha por encargo y sin ganas firmada por Luketic, director casi siempre ligado a la comedia romántica pura y dura, cuya inmersión en el género de acción es la pobre "The killers" con Kutcher y Heigl como protagonistas. Poco bagaje como para sacar esto adelante. Su aburrida visión de la narración lleva a los actores al contagio absoluto, y sus nombres pesan más en el cartel que en la historia.

No hay manera de justificar la aparición y posterior deterioro de su imagen de Ford y Oldman, que han visto y vivido momentos mucho mejores. Su enfrentamiento como magnates de los negocios sucios es triste y alicaido. No hay chispas, ni diálogos cargados de flechas en amos sentidos. Sus apariciones son constantes, que para eso cobran lo que cobran, pero no calan nada. Para el peso de la historia el elegido es Hemsworth (si, hermano de Thor), que además de poner posturas y caras, parece que quiere actuar. Nada más lejos de la realidad.

Y para el final, la traca que director y guionistas se han guardado para el final con un clímax previsible, exprimido en otras películas, y que denota el poco trabajo de desarrollo que hay detrás de "El poder del dinero", título que, como suele ser habitual, no tiene nada que ver con el original, pero que tal y como había ido la cosa, ya no nos parece tan malo.

A simple vista y sin saber nada acerca de esta película es posible que no llame demasiado la atención y que no se venda por sí misma. Es de esas películas que no se conocen gracias al boca a boca, pero que si, por lo que sea, les acabas dando una oportunidad te acaban gustando más de lo que esperabas. A mí me pasó algo similar. No la conocía, simplemente se presentó ante mí, y tras ver quienes participaban imaginé que no podía salir algo malo. Acerté.
Siempre me han gustado las películas que giran alrededor de gente jóven. Aquí lo hace, alrededor de un chico sin demasiados recursos que se ve envuelto en una red de la que no puede salir. Me gusta ver esa evolución que tiene desde el personaje que nos plantean al principio hasta el que vemos al final, ese desarrollo, y aquí ocurre algo así.
De la historia debo decir antes de nada que es entretenida y amena. Cuando se habla de argumentos sobre empresas, contratos y cosas así suena a aburrido, lo sé, pero esta no va por ahí. Como decía antes se basa principalmente en la vida y en los problemas que le van surgiendo al protagonista, un protagonista que a cada minuto se ve más inmerso en un mundo que no le gusta, pero a pesar de ello se hunde cada vez más. Trata sobre una empresa tecnológica que tiene una rivalidad con otra y nuestro héroe en cuestión debe lidiar entre ambos bandos. Me ha gustado bastante esa forma que tiene de contar las cosas, de en revesarlas, para que me entendáis, pero sin liar al espectador. Bajo mi punto de vista mejora a medida que avanza y mantiene buen ritmo en todo momento.
Algo que también me ha sorprendido para bien ha sido el apartado interpretativo. Tiene en su haber varios actores de renombre, actores con mucho talento que hacen que la cinta sea un punto mejor. El protagonista de la función es Liam Hemsworth (sí, el hermanísimo de Thor), un actor que apunta maneras y que convence más de lo esperado. Para muchos puede que sea una cara bonita, pero el chaval lo hace bien. Junto a él está Amber Heard, la chica en cuestión y la que añade belleza al conjunto. Una actriz aceptable, bastante correcta y guapa a partes iguales. Harrison Ford, conocido por todos, no creo que haga falta decir que tiene talento. Aquí hace del propietario de una de las empresas, un papel que le viene que ni pintado. Gary Oldman es casi el otro protagonista de la película, un actor brillante bajo mi punto de vista y de lo mejor de la cinta. Su rol es el de dueño de la segunda empresa y desde luego lo hace genial. En segundo plano, casi en tercero, están Josh Holloway (''Perdidos'') y Julian McMahon, ambos actores con muy pocos minutos en el metraje.
Para quien no la haya visto me gustaría añadir que no es la típica película lenta que no arranca hasta que entra en materia. Bien es cierto que pasada la primera media hora la cosa coge ritmo, pero ya desde el inicio te mantiene con interés en lo que estamos viendo. Esto puede ser un pensamiento personal, para cada uno puede ser diferente, eso por supuesto.
En resumen ''El poder del dinero'' es un thriller bien llevado que logra su cometido que es entretenernos durante algo menos de 2 horas. Tal vez no sea la mejor película del pasado año, pero se deja ver. ¿La recomendaría? Bueno, sinceramente hay otras muchas mil veces mejores, eso está claro, pero si estás aburrido y sin otra cosa que ver te puede servir muy bien.

Lo mejor: Es entretenida, el apartado interpretativo y el ritmo que tiene.
Lo peor: Nada importante.

* Un 5 alto *

La película nos cuenta la historia de un chaval que trabaja en una gran compañía de telefonía que por un motivo u otro se ve obligado a entrar en la compañía rival para intentar descubrir qué es el misterioso producto que sacarán al mercado en breve: espionaje industrial.

Se nos viste todo alrededor de la figura de Adam, un chaval que quiere triunfar sobre todo lo demás y que tendrá que traicionar a los que le rodean para poder seguir adelante.

Lo que supone un tramo inicial bastante decente, con apariciones de los pesos pesados de la película (Oldman y Ford) con implicaciones interesantes e incluso una incipiente historia de amor acaba en un despropósito digno de las peores cintas thriller de sobremesa.

Es una auténtica pena la deriva que toma la película y lo aburrido que llega a ser cuando empieza la acción, un bajón importante y una caída a los topicazos más manidos del cine del género.

