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Voto de Fej Delvahe:
8
7,0
9.801
Drama. Fantástico
Oscar y su hermana Linda viven desde hace poco en Tokio. Él sobrevive traficando con drogas, ella trabaja como stripper en un club nocturno. Durante un forcejeo con la policía, Oscar cae herido tras un disparo. Aunque muere, su espíritu, fiel a la promesa de no abandonar a su hermana, rechaza abandonar el mundo de los vivos. Su espíritu vaga ahora por la ciudad y sus visiones son cada vez más caóticas. (FILMAFFINITY)
19 de enero de 2011
77 de 87 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alucinante (para que usted “alu-cine”, nunca mejor dicho) obra del director Gaspar Noé donde aborda la parte crucial de las creencias de Allan Kardec (1804-1869), francés fundador del espiritismo serio o filosófico allá por 1858 en París. El principal de sus libros se titula “El libro de los Espíritus”, publicado en 1860 y en el que sistematiza y expone la doctrina espiritista tal y como, según su autor, le fue manifestada por diversos espíritus a través de médiums en trance. En el conjunto del libro se adoptan elementos de religiones orientales tales como la reencarnación y el karma, los mismos que ya aparecen en el “Libro Tibetano de los Muertos”, cuyo nombre original es «Bardo Thodol», escrito por el budista Padma Sambhava, fundador del lamaísmo, en el siglo VIII d.C., donde se describe el estado transitorio que sucede a partir del momento de la muerte (según el «Bardo Thodol» la muerte dura 49 días) y lo que sobreviene después con el renacimiento en el ciclo de la reencarnación.
Pues bien, la filmación de este estado de “Bardo” o transición, constituye lo principal de este filme.
1º) Tiene lugar esta conversación entre los amigos Alex y Óscar, acerca del “Libro Tibetano de los muertos” que el primero le ha prestado al segundo para que lo lea, pero que no ha podido aún:
«—Me resulta confuso. ¿Podrías explicármelo?— Le pide Óscar a Alex, mientras bajan por una escalera. —Es realmente difícil de explicar. Básicamente: cuando mueres tu espíritu abandona tu cuerpo. Entonces puedes observar enteramente tu vida, como reflejada en un espejo mágico. Comienzas a flotar como un fantasma, puedes ver todo lo que pasa a tu alrededor, puedes oírlo todo pero no puedes comunicarte, luego ves luces de varios colores. Esas luces son portales hacia otra dimensión. Pero a la mayor parte de la gente le gusta tanto este mundo que no desean ser transportados. Entonces todo el asunto se convierte en un “mal viaje” y el único modo de superarlo es a través de la reencarnación.
—¿Cómo es el “mal viaje”?
—Tienes horribles pesadillas, todos tus miedos se hacen realidad y te dan el peor susto que puedas imaginar. En ese punto desearías no haber muerto. Pero entonces allí aparecen nuevas luces, que representan a todas las parejas haciendo el amor, y una luz surge de sus vientres y si te acercas lo suficiente te ofrece una visión de tus probables vidas futuras. Y tú eliges una vida que te resulte cómoda, te aproximas al vientre y reencarnas. Fin de la historia. Básicamente haces esto todo el tiempo, hasta que logras quebrar el círculo. ¿Entiendes?
—¿Quieres decir que estoy eternamente atascado aquí? ¿No hay nada mejor allí afuera.»
2º) ... / ...
Pues bien, la filmación de este estado de “Bardo” o transición, constituye lo principal de este filme.
1º) Tiene lugar esta conversación entre los amigos Alex y Óscar, acerca del “Libro Tibetano de los muertos” que el primero le ha prestado al segundo para que lo lea, pero que no ha podido aún:
«—Me resulta confuso. ¿Podrías explicármelo?— Le pide Óscar a Alex, mientras bajan por una escalera. —Es realmente difícil de explicar. Básicamente: cuando mueres tu espíritu abandona tu cuerpo. Entonces puedes observar enteramente tu vida, como reflejada en un espejo mágico. Comienzas a flotar como un fantasma, puedes ver todo lo que pasa a tu alrededor, puedes oírlo todo pero no puedes comunicarte, luego ves luces de varios colores. Esas luces son portales hacia otra dimensión. Pero a la mayor parte de la gente le gusta tanto este mundo que no desean ser transportados. Entonces todo el asunto se convierte en un “mal viaje” y el único modo de superarlo es a través de la reencarnación.
—¿Cómo es el “mal viaje”?
—Tienes horribles pesadillas, todos tus miedos se hacen realidad y te dan el peor susto que puedas imaginar. En ese punto desearías no haber muerto. Pero entonces allí aparecen nuevas luces, que representan a todas las parejas haciendo el amor, y una luz surge de sus vientres y si te acercas lo suficiente te ofrece una visión de tus probables vidas futuras. Y tú eliges una vida que te resulte cómoda, te aproximas al vientre y reencarnas. Fin de la historia. Básicamente haces esto todo el tiempo, hasta que logras quebrar el círculo. ¿Entiendes?
