Entretenida e interesante cinta de la simpática productora Amicus, con psycho killer o quién sabe si psycho killers al fondo, que está competentemente dirigida por Freddie Francis, más cómodo, quizás, en sus trabajos de genuino género de terror/fantástico, pero aquí resolutivo.
Quizás sea un tanto alambicado su guión, aunque se entienda todo, pero el estudio psicológico de los personajes sospechosos es algo rebuscado y en todo momento adquieren (conscientemente) un aura de irrealidad, de fantasmagoría, que puede cueste aceptar en su totalidad.
El elenco interpretativo es de primera y la película se sigue con interés durante todo el metraje, con incluso algunos toque de humor (un tanto negro) como cuando el protagonista (excelente Patrick Wymark) descubre de su coche un muñeco con su cara.
La parte final deja bastante mal rollo por su manifiesta crueldad.

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