Haz click aquí para copiar la URL
España España · Badajoz
Voto de beyoto:
8
Comedia. Musical Película que describe la vida de un grupo de jóvenes "disc-jokeys", músicos, cantantes, fanáticos del baile, etc., durante varias horas de un viernes por la noche en una sala de baile de Hollywood. Consiguió el Oscar a la mejor canción "Last dance" interpretada por Donna Summer, a pesar de que ese año competía con la conocidísima "Grease". (FILMAFFINITY)
13 de diciembre de 2020
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1978 la música disco vivía su edad de oro con un gran número de artistas desarrollando y evolucionando el género a base de hits y pelotazos musicales que reventaban las pistas de baile de todas las discotecas y clubs que florecían por todas las ciudades y pueblos, alcanzaba su máximo apogeo y esplendor en templos como el mítico Studio 54 neoyorkino, las discográficas imponían a sus artistas la grabación de posibles y futuros éxitos, incluso de aquellos que nunca habían abordado este género músical ni de lejos, y toda esta fiebre se reflejaba en la pantalla de cine con la legendaria "Saturday night fever"/"Fiebre del sábado noche" (1977) película que sentaba cátedra sobre la estética de esta revolución cultural y casi se atrevía a definir sociológica y psicológicamente a toda una generación.
Es en ese momento, y al año siguiente de la mítica película en la que Tony Manero olvidaba sus frustraciones a ritmo de la música inolvidable de los Bee Gees, cuando se estrena esta joya de película, infravalorada en esta web pues tiene una votación paupérrima que no hace justicia a esta deliciosa comedia.
"Thank God it's Friday", titulada en España "Por fin ya es viernes" fue producida por Motown Productions y Casablanca Filmworks en 1978, ambas productoras con un grandísimo bagaje y catálogo musical en su vertiente discográfica, donde artistas como The Commodores y Donna Summer, ambos presentes en la película, desarrollaron gran parte de su carrera y de sus éxitos comerciales.
La película es un disparate delicioso y divertidísimo, perfecta para animar un domingo por la tarde en un otoño lluvioso, en un año terrible con el ocio nocturno, los clubes y las pistas de baile cerrados por motivos sanitarios en medio de esta pandemia que asola el mundo entero.
Dirigida vigorosamente por Robert Klane, con un argumento sencillo, pero coherente y entretenido, y con una banda sonora de oro en la que cualquier amante de la música disco de la época encontraría su paraíso personal, ofrece las primeras apariciones de unos jovencísimos Jeff Goldblum y Debra Winger, además de contar con un reparto de personajes y actores que dinamizan la comedia disparatada y que consiguen que empaticemos con ellos y sus pequeños microcosmos, tan llenos de tópicos que resultan insólitamente verosímiles gracias al derroche de gags absurdos pero perfectamente integrados en ese ambiente de luces de discoteca, música de oro a todo volumen, estilismos de ensueño y, sobre todas las cosas, el baile desinhibido y hedonista, hortera sin complejos, pura alegría de vivir, alegría de vida, maravilloso.
Un argumento simple y unos personajes simplones sobre el papel pero que, encarnados por unos actores que se divierten y disfrutan interpretándolos y dirigidos con energía por un director que no se complica la vida para disimular la comedia surrealista y absurda de un guion plano y que tampoco renuncia a la autoparodia, consiguen un producto entretenidísimo que se disfruta con una sonrisa y con el corazón y los pies moviéndose al ritmo de una gloriosa música de baile que marcó una época y unos tiempos que ya no existen y que quizá nunca más vuelvan a existir.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
beyoto
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow