17 de enero de 2012
47 de 59 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como si de un lamento o soterrada confesión se tratara, “Escalofrío en la noche” viene a ser una peli —si no autobiográfica— sí, al menos, muy cercana a una especie de radiografía novelada de lo que fue durante su juventud Clint Eastwood: un pichabrava irredento. O lo que es lo mismo, un tipo que se las cepillaba todas. Y si no todas, las que le daba la gana, vamos.
El peligro que conlleva ser un pichabrava radica, sin embargo, en que los ligues, a veces, pueden encapricharse de uno y hacerle la vida imposible. Como le ocurre al personaje interpretado por Clint y como le ocurre, por ejemplo, a Michael Douglas en “Atracción fatal”. Una peli que bebe cien por cien de ésta y que demuestra que cuando Adrian Lyne iba, Clint volvía.
Siete merecidas estrellitas, pues, para una opera prima a la que le perdono su previsibilidad, sus fallos en el montaje y la incontestable evidencia que Evelyn es un cardo borriquero de aúpa porque me parece una peli apabullantemente sincera, porque me parece tensa e inquietante hasta decir basta y porque incluye, por si fuera poco, uno de los mejores temas de la historia de la música romántica: “The first time ever I saw your face”, de Roberta Flack.
Ah, y también porque la dirige Clint, por supuesto. Faltaría más.
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