"The night listener" daría el pego como una película para televisión. Su duración, escasos 80 minutos más 40 de anuncios daría lugar a dos horas en la parrilla televisiva. Pero héte aquí que se presentó en Sundance, en Berlín y en otros festivales. Y en Islandia y en Finlandia que no están como para exponerse al frío para ver cosas así la sacaron directamente en DVD. Williams sigue empeñado en demostrar que es un actor más allá de sus films cómicos ( en los que todo está claro, si te ríes con Robin la ves, si no la evitas ) y nos regala su vis dramática en los últimos años. Lamentablemente ni en "La memoria de los muertos" ni en esta "Night Listener" va más allá de poner cara de tristón todo el tiempo. También es cierto que el film no es tan despreciable como pueda parecer con lo que digo arriba, está realizado con contención y con algún momento bueno de suspense (pocos pero los hay). Pero sucede que mientras ves este film, como ha pasado con muchas adaptaciones de novelas de Stephen King por ejemplo, estás viendo el libro, tiene ritmo de libro (uno de esos que se leen en un plis plas en el veranito), no da para una película en condiciones si no tienes una buena destreza en el guión, dirección, etc... Y este no es ese caso. Al final la inane trama te da casi igual y desde el minuto 50 asoma ya la sombra del "Y a mí qué" símbolo patente del aburrimiento.