6 de septiembre de 2008
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Referente indiscutible del cine de los noventa. Si no has visto todavía esta película australiana, tienes una laguna cultural. ¡Corre a suplirla!
Tiene un solo pero: y es que es tan netamente anglosajona en sus formas y en su fondo, que a más de uno le chirriará. De todas formas es cine facilón de ver y entender, así que no plantea choque cultural con el espectador español.
Eso sí: una película tan gringa y tan guiri hay que verla en inglés, si es posible. Así se aprecia mucho mejor el humor en su contexto, y tiene todo mucho más sentido.
Hay que destacar el trabajo de Rachel Griffiths, una actriz de gran personalidad que últimamente hace bodrios en USA tipo "Cinco hermanos". Una pena.
El cine australiano de los noventa es el culpable de la Abba-manía que nos viene invadiendo en los últimos años. Si después de ver "La boda de Muriel" todavía tienes más ganas de Abba, puedes reengancharte con "Priscila, reina del desierto". ¡A disfrutar!
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