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Voto de aleximca:
9
6,3
18.194
Animación. Fantástico. Comedia. Drama. Musical
Cuenta la historia de una familia extraordinaria, los Madrigal, que viven escondidos en las montañas de Colombia, en una casa mágica situada en un enclave maravilloso llamado Encanto. La magia de Encanto ha dotado a todos los niños de la familia un don único, desde la súper fuerza hasta el poder de curar... Pero se olvidó de un miembro de la familia: Mirabel. Cuando ésta descubre que la magia que rodea Encanto está en peligro, decide ... [+]
30 de diciembre de 2021
104 de 137 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quisiera decir para empezar que esta es más una película para adultos que para niños, sólo que al disfrazarse con música, canto, colores, etc. pareciera que es para el público infantil. A mi hija le encantó pero no entendió nada del segundo nivel de lectura de la película, sino que sólo la vio en su mensaje literal. Sin embargo, creo que la riqueza de esta película está relacionada con lo que los adultos podemos ver en ella, lo que nos permite revisar de nosotros mismos, y la oportunidad que nos da de reflexionar críticamente sobre la familia de la cual venimos, el rol que nos ha tocado cumplir ahí, y lo que estamos haciendo ahora en/con nuestra familia.
Sigo en spoiler.
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Mirabel nació en una familia matriarcal, donde la abuela levantó una casa de la nada con tres bebés chiquitos. Tuvo la bendición del "milagro", que es el que decide cuál será el don que tiene cada miembro, y que le tocará utilizarlo para el bien de la comunidad. A cierta edad de los niños, la casa le otorga el don, y a partir de ahí toca vivir de acuerdo a ese don concedido.
Es interesante que la película sólo ahonde (además de Mirabel) en tres personajes: la que le tocó el don de "las rosas" (el don de ser "la hija perfecta", Isabela), la del don "de la fortaleza" (Luisa, la mujer musculosa, que podemos leer claramente que se trata de fortaleza emocional para cargar sobre sus espaldas todo lo que la casa, la familia y los demás esperan de ella, que pueda resolverle la vida a todo el mundo, y además con una sonrisa) y el del don de "la profecía" (Bruno, el tío, esa persona de la familia que se anima a decir las cosas como son, prever las estructuras que no se podrán sostener, y a quien nadie se aguanta escuchar).
A la abuela le ha tocado sostener a la familia, y por eso la familia no quiere decepcionarla. Sin embargo, los dones de Isabela y Lucia (y por eso sólo se trabaja sobre estos dos personajes y lo que le pasa a cada una) que han usado como escudo y defensa, no son sostenibles al crecer. ¿Cuánto tiempo podemos hacer lo que esperan de nosotros? ¿Cuánto tiempo podemos satisfacer las expectativas de los demás, a costa de quienes somos realmente?
La familia (y estos dos personajes en particular) encuentran que quienes eran, o los dones que recibieron, ya no pueden sostenerlos más tal como se espera de ellas. Isabela no aguanta más ser perfecta, y Luisa no puede cargar más a la familia sobre sus hombros. Las estructuras de la casa se caen a pedazos, Bruno lo había vaticinado en un primer momento, y se tuvo que desterrar de la familia. ¿Qué hacer frente a lo que cae a pedazos?
Y es ahí donde Mirabel, a quien no se le otorgó ningún don, y por lo cual no está atada a esa estructura familiar de ser lo que se espera de ella, o dar lo que se supone que debe dar a los demás, puede ir hasta el fondo del asunto y buscar la verdad. ¿Qué pasa con esa familia? ¿Alguien es feliz allí? (además del niño que habla con los animales, y que como todo niño, se ve feliz, el resto de la familia también se ve bastante descontenta) ¿Por qué cada uno se quedó con lo que le tocó, por qué nadie repiensa quién es realmente y qué lo hace feliz? Y no tiene que ver con renunciar a sus dones, sino poder usarlos de manera que lo conviertan en quienes quieren ser, y no en lo que los demás esperan que sean.
