Desde el principio te demuestran que todo, TODO, está creado a imagen y semejanza de las producciones usamericanas. El héroe juega al fútbol...australiano, el tipo duro es un ex presidiario, la adolescente pulcra se enrolla con el más tarambana, padres que pierden a sus hijos pero luego los recupera, todos se ocultan en el bosque que cualquiera tiene siempre a mano,... Un desfile de clichés inenarrable.

Luego están los alienígenas, que vienen en sus naves espaciales con rayos láser pero que tienen que tomar la Tierra a base de infantería que, al principio, parece a prueba de bala, pero a medida que la peli avanza va perdiendo esa resistencia por vaya ud. a saber el motivo. Será que su barra de vida se iba agotando. También son incapaces de correr, ni aunque los estén acribillando dejan de andar pasito a pasito, y tienen un líder que luce capa y capucha ¿a quien les recuerda? ¿A Winnie de Pooh? Naaa...

Pues nada, a pesar de contar con superioridad militar y tecnológica se ven poco a poco rechazados por un puñado de pueblerinos con armas que al principio ni les arañaban pero que después les tumban a la primera. Las relaciones entre estos, otro cliché más: la embarazada, el prota con pasado tormentoso, su amigo-enemigo que al final muere hecho un héroe, la dolescente rebelde, el indigente convertido en amiguete de quien más le criticaba. Redios, es que no falta ni un solo tópico. El broche (estúpido) final es la oferta de cooperación con los aliens después de que estos les hayan intentado exterminar, un momento progre buenrollista que da una vergüenza ajena difícil de describir. Pero que se ve superado, por increíble que parezca, por la escena final en la que una tropa compuesta por humanos y aliados aliens avanzan contra los invasores bajo el estandarte de la bandera australiana. Hostias, ¿pero esto no iba de humanos-todos-unidos-cantando-en-libertad contra invasores del espacio exterior? Ah, que se trata de una copia de lo que hacen en USA, así que el toque nacionalista no puede faltar.

Aún con todo, los yankis se cuidan de que todo pase el filtro de la corrección política, traducido generalmente en una reparto multiracial. Pues los australianos, con un par de cojonazos, han metido entre el reparto a algunos asiáticos, pero no aparece ni un solo aborigen. Supongo que durante la invasión estarían ocupados en sus cosas primitivas propias de salvajes (nótese la ironía).