Como principal defecto cabría señalar la escasa coherencia de las elipsis, que impide la construcción de un relato consecuente. Por otro lado Charlie Sheen parece encontrarse bajo el influjo de las drogas todo el rato y hay escenas de máxima tensión psicológica (sobre todo las que comparte con Michael Madsen) en las que no da la talla, muy paradito siempre, sin mover siquiera un músculo de la cara, cosa que rompe el hechizo del cine al desvanecerse toda la credibilidad. Linda Fiorentino hace un rol completamente irrelevante, si no es su peor película (no lo es) es en la que menos puede aportar (debido a lo lineal del personaje que se le ofrece).

Pero tiene dos escenas geniales, una es la del indio al inicio y la otra cuando Charlie se resarce de su mala puntería con la pistola usando explosivo, desternillante. Tiene un par de escenas tensas, lo cual unido a su inherente encanto de película de videoclub hace que sea recomendable para los 'grandes nostálgicos del videoclub'... o si tienes 22 años y sabes que hoy día la gran mayoría de películas destinadas a vídeo son basura en el más literal de los sentidos, que los blockbusters no te van del todo y por tanto tienes claro que recurrir al thriller de esta época hecho sin pretensiones puede ser la mejor manera de disfrutar con el género, como es el caso.