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Voto de Natxo Borràs:
10
Drama En 1941, Barton Fink viaja a Hollywood para escribir un guión sobre el luchador Wallace Berry. Una vez instalado en el Hotel Earle, el guionista sufre un agudo bloqueo mental. Su vecino de habitación, un jovial vendedor de seguros, trata de ayudarlo, pero una serie de circunstancias adversas hacen que se sienta cada vez más incapaz de afrontar su trabajo. (FILMAFFINITY)
23 de enero de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Exponentes de un complejo y difícil modo de entender del humor negro llevado hasta sus últimas consecuencias, en algunos de sus mejores films dejan huella de ello , los hermanos Coen obtuvieron su reconocimiento con ésta peculiar mezcla de drama, comedia con sus pequeñas dosis de surrealismo absurdo ambientado en los Ángeles previos a la intervención norteamericana en la II Guerra Mundial.

El Teatro y el Cine se enfrentan como en una batalla en la mente confusa del dramaturgo recién llegado de Nueva York interpretado por John Turturro. Reclamado por Hollywood gracias a su triunfo en Broadway por devolverle al Teatro a sus orígenes más humanos y realistas, Barton Fink accede la propuesta de un ambicioso productor (interpretado por un soberbio Michael Lerner) para que le elabore un guión a la medida de las grandes producciones de segunda categoría, en una Indústria del Cine que no cesa de crecer con toda clase de baratijas destinadas al entretenimiento y a la poca credibilidad en el campo de la dramatúrgia.

Encerrado en la claustrofóbica habitación de un hotel , los Coen someten a su personaje como un conejillo de indias enfrentándose a unas ideas fáciles pero muy difíciles de concebir en un gran ingenio. El conflicto entre el ingenio y la tarea fácil de caer en las tentaciones más simplistas y temidas para un hombre de escena frente a los monstruos del celuloide lo divagan a ser o prisionero de un tormento solo equiparable a su orgullo o evadirse a la ayuda de terceros, desde un misterioso vecino de habitación (otro grande, John Goodman, alejándose de su modelo de padre trabajador de clase media baja en la sitcom “Roseanne”) y una extravagante pareja formada por un escritor alcohólico (John Mahoney) y su inseparable secretaria y amante (Judy Davis).

Una de las grandes películas de los hermanos Coen (Joel en la dirección y Ethan ayudando a éste en el guión) que hay que tener en cuenta y que ayuda a hacernos a la idea de dónde van sus pautas cinematográficas, sin resaltar un género por encima de otro pero sin olvidar su grotesca lectura que los alejan de los tópicos convencionales.
Natxo Borràs
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