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Voto de Laura:
8
7,4
14.139
Serie de TV. Thriller. Drama
Miniserie de TV (2018). 8 episodios. Tras pasar un breve tiempo en un hospital psiquiátrico, la periodista Camille Preaker regresa a su pequeña ciudad natal para cubrir los asesinatos de dos chicas adolescentes. Durante años, Camille apenas ha hablado con Adora Crellin, su neurótica e hipocondríaca madre, que vive con su marido y con su hija Amma, hermanastra de Camille, una joven a la que apenas conoce. Instalada en su antiguo ... [+]
5 de enero de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pros: una historia que te atrapa, ambientación perfecta, buenas interpretaciones
Contra: algún agujero de guión
Nota: 8
‘Sharp Objects’ es una miniserie digna de recomendar, llena de misterio y angustia vital. Parece que va a ser un thriller policíaco más pero acaba derivando en un drama colosal. Cocinada a fuego lento, el fantástico guión se va desgranando capítulo a capítulo sin dar un paso en falso por norma general (ya nos pararemos en algún agujero). Amy Adams está soberbia en su papel y tiene muy buenos compañeros de aventuras, en especial Patricia Clackson que hace un papelón redondo. La serie se desarrolla en el Deep South estadounidense y toda la ambientación es perfectamente creíble y logra meterte de lleno en el lugar opresivo que nos quieren presentar. La concisa utilización del flashback para recrear la confusión perpetua en la que vive la protagonista y el recurso de los viajes en coche para enfatizar la búsqueda del culpable me han parecido muy acertados. Una serie adictiva.
Paso a spoilers…
Contra: algún agujero de guión
Nota: 8
‘Sharp Objects’ es una miniserie digna de recomendar, llena de misterio y angustia vital. Parece que va a ser un thriller policíaco más pero acaba derivando en un drama colosal. Cocinada a fuego lento, el fantástico guión se va desgranando capítulo a capítulo sin dar un paso en falso por norma general (ya nos pararemos en algún agujero). Amy Adams está soberbia en su papel y tiene muy buenos compañeros de aventuras, en especial Patricia Clackson que hace un papelón redondo. La serie se desarrolla en el Deep South estadounidense y toda la ambientación es perfectamente creíble y logra meterte de lleno en el lugar opresivo que nos quieren presentar. La concisa utilización del flashback para recrear la confusión perpetua en la que vive la protagonista y el recurso de los viajes en coche para enfatizar la búsqueda del culpable me han parecido muy acertados. Una serie adictiva.
Paso a spoilers…
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Camille es una mujer con un pasado familiar turbio, que llegó a autolesionarse a causa del trauma. Recién salida de una clínica de rehabilitación, pronto vemos que su alcoholismo es preocupante. De profesión periodista, su jefe, amigo y mentor la envía a su pueblo natal, Wind Gap, a investigar sobre el asesinato de dos chicas adolescentes. Ella es descendiente de una familia bien, de las de casoplón, prestigio y ‘old money’ como para parar un tren. Era la primera de dos medio hermanas. Camille, por lo que dan a entender, fue un bebé no deseado. Un error, vaya. Drama nº 1.
Como los ricos también lloran, la famila vivió la tragedia de la muerte de su medio hermana Marian, aparentemente por enfermedad, cuando era adolescente. Para desgracia de Camille era la hija favorita de su madre. Ella, rebelde y con ideas propias, nunca fue del agrado de su progenitora, Adora. Drama nº 2.
En la primera conversación de Camille con Adora ya nos damos cuenta de que la relación es más fría que el hielo y que la madre tiene pinta de ser un tanto maniática. El marido y padrastro de Camille, Allan, parece un invitado en propia casa, un tanto desligado de lo que pasa a su alrededor. Que por Camille tiene cero aprecio ni cotiza. Pero lo que dice Adora no lo cuestiona jamás. Amma es su otra medio hermana adolescente, tan sometida a su madre como lo estuvo Marian pero con un ramalazo insumiso, además de borde y abusivo. Drama nº 3.
Como en todas las series con asesinatos de por medio empiezan a surgir los sospechosos habituales: el padre de una de las adolescentes, el hermano ‘rarito’ de la otra. Al sheriff del lugar, Bill, le apetece cero tener a una periodista husmeando en los asuntos del pueblo. Que sea Camille le gusta aún menos. Por suerte el detective que han madando de la gran ciudad se encariña rápido de Camille y le va pasando información.
Camille descarta rápido a los dos sospechosos. Habla con los chavales del pueblo que presenciaron la desaparición de una de las chicas y le dicen que vieron a una mujer vestida de blanco en el límite del bosque. A ella se le empieza a encender la bombilla. Tiene presente lo que sucedió con su hermana Marian. ¿Qué sucedió? Pues lo que empieza a suceder con Amma: Adora necesita inventarse que sus hijas tienen enfermedades para ‘salvarlas’, ‘cuidarlas’ y sentirse útil. Tiene el Síndrome de Munchausen. Con Marian se le fue la mano y acabó mal. Con Amma empezaba a ir mal. Y el marido, a por uvas. Otra vez.
