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Voto de ernesto:
4
5,8
24.700
Drama
Nuevas aventuras tanto personales como deportivas del boxeador Rocky Balboa, que en esta ocasión debe enfrentarse a un duro y frío boxeador soviético, llamado Ivan Drago. (FILMAFFINITY)
9 de octubre de 2007
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si esto sigue así no quiero ni pensar donde puede acabar la sexta entrega estrenada hace unos pocos meses. La saga empezó realmente bien con una película honesta, simple y estupendamente rodada. Y después ha ido degenerando poco a poco. Y este cuarta entrega es la peor de todas con diferencia hasta ahora (todavía no he visto las dos últimas, pero lo haré).
El argumento de la película vuelve a ser una repetición de las dos anteriores, en las que, salvo el contrincante, todo lo demás es igual. La novedad viene de la nacionalidad del pedazo animal al que esta vez se enfrenta Rocky. Es ruso, así que, teniendo en cuenta que estamos en la década de los 80, la película es propaganda pura. Pero de la mala, de la vulgar. Se alcanzan momentos, especialmente al final, que se regodean sin contemplaciones en el ridículo.
Además esta vez Stallone, en su faceta de director, se pone más hortera que nunca y salpica la historia con varias canciones típicas del lamentable momento musical que se vivió en aquellos años. Tengo que reconocer que el hortera que llevo dentro disfruto bastante con esos lamentable momentos de vídeo-clip.
El Stallone actor a estas alturas ya había perdido todo el encanto de la primera entrega. Y lo mismo se puede decir de Talia Shire. No así de Burt Young que siempre me ha resultado bastante pesado. Brigitte Nielsen y Dolph Lundgren solo aportan su espectacular cuerpo, que en su caso ya es bastante.
El argumento de la película vuelve a ser una repetición de las dos anteriores, en las que, salvo el contrincante, todo lo demás es igual. La novedad viene de la nacionalidad del pedazo animal al que esta vez se enfrenta Rocky. Es ruso, así que, teniendo en cuenta que estamos en la década de los 80, la película es propaganda pura. Pero de la mala, de la vulgar. Se alcanzan momentos, especialmente al final, que se regodean sin contemplaciones en el ridículo.
Además esta vez Stallone, en su faceta de director, se pone más hortera que nunca y salpica la historia con varias canciones típicas del lamentable momento musical que se vivió en aquellos años. Tengo que reconocer que el hortera que llevo dentro disfruto bastante con esos lamentable momentos de vídeo-clip.
El Stallone actor a estas alturas ya había perdido todo el encanto de la primera entrega. Y lo mismo se puede decir de Talia Shire. No así de Burt Young que siempre me ha resultado bastante pesado. Brigitte Nielsen y Dolph Lundgren solo aportan su espectacular cuerpo, que en su caso ya es bastante.