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Voto de Sibila de Delfos:
5
Drama. Romance A principios de los años 70, Bess (Watson), una ingenua joven de un pueblo costero de Escocia, se enamora de Jan (Stellan Skarsgård), un hombre mundano que trabaja en una plataforma petrolífera. A pesar de la oposición de la rígida comunidad puritana a la que pertenece, Bess y Jan se casan. Tras la boda, él vuelve a su trabajo, y ella cuenta los días esperando su vuelta. Bess, una creyente devota, cree que su amor está bendecido por el ... [+]
19 de marzo de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta fue la primera película de Emily Watson.
También fue la primera "grande" de Lars Von Trier después de firmar el manifiesto Dogma 95 con Thomas Vinterberg. Y la verdad, quejarse del estilo es un poco absurdo. Es como quejarse de que Spielberg haga un cine de sentimientos o sentimental, que dirían muchos. Sí, está rodada cámara en mano y con un estilo de "comunión de pueblo" no muy atractivo, pero de eso trata el dogma, de distanciarse todo lo posible de lo mainstream. Sí, tiene una fotografía como amarillenta que estéticamente es fea. Pero lo que sí se le puede afear a Von Trier es lo siguiente. Varias cosas, de hecho.
Para empezar, la película es demasiado larga, y el ritmo, aunque mejor que en Dogville y otras, se resiente. Para continuar, los personajes, excepto Bess y un poco Jan, no están desarrollados y son meros esqueletos sin profundidad. Y para terminar, es una película hecha sin gusto. O hecha con mal gusto, que para el caso es lo mismo. Se pueden rodar historias duras, historias violentas, historias que acaban muy mal o en la que la gente se comporta de forma violentísima, pero se puede rodar con elegancia. Von Trier no es elegante. Hay mucho morbo en la película, mucho baboseo, mucho que revuelve el estómago, y no precisamente por lo que nos cuenta, sino por cómo lo cuenta.
Luego está Emily Watson. En su primera película. Repetimos: su primera película. Decir que está soberbia es quedarse muy corto. Es que, si no fuera por ella, la habríamos quitado a la media hora. Ella salva la película. Hace que sea soportable lo suficiente como para aprobarla raspada y de milagro, pero aprobada. Su interpretación es no sólo una de las mejores recreaciones de un trastorno mental vistas en una pantalla, sino quizás, y con toda justicia, una de las mejores interpretaciones femeninas en cine de los últimos treinta años, si no de la historia. Sencillamente espectacular.
¿Hemos dicho ya que era su primera película?

Lo mejor: Emily Watson
Lo peor: No está hecha con gusto, y como siempre ocurre con Von Trier, es excesivamente larga
Sibila de Delfos
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