Total, que ve el percal que tiene en casa, sospecha que su madre es la asesina y se queda por allí a ver si arregla el desaguisado.Se hace la enferma para que su madre se olvide de Amma. A Amma le dice que se escape y vaya en busca del detective. No logra hacerlo. Menos mal que Camille tuvo la feliz idea de hablar por teléfono con su jefe para contarle sus sospechas y se quedó tan preocupado que se montó en el coche y no paró hasta llegar a Wind Gap. Apareció en la mansión con el detective justo a tiempo para evitar males mayores.
Llegamos al final. A Adora le cuelgan los asesinatos de las dos chavalas. Amma se va a St. Louis con Camille. Allí se hace amiga de su vecina adolescente. A la primera desavenencia entre ambas, la chica desaparece. Y ahí, en esos últimos cinco minutos gloriosos (más las escenas post créditos), se descubre el pastel: Amma y sus amigas de Wind Gap han sido quienes han asesinado a las dos chicas. ¿Sorpresa? Hasta cierto punto, pues llevaba toda la serie dando claros signos de inestabilidad y sociopatía.
Queda sin resolver el misterio de quién es el padre de Camille. Durante toda la serie se lanzan insinuaciones que quedan en nada. Si hago caso a mi intuición, diría que el padre es el jefe de policía, con quien queda bastante claro que Adora tuvo una aventura. Además, si tenemos en cuenta el rechazo visceral que el marido de Adora tiene por Camille y la animadversión que le causa el policía todas las piezas parecen encajar.
Como los ricos también lloran, la famila vivió la tragedia de la muerte de su medio hermana Marian, aparentemente por enfermedad, cuando era adolescente. Para desgracia de Camille era la hija favorita de su madre. Ella, rebelde y con ideas propias, nunca fue del agrado de su progenitora, Adora. Drama nº 2.
En la primera conversación de Camille con Adora ya nos damos cuenta de que la relación es más fría que el hielo y que la madre tiene pinta de ser un tanto maniática. El marido y padrastro de Camille, Allan, parece un invitado en propia casa, un tanto desligado de lo que pasa a su alrededor. Que por Camille tiene cero aprecio ni cotiza. Pero lo que dice Adora no lo cuestiona jamás. Amma es su otra medio hermana adolescente, tan sometida a su madre como lo estuvo Marian pero con un ramalazo insumiso, además de borde y abusivo. Drama nº 3.
Como en todas las series con asesinatos de por medio empiezan a surgir los sospechosos habituales: el padre de una de las adolescentes, el hermano ‘rarito’ de la otra. Al sheriff del lugar, Bill, le apetece cero tener a una periodista husmeando en los asuntos del pueblo. Que sea Camille le gusta aún menos. Por suerte el detective que han madando de la gran ciudad se encariña rápido de Camille y le va pasando información.
Camille descarta rápido a los dos sospechosos. Habla con los chavales del pueblo que presenciaron la desaparición de una de las chicas y le dicen que vieron a una mujer vestida de blanco en el límite del bosque. A ella se le empieza a encender la bombilla. Tiene presente lo que sucedió con su hermana Marian. ¿Qué sucedió? Pues lo que empieza a suceder con Amma: Adora necesita inventarse que sus hijas tienen enfermedades para ‘salvarlas’, ‘cuidarlas’ y sentirse útil. Tiene el Síndrome de Munchausen. Con Marian se le fue la mano y acabó mal. Con Amma empezaba a ir mal. Y el marido, a por uvas. Otra vez.
Total, que ve el percal que tiene en casa, sospecha que su madre es la asesina y se queda por allí a ver si arregla el desaguisado.Se hace la enferma para que su madre se olvide de Amma. A Amma le dice que se escape y vaya en busca del detective. No logra hacerlo. Menos mal que Camille tuvo la feliz idea de hablar por teléfono con su jefe para contarle sus sospechas y se quedó tan preocupado que se montó en el coche y no paró hasta llegar a Wind Gap. Apareció en la mansión con el detective justo a tiempo para evitar males mayores.
Llegamos al final. A Adora le cuelgan los asesinatos de las dos chavalas. Amma se va a St. Louis con Camille. Allí se hace amiga de su vecina adolescente. A la primera desavenencia entre ambas, la chica desaparece. Y ahí, en esos últimos cinco minutos gloriosos (más las escenas post créditos), se descubre el pastel: Amma y sus amigas de Wind Gap han sido quienes han asesinado a las dos chicas. ¿Sorpresa? Hasta cierto punto, pues llevaba toda la serie dando claros signos de inestabilidad y sociopatía.
Queda sin resolver el misterio de quién es el padre de Camille. Durante toda la serie se lanzan insinuaciones que quedan en nada. Si hago caso a mi intuición, diría que el padre es el jefe de policía, con quien queda bastante claro que Adora tuvo una aventura. Además, si tenemos en cuenta el rechazo visceral que el marido de Adora tiene por Camille y la animadversión que le causa el policía todas las piezas parecen encajar.