- Sinopsis
- Chris es locutor de radio y está casado en segundas nupcias con Katrin. Uwe, propietario de un pequeño restaurante al paso está casado con Ellen. Los cuatro rondan la cuarentena y viven en una ciudad tan insulsa como deprimente, Frankfurt-Oder, en la antigua Alemania Democrática. Chris es íntimo amigo de Uwe. Y Katrin, amiga íntima de Ellen. Lo cual no impide que un buen día Chris y Ellen comiencen una aventura sentimental que, al ser descubierta, hará saltar por los aires el aparentemente perfecto universo pequeño burgués de las dos parejas. Pero, al mismo tiempo, este hecho invitará a los cuatro a replantearse sus existencias, a analizar los aciertos y los errores del pasado, a aprender a valorar más lo que se tiene que lo que se desea, a descubrir los pequeños y sencillos placeres cotidianos… en una palabra, a volver a vivir. Y al final resulta que Frankfurt-Oder no era una ciudad tan deprimente y que una simple gaita puede cambiarlo todo. (FILMAFFINITY)
- Género
- Drama Comedia Familia Vida rural Comedia dramática
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 2002 / Alemania
- Título original:
- Halbe Treppe
- Duración
- 111 min.
- Guion
- Música
-
- Fotografía
- Compañías
- Links
Premios
Los riesgos de la costumbre
4 de julio de 2007
Hay nada que escoger, recorro los anaqueles del Blockbuster al cual suelo ir para encontrarme títulos de interés y temáticas comunes abordadas de otra manera que se olvidan del rollo melodramático de telenovela o la recurrente salida fácil del problema en cuestión.
Dentro de la sección Alemana me topo con “A media escalera” no dudo en rentarla y confirmo que en estos anaqueles donde hay muchos títulos ignorados por la muchedumbre se encuentran algunos con valor muy superior al que te ofrecen los carteles porteros y edecanes.
A partir de la reunión de dos matrimonios se desata una serie de confusiones y enredos entre Chris y Ellen, él esposo de Katrin, ella de Uwe, quienes resultan ser los más afectados en la situación que rehúsan afrontar con un perdón o evasión del hecho. Desde el punto de vista cómico se explora el sentir de cuatro personajes atrapados por la rutina y deseosos de una mirada halagadora y/o actitud diferente en el entorno del matrimonio. Andreas Dresen se encarga de imprimir todas las posibilidades desde el punto de vista femenino y masculino.
Cuando no hay motivación nos invade la apatía y cosas sencillas que valgan la pena como la música, puede llegar a ser tan perturbador que sin querer iremos haciendo muecas al músico, al chofer de un taxi, a la mesera de un restaurante y no disfrutar cada momento que nos ofrece la vida. El abismo de la depresión puede ser tan profundo como uno lo desee pero también está en nosotros el querer salir de él para encontrar la felicidad.
El país germánico hace gala de películas que no merecen el olvido y que suelen brillar gracias a la calidad que les caracteriza; a seguir rodando que quien lo sabe hacer, no se vale del marketing para la obtención del reconocimiento. Bien por Andreas Dresen.
Dentro de la sección Alemana me topo con “A media escalera” no dudo en rentarla y confirmo que en estos anaqueles donde hay muchos títulos ignorados por la muchedumbre se encuentran algunos con valor muy superior al que te ofrecen los carteles porteros y edecanes.
A partir de la reunión de dos matrimonios se desata una serie de confusiones y enredos entre Chris y Ellen, él esposo de Katrin, ella de Uwe, quienes resultan ser los más afectados en la situación que rehúsan afrontar con un perdón o evasión del hecho. Desde el punto de vista cómico se explora el sentir de cuatro personajes atrapados por la rutina y deseosos de una mirada halagadora y/o actitud diferente en el entorno del matrimonio. Andreas Dresen se encarga de imprimir todas las posibilidades desde el punto de vista femenino y masculino.
Cuando no hay motivación nos invade la apatía y cosas sencillas que valgan la pena como la música, puede llegar a ser tan perturbador que sin querer iremos haciendo muecas al músico, al chofer de un taxi, a la mesera de un restaurante y no disfrutar cada momento que nos ofrece la vida. El abismo de la depresión puede ser tan profundo como uno lo desee pero también está en nosotros el querer salir de él para encontrar la felicidad.
El país germánico hace gala de películas que no merecen el olvido y que suelen brillar gracias a la calidad que les caracteriza; a seguir rodando que quien lo sabe hacer, no se vale del marketing para la obtención del reconocimiento. Bien por Andreas Dresen.
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5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
A mitad de camino
14 de diciembre de 2009
"Halbe Treppe" ("A mitad de camino") narra la historia de dos parejas de cuarentones que se replantean sus existencias y analizan los errores y aciertos del pasado. Con esta película, el director Andreas Dresen obtuvo anteriormente el Oso de Plata en Berlín 2002.
Andreas Dresen inició su carrera como cineasta amateur en 1979. Posteriormente se convirtió en asistente de dirección de Günther Reisch. Cursó estudios de dirección cinematográfica graduándose en 1991. Desde entonces alterna su trabajo de guionista con el de director. Autor de numerosos cortos y documentales. Halbe Treppe es su segundo largometraje para cine, donde su propuesta según la crítica “resucita” el cine alemán contemporáneo.
Halbe Treppe fue grabada toda con cámara digital y un equipo de apenas siete personas. En ella se incita a los actores a improvisar sobre un guión básico, lo cual le imprime gran verosimilitud al relato. Su director afirma que «lo único que se necesita para hacer una película es una cámara, una cinta y fantasía. Muchos jóvenes se animarán a hacer una película al ver que se pueden obtener resultados satisfactorios con poco dinero». Parece que Andreas Dresen retoma el espíritu del “hazlo tú mismo” del punk y con Halbe Treppe nos demuestra como debe hacerse el cine de hoy. A destacar la banda sonora del grupo berlinés 17 Hipies.
Andreas Dresen inició su carrera como cineasta amateur en 1979. Posteriormente se convirtió en asistente de dirección de Günther Reisch. Cursó estudios de dirección cinematográfica graduándose en 1991. Desde entonces alterna su trabajo de guionista con el de director. Autor de numerosos cortos y documentales. Halbe Treppe es su segundo largometraje para cine, donde su propuesta según la crítica “resucita” el cine alemán contemporáneo.
Halbe Treppe fue grabada toda con cámara digital y un equipo de apenas siete personas. En ella se incita a los actores a improvisar sobre un guión básico, lo cual le imprime gran verosimilitud al relato. Su director afirma que «lo único que se necesita para hacer una película es una cámara, una cinta y fantasía. Muchos jóvenes se animarán a hacer una película al ver que se pueden obtener resultados satisfactorios con poco dinero». Parece que Andreas Dresen retoma el espíritu del “hazlo tú mismo” del punk y con Halbe Treppe nos demuestra como debe hacerse el cine de hoy. A destacar la banda sonora del grupo berlinés 17 Hipies.
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