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España España · Madrid
Voto de Charles:
7
Drama. Comedia Un perro intenta descubrir su propósito en la vida a medida que va pasando por distintos dueños. A través de diversas reencarnaciones como Toby, Bailey y Buddy, un mismo perro tendrá la oportunidad de vivir tres vidas distintas y así descubrir el propósito de su existencia al lado de los humanos. (FILMAFFINITY)
2 de mayo de 2017
33 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Debería estar prohibido meter perros en una película.
Son depositarios de emociones tan efectivos, tienen tantas buenas intenciones en su pelaje, tanta simpleza de deseos, que resulta imposible que no te puedan ganar por goleada.

Y sin embargo, menos mal que no están prohibidos, porque películas como 'Tu Mejor Amigo' tendrían muy difícil hablar de lo que quieren hablar sin su presencia.
Como si de una especie de 'Boyhood' en versión perruna se tratara, asistimos a las impresiones que recopila un can de diferentes dueños, desde los prometedores inicios hasta los repentinos o tristes finales.

Hay que decir que está muy difícil que la cosa no acabe siendo un monumento a mayor gloria del mejor amigo del ser humano, pero también que si no llega a serlo es por la sencillez de sus ambiciones: la voz en off de Bailey puntea los triunfos y miserias de sus cuidadores, emocionando con su ingenuidad e interesando por su particular manera de ver el mundo.
Para él, no existen malos ni buenos, tampoco enfados o decepciones, solo diferentes olores y comportamientos que se siente tan extasiado por descubrir como afortunado de experimentar.

Y sobre todo está esa extraña diferencia entre sus congéneres y los humanos, una pequeña cosa que lo cambia todo: por alguna razón, los humanos siempre eligen irse, nunca comprenden la diversión que existe en quedarse. Luego seremos nosotros los que digamos que los perros tienen una lealtad sorprendente, pero resulta imposible no juzgarla natural cuando se ve el mundo a través de sus ojos.
Sobre todo porque nunca querrán más que una cama compartida con su dueño, un divertido hobby por más repetitivo que sea y una comida caliente que alguien les pase bajo la mesa: las pequeñas cosas, las que quienes los cuidamos las más de las veces olvidamos.

No hay que engañarse, esta historia será un placer para los amantes de los perros, y poco más que simpática para todos los demás.
Pero de vez en cuando no hace mal una película amable que te recuerde aprovechar el ahora, antes de que se nos pueda pasar. Una cualidad que esos peludos de cuatro patas han aprendido a disfrutar, porque nunca se plantean que se pueda acabar.
Charles
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