Media votos
6,4
Votos
4.211
Críticas
702
Listas
12
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Taylor:
7
7,7
4.344
Drama
Ester, su hermana Anna y su sobrino Johan atraviesan en tren un país extranjero y sombrío, probablemente en guerra. Los tres vuelven a casa, pero tienen que interrumpir el viaje y detenerse en una ciudad a descansar en un oscuro y destartalado hotel, ya que Ester, que sufre una crisis vital, se ha puesto enferma. Mientras Ester trata de reprimir la atracción sexual que le inspira Anna, ésta sale en busca de sensaciones que la liberen ... [+]
16 de abril de 2009
54 de 65 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que nadie se asuste. Ver una peli de Bergman y quedarse a cuadros es tan normal como meterse tres lingotazos de JB y pillar un pedal del quince. Sobre todo si dejaste la bebida antes de la movida del botellón y todo eso. Aún así, en mi caso, sintiéndome como un palurdo de tomo y lomo, suelo experimentar con el cine del sueco una sensación especial. Fascinante, inquietante, turbadora... Quizás en esta ocasión dicho efecto ha sido de menor calado, pero también lo he sentido, en serio. Vaya si no.
Supongo que ante la ausencia casi total de guión no queda más remedio que dejarse subyugar por las estudiadas composiciones de Ingmar, por la excelente fotografía de Sven Nykvist o por las extraordinarias interpretaciones de Ingrid Thulin y Gunnel Lindblom, dos suecas de ‘toma pan y moja’ que destilan un erotismo poroso, sicalíptico, salvaje... La complejísima relación entre hermanas (y todo lo que a esta atañe: amor, odio, celos, reproches, dominio, sumisión...) me atrae, claro está, pero su correcta interpretación prefiero dejarla en manos de psicoanalistas y gafapastas de pura cepa.
Yo, por mi parte, me limitaré a ver, oír y callar.
Supongo que ante la ausencia casi total de guión no queda más remedio que dejarse subyugar por las estudiadas composiciones de Ingmar, por la excelente fotografía de Sven Nykvist o por las extraordinarias interpretaciones de Ingrid Thulin y Gunnel Lindblom, dos suecas de ‘toma pan y moja’ que destilan un erotismo poroso, sicalíptico, salvaje... La complejísima relación entre hermanas (y todo lo que a esta atañe: amor, odio, celos, reproches, dominio, sumisión...) me atrae, claro está, pero su correcta interpretación prefiero dejarla en manos de psicoanalistas y gafapastas de pura cepa.
Yo, por mi parte, me limitaré a ver, oír y callar.