Ha sido la ultima película que ví en 2017, y creo que una de las mejores que he visto en todo el año. Y quizás una de las mejores que vi en la ultima década.

Increíble como una película de poco mas de una hora se me hizo tan corta mostrando tan solo tres escenarios. Con tres escenas han sido suficientes para relatar esta conmovedora realidad.
La película trata el día a día que posiblemente pasan algunos futbolistas y de la homosexualidad un tema totalmente tabú en los vestuarios y en los reportajes relacionados con los deportes.

Nadie puede imaginarse la presión a la que están sometidos los jugadores mas cercanos al público, como un paso dado en falso puede tirar por la borda años de esfuerzo por culpa de la homofobia que aun hay en la sociedad y sobretodo en lo que rodea al mundo del deporte.

Destaco el personaje protagonista Jason, que encaja a la perfección con el perfil de futbolista mas popular y demasiado engreído ocupando los cuartos con posters y camisetas a los jóvenes que lo consideran un gran ídolo a seguir.

Las consecuencias de la presión que conlleva ser alguien tan admirado haciéndote pasar por alguien que no eres, se reflejan completamente en la película sin ningún reparo.
Recomendada totalmente para todo aquel que aun tenga una pizca de tolerancia y corazón y para los amantes del fútbol.