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Voto de Miquel:
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Romance. Drama
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), un soldado alemán que combate en el frente ruso obtiene un permiso para volver a Alemania. Tras comprobar que su casa ha sido bombardeada, emprende la búsqueda de sus padres desaparecidos; al mismo tiempo, conoce a la hija de un preso político y se enamora de ella.
7 de junio de 2010
39 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
Penúltimo film de Douglas Sirk (Hamburgo 1900 – Lugano 1987). El guión, de Orin Jannings, adapta la novela “Zeit zum Leben, zeit zum Sterben (1954), del novelista alemán Erich Maria Remarque, pseudónimo de Erich Paul Remark (1898-1970), que estuvo casado (1958-1970) con Paulette Goddard. Se rueda en escenarios naturales del CCC-Atelier Spandau (Berlín) y de las proximidades de Berlín, y en estudio. Producido por Robert Arthur para Universal, se estrena el 9-VII-1958 (NYC).
La acción dramática tiene lugar a comienzos de la primavera de 1944, en el frente ruso de Alemania (sin mayores especificaciones) y en la pequeña localidad germana de Werden (Renania del Norte-Westfalia), durante algo más de un mes, con especial referencia a los 21 días de permiso del soldado Ernst Graeber (Gavin). Se reencuentra inesperadamente con Elizabeth (Pulver), hija única, de 20 años, del médico de cabecera de su familia, el Dr. Kause. En Werden, Ernst se relaciona con su antiguo condiscípulo Oscar Binding (David), son su antiguo maestro el profesor Polhmann (Remarque) y con los militares de la enfermería Hermann Boettcher (DeFore), Reuter (Wynn) y otros. Ernst tiene 24 años, lleva algo más de dos años sin visitar Werden y es honesto, sincero, susceptible y algo ingenuo. En el frente su mejor amigo es Immerman (Mahoney). Ella es de carácter fuerte, tiene gran sentido de la dignidad y del amor propio, trabaja en una planta de confección de capotes militares, se encuentra sola y vive preocupada por su padre, deportado a un campo de concentración y condenado a trabajos forzados por haber manifestado que pensaba que Alemania no podía ganar la guerra.
El film suma drama, romance y guerra (IIGM). Desarrolla una narración realista, que se apoya en el uso de contrastes y antítesis (amor/odio, muerte/primavera, horror/ternura...), en un estilo fluido y ligero, unos diálogos naturales (alejados de la farragosidad de la novela) y una portentosa visualidad. Crea una atmósfera trágica que con variación de matices informa todo el metraje. El espacio en el que tiene lugar la acción principal se presenta derruido por las bombas, convertido en un escenario de formas fantasmagóricas, distorsionadas y fragmentadas que lo transforman en un lugar de congoja y pesadilla.
El realizador incorpora a este paisaje numerosos signos de la muerte. Prácticamente toda la ciudad habla de muerte. Lo hace por medio de elementos anteriores a la guerra (caballo disecado), amenazas ciertas (Gestapo), personas ocultas en lugares inhóspitos, dibujos en las paredes del refugio (bombas que caen sobre personas indefensas), ceremonias fúnebres (comitiva de un entierro), sonido y efectos de los bombardeos (traje en llamas de una mujer), etc. La presencia singular de la muerte se convierte en un fenómeno masivo en la casa del comisario político del lugar, cuyas paredes muestran los bustos disecados de multitud de gamos, cornamentas de ciervos sacrificados y escopetas de caza.
La acción dramática tiene lugar a comienzos de la primavera de 1944, en el frente ruso de Alemania (sin mayores especificaciones) y en la pequeña localidad germana de Werden (Renania del Norte-Westfalia), durante algo más de un mes, con especial referencia a los 21 días de permiso del soldado Ernst Graeber (Gavin). Se reencuentra inesperadamente con Elizabeth (Pulver), hija única, de 20 años, del médico de cabecera de su familia, el Dr. Kause. En Werden, Ernst se relaciona con su antiguo condiscípulo Oscar Binding (David), son su antiguo maestro el profesor Polhmann (Remarque) y con los militares de la enfermería Hermann Boettcher (DeFore), Reuter (Wynn) y otros. Ernst tiene 24 años, lleva algo más de dos años sin visitar Werden y es honesto, sincero, susceptible y algo ingenuo. En el frente su mejor amigo es Immerman (Mahoney). Ella es de carácter fuerte, tiene gran sentido de la dignidad y del amor propio, trabaja en una planta de confección de capotes militares, se encuentra sola y vive preocupada por su padre, deportado a un campo de concentración y condenado a trabajos forzados por haber manifestado que pensaba que Alemania no podía ganar la guerra.
El film suma drama, romance y guerra (IIGM). Desarrolla una narración realista, que se apoya en el uso de contrastes y antítesis (amor/odio, muerte/primavera, horror/ternura...), en un estilo fluido y ligero, unos diálogos naturales (alejados de la farragosidad de la novela) y una portentosa visualidad. Crea una atmósfera trágica que con variación de matices informa todo el metraje. El espacio en el que tiene lugar la acción principal se presenta derruido por las bombas, convertido en un escenario de formas fantasmagóricas, distorsionadas y fragmentadas que lo transforman en un lugar de congoja y pesadilla.
