Haz click aquí para copiar la URL
España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Intriga. Drama Adam (Gyllenhaal) es un afable profesor de historia que lleva una vida bastante monótona. Un día, viendo una película, descubre a un actor que es idéntico a él. Obsesionado con la idea de tener un doble, la búsqueda de ese hombre tendrá para él consecuencias inesperadas... Libre adaptación de la novela "El hombre duplicado", de José Saramago. (FILMAFFINITY)
20 de julio de 2014
93 de 106 usuarios han encontrado esta crítica útil
75/16(28/05/14) Hipnótica adaptación libre del libro del luso José Saramago “El Hombre Duplicado” (2002), realizado por el director canadiense Denis Villeneuve, que lleva una espléndida racha tras “Incendies”, “Prisioneros” y ahora esta compleja obra, que cuando menos demuestra un gran riesgo al exponernos un universo cercano al surrealismo, con tintes buñuelianos, donde se reflexiona sobre la identidad personal, sobre quienes somos, sobre las obsesiones, sobre el vacío de espíritu, sobre la frustración existencial, sobre los límites entre realidad y onirismo, convirtiendo la cinta en un inquietante thriller psicológico.

El escenario es la ciudad de Toronto, Adam Bell (gran Jake Gillenhaal) es un introvertido profesor de historia en la Universidad, tiene una pareja, Mary (buena Mélanie Laurent), a la que trata con frialdad, por casualidad viendo una película ve a un actor físicamente idéntico a él, investiga sobre el intérprete y da con él, se llama Daniel St. Claire (gran Jake Gillenhaal) y lleva el nombre artístico de Anthony Claire, está casado con Helen (buena Sarah Gordon) y está embarazada, vive también en Toronto, Adam se obsesiona con él, le acosa por teléfono hasta que terminan conociéndose estableciéndose entre los dos una perversa situación.

El guionista español Javier Gullón (“El Rey De La Montaña”) adapta con libertad el libro antes referido, haciendo que el espectador tenga que sacar su propia interpretación, las posibilidades están abiertas, se toma la licencia dramática de inventarse el inicio y el final, así como el tono dramático que impone, el libro cerraba con las respuestas a las preguntas, aquí se queda todo abierto, dando un patinado muy de David Lynch en su ambigüedad explicativa, una historia viva que deja subliminalmente que hay un subtexto de problemas sexuales en el comportamientos de los protagonistas, abordando temas además como el adulterio, la fidelidad, el embarazo o los complejos de inferioridad. Es un lento descenso al Averno de la mente, una ambientación pesadillesca donde colisionaran los fantasmas del vacío, de personas sin expectativas que encuentran en los demás como expandirse y dar sentido a sus fatuas existencias. Villeneuve hace un desasosegante e intenso thriller con toques de suspense abrasivos, en un mundo enfermizo, de aire enrarecido, asfixiante, agobiante, con una tremenda fuerza visual, con imágenes de una gran potencia onírica-lírica, con elementos recurrentes para remarcar ella acidez de pesadilla como es la fijación por las arañas, sujeto muy freudiano para enfatizar en la telaraña que esta enmarañado los protagonistas. Llega a recordarme en cierta medida a “Zelig” de Woody Allen, en lo de una persona vacua, gris, ordinaria, y que parece encontrar un objetivo obsesivo en un tipo que es igual a él. Es una radiografía sombría de nuestros miedos, deseos, y nuestros sueños ahondando en el sentido de la individualidad, se reflexiona sobre aquello que escribió Robert Louis Stevenson en “Dr. Jekyll & Mr. Hyde” sobre la dualidad entre el bien y el mal. Villeneuve juega con el espectador provocándole, impactándole, sacudiéndolo, construyéndole un puzle con piezas sueltas a modo de imágenes o diálogos afilados que deberá unir para obtener alguna respuesta.

Para conseguir una atmósfera opresiva se apoya en un brillante diseño de producción de Patrice Vermette (“Prisioneros”), exponiendo una ciudad simétrica, edificios altos despersonalizados, con la Torre CN haciendo de desconcertante antena, con plazas vacías, calles semidesiertas, apartamentos impersonales, y esta sensación atomizada por la fascinante fotografía de Nicolas Bolduc (“War Witch”) que moldea un mundo de cuasi-ensueño, atrapando al espectador tiñendo los fotogramas de amarillentos sepias en exteriores y en sombras lúgubres en interiores, con tomas aéreas turbadoras, contrapicados trémulos, un alarde de emitir sentimientos. La música de Danny Bensi y Saunder Jurriaans eleva los niveles de perturbación, estridente, virulenta, amenazadora, un uso de violonchelos punzante que te sobrecoge. Sumando estos elementos se consiguen escenas de una gran potencia sensorial como el inicio en que Adam visita el Club de perversión sexual hedonista, una especie de entrada a la antesala del Infierno, brillante comienzo que ya te magnetiza a la pantalla.

Jake Gillenhaal es el alma de la cinta, el motor que hace que te pegues a la narración, haciendo creíble estos dos protagonistas, el apocado Adam y el arrogante Anthony, logra que en un instante sepamos por su lenguaje corporal si es uno u otro, además de por su indumentaria, incorpora matices a cada rol, y los dos sabe unirlos por un poso de amargura, los conecta con sutilidad, les da un tono intrigante-retorcido-obsesivo, demostrando que es uno de los mejores actores de su generación, arriesgando en no encasillarse. Además me ha gustado mucho Sarah Gordon como la preñada, emite una honda ternura, una dulzura comprensiva deliciosa.

Con todo lo bueno que dicho la cinta posee taras que la alejan de una mejor puntuación, y es que termina enredándose demasiado, se enreda excesivamente en cuestiones metafísicas, derivando en un tramo final excesivamente confuso en que los protagonistas se comportan de modo cercano a la estupidez, provocando por momentos la sensación en el espectador que el realizador pudiera estar más interesado en el envoltorio que en el contenido. Le falta solidez en la relación entre los dos “clones” me es muy forzada, me chirría el momento en que Anthony le chantajea, esto incita al espectador al alejamiento con la historia.

En conjunto sumado lo mucho bueno y el tramo final mejorable me queda un muy recomendable film, que te hace pensar, aunque no apto a todos los paladares. Fuerza y honor!!!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow