1 de julio de 2019
Sé el primero en valorar esta crítica
Hace 20 años el gran libretista fallecido Fernando Gaitán Salom creó Yo soy Betty la fea y he dejado claro que me encantó la novela (ver crítica: una fea que conquistó al mundo) y hubo una segunda parte que se llamó Ecomoda pese a que su sinopsis estuvo bien hasta luego diluirse (ver crítica: Ecodesastre).
Ahora para exprimir la marca de Yo soy Betty la fea que se infantilizó empezando desde que nació y fue el patito feo de toda la sociedad, blanco de burlas, rechazo, etc.; y pese a que le tocó enfrentar en la escuela y tratar de hacer vida social. Vemos a los mismos personajes con sus mismos estereotipos: Nicolás Mora, Marcela Valencia, Patricia Fernández, Daniel Valencia, Armando Mendoza, Mario Calderón, Freddy Contreras y el cuartel de las feas pero más infantes. Sus aventuras son algo impredecibles y sus diálogos por lo cual le faltó más picante por ende sus descenlaces son francamente tontos.
No estoy de acuerdo en absoluto que un gran producto sea reencauchado, adaptado en cine, animación o en tablas (teatro) sin contar con el elenco ideal con sus estereotipos aprendidos de memoria por lo que puedan generar molestias. Lo he dicho muchas veces hasta la sociedad: la original gusta y se queda quieto. No la manoseen, ni la maltraten más.
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?