El realizador incorpora a este paisaje numerosos signos de la muerte. Prácticamente toda la ciudad habla de muerte. Lo hace por medio de elementos anteriores a la guerra (caballo disecado), amenazas ciertas (Gestapo), personas ocultas en lugares inhóspitos, dibujos en las paredes del refugio (bombas que caen sobre personas indefensas), ceremonias fúnebres (comitiva de un entierro), sonido y efectos de los bombardeos (traje en llamas de una mujer), etc. La presencia singular de la muerte se convierte en un fenómeno masivo en la casa del comisario político del lugar, cuyas paredes muestran los bustos disecados de multitud de gamos, cornamentas de ciervos sacrificados y escopetas de caza.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El film compone un magnífico recital de imágenes, planos y sugerencias visuales, que constituyen uno de sus principales valores. No son composiciones caprichosas, ni ocurrencias gratuitas, ni artificios innecesarios. Ponen de manifiesto partes de una realidad que no se expresan bien sólo con palabras e imágenes. La descripción de la barbarie de una guerra se ha de hacer con imágenes, palabras, sonidos inusuales (como el roce de un alambre sobre las cuerdas de un piano roto) y la puesta en tensión de la intuición y la imaginación del espectador. Lo inimaginable, lo inconcebible, lo increíble de una guerra se ha de explicar con la metodología que Sirk despliega en la película.
Es magnífico el juego de imágenes, planos y sonidos con los que se describe lo que fue la casa de los padres de Ernst (Paul y Marie) y la infancia feliz del niño. Magnífica es, también, la descripción elíptica, emotiva y desgarrada de las dos escenas de la estación del tren. Combinan los vidrios rotos de la cristalera, las formas cortantes y agresivas de sus restos y la cruz que dibujan los listones que los sostienen. En una de ellas la cruz se superpone a la que guarda el descanso de un soldado caído en combate. Algunos objetos físicos (caja de puros) y algunas referencias gráficas (lobos que se alimentan de despojos humanos) hielan el alma.
La seriedad y el rigor del tema no impiden la presencia ocasional del humor, envuelto siempre en objetivaciones grotescas, como el peso (90 Kg.) de Alma Boettcher, la fijación fetichista por las mujeres muy gordas, las referencias a cocodrilos y los relatos autobiográficos de Reuter, siempre sin final.
La banda sonora corre a cargo de Miklós Rózsa, que por primera y única vez trabaja para una producción ajena a la MGM. La partitura suma lirismo y fuerte dramatismo. Describe con emoción la fatiga y la desmoralización de la tropa en “La marcha”, la intensidad del amor en “Their Last Night” y la patética melancolía en “A Time to Die”. Añade una canción, “A Time to Love”, que en “El Germania” canta una vocalista no acreditada. La fotografía, de Russell Metty (“Espartaco”, 1960), crea combinaciones de planos que aúnan brevedad, dinamismo, profundidad emocional y fuerza descriptiva.
Referencias
- Jesús GONZÁLEZ REQUENA, “Tiempo de amar, tiempo de morir”, ‘Douglas Sirk’, pág. 225-236, Cátedra ed., Madrid 2007.
- José Ignacio CUENCA, “Tiempo de ...”, ‘Interfilm’, octubre 1991.
- José Luís MENA, “Tiempo de ...”, 28 pág., Arkadin-Suevia Films ed., (sin fecha).
Es magnífico el juego de imágenes, planos y sonidos con los que se describe lo que fue la casa de los padres de Ernst (Paul y Marie) y la infancia feliz del niño. Magnífica es, también, la descripción elíptica, emotiva y desgarrada de las dos escenas de la estación del tren. Combinan los vidrios rotos de la cristalera, las formas cortantes y agresivas de sus restos y la cruz que dibujan los listones que los sostienen. En una de ellas la cruz se superpone a la que guarda el descanso de un soldado caído en combate. Algunos objetos físicos (caja de puros) y algunas referencias gráficas (lobos que se alimentan de despojos humanos) hielan el alma.
La seriedad y el rigor del tema no impiden la presencia ocasional del humor, envuelto siempre en objetivaciones grotescas, como el peso (90 Kg.) de Alma Boettcher, la fijación fetichista por las mujeres muy gordas, las referencias a cocodrilos y los relatos autobiográficos de Reuter, siempre sin final.
La banda sonora corre a cargo de Miklós Rózsa, que por primera y única vez trabaja para una producción ajena a la MGM. La partitura suma lirismo y fuerte dramatismo. Describe con emoción la fatiga y la desmoralización de la tropa en “La marcha”, la intensidad del amor en “Their Last Night” y la patética melancolía en “A Time to Die”. Añade una canción, “A Time to Love”, que en “El Germania” canta una vocalista no acreditada. La fotografía, de Russell Metty (“Espartaco”, 1960), crea combinaciones de planos que aúnan brevedad, dinamismo, profundidad emocional y fuerza descriptiva.
Referencias
- Jesús GONZÁLEZ REQUENA, “Tiempo de amar, tiempo de morir”, ‘Douglas Sirk’, pág. 225-236, Cátedra ed., Madrid 2007.
- José Ignacio CUENCA, “Tiempo de ...”, ‘Interfilm’, octubre 1991.
- José Luís MENA, “Tiempo de ...”, 28 pág., Arkadin-Suevia Films ed., (sin fecha).