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Voto de Juggernaut:
7
16 de marzo de 2017
64 de 75 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante un controvertido trabajo, y seguramente no bien entendido del cineasta holandés, Martin Kolhooven, (Winter in wartime,2008). Y que discrepo total y absolutamente de la crítica oficial, que no la valora, como creo que se merece.
Western durísimo, áspero, sin concesiones a la galería, en el que su cuidada estética ayuda a dar esa imagen fría, que realza una época en que los pioneros vivían en duras condiciones y la Biblia y la palabra de Dios era su sostén para sobrellevar aquellos tiempos.
Terrible historia la que nos cuenta Kolhooven, que apoya su film en su propio guion, y en una comedida banda sonora de Junkie XL. La película, sin dejar de ser en ningún momento, un duro drama, mantiene una inusitada tensión ribeteada de toques de terror e incluso gore, para ser un western.
La figura del omnipotente padre de familia y Reverendo, hipócrita, pervertido, vengador, asesino… interpretado soberbiamente por Guy Pearce, (Memento, 2000), nos brinda una larga película dividida en cuatro episodios, en los que nos cuenta las vicisitudes de una niña hecha mujer a la fuerza, perseguida a través de los años, por su Némesis encarnada en la figura de su padre y reverendo del pueblo donde vivían.
Dakota Fanning, (La guerra de los mundos, 2005), es esa niña hecha mujer (de la peor de las maneras…), en una, a mi juicio, brillante interpretación. Niña que hoy ya no lo es, pero que hemos visto crecer a través de la pantalla, para convertirse con el tiempo en una actriz a tener en cuenta.
El resto del reparto lo completan Carice Van Houten (madre de la niña), actriz holandesa que pudimos ver recientemente en “El Quinto poder”, y con una amplia carrera tanto en Europa como Estados Unidos. Y Kit Harington (Pompeya, 2014), y Paul Anderson (El Renacido, 2015), que son lo más destacable del extenso reparto, y que dan solidez a una película que merece la pena ver.
Sin duda una película buena para los amantes del western contemporáneo, y que además refuerza a ese grupo de películas que en los últimos años nos ha dado curiosos western, de origen europeo, y que para nada tienen nada que envidiar a los norteamericanos. Algunos ejemplos son, “El Valle oscuro” de 2014 y de origen austriaco, y la danesa “The Salvation”, también del 2014, que junto a la que nos ocupa, ofrecen para mí, tres western imprescindibles para los fans del género.
Western durísimo, áspero, sin concesiones a la galería, en el que su cuidada estética ayuda a dar esa imagen fría, que realza una época en que los pioneros vivían en duras condiciones y la Biblia y la palabra de Dios era su sostén para sobrellevar aquellos tiempos.
Terrible historia la que nos cuenta Kolhooven, que apoya su film en su propio guion, y en una comedida banda sonora de Junkie XL. La película, sin dejar de ser en ningún momento, un duro drama, mantiene una inusitada tensión ribeteada de toques de terror e incluso gore, para ser un western.
La figura del omnipotente padre de familia y Reverendo, hipócrita, pervertido, vengador, asesino… interpretado soberbiamente por Guy Pearce, (Memento, 2000), nos brinda una larga película dividida en cuatro episodios, en los que nos cuenta las vicisitudes de una niña hecha mujer a la fuerza, perseguida a través de los años, por su Némesis encarnada en la figura de su padre y reverendo del pueblo donde vivían.
Dakota Fanning, (La guerra de los mundos, 2005), es esa niña hecha mujer (de la peor de las maneras…), en una, a mi juicio, brillante interpretación. Niña que hoy ya no lo es, pero que hemos visto crecer a través de la pantalla, para convertirse con el tiempo en una actriz a tener en cuenta.
El resto del reparto lo completan Carice Van Houten (madre de la niña), actriz holandesa que pudimos ver recientemente en “El Quinto poder”, y con una amplia carrera tanto en Europa como Estados Unidos. Y Kit Harington (Pompeya, 2014), y Paul Anderson (El Renacido, 2015), que son lo más destacable del extenso reparto, y que dan solidez a una película que merece la pena ver.
Sin duda una película buena para los amantes del western contemporáneo, y que además refuerza a ese grupo de películas que en los últimos años nos ha dado curiosos western, de origen europeo, y que para nada tienen nada que envidiar a los norteamericanos. Algunos ejemplos son, “El Valle oscuro” de 2014 y de origen austriaco, y la danesa “The Salvation”, también del 2014, que junto a la que nos ocupa, ofrecen para mí, tres western imprescindibles para los fans del género.