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Voto de BrokenMachine:
10
7,6
9.393
Animación. Fantástico. Drama
Basada en un cuento popular japonés anónimo del siglo IX, "El cortador de bambú". La historia comienza cuando una pareja de ancianos campesinos encuentra a una niña diminuta dentro de una planta de bambú, y deciden adoptarla como si fuera su hija. Pasan los años, y rápidamente se convierte en una hermosa mujer pretendida por muchos hombres poderosos. (FILMAFFINITY)
4 de enero de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basa en “El cuento del cortador de bambú”, un antiguo relato japonés del siglo X, la última obra de Isao Takahata nos brinda una película animada del tipo que parecen convertirse en islas cada vez más pequeñas y difíciles de encontrar dentro de la animación actual, más volcada a lo digital, al frenesí y al entretenimiento, que a la artesanía, la contemplación y el lirismo.
El cuento medieval relata la historia de un humilde campesino que encuentra una pequeña princesa dentro de un bambú. Un regalo del Cielo para él y su mujer. La bebé de otro mundo pronto será una niña, y esa niña no tardará en convertirse en una princesa noble, ayudada por oro y finas ropas que el Cielo les regalará. Y así desde su humilde y bucólico origen, se mudarán a la capital, para codearse con la fastuosa y civilizada realeza, y darle a Kaguya el estatus que ellos, especialmente su padre, creen que merece.
Todo esto, como suele ser habitual en Ghibli,, se cuenta desde una perspectiva fuertemente femenina, desde la maduración forzada de su protagonista, y tratando temas como la contraposición de la naturaleza y la vida de campo, con la civilización y la vida en la ciudad, pero en esta ocasión con un tinte irrevocablemente más trágico de lo habitual. De hecho a pesar de sus momentos más brillantes, felices y desenfadados, un profundo sentimiento de melancolía atraviesa todo el film, manifestado en la canción que Kaguya canta desde su subconsciente casi desde que aprende a hablar, sobre las estaciones, el paso del tiempo, la nostalgia y la despedida.
El cuento medieval relata la historia de un humilde campesino que encuentra una pequeña princesa dentro de un bambú. Un regalo del Cielo para él y su mujer. La bebé de otro mundo pronto será una niña, y esa niña no tardará en convertirse en una princesa noble, ayudada por oro y finas ropas que el Cielo les regalará. Y así desde su humilde y bucólico origen, se mudarán a la capital, para codearse con la fastuosa y civilizada realeza, y darle a Kaguya el estatus que ellos, especialmente su padre, creen que merece.
Todo esto, como suele ser habitual en Ghibli,, se cuenta desde una perspectiva fuertemente femenina, desde la maduración forzada de su protagonista, y tratando temas como la contraposición de la naturaleza y la vida de campo, con la civilización y la vida en la ciudad, pero en esta ocasión con un tinte irrevocablemente más trágico de lo habitual. De hecho a pesar de sus momentos más brillantes, felices y desenfadados, un profundo sentimiento de melancolía atraviesa todo el film, manifestado en la canción que Kaguya canta desde su subconsciente casi desde que aprende a hablar, sobre las estaciones, el paso del tiempo, la nostalgia y la despedida.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La maravillosa animación, de tonos acuarelados y trazos orgánicos, va desde el minimalismo hasta el más exquisito detalle, pasando por breves momentos de expresionismo desenfrenado, cuando la protagonista escapa desbordada corriendo hacia el bosque, mientras los árboles pasan ante nuestros ojos como furiosos trazos sobre el papel. Reminiscente de la estética del arte tradicional japonés, con una enorme riqueza folclórica, y acompañado de una exquisita y sensible banda sonora del enorme Joe Hisaishi, el film es un festín para los sentidos. Y su clímax, cuando Buda llega desde la Luna para llevar de nuevo a Kaguya a su lado, con su corte tocando esa apacible y bella, pero agridulce música, mientras las flechas se transforman en flores y los guerreros caen dormidos ante su blanca y sagrada luz, es un regalo que solo el medio animado puede darnos.