No es una serie que pueda gustar a todo el mundo, no porque sea compleja, sino por el tipo de humor. Lo que a algunos puede parecerles desternillante, a otros les resultará absurdo. Yo normalmente no me río con las series absurdas, y por eso tenía mis recelos cuando empecé a ver esta. Pero es que no es absurda del todo, porque dentro de su locura hay una lógica, los personajes actúan de un modo determinado porque son así y están bien están perfilados.

Se trata de una familia rarísima, pero dentro de esa rareza hay mucha realidad, quizá más de la que pueda haber en otras series en las que la gente vive en pisos fashion y tienen trabajos en grandes empresas. Aquí se respira una cutrez que hace que uno se sienta muy cómodo. Es gente sencilla como lo puedes ser tú, como lo soy yo, como lo es tu vecino. Es una familia formada por un matrimonio, su hijo de veintitantos, su hija de pocos meses y la bisabuela, que está senil. Todos en la misma casa.

Pero tanto análisis de nada sirve si uno no le da una oportunidad. Sólo viendo los primeros capítulos sabrás si te va o no te va el rollo. Todo lo que yo te cuente aquí es sólo orientativo. No te fies un pelo de mi crítica, pero si estás de acuerdo con lo que has leído, no me importará que le des al SÍ.