Dupieux y su cine surrealista vuelven con una alocada película sobre la amistad y sobre unos adultos que se mantienen en una adolescencia perpetua.

Sí, hay una mosca gigante, pero, como es habitual en el director, no esperéis encontrar otro rastro de ciencia ficción. Esta no es más que un absurdo y divertido MacGuffin de enormes proporciones. La historia en realidad gira en torno a Jean Gab i Manu, una versión afrancesada de Lloyd y Harry, los “Dos tontos muy tontos” de los hermanos Farrelly.

Jugando con la inmadura inocencia de sus protagonistas, Dupieux logra transportarnos a una serie de diálogos y situaciones inverosímiles y exageradas de lo más disfrutables.

En definitiva, “Mandibules” es un alegre paseo por la Costa Azul francesa con el coche más estropeado y los conductores más desastrosos que os podáis imaginar. ¡Todo un placer culpable!

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