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España España · JEREZ DE LA FRONTERA
Voto de jaime salado:
6
Drama Basada en la historia real de Michael Spurlock (John Corbett), un hombre de negocios reconvertido en pastor que cuida de una pequeña iglesia y de un grupo de refugiados del sudeste asiático. (FILMAFFINITY)
6 de diciembre de 2022
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El cine espiritual y religioso lleva unos años en auge. Es obvio que cada vez resulta más económico rodar una película decente, por lo que con un elenco de actores profesionales de clase media-baja y mucho voluntario fiel a la causa se producen cada vez más películas de este tipo de una manera poco costosa. Como producto es indudable que tiene su público y su mercado. All Saints, que hoy comentamos, contó con un presupuesto de solo dos millones de dólares y recaudo más de 6, por lo que la inversión fue rentable. Son filmes que se producen y promocionan lejos de los circuitos comerciales, lo que les confiere un mérito extra pues su éxito se suele basar en el boca a boca.

Hay bastante características comunes a estos trabajos. Las películas suelen compartir elementos como un reparto modesto, un vestuario y decorados decentes (sin alardes), una BSO de música cristiana, efectos especiales inexistentes y el plus emotivo de estar basadas en hechos reales.

La película que hoy analizamos tiene como director a Steve Gomer, experto en series de Tv pero con nula experiencia en largometrajes, siendo éste su primer y último hasta la fecha. Del reparto se puede destacar a John Corbett y Cara Buono, caras conocidas en la gran pantalla aunque con un rol normalmente más secundario.

La película narra la historia de la Iglesia Episcopaliana All Saints, ubicada en Smyrna, un poblado rural situado en Tennessee, Estados Unidos. Hundida económicamente, el obispo de la zona envía allí a Michael Spurlock, hombre de negocios recién ordenado pastor, quien acude con su esposa Aimee y su hijo Atticus. Su objetivo inicial es la venta del edificio y de los terrenos pertenecientes a la diócesis para marcharse a otro lugar. Mientras se presentan a su escasa feligresía, conocen a un numeroso grupo de refugiados de la etnia karen, quienes llegan huyendo de la guerra civil desde Myanmar (Birmania). Siendo agricultores, Michael cree que se trata de una señal de Dios para dirigir una granja y salvar así la ruina económica de la iglesia al tiempo que daría trabajo e integraría a los karen.

Como película la encuentro bastante predecible, algo plana en su desarrollo. Nada es excepcional pero es cierto que tampoco nada desentona. Sí es cierto que el final es algo inesperado. Lejos del happy ending habitual en estos casos, el film deja una sensación tan agridulce como suele dejar la vida misma, lo cual la tiñe de una gran dosis de realismo.

Vamos con el apartado de fe, que es bastante sorprendente por lo peculiar en una película religiosa, pues durante buena parte del film brilla por su ausencia. "De una semilla de fe nace la esperanza". Ese es el eslogan promocional de la cinta, que ya nos da pistas de lo que encontraremos.

Toda la historia parte de una llamada personal de Dios al pastor, o al menos eso cree él. Esta es la escena en que se verbaliza.

Aimee: "¿Dios te habló? ¿El Dios?"
Michael: "Sí. Sí, solo hay uno, Aimee".
A.: "Bueno, ¿Qué te dijo?"
M.: "Me dijo: Te he dado la tierra, te he dado granjeros... haz las cuentas".

A pesar de esa certeza interior, nada va a ser fácil. La desconfianza de sus feligreses, la llegada de refugiados, las adversidades climatológicas una detrás de otra... todo parece estar en su contra. En un acto benéfico, de hecho, actúa como profeta que denuncia la dureza de corazón de sus oyentes:

Michael: "Ya lo conocen, somos la iglesia en la que crecieron sus padres y que construyeron tus abuelos. ¿Cómo pueden sentarte ahí masticando filetes de 30 dólares y dejar que nuestra gente muera de hambre?".

Justo antes de la cosecha hay otro diálogo basado en la Biblia, en la que el protagonista utiliza varios versículos de los Evangelios para establecer una comparativa con la situación que están viviendo. Me parece muy acertada, si bien es cierto que la Biblia nace en una sociedad agrícola, por lo que no es de extrañar que abunden ejemplos de labores tan primarias:

Michael: "Mira esta lectura para el servicio de mañana".
Aimee: "¿Elegiste tú esta, Michael?"
M.: "No. Está en el cuadrante para todas las iglesias episcopales del mundo: El Reino de Dios es como si un labrador ha esparcido semillas por el suelo. Las semillas brotan, pero el granjero no sabe cómo. Primero la raíz, luego el tallo, luego el grano". (risas)
Michael (en el oficio): "Considerad la semilla de mostaza, la más pequeña de todas las semillas. Sin embargo, crece con ramas tan grandes que los pájaros se posan a su sombra. Eso será All Saints. Desde la más pequeña de las semillas, vamos a crecer y vendrá gente de todas partes para disfrutar de la sombra de nuestras ramas".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
jaime salado
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