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Voto de TOM REGAN:
9
7,1
18.453
Drama. Comedia. Romance
Para asistir a una reunión de antiguos alumnos del instituto Willie Conway, un joven de 29 años, regresa a su hogar en la pequeña ciudad de Knights Ridge. Allí tendrá tiempo para reflexionar sobre su futuro, sobre la juventud que se acaba. El dilema que tiene ante sí no es fácil: ser pianista o representante de ventas. Al mismo tiempo, Willie reconsidera su relación con su novia Tracy. (FILMAFFINITY)
6 de junio de 2012
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
118/19(29/05/12) Una gran comedia agridulce, una de las mejores cintas sobre reencuentros de amigos que se hayan hecho, una rareza por lo que a su director se refiere, Ted Demme, no hizo nada más importante, pero con este film pasará para mí a la posterioridad con un monumento a la amistad, a la nostalgia de la juventud perdida, a la crisis de la madurez, un canto a esos momentos en los que uno debe tomar decisiones cruciales, una cinta que gana a cada visionado. Willie Conway (gran Timothy Hutton) es un pianista sin éxito, tiene ante sí un matrimonio, con Tracy (correcta Annabeth Gish), que derivará en un giro radical a su vida pues trabajará para el suegro de vendedor, para afrontar esta encrucijada decide volver a su pueblo natal y pasar unos días en casa de su padre, allí alternará con sus amigos de toda la vida, un Tommy (buen Matt Dillon) que está entre dos mujeres, un Paul (gran Michael Rappaport) que se resiste a crecer, ‘Mo’ (buen Noah Emerich), el único casado felizmente pero que envidia algo de libertad, entremezclándose historias donde las decisiones vitales sobre lo que quieren hacer son el leit motive y las mujeres tendrán mucha importancia, una colosal ‘lolita’, Marty (magnífica Natalie Portman), una fascinante Andera (gran Uma Thurman), una frágil y encantadora Sharon (buena Mira Sorvino), una pérfida Marian (buena Lauren Holly), una acosada Jan (correcta Martha Plimpton). La obra está envuelta en un delicioso halo de nostalgia, desde su comienzo los personajes se van presentando y te van ganando, es fácil sentirte reflejado en alguno de los personajes. El gran fuerte es su grandioso guión de Scott Rosenberg (‘Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto’ o ‘Alta fidelidad’), un libreto rebosante de ingenio, una descripción coral de personajes soberbia, hecha con una sensibilidad impresionante, sus dilemas morales nos tocaran la fibra, con escenas que recordaras, y con diálogos y monólogos sublimes, el de Rosie O´Donnell/Gina sobre la idealización que tienen los hombres de las mujeres, es arrollador el poderío y la energía con la que pone contra el paredón nuestras pajas mentales, el otro soliloquio es el lado opuesto, el de Paul (spoiler) sobre la top-models, de cómo estas representan nuestros sueños, nuestras ilusiones, estos dos momentos resumen el espíritu del relato. (Continua en spoiler sin spoilers)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El metraje está plagado de momentos enormes, cuando los amigos en el bar se ponen a cantar ‘Sweet Caroline’ es un canto a la vida, la noche que pasan juntos Andera y Willie, primero en el bar y luego pescando en la cabaña del lago desprende magia, pero donde la narración toca las alturas es en los encuentros entre Marty y Willie, ella es la quimera de lo que él espera, lista, simpática, guapa, magnética, el gran problema es que solo tiene 13 años, entre los dos se establece una relación de amor platónico de una ternura sublime, del que brotan conversaciones de una ternura estremecedora, entre los dos actores Portman y Hutton hay una química de una dulzura excelente, Portman desprende un aura de hipnótico, imposible no enamorarse de ella, su dominio gestual es insultante, esto tiene su cumbre en la escena cuando ella patina y charla con Willie sobre sus sentimientos, impresionante. La puesta en escena es otro de los fuertes, el escenario nevado nos retrotrae a esos lugares cerrados donde el tiempo no pasa, transmitido esto por la buena fotografía de Adam Kimmel (‘Truman Capote’ o ‘Lars y una chica de verdad’) y todo esto adornado por la extraordinaria música de David A. Stewart, el de los Eurithmics junto a Annie Lenox, destila una deliciosa melancolía, esto sumado a un desfile de temas pop muy buenos de The Diamonds, Roland Gift o Billy Paul. Es una magnífica obra que estudia la condición humana, de las que nos divierte, entretiene, nos deja un gran sabor de boca y recordaras por siempre. Fuerza y honor!!!
Paul (Michael Rappaport), monólogo:
-Las supermodelos son chicas bonitas, una chica bonitya se te sube a la cabeza, como si bebieras whisky-cola toda la mañana. Puede hacer que te de un subidón, que disfrutes de los mayores placeres conocidos por el hombre, es una promesa, la promesa de un día mejor, la promesa de una mayor esperanza, la promesa de un nuevo mañana. Ese aura puede verse en el andar de una chica bonita, en su sonrisa, en su alma, en el modo en que consigue que cada putada de la vida puedas olvidarla con ella. Que son la supermodelos? No son más que promesas envasadas, son un nuevo día, una nueva esperanza con zapatos de tacón.
Paul (Michael Rappaport), monólogo:
-Las supermodelos son chicas bonitas, una chica bonitya se te sube a la cabeza, como si bebieras whisky-cola toda la mañana. Puede hacer que te de un subidón, que disfrutes de los mayores placeres conocidos por el hombre, es una promesa, la promesa de un día mejor, la promesa de una mayor esperanza, la promesa de un nuevo mañana. Ese aura puede verse en el andar de una chica bonita, en su sonrisa, en su alma, en el modo en que consigue que cada putada de la vida puedas olvidarla con ella. Que son la supermodelos? No son más que promesas envasadas, son un nuevo día, una nueva esperanza con zapatos de tacón.