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Void Chair (C) (2016)

Void Chair (C)
8 min.
5,2
114
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Cortometraje completo (SIN DIÁLOGOS)
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Sinopsis
Una chica vuelve a casa en mitad de la noche. En una de las calles encuentra una misteriosa mecedora que le llama la atención. La chica, atraída por la curiosidad, se acerca para tocarla y mecerla. Ese pequeño gesto despertará algo perturbador. (FILMAFFINITY)
Género
Terror Cortometraje Sobrenatural
Dirección
Reparto
Año / País:
/ España España
Título original:
Void Chair
Duración
8 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
6
La curiosidad mece el terror.
Una silla, aparte de para tomar asiento, puede servir para muchas cosas. Sería un ejercicio divertido escuchar las utilidades que ahora mismo estáis pensando, yo me lo reservo, quizás tenga una mente algo perversa.

Eso mismo le debe suceder a la protagonista de este corto, pues una vulgar mecedora desata su imaginación y le hace no dudar en acercarse para ver si tiene alguna propiedad oculta.

Como veis la premisa es bastante sencilla y no exenta de gracia, pero ya sabemos lo que las retorcidas mentes de los autores cinematográficos pueden elucubrar en aras a conseguir algo perturbador y terrorífico. ¿Suficiente para provocarnos miedo?, en el caso de Void Chair rotundamente sí.

Xavier Miralles nos descubre su lado más visionario y retorcido. La excusa de la curiosidad innata del género humano, sirve para mostrarnos un cuento terrorífico y, permitirme la expresión, inclasificable. ¿Estará basado en un hecho real?

El tranquilo paseo nocturno de una chica se transforma en algo más al ver una sencilla mecedora al final de un oscuro callejón. La curiosidad hará que se acerque para mecerla. Ese simple gesto desatará algo con lo que no contaba.

Interesante corto de Xavier Miralles que demuestra una gran madurez. Todavía recordamos su inicio con Ocho de 2011 y la evolución ha sido sumamente positiva. Void Chair es un producto muy bien acabado y sin fisuras. Da un poco la sensación, por eso, de que quiere explicar más de lo que muestra. Yo creo que es todo más sencillo, simplemente hay que disfrutar de él.

Uno de sus puntos fuertes es el apartado técnico. Empezamos con la fantástica fotografía, tanto de exteriores como de interiores, de Alejandro H. Madrid y seguimos con la idónea música de Marc Timón. Punto y aparte es la aportación de Inside FX ([REC]) en el maquillaje, sublime.

Vamos con las interpretaciones. La incombustible Macarena Gómez recrea al personaje principal. ¿Qué decir de ella?, para quitarse el sombrero, como siempre. Le dan la réplica Carlos Lasarte y Toni González Núñez.

No os dejéis engañar por su escasa duración. Le basta para explicarnos algo perturbador y que os mantendrá en tensión de principio a fin. No os lo perdáis.
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2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Buena...
Lo mejor: el profundo deseo de interacción que un sucio mueble aparentemente abandonado en un oscuro callejón contiguo a otro despierta en la protagonista (deshacerse en elogios hacia Macarena Gómez está de más) que, sin apreciarse pretensión sino profesionalidad, adopta una postura tan empática que el público alarga los brazos para, al igual que hace ella, tocarlo y, de algún modo, darle vida; el apartado técnico orquestado por Xavier Miralles (director y guionista que evoluciona sin pausa relatando aquí, valiéndose de una muy retorcida visión de una de las más populares inquietudes innatas en el ser humano, la de la curiosidad, un breve pero intenso cuento de terror que infunde nerviosismo y provoca gran perturbación en vísperas de volver a posicionarse detrás de las cámaras con El afilador tras haber debutado con Ocho en el dos mil once y dos años después El árbol sin sombra, así como hasta cinco trabajos con el presente de menor extensión) es formidable, mas la fotografía de Alejando Madrid, la música de Marc Timón y el maquillaje de Inside FX logran complementarse entre sí a la perfección para firmar una notable mezcla entre La maldición (por cierto sonido) y Expediente Warren (por determinado objeto) que, en lo referente al sobresalto y salvando las distancias, recuerda mucho a de Lights out de David Sandberg; la clave del éxito de los exactamente seis minutos y nueve segundos (sin contabilizar los créditos iniciales y finales) reside, sorprendentemente, en no precipitar los sucesos sino en que sobrevengan naturalmente.

Lo peor: la premisa de la que parte el autor puede pecar de simplista y, aunque su talentosa mente la transforma en un inimaginable punto de partida para enviar un poderoso mensaje, no puede catalogarse precisamente de racional su fundamento (no obstante, cabe señalar que la ficción debería ser el género principal en el que englobar la obra); la predisposición (no es ningún misterio que la percepción objetiva se basa en gran medida en la subjetiva) y paciencia (hasta el ecuador no comienza a fabricarse la tensión propiamente dicha) son requisitos imprescindibles por lo anteriormente citado, algo que no todos los espectadores son capaces de asumirlos; la escasez de la duración de la pieza, sólo equiparable al número de rostros participantes en la misma (desde la vertiente presencial), no permite desplegar todo el imaginario subyacente en una trama que, aunque parezca increíble, no presenta fisura alguna, siendo por ello mayúsculo el esfuerzo necesario para escribir una opinión sobre el cortometraje que ocupa sin desvelar ningún detalle relevante, y es que hacerlo de cualquier otro modo sería deteriorar la estupenda experiencia resultante y traicionar la confianza brindada por parte de Totem producciones a Cementerio de noticias al facilitar de forma privada y confidencial el acceso al visionado en alta definición en plena fase de distribución por festivales, lo cual merece la mayor de las gratitudes.

Daniel Espinosa
www.cementeriodenoticias.es.tl
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1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
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