Personalmente, la disfruté muchísimo. En todas las familias están esos estereotipos, que son muy fuertes, y que cargan a cada miembro de un peso tremendo que llevar. Una carga a la que, si quieren renunciar, llevará desencanto y sufrimiento a los demás. Y ese es el juego, creo, que propone esta película, de encanto/desencanto y para quienes; dejando el mensaje que un hogar feliz y maravilloso se puede sostener, si cada uno ocupa el lugar que puede y lo hace feliz, y si todos trabajan juntos (y no están todos al servicio de la figura "matriarca" o "patriarca").
De igual manera, es un mensaje profundo, que no es para niños. Mi hija sigue sin entender por qué a Mirabel no se le concedió ningún don, ni entendió la metáfora del cactus con una flor cuando Isabela se anima a decir la verdad y empaparse de otros colores que no son el rosa. Pero me permitió mirar a mí la familia de donde vengo y los roles que nos tocaron actuar a cada miembro, y revisar qué rol les estoy imponiendo a mis hijos sin siquiera darme cuenta.
Es interesante que la película sólo ahonde (además de Mirabel) en tres personajes: la que le tocó el don de "las rosas" (el don de ser "la hija perfecta", Isabela), la del don "de la fortaleza" (Luisa, la mujer musculosa, que podemos leer claramente que se trata de fortaleza emocional para cargar sobre sus espaldas todo lo que la casa, la familia y los demás esperan de ella, que pueda resolverle la vida a todo el mundo, y además con una sonrisa) y el del don de "la profecía" (Bruno, el tío, esa persona de la familia que se anima a decir las cosas como son, prever las estructuras que no se podrán sostener, y a quien nadie se aguanta escuchar).
A la abuela le ha tocado sostener a la familia, y por eso la familia no quiere decepcionarla. Sin embargo, los dones de Isabela y Lucia (y por eso sólo se trabaja sobre estos dos personajes y lo que le pasa a cada una) que han usado como escudo y defensa, no son sostenibles al crecer. ¿Cuánto tiempo podemos hacer lo que esperan de nosotros? ¿Cuánto tiempo podemos satisfacer las expectativas de los demás, a costa de quienes somos realmente?
La familia (y estos dos personajes en particular) encuentran que quienes eran, o los dones que recibieron, ya no pueden sostenerlos más tal como se espera de ellas. Isabela no aguanta más ser perfecta, y Luisa no puede cargar más a la familia sobre sus hombros. Las estructuras de la casa se caen a pedazos, Bruno lo había vaticinado en un primer momento, y se tuvo que desterrar de la familia. ¿Qué hacer frente a lo que cae a pedazos?
Y es ahí donde Mirabel, a quien no se le otorgó ningún don, y por lo cual no está atada a esa estructura familiar de ser lo que se espera de ella, o dar lo que se supone que debe dar a los demás, puede ir hasta el fondo del asunto y buscar la verdad. ¿Qué pasa con esa familia? ¿Alguien es feliz allí? (además del niño que habla con los animales, y que como todo niño, se ve feliz, el resto de la familia también se ve bastante descontenta) ¿Por qué cada uno se quedó con lo que le tocó, por qué nadie repiensa quién es realmente y qué lo hace feliz? Y no tiene que ver con renunciar a sus dones, sino poder usarlos de manera que lo conviertan en quienes quieren ser, y no en lo que los demás esperan que sean.
Personalmente, la disfruté muchísimo. En todas las familias están esos estereotipos, que son muy fuertes, y que cargan a cada miembro de un peso tremendo que llevar. Una carga a la que, si quieren renunciar, llevará desencanto y sufrimiento a los demás. Y ese es el juego, creo, que propone esta película, de encanto/desencanto y para quienes; dejando el mensaje que un hogar feliz y maravilloso se puede sostener, si cada uno ocupa el lugar que puede y lo hace feliz, y si todos trabajan juntos (y no están todos al servicio de la figura "matriarca" o "patriarca").
De igual manera, es un mensaje profundo, que no es para niños. Mi hija sigue sin entender por qué a Mirabel no se le concedió ningún don, ni entendió la metáfora del cactus con una flor cuando Isabela se anima a decir la verdad y empaparse de otros colores que no son el rosa. Pero me permitió mirar a mí la familia de donde vengo y los roles que nos tocaron actuar a cada miembro, y revisar qué rol les estoy imponiendo a mis hijos sin siquiera darme cuenta.