Nuevo volumen en lo que viene siendo la saga más disparatada del cine de aventuras que conozco.

Zach McGowan que se quede mejor en "Black sails", donde hace un gran papel, el de taimado capitán Charles Vane, porque aquí solo hace el ridículo. Y es que no se trata del actor que interpreta a Mathaius, ni los buenos que sean todos aquellos que vengan a hacer el personaje que forjara The Rock, sino la pobreza del guión, la repetición continua de una historia que ya no se puede estirar más con un personaje sin sentido, cuya vida parece más larga que la de Matusalén.

Nadie en su sano juicio hubiera olvidado el castillo medieval que le pusieron a la cuarta película cuando se supone que Mathaius vivió en el tiempo anterior incluso a las pirámides, para que ahora se ponga a buscar el Libro de las Almas y tenga unos compañeros tan lamentables, efectos tan ausentes como los de las películas malas y un guión sacado del WC de cualquier baño del estudio de producción. Ya basta, deberían dejar descansar al Rey Escorpión, que por mucho dinero que saquen ya empieza a parecer un teleñeco. Cuando pienso en él ya no veo al poderoso Rey de la primera película, quien lo daba todo por su palabra, sino a un hombre de muchas caras, que tal vez nunca existió y que es un producto de mi imaginación y que es capaz de viajar a cualquier parte, en cualquier época siendo cualquiera. Ya solo queda que el doctor Who le deje su cabina azul. No veo ninguna diferencia entre los dos.
Aventura lamentable con personajes aún más indescriptibles, en serio no pierdas tu tiempo, es basura como la 2 y la 4.