De vez en cuando aterrizan ante nosotros películas pequeñas, podríamos llamarlas independientes, que no han tenido recorrido alguno en las salas de cine y que pasan sin pena ni gloria. La mayoría son productos olvidables, agrandando el ya de por sí saturado mercado de estrenos. Sin embargo, a veces hay excepciones, y La discusión (The Argument) es una de ellas.

La crítica no se ha mostrado demasiado entusiasta con el film (bueno, los pocos que la han visto), siendo una propuesta que no ha llamado la atención en absoluto, y eso que su punto de partida es de lo más original. La premisa es tan cómica como interesante, ya que versa sobre la discusión entre una pareja cenando con unos amigos, y al no ponerse de acuerdo, deciden recrearla al día siguiente, sin que los invitados sepan nada al respecto. Obviamente, la cosa cada vez irá a peor, y no sabéis de qué forma.

Y es que estamos ante una comedia que sucede prácticamente en un mismo escenario, siendo un tipo de subgénero que no sabría cómo calificar, y del que debo reconocer que estoy disfrutando mucho en los últimos años (hasta el punto de declararme absoluto fan, y seguramente sea el primero), gracias a estimulantes producciones como Perfectos Desconocidos, Sentimental, 7 años o Litus, todas españolas, por cierto, aunque seguro que hay más ejemplos. Cierto es que quizás La discusión sea la menos lograda de todas ellas, pero desde luego es una estimable comedia que tendría que haber tenido mejor suerte.

Obviamente, no se puede destacar un producto de estas características por sus aspectos técnicos, pero se puede confirmar que el corte intimista funciona, siendo un trabajo correcto y que no desentona. Evidentemente, lo que debe destacar en una película de esta índole es el guion, y la verdad es que está más acertado, con personajes desternillantes (ojo a los secundarios del último acto), diálogos cargados de mala baba o situaciones hilarantes, siendo apenas ochenta minutos que hacen pasar un buen rato.

Quizás a algunos se les haga repetitivo que reproduzcan los mismos momentos de la cena una y otra vez, pero si uno se deja llevar por su peculiar argumento, sabrá apreciar los aciertos de esta alocada comedia, con un final satisfactorio y con los suficientes momentos para que haya merecido la pena la experiencia.

En el reparto tenemos a varios rostros conocidos, muchos vistos en Walking Dead (curioso…), destacando al cómico Dan Floger, visto en las dos entregas de Animales Fantásticos, y que ofrece una actuación fabulosa. No se quedan atrás sus compañeros, pero quizás se debería destacar a Emma Bell y Cleopatra Coleman.

No es ninguna obra maestra, pero sí una de las mejores comedias que se han podido ver este año (sí, la competencia no ha sido gran cosa…), siendo una propuesta que debería haber tenido más reconocimiento, ya sea por intentar ofrecer algo ameno y diferente. Juzgad vosotros mismos, pero yo he quedado satisfecho.

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