Con actores procedentes de las series de "Stargate" y rodada en Canadá, "Santuario" fue una serie de fantasía y ciencia-ficción, bastante rudimentaria en cuanto a la creación de un universo propio en el que ambientar las historias, pero bastante resultona gracias a la buena definición de unos personajes con carácter y pasado, en ocasiones sórdido pero atrayente, liderados por Amanda Tapping, la Sam de Stargate SG-1, como completa protagonista y maestra de ceremonias.

Santuario es una red de lugares que recogen y protegen a los anómalos, lo que entenderíamos por todos los monstruos de la mitología clásica y moderna. Una organización fundada por cinco personajes victorianos con diversos poderes y liderada por la Doctora Magnus, una mujer de más de 100 años pero que no aparenta más de 50. Sin duda un homenaje al cómic "La Liga de los hombre extraordinarios" por el arranque con estos personajes.

Producción muy barata, que se inició con unos episodios-web que dieron pie a hasta cuatro temporadas. Barata por el uso excesivo del croma para recrear los ambientes y en especial, el edificio que supone la base de la organización "Santuario", un bonito decorado virtual steampunk. Demasiado croma y pocos figurantes. Un inmenso edificio infográfico siempre vacío, solo ocupado por los cuatro protagonistas. No había dinero para más. Y siempre el decorado del mismo callejón, que se repite no-se-cuantas-veces a lo largo de las temporadas.

De inicio titubeante, tiene su máximo apogeo durante la tercera temporada, para decaer progresivamente durante la cuarta temporada, en la que los medios son cada vez más misérrimos. Hay un episodio que lo ambientan en Lisboa y no se ve Lisboa, sino una carreterilla local, rodeada de campo y un hotel anónimo donde se encuentran los malos. Realmente la cuarta temporada es la agonía de un pez fuera del agua, haciéndose cansina y bajando alarmantemente los guiones en calidad, lastrados por una disminución del presupuesto de los episodios, ya bastante raquítico de por sí, hasta extremos tercermundistas. No obstante dejaron un resquicio de continuación por si sonaba la flauta, cosa que no ocurrió.

Aparte de los cromas, la mayoría de los monstruos que no son señores disfrazados son efectos infográficos bastante limitaditos y que han envejecido fatal. tampoco es que sean muy creativos con los monstruos, no siendo un derroche de imaginación. Por ello, el punto fuerte de la serie son los personajes en sí, con unos secundarios potentes, como el de tesla, con un actor que se come la pantalla cada vez que aparece, o a Heyerdahl, que hace dos papeles recurrentes y protagónicos: a John Druid y al "Grandullón",un bigfoot que trabaja con "Santuario".

La serie, para todos los cortapisas económicos que tuvo, fue el resultado de un milagro, máxime cuando alcanzó las cuatro temporadas. Ello se debe a la fuerza del elenco, que creían firmemente en el proyecto. Serie normalita, para los fans de la fantasía y los episodios autoconclusivos sin demasiadas veleidades argumentales. Va la grano y entretiene.