Y nada más.
Yo soy de los que me gustó "Nadie conoce a nadie" y con las buenas críticas de los habituales y una duración de 98 minutros la cosa estaba clara.
Pues no. Es mala. Se me hizo interminable: nunca te llegas a creer el "padecer crepuscular" de los personajes -aparte de que el Noriega está fatal, como casi sempre- y la cosa se derrumba cuando se revela la premisa argumental que se supone que sostiene el giuón; la realización va a saltitos que en nada evocan los clásicos del género en que se pretende inspirada y las escenas de acción están muy mal conseguidas. Y lo peor de todo: los diálogos son de vergüenza ajena.

Eso sí, mi enhorabuena al director de fotografía.