La primera vez que ves Sospechosos Habituales te quedas anonadado por su desenlace, aunque también confuso e insatisfecho. Es, sin embargo, la clásica película que por lo rompedor de sus esquemas mejora considerablemente la segunda, la tercera y las sucesivas veces que la ves, cuando sabiendo como acaba el asunto todo comienza a tener sentido, sin apenas fisuras en un guión que es el punto fuerte del film.
Sin embargo, la pelicula no sólo se sustenta en un guión escandalosamente bueno, el resto de aspectos técnicos están igualmente pulidos. Desde la efectiva dirección de Singer, pasando por el montaje y finalizando con las estupendas actuaciones de nombres como Palminteri, Del Toro, Byrne y por supuesto Kevin Spacey.
Ante todos estos ingredientes, al espectador le toca reconstruir las piezas y ser parte activa del film. Totalmente recomendable no sólo verla sino hacerlo como mínimo dos veces.
spoiler:
Qué decir del final, que se pueda intuir antes de que este llegue no es lo importante, porque el verdadero mérito del desenlace no es sorprender, es hacer que la película cobre un sentido completamente diferente, una vez comprobamos que el personaje de Spacey ha engañado a todo el mundo, incluido el espectador. Añadir además que se puede tomar como una alegoría a la teoría del genio maligno de Descartes.