Si quitamos esos últimos tres cuartos de hora nos queda una película entretenida, bien realizada e incluso interesante. Si se los sumamos nos queda un producto que se queda a medias, sin alma y que tira de lo ya visto sin acabar de conjuntarlo bien. Ni tan sólo Ford y Oldman (con bastantes frases en la película) consiguen salvar una cinta sin carisma que queda en entretenimiento normalito, de ese que acabas viendo porque no dan otra cosa por la peli pero que nadie te recomendará.

Eso sí, creo que la nota que tiene en Filmaffinity (y no digo nada de la de Metacritic) es excesivamente baja, al final tienes una hora tres cuartos de entretenimiento insustancial, de ese que no ofende y que puede incluso llegar a gustar a cierto público objetivo.

Ya nada más empezar, la película suelta una mentira de colosales dimensiones. "Todos estos ladrones nos han robado el sueño americano que nuestros padres sí han disfrutado". No se puede hacer una afirmación más hipócrita, puesto que cumpliendo ese sueño americano todos involuntariamente están cometiendo actos amorales. ¿Y qué? Pues que es el colmo de la gilipollez el quejarte de que tú no puedes disfrutar de la vida plácida que si tuvieron tus progenitores, vendiendo como que hay unos 'malos' que te impiden alcanzar esa realidad, cuando no son más que jugadores, que al igual que en un tiempo pasado fueron tus padres que disfrutaban de ese estatus de privilegio económico. Eso para empezar. Bueno, pero eso es yankilandia, y claro, qué mejor que quejarse de que a tí tampoco te dejan ser ladrón.

Se nos presenta a un grupo de jóvenes preparados pero sin un futuro nada prometedor, baza a la que parece tratar de agarrarse el director Luketic, experto en dirigir cintas bastante edulcoradas, al uso, y sobre todo dedicada a los jóvenes, o bien dando protagonismo a ese sector. El retrato no se puede decir que sea malo, de hecho el despliegue de esos pequeños detalles que satisfacen la necesidad del conocimiento y el instinto de curiosidad de un espectador medio, mínimamente curioso, (haciendo achaque en su ingenuidad, como permitiendo, sin que se dé cuenta nadie, arregle esa manera de pensar tan inocente que tiene) es lo que sitúan la cinta en el aprobado, pero digamos que no posee elementos propios del buen cine, como el relato elocuente y generoso en caracterizaciones, matices, pautas en el argumento y construcciones de los personajes. Estamos delante de una cinta de fácil consumo, quizás más compleja y enreversada de lo que en un principio pueda llegar a parecer. Eso sí, bastante efectistas, y presenta algunos recursos muy logrados, como por ejemplo hacer sentir incómodo al espectador mediante algunos diálogos que comprometen la suerte de algún protagonista. Pero no se puede hablar de los 'pros' de esta película, sin mencionar a las dos estrellas del filme, Gary Oldman y Harrison Ford, que dan la sensación de actuar sin guión. El primero incurre quizás en una espiral de histrionismo que es de vez en cuando habitual en él, todo fruto de una falta de sujecciones por parte del argumento a su personaje, que no le pone restricciones ni sujecciones, ni le va marcando el camino adecuado de ningún modo. Como ocurre por ejemplo, con el personaje de Sean Penn en 'Brigada de Elite', que es del mismo año que esta. Es por eso por lo que puede parecer que el resultado que nos dejan sobre la mesa esos personajes no es el mejor posible, pero no se puede dudar en ningún momento del intérprete, en este caso de Gary, cuyo talento está más que demostrado. A Harrison en cambio no le ocurre eso, se mueve como pez en el agua, lleva a todos, tanto a los personaje de la película como al público, a los terrenos que él quiere, sin pestañear... Gary me ha fascinado con sus primeros compases, ¡cuánta brillantez! Pero ese efecto desaparece un poco después debido a las causas que he mencionado antes.

Y es una lástima, porque parece ser, - de hecho a estas alturas se puede decir que es más que evidente, - que la moda del cine de estos últimos años es de centrarse más en la elaboración de elementos dirigidas claramente a convertir la película en cuestión en un pelotazo que deje muy buena caja, que en cuidar esos detalles, que un público poco exigente no apreciará. Se busca el engaño y el artificio, se centra mucho en eso, olvidando en demasiadas ocasiones las pautas de una narración idílica, detallista y elocuente. Esta película de hecho tiene varios giros de guión muy buenos, que se crean sobre todo gracias al inteligente manejo de los diálogos. A algunos les parecerá horrible, a mí en cambio me gusta mucho, me deja boquiabierto, impactado. Pero no todo es eso, claro está. De hecho, cada película es un poco la radiografía del director, y si resulta que ya has visto varias películas de él, pues más que lo conoces. Y en este caso el señor Luketic da la sensación de ser exactamente como al público al que pretende llegar, sujeto arrogante con espíritu joven, aires de irreverencia y un pelín travieso quizás, bastante inteligente e ingenioso, de lo que se aprovecha para tratar de impactar al espectador, como gustándose. Una pena que sus filmes no hayan terminado de despegar del todo, les falta como una especie de reposo en el argumento que toda una buena película debería tener. El tema 'ritmo' lo aprueba con nota, ahora queda quitarse la espinita de como sensación irracional que suele crear en el público (o al menos en mí) de que sus películas son malas (pero que en realidad tampoco son la mayor bazofia del mundo por motivos que he señalado antes).

Espero haberme expresado. Creo que no me he dejado nada especialmente interesante por señalar. Gracias y un saludo.