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Voto de Friki del Terror:
6
7,3
36.192
Thriller. Acción. Romance
El joven y solitario Clarence (Christian Slater) celebra su cumpleaños como de costumbre, viendo películas de kung-fu en un destartalado cine de Detroit. Estando en la sala conoce a Alabama (Patricia Arquette), una rubia explosiva con la que tiene una noche de pasión. Ella, en realidad, es una prostituta pagada por el mejor amigo de Clarence como regalo de cumpleaños. A pesar de ello, Clarence decide alejarla de la prostitución, pero ... [+]
11 de agosto de 2010
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film de accion policíaco-mafiosa como tantos otros, del tipo que a los críticos suele gustar mucho.
El guión no es aburrido y ya está impregnado del estilo Tarantino, especialmente en algunas escenas (como la mejor de todo el film, el interrogatorio de Walken a Hopper). Reparto repleto de caras conocidas, en una mezcla de generaciones futuras exitosas (Pitt, Oldman, Rapaport), otras que quedaron en poca cosa (Slater, Kilmer) y viejos pesos pesados (Hopper, Walken).
Lo dicho, un guión interesante pero una dirección rácana que no supo sacarle partido, y con un final demasiado increíble.
El guión no es aburrido y ya está impregnado del estilo Tarantino, especialmente en algunas escenas (como la mejor de todo el film, el interrogatorio de Walken a Hopper). Reparto repleto de caras conocidas, en una mezcla de generaciones futuras exitosas (Pitt, Oldman, Rapaport), otras que quedaron en poca cosa (Slater, Kilmer) y viejos pesos pesados (Hopper, Walken).
Lo dicho, un guión interesante pero una dirección rácana que no supo sacarle partido, y con un final demasiado increíble.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El final resulta poco creíble, ya que, obviando el hecho de que Slater salga vivo y andando de un disparo en el ojo (toma ya), nadie se puede tragar que en medio de una operación policial y un tiroteo tan aparatoso, la pareja protagonista salga tranquilamente por la puerta principal del hotel como si nada, por mucho que uno de los malos tenga un rehén.