Paul Greengrass ha demostrado hasta el momento que sabe hacer películas entretenidas, incluso de calidad, imponer ritmo al metraje, crear tensión en el espectador y saber meterse también en temas conflictivos y/o espinosos. En esta que nos ocupa, incide en lo último, pero la mayoría del resto de cualidades que lo habían convertido en un director a seguir, a mi modo de ver, brillan por su ausencia.
En esta ocasión nos sitúa por tierras somalíes con Tom Hanks en el papel de protagonista y capitán de un barco atacado por un grupo de piratas armados. Después de una parte inicial con buenas dosis de adrenalina con la persecución, posible abordaje y planes para evitarlo, a medida que se estrechan las distancias y comparten todos estancia, el film baja rápidamente enteros para convertirse en un blockbuster de secuestros de sobremesa cualquiera.
El factor de lograr tensión en el espectador es algo muy subjetivo y aunque como digo, en muchas de sus otras películas conmigo lo ha conseguido, aquí no es el caso. Salvo en la recta final, más por las ganas de saber el desenlace que por preocupación por el protagonista, toda columna vertebral de la cinta pasan sin pena, gloria ni causar emoción, aunque dicho a su favor, tampoco se hace realmente pesada o aburrida. Una vez descubierto que pasa, si hay rescate, si no, si hay matanza, si a medias, si ni una cosa ni otra, tenemos ese epílogo final (hablo sobre él en spoiler) en el que seguro muchos ven la luz, encuentran sentido al visionado o lo eleva pero para mi si acaso le quita enteros y lo deja en la delgada línea que hay entre el aprobado justo porque pese a todo, se deja ver o el suspenso de castigo por sus deméritos y posibilidades desaprovechadas.
Nota: 4’5
spoiler:
SPOILER sobre el epílogo final
Vale, el capitán estaba fingiendo. En realidad no estaba tan seguro de si mismo, estaba cagadito el pobre en manos de tal despiadados secuestradores. ¿Si, really? Yo lo que he visto son unos somalínes, criminales si, pero de los secuestradores más majos que he visto en la historia del cine, mientras él los ponía a prueba y tentaba de todas las formas posibles y por haber, tensando al límite la situación y mereciendo que le pegaran un tiro. Que entiendo que serían los nervios, todo postureo, pero aún así, se merecía el tiro y yo iba con los somalíes. De hecho me ha dado pena como los matan a todos (incluyendo el pobre flacucho y el chavalín del pie herido) esos héroes machos alfa americanos y lo liberan de tal mal trago. Los que descansan en paz son ellos y van al cielo seguro. Aguantar a Tom Hanks en plan pesado bien lo merece.