Una película de esas malas que de alguna manera se te hacen buenas. Luther the Geek es cutre por lo general, pero no es una película sosa y ni siquiera es una película que funcione como un ejercicio friki que invite a ser una excusa para una reunión cervecera con los amigotes.

Carlton J. Albright suple sus carencias de presupuesto con planos oscuros que mucas veces pondrán nervioso al espectador, pero tampoco tiene complejos en mostrar más de una orgía sangrienta de las de Luther. Un extraño personaje que despierta cierta compasión a la misma vez que repulsión. Una interpretación acertada por parte de Edward Terry nos permite no ser demasiado crueles con una película y personaje que apuntaban al desastre.

En definitiva, hay algo difícil de explicar que hará que verla no sea una pérdida de tiempo. Bueno, eso siempre y cuando no te importe enfrentarte a uno de los finales más chocantes que puedas pensar.