19 de enero de 2019
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Este telefilm, dentro de lo que cabe, no está del todo mal. De hecho, es una película de sobremesa que envuelve al espectador en un argumento con toques esotéricos, que mantiene una intriga conseguida, y ciertos momentos de tensión motivados por el miedo y la obsesión de la protagonista a que aparezca su perverso marido. No en vano, la película cuenta con unos bonitos paisajes, la ambientación no desentona en exceso, y el hecho de ver que los personajes del pueblo en donde transcurre la acción, pueden tener algo que ver en ese temor de la protagonista a que su marido le haga daño, resulta interesante.
Las interpretaciones normalitas tampoco evitan que estemos ante un entretenimiento casi aceptable.
Sin embargo, la cinta naufraga debido a su trama repetitiva y lineal, enfocada en todo momento a darle cierto misterio al conjunto pero olvidándose los miembros que han participado en ella en enfocar la situación dramática con la suficiente destreza para llegar al espectador. Además la confusión que genera el dejar agujeros por doquier, las "sobreexplicaciones" tan manidas en estos telefilms y el hecho de no mostrar en el fondo, más que la misma historia de siempre quitando eso sí la novedad de la leyenda, pesan en el conjunto. Si el toque de intriga es un acierto, no se puede decir lo mismo del drama el cuál es abordado de manera flojita.
Por tanto, el poder observar las bonitas montañas de los Alpes, y esas acertadas dosis de intriga, no son suficientes razones para un servidor, para recomendar encarecidamente una historia mal plasmada en determinados momentos, a pesar de haberme tragado el enésimo telefilm que como esta crítica no dejará huella en ninguna parte.
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