Dice David Birmingham en su "Historia de Portugal" que el régimen salazarista se basaba en un plano más social en la conjunción de las tres F: Fátima, para la religión; el Fado para la nostalgia; y el Fútbol para la gloria de Portugal. Dado el título de este telefilm, es obvio que cumple la primera F, pero además resulta que hay una trama paralela romántica sobre Margarita, una cantante de fados, así que ya tenemos la segunda F. Sólo falta la última, el fútbol, que desgraciadamente no sale para nada en esta obra. Por cierto, que esta Margarita (Catarina Furtado) es una joven estupenda, bastante atractiva y que lleva unos looks muy vistosos, ya he comentado que me gusta mucho la moda de entre los 1914-1922, aproximadamente. No me extraña que se enamoren de ella.

Sea como fuere estamos en 1917, una fecha emblemática no sólo porque es el año de la Revolución Rusa, de la que también se cumple justo un siglo en este 2017, sino también porque tienen lugar las apariciones marianas más famosas del siglo XX, la de Fátima en Portugal. Sobre las mismas existe bastante misterio, desde la propia aparición, que por lo que sé los niños tardan en identificar con la Virgen, hasta por los controvertidos "Tres Secretos de Fátima", pasando por el espectacular fenómeno de la Danza del Sol, en octubre de 1917, sobre los que no existe una explicación racional o viable. Lo cierto es que la politización en un sentido reaccionario de Fátima fue inmediata, lo que no es malo, que conste, pero eso no quita que el fenómeno este ahí. Interesante.