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Voto de Gabriel Ufa:
8
7,0
699
Drama
Rosa (Bette Davis), la insatisfecha esposa de Lewis Moline (Cotten), un bondadoso médico de pueblo, es una mujer ambiciosa y sin escrúpulos que no se detendrá ante nada con tal de lograr su propósito: acostarse con el rico industrial Neil Latimer (David Brian) e irse a vivir con él a Chicago. Para conseguirlo utiliza todos los medios a su alcance: el engaño, la traición y el crimen. (FILMAFFINITY)
26 de junio de 2010
18 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hoy me apetece ver una buena película. Nada complejo, pero bueno. Lo tengo: Bette Davis. Hace tiempo que no veo nada de ella. Breve repaso a su filmografía,,, y encuentro… “Más allá del bosque”. El argumento me gusta; hace uno de esos papeles de mala-malísima. Tiene 3 críticas y las 3 hablan bien.
PLAY.
Enseguida se nota la mano de un buen director. Un fantástico inicio en el que una voz en off presenta Loyalton, un pequeño pueblo de Wiscosin, con una serie de planos fijos y una descripción ambiental fabulosa. Un pueblo paralizado, silencioso e insípido en el que nunca pasa nada importante para Rosa Moline (Bette Davis), justo el centro de atención sobre el que nos sitúa Vidor.
Rosa Moline es altiva, desconsiderada, egoísta, muy viva, astuta y de pensamiento único: ella misma. Se siente oprimida, presa en Loyalton y su mayor anhelo es escapar a Chicago, sí, una gran ciudad. Acude a la estación sólo por ver cómo marcha el tren. Se siente por encima de todos sus vecinos, ella piensa que merece algo mejor. Transmite odio por cada uno de los poros de su piel.
Su marido, Lewis Moilne ( Joseph Cotten), es poco menos que un ángel. Como médico RURAL (Dios, cómo odia esa palabra Rosa), se ocupa de sus vecinos y aunque no puedan pagarle sus servicios, él está dispuesto incluso a correr con los gastos, aunque tenga que endeudarse. A Rosa esto le da igual, más bien le molesta (“La has salvado, ¿para qué?”)
Sabemos que la vida marital entre ambos acabó hace ya tiempo.
Ella va a lo suyo, piano, piano.
La música de Max Steiner, con potentes violines aparece en los momentos culminantes. Los diálogos de fuego parecen escritos por una bruja y la dirección de Vidor es rápida, eficaz, descriptiva pero sin contemplaciones.
Reconozco que la peli no es perfecta. Es más, tiene algunos fallos evidentes, que explicaré en el spoiler, pero sólo por la interpretación de Bette, merece verse.
Ese tipo de papeles le van como anillo al dedo y nadie mejor que Bette Davis sabe modelar esos personajes, interiorizarlos, caracterizarlos y hacerlos suyos. A veces se diría que disfruta haciéndolos. Cuanto más aborrecible, mejor para el film.
¡Qué gran actriz!
PLAY.
Enseguida se nota la mano de un buen director. Un fantástico inicio en el que una voz en off presenta Loyalton, un pequeño pueblo de Wiscosin, con una serie de planos fijos y una descripción ambiental fabulosa. Un pueblo paralizado, silencioso e insípido en el que nunca pasa nada importante para Rosa Moline (Bette Davis), justo el centro de atención sobre el que nos sitúa Vidor.
Rosa Moline es altiva, desconsiderada, egoísta, muy viva, astuta y de pensamiento único: ella misma. Se siente oprimida, presa en Loyalton y su mayor anhelo es escapar a Chicago, sí, una gran ciudad. Acude a la estación sólo por ver cómo marcha el tren. Se siente por encima de todos sus vecinos, ella piensa que merece algo mejor. Transmite odio por cada uno de los poros de su piel.
Su marido, Lewis Moilne ( Joseph Cotten), es poco menos que un ángel. Como médico RURAL (Dios, cómo odia esa palabra Rosa), se ocupa de sus vecinos y aunque no puedan pagarle sus servicios, él está dispuesto incluso a correr con los gastos, aunque tenga que endeudarse. A Rosa esto le da igual, más bien le molesta (“La has salvado, ¿para qué?”)
Sabemos que la vida marital entre ambos acabó hace ya tiempo.
Ella va a lo suyo, piano, piano.
La música de Max Steiner, con potentes violines aparece en los momentos culminantes. Los diálogos de fuego parecen escritos por una bruja y la dirección de Vidor es rápida, eficaz, descriptiva pero sin contemplaciones.
Reconozco que la peli no es perfecta. Es más, tiene algunos fallos evidentes, que explicaré en el spoiler, pero sólo por la interpretación de Bette, merece verse.
Ese tipo de papeles le van como anillo al dedo y nadie mejor que Bette Davis sabe modelar esos personajes, interiorizarlos, caracterizarlos y hacerlos suyos. A veces se diría que disfruta haciéndolos. Cuanto más aborrecible, mejor para el film.
¡Qué gran actriz!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La película no fue bien recibida por la crítica. Como reconocía la propia la protagonista de “Cautivo del deseo”, Joseph Cotten, el marido, era demasiado bueno para ser odiado tan profundamente. En la novela de Stuart Engstrand, él era un hombre rico, gordo y espantoso. ¿Quién podría abandonar a ese encanto de hombre?, se preguntaba.
Respecto a su amante, es un personaje demasiado plano, no demasiado guapo, no demasiado elegante, el único encanto que parece tener está en la billetera. Poca cosa para Bette.
Y por último, Bette se veía mayor para el personaje y tampoco supieron embellecerla, en una horrorosa labor del equipo de maquilladores y peluquería.
Contra todas estas adversidades, con la profesionalidad que le caracterizaba, Bette se esmeró y sacó a flote la película, convirtiéndola en buena y dejando para la posteridad una grandísima actuación.
Cuenta la protagonista de “Eva al denudo” que después de 18 años y 52 películas en la Warner, su último trabajo fue sonorizar la frase “Ya no soporto este lugar”.
Dedicada a la persona que más lejos está de parecerse a Rosa Moline: Inma.
Respecto a su amante, es un personaje demasiado plano, no demasiado guapo, no demasiado elegante, el único encanto que parece tener está en la billetera. Poca cosa para Bette.
Y por último, Bette se veía mayor para el personaje y tampoco supieron embellecerla, en una horrorosa labor del equipo de maquilladores y peluquería.
Contra todas estas adversidades, con la profesionalidad que le caracterizaba, Bette se esmeró y sacó a flote la película, convirtiéndola en buena y dejando para la posteridad una grandísima actuación.
Cuenta la protagonista de “Eva al denudo” que después de 18 años y 52 películas en la Warner, su último trabajo fue sonorizar la frase “Ya no soporto este lugar”.
Dedicada a la persona que más lejos está de parecerse a Rosa Moline: Inma.