—¿Quieres decir que estoy eternamente atascado aquí? ¿No hay nada mejor allí afuera.»
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Al poco rato dicha conversación se convierte en el contenido de toda la película, sucediendo de hecho ante los espectadores que presenciamos medio alucinados tal fenómeno o experiencia del espíritu del protagonista Óscar, desde el instante en que éste muere a causa de un disparo policial: todo el proceso de la separación del cuerpo, del tiempo que pasará desencarnado y de la nueva reencarnación.
En la cuestión 155 de “El libro de los Espíritus” de Allan Kardec, en sintonía con el citado libro tibetano de los muertos, se dice: «En el instante de la muerte el desprendimiento del periespíritu (que es la substancia semimaterial que une el alma o espíritu al cuerpo) no se completa súbitamente; sino que se opera gradualmente y con una lentitud que varía mucho según los individuos. Para algunos es muy rápido y puede decirse que el momento de la muerte es el del desprendimiento, algunas horas después. Para otros, sobre todo aquellos, cuya vida ha sido completamente material y sensual, el desprendimiento es mucho menos rápido y dura a veces días, semanas y hasta meses, lo que no implica que exista en el cuerpo la menor vitalidad ni la posibilidad del regreso a la vida, sino una simple afinidad entre el cuerpo y el espíritu.»
Y es precisamente esta explicación o punto de vista de Kardec, junto con la del “Libro Tibetano de los muertos”, en la que Gaspar Noé se inspira para describir o filmar en “Soudain le vide” el desprendimiento o viaje gradual que experimenta un alma (la del joven Óscar) a partir del minuto en que de repente a su cuerpo le llega la muerte. El viaje postmortal será para el protagonista, mucho más alucinante y sorprendente que todas las drogas que había probado en su vida carnal, ya que se dedicaba a vender y consumir narcóticos muy peligrosos, de los que causan tremendos efectos alucinógenos y enajenantes.
Por último, mencionar también la cuestión 959 que Allan Kardec expone en su “Libro de los Espíritus” y que tiene que ver con el meollo de este filme:
«En todos los tiempos el hombre se preocupó con su futuro de ultratumba, y eso es muy natural. Cualquiera que sea la importancia que se dé a la vida presente, no se puede impedir considerar cuán corta es, y sobre todo, precaria, puesto que puede ser interrumpida a cada instante, y nunca está seguro del día de mañana. (…) La idea de la nada tiene algo que repugna a la razón. El hombre más despreocupado durante su vida, al llegar al momento supremo, se pregunta en qué va a convertirse, e involuntariamente espera. Creer en Dios sin admitir la vida futura sería un contrasentido. El sentimiento de una existencia mejor se encuentra en el fuero interior de todos los hombres, y Dios no lo puede haber puesto allí en vano.»
Fej Delvahe
En la cuestión 155 de “El libro de los Espíritus” de Allan Kardec, en sintonía con el citado libro tibetano de los muertos, se dice: «En el instante de la muerte el desprendimiento del periespíritu (que es la substancia semimaterial que une el alma o espíritu al cuerpo) no se completa súbitamente; sino que se opera gradualmente y con una lentitud que varía mucho según los individuos. Para algunos es muy rápido y puede decirse que el momento de la muerte es el del desprendimiento, algunas horas después. Para otros, sobre todo aquellos, cuya vida ha sido completamente material y sensual, el desprendimiento es mucho menos rápido y dura a veces días, semanas y hasta meses, lo que no implica que exista en el cuerpo la menor vitalidad ni la posibilidad del regreso a la vida, sino una simple afinidad entre el cuerpo y el espíritu.»
Y es precisamente esta explicación o punto de vista de Kardec, junto con la del “Libro Tibetano de los muertos”, en la que Gaspar Noé se inspira para describir o filmar en “Soudain le vide” el desprendimiento o viaje gradual que experimenta un alma (la del joven Óscar) a partir del minuto en que de repente a su cuerpo le llega la muerte. El viaje postmortal será para el protagonista, mucho más alucinante y sorprendente que todas las drogas que había probado en su vida carnal, ya que se dedicaba a vender y consumir narcóticos muy peligrosos, de los que causan tremendos efectos alucinógenos y enajenantes.
Por último, mencionar también la cuestión 959 que Allan Kardec expone en su “Libro de los Espíritus” y que tiene que ver con el meollo de este filme:
«En todos los tiempos el hombre se preocupó con su futuro de ultratumba, y eso es muy natural. Cualquiera que sea la importancia que se dé a la vida presente, no se puede impedir considerar cuán corta es, y sobre todo, precaria, puesto que puede ser interrumpida a cada instante, y nunca está seguro del día de mañana. (…) La idea de la nada tiene algo que repugna a la razón. El hombre más despreocupado durante su vida, al llegar al momento supremo, se pregunta en qué va a convertirse, e involuntariamente espera. Creer en Dios sin admitir la vida futura sería un contrasentido. El sentimiento de una existencia mejor se encuentra en el fuero interior de todos los hombres, y Dios no lo puede haber puesto allí en vano.»
Fej Delvahe